As¨ª es la competici¨®n de coches de carreras donde se forman los ingenieros del futuro

El circuito de Montmel¨®, en Barcelona, ha sido escenario esta pasada semana de una competici¨®n muy diferente a la que solemos ver por televisi¨®n. En sus boxes no se distingu¨ªan los vistosos monos de colores de Ferrari, McLaren, Aston Martin o Mercedes, ni los apabullantes medios de los equipos profesionales de F¨®rmula 1. En su lugar, un millar de universitarios, en su mayor¨ªa estudiantes de alguna de las ramas de ingenier¨ªa, poblaban el paddock m¨¢s famoso de Espa?a mientras trabajaban a contrarreloj para conseguir superar las distintas pruebas de Formula Student Spain, una competici¨®n anual organizada por la Sociedad de T¨¦cnicos de Automoci¨®n (STA).

Celebrada en el Circuito de Catalu?a del 1 al 7 de agosto, esta competici¨®n ha reunido a 1.001 estudiantes universitarios repartidos en 43 equipos de ocho pa¨ªses diferentes y la asistencia de 192 voluntarios. Una semana en la que todos han convivido en las propias instalaciones del circuito y se han esforzado por culminar el trabajo de todo un a?o en el que dise?aron, desarrollaron, probaron y modificaron su propio monoplaza de carreras, con presupuestos, por lo general, limitados (y en algunos casos, mucho). A lo largo de siete d¨ªas, sus proyectos han tenido que superar pruebas de todo tipo, tanto t¨¦cnicas como de rendimiento, fiabilidad, resistencia e incluso viabilidad y modelo de negocio.

Sin embargo, lo m¨¢s llamativo de Formula Student es que se trata de una competici¨®n internacional donde, aunque todos quieran ganar, lo verdaderamente importante no es el coche, sino el proceso, es decir, la formaci¨®n de sus participantes: ¡°Ahora mismo, cuando vas a fichar a un ingeniero, miras en su curr¨ªculum si ha estado en un equipo de Formula Student, porque no deja de ser como un m¨¢ster acelerado de conocimiento y habilidades en uno o dos a?os¡±, explica Robert L¨®pez, director de Formula Student Spain (FSS). Y es que las pruebas no solo miden la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de sus conocimientos, sino tambi¨¦n su capacidad de trabajar en equipo y de resoluci¨®n de problemas en un evento que, por lo dem¨¢s, es todo un escaparate de talento para las empresas del sector.

¡°La experiencia que coges aqu¨ª, a lo mejor la adquirir¨ªas en una empresa en 10 o 15 a?os. Porque aqu¨ª tienes que dise?ar un coche, probarlo, solucionar los problemas que vayan surgiendo, manejar un presupuesto...¡±, cuenta Andoni Negrete, miembro del equipo de la Universidad de Bizkaia, en medio del paddock. ?l ha estado ya dos a?os en el equipo de Formula Student y, aunque le gustar¨ªa quedarse m¨¢s tiempo, se incorporar¨¢ pronto a trabajar en una empresa de drones, que es algo que siempre quiso.

As¨ª lo ve tambi¨¦n Mihai Comsit, profesor de la Universidad de Transilvania en Brasov (Ruman¨ªa), que adem¨¢s es consejero acad¨¦mico y uno de los dos pilotos de BlueStreamline, el equipo ganador por segundo a?o consecutivo en la categor¨ªa de Combusti¨®n: ¡°Creo que lo da todo. Porque tienes los desaf¨ªos mentales y tienes los desaf¨ªos de la carrera, porque tienes que estar muy organizado, estar presente y llegar siempre a tiempo. As¨ª que, de alguna manera, creo que lo que hay aqu¨ª es una buena reflexi¨®n sobre la vida de una persona¡±. Los ganadores en las otras dos categor¨ªas han sido UniBo Motorsport Electric (Universidad de Bolonia, Italia) en la categor¨ªa de El¨¦ctrico; y BCN eMotrosport (UPC de Barcelona, Espa?a) en coches sin conductor.

?En qu¨¦ consiste la Formula Student?

Los equipos participantes en las tres categor¨ªas a competici¨®n se enfrentan cada a?o a una serie de pruebas t¨¦cnicas, est¨¢ticas y din¨¢micas en las que son evaluados por jueces voluntarios y con amplia experiencia en cada campo. ¡°En las est¨¢ticas, hay una prueba de dise?o en la que son evaluados en el box por jueces profesionales acerca de la aerodin¨¢mica, bater¨ªas, combusti¨®n y powertrain. All¨ª les hacen preguntas (¡±?Qu¨¦ soluci¨®n has tomado? ?Por qu¨¦ esto? ?Por qu¨¦ aquello?¡±), les dan feedback y los punt¨²an¡±, cuenta L¨®pez. Cada equipo recibir¨¢ tambi¨¦n una puntuaci¨®n en otros dos apartados: el de coste (que sea asequible y se pueda hacer) y el plan de negocios, examinado por jueces de ESADE.

Para acceder a las pruebas din¨¢micas (en circuito), el veh¨ªculo ha de pasar primero una verificaci¨®n t¨¦cnica en la que un equipo de scrutineers se asegura de verificar que el veh¨ªculo cumple con todos los requisitos de seguridad (es decir, que todos los elementos funcionan correctamente, que no pierde l¨ªquidos, etc¨¦tera) y que pasa la normativa vigente.

