De L¨ªbano a Dakar: las claves de cuatro mujeres que triunfan en profesiones (antes) masculinas
Una rectora universitaria, una comandante del Ej¨¦rcito, una piloto de carreras y la directora de un fondo de inversi¨®n hablan sobre la brecha de g¨¦nero en carreras hasta ahora dominadas por los hombres
Aspectos como la brecha salarial, el techo de cristal, las dificultades para conciliar e incluso los prejuicios y estereotipos sociales y culturales que todav¨ªa perduran marcan el camino de las asignaturas pendientes en relaci¨®n con la igualdad de g¨¦nero. Una tarea que, a pesar de las conquistas, est¨¢ lejos de completarse. Por eso, con motivo del D¨ªa Internacional de la Mujer celebrado este martes 8 de marzo, Formaci¨®n EL PA?S re¨²ne en este art¨ªculo a Laia Sanz, piloto de carreras; Mar¨ªa Antonia Pe?a; rectora de la Universidad de Huelva; Cristina Perdices, comandante del Ej¨¦rcito; y Patricia Pastor, directora de un fondo de inversi¨®n especializado en deep tech. Cuatro mujeres profesionales, destacadas en sus respectivos campos, que reflexionan sobre c¨®mo es triunfar en un mundo dominado por referentes masculinos; la necesidad de visibilizar la igualdad de oportunidades y el impacto que ello tiene y tendr¨¢ en el futuro de la sociedad.
Laia Sanz, piloto profesional
Si sus padres hubieran sido aficionados al alpinismo, a buen seguro que Laia Sanz (36 a?os, nacida en Corbera de Llobregat, Barcelona) habr¨ªa alcanzado ya la cima de varios ocho miles. Pero como lo que hab¨ªa en su garaje eran motos, el mundo del motor gan¨® un esp¨ªritu indomable que la ha empujado a conseguir 14 campeonatos mundiales de trial y seis de enduro, a completar 12 veces consecutivas el rally Dakar (11 de ellas en la categor¨ªa de motos, siendo la ¨²nica mujer en acabar dentro del Top Ten (novena) y a competir actualmente en el campeonato mixto Extreme E de 4x4 el¨¦ctricos junto a Carlos S¨¢inz. Era, seg¨²n sus padres, activa, inquieta, decidida y precoz; seg¨²n su curr¨ªculum, se quedaron cortos. Con solo tres a?os, ya iba con su padre en el dep¨®sito de la moto y aprendi¨® a dar y controlar el gas; con cuatro, empez¨® a ir sola en la Montesa Cota de 25 c.c. de su hermano Joan; y con solo siete particip¨® en su primera carrera infantil: ¡°En mi ¨¦poca, los padres normalmente solo dejaban ir en moto a los ni?os, pero yo tuve la suerte de que nos educaron d¨¢ndonos las mismas oportunidades a mi hermano y a m¨ª¡±, recuerda por video conferencia.
Desde sus inicios, Laia Sanz se acostumbr¨® a ser la ¨²nica chica en un mundo de chicos: ¡°Aunque quiz¨¢ ya no ocurra tanto, porque cada vez hay m¨¢s chicas j¨®venes, durante muchos a?os estuve sola. Era la ¨²nica ni?a de un grupo de amigos de las motos que iba a entrenar y competir, tanto en Catalu?a como en Espa?a. Para m¨ª era algo tan normal que luego se me hizo raro empezar a hacer triales femeninos¡±, explica. Siente que, con su trayectoria, ha ayudado a abrir el camino para que los padres, sobre todo, vean que no solo pueden ense?ar a sus hijos a ir en moto, sino tambi¨¦n a sus hijas. Una labor de visibilizaci¨®n en la que contin¨²a comprometi¨¦ndose: este martes ocho de marzo particip¨®, con motivo del D¨ªa Internacional de la Mujer, en un encuentro con 60 adolescentes del IES Gregorio Mara?¨®n, de Madrid, organizado por Acciona y la Fundaci¨®n Inspiring Girls. ¡°Y luego he sido una de las pioneras al dedicarme profesionalmente a esto. Pero no porque s¨ª, sino porque me lo he tomado muy en serio y he conseguido buenos resultados¡±.
