El martillo de Bellota pega con fuerza
La compa?¨ªa de herramientas de mano de origen vasco pretende crecer a lomos de las reformas de los hogares
Bellota es una palabra que evoca a la naturaleza. A los bosques de robles que pueblan la geograf¨ªa vasca. En ellos quiso posar sus ojos Patricio Echeverr¨ªa cuando en 1908 puso en marcha una empresa en el municipio guipuzcoano de Legazpi que se convertir¨ªa en l¨ªder de su sector fabricando herramientas de mano tan duras y resistentes como el fruto del ¨¢rbol que le da nombre.
De profesi¨®n forjador, el empresario que dio vida a la Corporaci¨®n Patricio Echeverr¨ªa acostumbraba a pasear por el campo y a fijarse en los ¨²tiles de labranza con que faenaban los agricultores con la idea de perfeccionarlos y producirlos de manera industrializada laminando el acero, una pol¨ªtica que ha seguido Bellota hasta hoy para adaptarse al usuario, pese a haber sido comprada por el conglomerado industrial canadiense Venanpri Group en 2014, cuando el centenar de herederos del empresario vasco, la cuarta generaci¨®n de la familia, no consiguieron ponerse de acuerdo sobre sus designios y optaron por venderla.
Ya en aquellos comienzos del siglo XX Bellota empez¨® a exportar sus herramientas hacia pa¨ªses como Argentina, en una incursi¨®n que determin¨® la implantaci¨®n de sus primeras f¨¢bricas en el exterior en Venezuela y Colombia. As¨ª como la posterior adquisici¨®n de dos empresas en Estados Unidos y Brasil para poder abastecer a los grandes fabricantes de maquinaria agr¨ªcola de recambios y soluciones, su segunda rama de actividad, que no obstante es la que mayores ventas reporta.
Actualmente la compa?¨ªa cuenta con nueve plantas, cuatro de ellas en Espa?a (dos en Legaz?pi; Zum¨¢rraga y Navarra), adem¨¢s de en M¨¦xico, Brasil, Colombia, Estados Unidos y la India. Desde ellas comercializan a m¨¢s de un centenar de pa¨ªses las herramientas de mano para la agricultura, la construcci¨®n, la industria y la jardiner¨ªa que dise?an y fabrican, as¨ª como los componentes agr¨ªcolas como cultivadoras, sembradoras y arados. El a?o pasado factur¨® 81,5 millones de euros, que este ejercicio planea convertir en 110 millones, tras un crecimiento del 32%, seg¨²n Pablo Izeta, director general de Bellota Herramientas para Europa, Asia y ?frica.
¡°Vemos dos a?os muy buenos para la construcci¨®n por los planes de rehabilitaci¨®n de viviendas que est¨¢n en marcha¡±, sostiene el ejecutivo, para quien un crecimiento del 32% se explica por las inversiones en curso (en los ¨²ltimos tres a?os, la compa?¨ªa ha destinado 8,7 millones de euros a automatizar sus plantas de Legazpi, M¨¦xico y Colombia e introducir nuevas l¨ªneas de producci¨®n, ¡°en una inversi¨®n sin precedentes¡±) y por el acceso a mercados nuevos. ¡°Estamos impulsando mucho las exportaciones en Europa y entrando en pa¨ªses como Rusia, el Reino Unido o Egipto¡±, anuncia Izeta.
Con 4.000 herramientas en su cat¨¢logo, el director de Bellota dice que la covid le ha sentado muy bien a su sector. ¡°La mejora de los hogares que ha determinado la crisis sanitaria al pasar m¨¢s tiempo en casa ha beneficiado a nuestra industria. En Espa?a la construcci¨®n crece de forma importante y en Estados Unidos se ha disparado la venta de herramientas de jardiner¨ªa. Se ha vendido todo¡±, sostiene. La compa?¨ªa est¨¢ redoblando su actividad con grandes ense?as del bricolaje como Leroy Merlin o Bricomart, que est¨¢n suponiendo ¡°un salto importante hacia delante¡± de la marca. Con la primera, tiene proyectos para desarrollar calzado de seguridad.
Subida de precios
Sin embargo, la crisis mundial de abastecimiento est¨¢ provocando dos problemas para la empresa: ¡°Uno de disponibilidad, que encarece todas las materias primas, ya sea el acero o el cartonaje, y otro que los contenedores est¨¢n car¨ªsimos y tardan much¨ªsimo. Hemos multiplicado por cuatro nuestra inversi¨®n en circulante y tenemos mucha materia prima flotando por los mares del mundo¡±, asegura el director general de Bellota Herramientas. Al tiempo que reconoce que la compa?¨ªa ha revisado tres veces en lo que va de a?o sus tarifas: ¡°Queremos contener la subida de las materias primas y los fletes, pero no nos queda m¨¢s remedio que trasladarla a los clientes para proteger la rentabilidad¡±, agrega. El incremento ha sido desigual, y mientras en Am¨¦rica Latina supera el 20%, en Europa es del 5%.
Bellota comercializa sus productos entre profesionales (ferreter¨ªas), grandes almacenes especializados y a trav¨¦s del comercio electr¨®nico, ¡°que se ha disparado con los confinamientos; supone solo un 5%, pero ven¨ªamos del 1% del total¡±, admite Izeta. El 70% de sus ventas de herramientas se concentra en Espa?a y Portugal, en tanto que las de componentes agr¨ªcolas se realizan al 60% en Europa, sin incluir Espa?a, que representa un 20% adicional. Sus principales productos son las palas, paletas, martillos y hojas de sierra en la construcci¨®n; y las azadas y las palas para la agricultura. Individualmente, las azadas son los ¨²tiles m¨¢s vendidos, con un 19% del total.
Sus equipos de I+D, que han desarrollado 12 patentes, tienen por objetivo dise?ar unas herramientas m¨¢s c¨®modas (m¨¢s ligeras y m¨¢s ergon¨®micas) que contribuyan a aumentar la fuerza que se ejerce sobre ellas para que el esfuerzo sea menor.
En manos de un fondo canadiense
El pequeño taller de ferrería de Patricio Echeverría donde trabajaban 12 personas se ha transformado en una empresa internacional que vende y exporta a 120 países, con una plantilla de 1.066 personas, una parte importante del grupo canadiense Venanpri, que emplea a más de 1.500 personas. Durante el año pasado, las ventas de la compañía sumaron 273 millones de euros y para el ejercicio en curso se prevé que aumenten hasta 380 millones. Los accionistas de Venanpri son Ontario Inc. y el fondo de inversión Oncap, de Onex Corporation, uno de los mayores inversores del país norteamericano, “que busca revalorizar su capital invirtiendo en empresas como Bellota, donde nos hemos metido en una dinámica de crecimiento muy potente”, explica el directivo Pablo Izeta. El periodo de permanencia del fondo en sus participadas oscila entre 7 y 10 años, pero Izeta asegura: “No me consta que Oncap esté en modo salida, aunque tocaría”.
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