Y luego llegan las cuatro pruebas pr¨¢cticas, empezando por el Skidpad, un peque?o circuito cerrado con forma de ocho: ¡°Los coches entran por el medio, dan dos vueltas hacia un lado y dos vueltas hacia el otro lado y salen, y lo hacen los dos conductores de cada equipo. El objetivo es ver c¨®mo se comporta el coche en las curvas, cu¨¢l va m¨¢s r¨¢pido, c¨®mo mantiene el equilibrio... Ver¨¢s que hay muchos conos, y si tocas un cono se te penaliza¡±, describe L¨®pez.

La segunda es la prueba de aceleraci¨®n, que tiene lugar en una vistosa sesi¨®n nocturna y con los coches decorados con luces; all¨ª compiten por alcanzar la velocidad mayor en un corto tramo de 75 metros. Las otros dos son Autocross (una vuelta a un circuito de algo m¨¢s de un kil¨®metro) y Endurance (en el mismo circuito, durante un total de 22 kil¨®metros, para medir la resistencia del coche). En paralelo, este a?o se celebr¨® tambi¨¦n la Classic Cup, en la que participaron monoplazas hist¨®ricos que ya han competido desde el a?o 2000.

Una competici¨®n con apoyos muy dispares

Los equipos participan en las tres categor¨ªas ya mencionadas, pero eso no significa que compitan en igualdad de condiciones. Si bien todos los proyectos deben ajustarse a un determinado presupuesto, este depende del apoyo que cada uno haya sido capaz de generar. As¨ª, los alemanes son los que disfrutan de una financiaci¨®n mayor (en algunos casos de millones de euros), aunque las cantidades, siempre diversas, son por lo general notoriamente m¨¢s modestas: 8.000, 12.000, 40.000, 50.000 euros... o simplemente 500 (s¨ª, quinientos), que es la subvenci¨®n que la Universidad de Valladolid otorg¨® a su equipo (que, hay que concretar, acud¨ªa a la competici¨®n por primera vez), Vall Racing.

Cierto es que disponen del asesoramiento de algunos profesores y que la universidad castellana les cedi¨® un espacio en la Escuela de Ingenier¨ªa Industrial para poder trabajar. Pero tambi¨¦n lo es que la disponibilidad se redujo dr¨¢sticamente cuando terminaron los ex¨¢menes: entonces, a partir de junio, la facultad cerraba a las dos de la tarde y tuvieron que trasladar todo a una nave en un pueblo, para poder montar el coche e incluso arrancarlo en sus desiertas calles.

Al final, fueron las empresas locales las que m¨¢s acabaron ayudando con su apoyo a que el proyecto saliera adelante. ¡°El primer a?o ¨¦ramos solo ocho personas y fue dif¨ªcil porque es un proyecto complejo que requiere mucha dedicaci¨®n. El segundo a?o conseguimos llegar a unas 20 y ya arrancamos con los primeros dise?os; y este tercer curso es el primero en el que competimos, y aqu¨ª ya ¨¦ramos unos 70 estudiantes, principalmente de la rama de Ingenier¨ªa Mec¨¢nica (pero tambi¨¦n con gente de otras ¨¢reas como Telecomunicaciones, Inform¨¢tica o Comercio)¡±, explica Daniel Ortega, encargado de marketing.

La situaci¨®n, eso s¨ª, cambia sustancialmente cuando el proyecto va acumulando experiencia y el proyecto demuestra continuidad. Esa es, por ejemplo, la situaci¨®n del equipo Arus, de la Universidad de Sevilla, cuyo team leader, Pedro Garc¨ªa, se muestra m¨¢s que satisfecho con el apoyo que, a todos los niveles, reciben de las instituciones, incluyendo facilidades para compaginar las actividades acad¨¦micas con su presencia en el equipo. Fundado en 2012, compitieron por primera vez en 2014, en la categor¨ªa de combusti¨®n, y en 2022 consiguieron el tercer puesto general en una competici¨®n en Italia: ¡°En 2018 lleg¨® nuestro primer coche el¨¦ctrico, el a?o pasado ya abandonamos la combusti¨®n para centrarnos en el monoplaza el¨¦ctrico y este a?o participamos tambi¨¦n en la categor¨ªa de Driverless (coches sin conductor)¡±, explica.

Cada a?o, los veh¨ªculos participantes han de dise?arse desde cero, y con cada comienzo de curso los distintos equipos realizan convocatorias para reclutar nuevos miembros para la Formula Student. ¡°Justo despu¨¦s de las admisiones solemos ser alrededor de unas 100 personas; la verdad es que somos uno de los equipos con m¨¢s miembros. Y a partir de ah¨ª, nos dividimos en distintos departamentos: algunos que se centran directamente en trabajar sobre el coche (como, por ejemplo, chasis, suspensi¨®n, aerodin¨¢mica, electr¨®nica y powertrain, que se encarga de todo lo que es el trabajo con la bater¨ªa y el tren de potencia), y luego una ¨²ltima parte m¨¢s centrada en todo lo que es negocios, coste y el propio marketing del equipo¡±, a?ade.

La organizaci¨®n de cada equipo es, en cualquier caso, muy dispar, y obedece a una mezcla de metodolog¨ªas y medios. En BlueStreamline, el equipo de Transilvania, comienzan el curso con todos los miembros participando en todas las ¨¢reas del coche, para despu¨¦s centrarse en un solo departamento: ¡°Es una buena educaci¨®n y a veces es mejor invertir tiempo en eso, porque el producto no es el coche, es el ser humano. Y entonces no pierdes tiempo¡±, afirma Comsit.

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