Mirando hacia atr¨¢s, Sanz no puede dejar de observar hasta qu¨¦ punto han cambiado las cosas, tanto en lo que respecta a las ayudas como en las actitudes de los dem¨¢s: ¡°Cuando empezaba, era lo t¨ªpico: si eras una chica en un deporte de chicos, te llamaban marimacho; bromitas, comentarios... Por suerte, de eso cada vez hay menos. Una vez, cuando corr¨ªa un trial con los chicos, se me acerc¨® el padre de un rival a decirme que claro, yo lo hac¨ªa bien porque los jueces me ayudaban por ser chica; algo que era totalmente falso¡±. Actitudes y obst¨¢culos que tambi¨¦n la siguieron en su carrera profesional: ¡°He vivido todo tipo de cosas: comentarios machistas de jefes de equipo, un Dakar, hace a?os, en el que todo el equipo vol¨® en Business menos yo... Pero bueno, eso me serv¨ªa para motivarme¡±.
Convertirse en una piloto oficial no es nunca sencillo, pero s¨ª que es menos complicado que antes. ¡°Yo creo que ha venido bien que haya habido pioneras como yo¡±, reflexiona Sanz. ¡°Porque ahora es cierto que lo tienen m¨¢s f¨¢cil; cuentan con m¨¢s ayudas de las marcas de motos, mientras que a m¨ª me cost¨® mucho entrar en una marca de manera oficial. Y tambi¨¦n las ayuda la federaci¨®n, algo que, sencillamente, no ocurr¨ªa cuando yo empec¨¦. Yo, al final, me gan¨¦ el respeto a base de resultados y de callar bocas. Pero siempre era como que ten¨ªas que demostrar un poco m¨¢s¡±. ?Y de cara al futuro? ¡°Este a?o el objetivo es hacerlo bien en el Extreme E, y luego volver al Dakar y mejorar el resultado. Me gustar¨ªa tener la oportunidad de tener un coche puntero, para saber hasta d¨®nde puedo llegar¡±.
Mar¨ªa Antonia Pe?a, rectora de la Universidad de Huelva
Cuando esta catedr¨¢tica de Historia Contempor¨¢nea decidi¨® postularse para dirigir la universidad onubense, no pensaba que se la atacar¨ªa por su condici¨®n de mujer. Pero sucedi¨®: ¡°Fue muy triste, porque se me atac¨® doblemente, por ser mujer y de Humanidades... Se dec¨ªa que conmigo se iba a hundir la investigaci¨®n, lo que me hizo un da?o enorme tanto como mujer como por historiadora, porque no creo que la investigaci¨®n hist¨®rica tenga que valer menos que la de otras ¨¢reas¡±, recuerda. Catedr¨¢tica, doctora, madre de tres hijos, esposa de historiador y delegada de Igualdad en la conferencia de rectores (CRUE), Mar¨ªa Antonia Pe?a (56 a?os, nacida en La L¨ªnea de la Concepci¨®n, C¨¢diz) reconoce que su caso no es representativo, ya que el paralelismo casi total de su carrera con la de su marido hizo que su vida se desarrollara necesariamente en torno a una corresponsabilidad absoluta: ¡°Nos conocimos estudiando, tuvimos becas de personal investigador, contratos casi al mismo tiempo, tesis a la vez, oposiciones casi a la vez...¡±
Lo habitual, sin embargo, es muy diferente: ¡°Sobre la mujer universitaria pesa un rol cultural importante que la aleja de esa corresponsabilidad. Porque, adem¨¢s de desarrollar su trabajo como docente e investigadora, siguen asumiendo un papel familiar y dom¨¦stico muy importante, responsabiliz¨¢ndose de la crianza de los hijos, del cuidado y de la organizaci¨®n de la vida familiar¡±, recuerda. ¡°Siguen asumiendo m¨¢s tareas del hogar y eso lastra su carrera profesional y, sobre todo, investigadora¡±, por la imposibilidad real de invertir todas las horas (tardes, fines de semana y vacaciones) que la investigaci¨®n demanda. Y eso, insiste, tiene un efecto domin¨®, porque complica sus posibilidades de promoci¨®n laboral y el desarrollo de un curr¨ªculum que, por ejemplo, la habilite para ser catedr¨¢tica (condici¨®n indispensable para ser rectora). Junto a las de Pa¨ªs Vasco, Tarragona, Castell¨®n, Alicante, Valencia, la Polit¨¦cnica de Cartagena, la Aut¨®noma de Madrid, Granada y La Laguna, Pe?a es una de las ¨²nicamente 10 rectoras que figuran en el medio centenar de universidades p¨²blicas espa?olas.
