La revoluci¨®n educativa que dar¨¢ a la universidad y la FP las llaves de la formaci¨®n permanente
La regulaci¨®n de las titulaciones propias y el desarrollo de las microcredenciales en ambas instituciones facilitar¨¢ el reciclaje y la actualizaci¨®n de los trabajadores que demanda el mercado laboral
Si hay un aspecto que la pandemia ha destacado por encima de cualquier otro en el mercado laboral es la necesidad, cada vez m¨¢s di¨¢fana, de mantenerse permanentemente actualizado en cuanto a conocimientos, habilidades y competencias. Lejos quedan ya (si es que existieron alguna vez) los tiempos en los que una licenciatura universitaria constitu¨ªa todo el bagaje formativo que una persona necesitaba para desarrollar cuarenta y tantos a?os de vida profesional. La era de la digitalizaci¨®n, de la informaci¨®n ubicua e inmediata y de los entornos h¨ªbridos y fluidos provoca que los cambios lleguen en mayor escala y mucho m¨¢s r¨¢pidamentente. En medio de un entorno tan cambiante, la formaci¨®n permanente se antoja tan fundamental como dos de los principales actores que habr¨¢n de impartirla: la universidad y la Formaci¨®n Profesional.
Introducir cambios de tanto calado en el sistema educativo espa?ol conlleva, no obstante, lidiar con una rigidez y unos procedimientos administrativos cuyos tiempos casi nunca van al ritmo con el que el mercado demanda nuevas competencias y perfiles profesionales. Pero los cambios, al final, llegan, y tanto la Formaci¨®n Profesional como la universidad espa?ola se encuentran hoy inmersas en una profunda transformaci¨®n que permitir¨¢ a cualquier persona acceder, de forma flexible y modular, a contenidos dise?ados para abordar necesidades espec¨ªficas, y obtener las credenciales correspondientes que certifiquen la adquisici¨®n de esos conocimientos y competencias.
As¨ª, el nuevo decreto de ordenaci¨®n de la FP, que ser¨¢ previsiblemente aprobado antes del verano, contempla diferentes certificaciones que van desde solo 30 horas (el grado A) hasta las 2.000 de un grado formativo superior (o grado D). ¡°El de la FP es un entorno clave para la recuperaci¨®n econ¨®mica en nuestro pa¨ªs, y para aumentar la productividad en todos los sectores. La transformaci¨®n digital est¨¢ generando nuevos puestos de trabajo en ¨¢mbitos que desconoc¨ªamos¡±, afirma Luis Miguel Olivas, responsable de Empleabilidad y Educaci¨®n de Fundaci¨®n Telef¨®nica. Perfiles que, muchas veces, no corresponden a titulaciones universitarias, sino a graduados de ciclo medio y superior de Formaci¨®n Profesional. ¡°?Por qu¨¦ es as¨ª? Porque se trata de profesionales que, en dos o cuatro a?os, salen preparados para trabajar seg¨²n las necesidades de la empresa y que vienen dispuestos a aprender en ella, en vez de optar directamente a puestos de mando¡±, a?ade.
La universidad, por su parte, unifica por fin un sistema com¨²n de t¨ªtulos propios v¨¢lido para todo el territorio nacional, tal y como lo defini¨® el Real Decreto 822/2021 de regulaci¨®n de las ense?anzas universitarias. De esta manera, los m¨¢steres de Formaci¨®n Permanente ser¨¢n aquellos con al menos 60 cr¨¦ditos, mientras que, por debajo, se sit¨²an los diplomas de especialista (con entre 30 y 60 cr¨¦ditos) y de experto (de menos de 30); todos ellos para graduados universitarios. Formaciones que ya exist¨ªan antes, pero que variaban en duraci¨®n y denominaci¨®n de una universidad a otra. M¨¢s all¨¢ de esta regulaci¨®n, otra posibilidad que bien merece la pena considerar es la de los MOOCs (cursos online, abiertos y masivos) que desde hace a?os ofrecen universidades, museos y otros organismos de forma gratuita o con un coste muy bajo.
El decreto de finales de 2021 contempla, tambi¨¦n, programas propios no superiores a 30 cr¨¦ditos para quienes no tienen esta titulaci¨®n previa, adem¨¢s de otros con una duraci¨®n inferior a los 15 cr¨¦ditos. ¡°Es lo que todo el mundo conoce como microcredenciales: esta ser¨¢ una de las claves m¨¢s importantes y ah¨ª es donde la universidad tiene el reto m¨¢s importante. Apenas estamos empezando a desarrollarlas, y el Gobierno est¨¢ incluso pensando en alg¨²n programa de apoyo espec¨ªfico¡±, explica ?ngel Pazos, rector de la Universidad de Cantabria y presidente de CRUE Docencia. Se trata de un formato en el que, a?ade, la colaboraci¨®n con la empresa ser¨¢ fundamental, ¡°ya que lo ideal es que respondan a una demanda o necesidad de un determinado sector industrial¡±, pero donde tambi¨¦n caben proyectos de colaboraci¨®n con el Servicio P¨²blico de Empleo (SEPE) y la Fundaci¨®n Estatal para el Empleo (Fundae).
Aunque ya se han empezado a desarrollar en algunas universidades, es en el curso que viene cuando se espera que ya haya una oferta m¨¢s amplia, y a¨²n queda por desplegar la posibilidad de abrir tambi¨¦n las aulas para que una persona pueda cursar una asignatura de un grado ya existente y recibir una certificaci¨®n de ello, algo que tambi¨¦n contempla el nuevo decreto de la FP. ¡°No est¨¢ desarrollado, pero se contempla. Adem¨¢s, todav¨ªa hay que detallar la relaci¨®n entre las titulaciones propias y las oficiales, y los mecanismos de interacci¨®n entre unas y otras¡±.
Vencer la rigidez administrativa
¡°La formaci¨®n para toda la vida es importante para la universidad, porque no podemos seguir formando solo a aquellos que nos llegan entre los 18 y los 30 a?os¡±, esgrime Pazos. ¡°Despu¨¦s de esa primera etapa, seguiremos necesitando una formaci¨®n adicional que nos permita actualizar los conocimientos que adquirimos en su d¨ªa y los que nos exige nuestro puesto de trabajo¡±, adem¨¢s de aquella que va enfocada a la poblaci¨®n senior, cuyas motivaciones est¨¢n m¨¢s relacionadas con el inter¨¦s personal que con un objetivo de promoci¨®n profesional. Para el rector c¨¢ntabro, estas formaciones presentan adem¨¢s la oportunidad de poder dotarlas de una flexibilidad de la que carecen otras titulaciones oficiales como son los grados universitarios, cuya creaci¨®n y modificaci¨®n est¨¢n sujetos a una fuerte rigidez administrativa.
Olivas recuerda un ejemplo claro de esta rigidez: ¡°Hace cinco o seis a?os, nosotros ya necesit¨¢bamos perfiles de instaladores de fibra ¨®ptica para realizar todo el despliegue de la fibra ¨®ptica en Espa?a. Cuando nos dimos cuenta de que esto no se estudiaba en los ciclos de Formaci¨®n Profesional correspondientes, nos juntamos con Orange y Vodafone para preparar todo ese contenido que se ten¨ªa que actualizar en los grados¡±. Recuerda c¨®mo empezaron a trabajar con el Ministerio en la homologaci¨®n de ese contenido y, en paralelo, desarrollaron sus propios cursos, de manera que, en unos pocos meses, una persona que hubiera hecho una FP en Electr¨®nica pudiera convertirse en instalador de fibra ¨®ptica. ¡°?Y qu¨¦ pas¨®? Que, cuando tres a?os y medio despu¨¦s cerramos el proyecto, porque no necesit¨¢bamos m¨¢s instaladores, todav¨ªa no se hab¨ªa validado ni aprobado el contenido en el grado de FP correspondiente¡±. ¡°Ahora se est¨¢n preparando 80 nuevos ciclos de FP, y en los pr¨®ximos a?os har¨¢n falta much¨ªsimos expertos tecnol¨®gicos y de ciberseguridad en este pa¨ªs, pero ?de d¨®nde los sacaremos? ?Cu¨¢nto tiempo va a tardar la FP en desarrollar el ciclo correspondiente?¡±, se pregunta.
?Y qu¨¦ hay de la innovaci¨®n pedag¨®gica? Pazos reconoce la existencia de un debate en los claustros universitarios respecto a la convivencia de, por ejemplo, las nuevas tecnolog¨ªas y la ense?anza a distancia con la clase magistral tradicional; pero ve los t¨ªtulos propios como los mejor colocados para facilitar la innovaci¨®n educativa: ¡°En ellos es m¨¢s l¨®gico que haya innovaci¨®n, porque ya no se trata de dar una clase de la titulaci¨®n que sea y la asignatura reglada de toda la vida. Aqu¨ª es coger un bloque de conocimiento nuevo y transmit¨ªrselo a una persona que probablemente lleva a?os trabajando en ese campo, por lo que la metodolog¨ªa puede ser mucho m¨¢s abierta. Adem¨¢s, una parte significativa de la docencia quiz¨¢ tenga que ser a distancia, porque a lo mejor los alumnos no podr¨¢n asistir f¨ªsicamente a la totalidad de las clases¡±.
Revoluci¨®n laboral y nuevos empleos
El desarrollo de la formaci¨®n permanente, estrechamente ligado a las empresas, exigir¨¢ tambi¨¦n un cambio en el papel que juegan estas: ¡°Antes, eran meras receptoras de personas formadas, pero ahora no. Si hay que hacer formaci¨®n a lo largo de toda la vida, las organizaciones se convierten necesariamente en agentes de formaci¨®n in situ¡±, sostiene Joaqu¨ªn Nieto, exdirector de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo en Espa?a y experto en Trabajo, transici¨®n justa y transformaci¨®n del modelo econ¨®mico. ¡°Desde los departamentos de Recursos Humanos de las empresas, habitualmente se viene ofreciendo formaci¨®n, pero ahora es necesario dar un paso m¨¢s, y eso pasa por personalizarla de acuerdo con las necesidades de la persona y del puesto que esta ocupa¡±, recuerda por su parte Olivas.