En lo que respecta a la igualdad de g¨¦nero, ¡°queda much¨ªsimo por hacer¡± en la universidad. ¡°Todav¨ªa tenemos que salvar cuestiones como la brecha salarial, los temas de acoso, la visibilizaci¨®n de la mujer investigadora, la incorporaci¨®n de la mujer a las carreras STEM o los puestos de liderazgo dentro de la universidad¡±, admite. Una prioridad marcada tanto por coherencia como por responsabilidad social, de manera que puedan servir de referentes para que esos valores de igualdad sean asimilados por el resto de la ciudadan¨ªa.
?Hay algo que la preocupe especialmente? ¡°Si tuviera que se?alar algo, ser¨ªa la masculinizaci¨®n y la feminizaci¨®n de carreras, por las implicaciones que tiene luego fuera de la universidad, producto de unos sesgos culturales que se generan desde la infancia, segregando los roles de hombres y mujeres¡±, se?ala Pe?a: para la mujer, las carreras asociadas a la educaci¨®n, los cuidados, la salud o la atenci¨®n social; para los hombres, la ciencia, la tecnolog¨ªa o la ingenier¨ªa. Algo que, en su opini¨®n, tiene un impacto social fort¨ªsimo, ¡°porque, precisamente, las carreras masculinizadas son las que tienen mejor acceso al empleo y mayor prestigio social, mientras que las carreras que se est¨¢n feminizando conducen m¨¢s a la precariedad laboral, a sueldos m¨¢s bajos y menor prestigio¡±.
Cristina Perdices, comandante del Ej¨¦rcito de Tierra
Para Cristina Perdices (39 a?os, Huesca), si hay un lugar donde la igualdad de g¨¦nero es real y efectiva, es dentro de las Fuerzas Armadas. Tras salir de la Academia General Militar de Zaragoza en 2008 con el grado de teniente, pas¨® cinco a?os en la Brigada Paracaidista de Madrid; de ah¨ª a Burgos, como capit¨¢n al mando de una compa?¨ªa de transmisiones, y al cuartel general de las Fuerzas Aerom¨®viles del Ej¨¦rcito de Tierra (FAMET) en Colmenar Viejo (Madrid) en 2020, donde est¨¢ al mando de 130 militares y se encarga de gestionar los sistemas de informaci¨®n y telecomunicaciones. Y, a lo largo del camino, dos misiones internacionales, en L¨ªbano (con Naciones Unidas) y Afganist¨¢n (con la OTAN). ¡°S¨¦ que no voy a tener problemas en llegar a donde quiera. No me pongo barreras, pero no tengo l¨ªmites¡±, afirma.
¡°En el ej¨¦rcito no hay techo, ni l¨ªmite ni barreras: cada vez entran m¨¢s mujeres, y estas pueden acceder a cualquier trayectoria¡±, a?ade Perdices. Algunas son m¨¢s operativas, como piloto de helic¨®pteros, la unidad paracaidista, de monta?a o de Operaciones Especiales; o m¨¢s t¨¦cnicas, como perfiles jur¨ªdicos, sanitarios o ingenieros polit¨¦cnicos; pero ambas est¨¢n abiertas de la misma manera a hombres y mujeres, un aspecto que, apunta, hay que visibilizar en la sociedad, donde todav¨ªa hay quien piense que las mujeres solo acceden a determinados puestos. ¡°Poco a poco seremos m¨¢s e iremos consiguiendo m¨¢s generales, pero hay que tener en cuenta que los ascensos llevan un tiempo. Ahora no puede haber 30 generales mujeres, porque accedieron hace poco m¨¢s de 30 a?os¡±.
Perdices, que est¨¢ casada con un capit¨¢n de transmisiones y que es madre de dos peque?as de cinco y siete a?os, se muestra especialmente orgullosa de haber participado en el trabajo realizado por los militares en el exterior, ¡°porque con ello¡±, sostiene, ¡°contribuimos a la seguridad y estabilidad del pa¨ªs en el que nos desplegamos, e indirectamente a la seguridad de Espa?a. Ser testigo en primera persona de c¨®mo cambian las vidas de un pa¨ªs compensa todo el sacrificio que supone marchar de casa durante seis meses sin saber a ciencia cierta qu¨¦ va a ocurrir¡±. La comandante es, adem¨¢s, asesora de g¨¦nero, lo que la permite comprender c¨®mo afectan sus acciones a las mujeres del pa¨ªs donde se despliegan, y muy especialmente en aquellos lugares en los que su cultura asigna un papel diferente a las mujeres.