El foco principal se coloca, por lo tanto, en el reskilling (o recualificaci¨®n) de los trabajadores como el verdadero motor que impulse la competitividad de las empresas; un proceso en el que las habilidades tecnol¨®gicas ocupan un lugar predominante. ¡°El gran reto que tenemos como sociedad es la lucha contra las grandes desigualdades. Y, aunque la tecnolog¨ªa est¨¢ creando algunas de estas desigualdades, tambi¨¦n ayudar¨¢ a solucionarlas¡±, explica Olivas. Para este experto, en los procesos de transici¨®n tecnol¨®gica, m¨¢s que perderse puestos de trabajo, se transforman y se desplazan de un sector a otro: ¡°Vamos a seguir contando con las personas. De hecho, probablemente, tengamos que trabajar con ellas m¨¢s que nunca, para acompa?arlas en esos potentes procesos de recualificaci¨®n por los que es imprescindible apostar¡±.
Nieto, por su parte, hace una apreciaci¨®n m¨¢s: ¡°Hay que enfatizar, adem¨¢s, que hasta ahora siempre se ha hablado de empleabilidad ech¨¢ndole toda la responsabilidad a los empleados. Y, si bien es cierto que la tienen, se trata de una responsabilidad compartida con el sistema educativo y con las empresas. Pero no se habla mucho de esa distribuci¨®n de responsabilidades¡±. ¡°Las empresas debemos hacer un esfuerzo por hacer una planificaci¨®n a medio y largo plazo que permita saber hacia d¨®nde va la estrategia de la compa?¨ªa, qu¨¦ perfiles vamos a necesitar e ir preparando a tu masa de empleados para que puedan llegar a ocupar esos perfiles¡±, a?ade Olivas. Ofrecer, en pocas palabras, ¡°un aut¨¦ntico plan de carrera¡±.
Transici¨®n energ¨¦tica e igualdad de g¨¦nero
En un reciente art¨ªculo publicado por Telos, la revista de la Fundaci¨®n Telef¨®nica, Nieto achacaba la transformaci¨®n radical en el trabajo no solo a la digitalizaci¨®n de la sociedad, sino a otros factores como la transici¨®n energ¨¦tica y la igualdad de g¨¦nero. ¡°La transici¨®n energ¨¦tica supone una revoluci¨®n en los sistemas de generaci¨®n de energ¨ªa, pero acabar¨¢ teniendo influencia en muchos otros aspectos. No se trata solo de sustituir los combustibles f¨®siles por fuentes renovables; tambi¨¦n hay que organizar de manera distinta la movilidad en las ciudades, tanto de las personas como de las mercanc¨ªas¡±, afirma. Un proceso en el que, como en anteriores reconversiones, desaparecer¨¢n algunos empleos a la vez que surgir¨¢n otros nuevos.
¡°En Espa?a, ha habido un proceso importante de cierre de minas, de t¨¦rmicas del carb¨®n y de algunas nucleares, algo que adem¨¢s va a continuar. Pero, a la vez, ha ido acompa?ado de un proceso y unos convenios de transici¨®n justa¡±, a?ade Nieto. Unos acuerdos que, por su parte, incluyen planes de formaci¨®n tanto para los trabajadores que perdieron su puesto como para los nuevos, ¡°y nuevas inversiones que se traduzcan en un empleo m¨¢s distribuido y diversificado, ya que el anterior era eminentemente masculino¡±.
En opini¨®n de Nieto, el impacto de la igualdad de g¨¦nero se har¨¢ notar en muchos otros sectores: ¡°No solo respecto a la igualdad de acceso a la formaci¨®n, que ya la tienen, sino respecto a la igualdad salarial y de oportunidades en el acceso al empleo: que no haya un techo de cristal, que tengan m¨¢s posibilidades de asumir puestos directivos... Revolucionando, en fin, aquellos aspectos donde todav¨ªa est¨¢n discriminadas¡±. Algo que, recuerda, afecta tanto al trabajo remunerado como al no remunerado, como, por ejemplo, el de los cuidados. Porque, as¨ª las cosas, ¡°dos tercios de los trabajos en Espa?a los hacen las mujeres, una distribuci¨®n que es profundamente injusta y que cambiar¨¢ con las perspectivas de igualdad¡±, se?ala. Cambiar todo esto, recuerda, generar¨¢ una nueva concepci¨®n de c¨®mo organizar los horarios de trabajo y el reparto de esas tareas no remuneradas, lo que a su vez favorecer¨¢ un gran aumento del empleo en el sector de los cuidados. ¡°Esta es una reflexi¨®n incipiente, pero que ir¨¢ tomando cada vez m¨¢s fuerza. La revoluci¨®n de los cuidados revolucionar¨¢ tambi¨¦n el mundo del trabajo¡±.
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