En Afganist¨¢n (OTAN), Perdices se ocup¨® de asesorar a un coronel del ej¨¦rcito afgano, jefe de transmisiones de un cuartel general: ¡°Tuve que aprender los sistemas que ten¨ªan, muchos de los cuales eran americanos; me encargu¨¦ de ense?arles c¨®mo hacer el planeamiento de las comunicaciones antes de realizar una operaci¨®n y c¨®mo deb¨ªan usar estos medios de forma adecuada¡±, cuenta. Cuando acud¨ªa a su cuartel, recuerda que algunos afganos la esquivaban y que otros la hac¨ªan fotos desde lejos, pero la mayor¨ªa hablaba con ella. ¡°El ¨²ltimo d¨ªa, nos invitaron a comer a todos los asesores, y un general me regal¨® un vestido afgano que me puse, ah¨ª mismo, encima del uniforme... No me lo esperaba y lo agradec¨ª mucho¡±.
Patricia Pastor, directora general de GoHub
El camino de esta licenciada en Ciencias de la Informaci¨®n por la Universidad Cardenal Herrera CEU hacia el mundo de la tecnolog¨ªa se resume en tres palabras: actitud, inquietud y curiosidad, competencias que la llevaron a formarse de forma autodidacta y redirigir su trayectoria hacia el mundo de los negocios, del marketing corporativo y digital y la asesor¨ªa a compa?¨ªas que comenzaban. Antes de convertirse en directora general de GoHub, el fondo de inversi¨®n especializado en Deep Tech de Global Omnium, Patricia Pastor (44 a?os, Valencia) pas¨® por todos los ciclos: de emprendedora y facilitadora a promotora p¨²blica, cuando mont¨® toda el ¨¢rea de innovaci¨®n, emprendimiento y tecnolog¨ªa del Ayuntamiento de Valencia: ¡°Ah¨ª estaba todo por hacer, as¨ª que identificamos los principales agentes que ya estaban dentro del ecosistema: las primeras startups, las primeras aceleradoras, los primeros inversores, los emprendedores que sal¨ªan de las universidades... y, sobre todo, las primeras ayudas p¨²blicas¡±.
Su etapa en el consistorio valenciano sirvi¨® ¡°para dar visibilidad a la labor de las startups como motor de cambio social y econ¨®mico de una ciudad¡±, recuerda. Fue entonces cuando se dio cuenta de la falta de talento tecnol¨®gico, porque el que hay, sostiene, no alcanza para cubrir la demanda de las startups en sus equipos. Por eso, incide en la necesidad de fomentar las vocaciones STEM, en general y muy particularmente entre las ni?as: ¡°Yo creo que, al final, es un tema cultural. Cuando empezaron a llegar los primeros ordenadores a las casas, la publicidad era masculina, y mostraba a un ni?o frente al ordenador. Y eso, de buenas a primeras, en los a?os 70 y 80, no atra¨ªa mucho a las ni?as. Y en los 90 sigui¨® exactamente igual¡±, esgrime. ¡°El consumo tecnol¨®gico se dirig¨ªa a los ni?os, por lo que al final, salvo que tuvieras un referente cercano, se alejaba a las ni?as de estas vocaciones¡±.
Aunque muchos de esos estereotipos masculinos est¨¦n desapareciendo, la presencia de las mujeres sigue siendo menor en los apartados m¨¢s t¨¦cnicos, afirma Pastor, que a la vez se?ala c¨®mo dentro del emprendimiento tecnol¨®gico hay otros muchos perfiles ajenos a la parte t¨¦cnica: direcci¨®n, negocio, marketing o ventas, donde hay muchas m¨¢s mujeres. Pero la urgencia por fomentar las competencias digitales es manifiesta: ¡°Si vamos hacia un mundo digital y tecnol¨®gico, no te puedes quedar fuera; me da igual que sean ni?os que ni?as. Hay que estar preparados. Ya lo vemos con nuestros mayores, porque si no se familiarizan con la tecnolog¨ªa, tienen much¨ªsimas dificultades en su vida¡±, explica.
?Est¨¢n las mujeres suficientemente representadas en el emprendimiento? Para Pastor, se trata especialmente de una carencia entre los fundadores, algo que vuelve a enlazar con un trasfondo cultural, ¡°porque, al final, venimos de donde venimos con el rol de la mujer. Pero muchas hemos decidido compatibilizar nuestra vida personal y profesional y tirar para adelante; es un tema de actitud. Otra cosa es que el contexto sea m¨¢s o menos favorable¡±, a?ade. E insiste: ¡°Si eres una persona inquieta o curiosa; si quieres crecer personal y profesionalmente y te atrae el aprendizaje continuo, no hay barreras. Y tambi¨¦n es una forma de liderazgo que le ense?as a tus hijos¡±.
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