El buen ojo de Pescader¨ªas Coru?esas: el rey del pescado y el marisco en Navidad
La empresa de la familia Garc¨ªa Azp¨ªroz acaba de abrir un quinto restaurante tras rescatar de la quiebra Lhardy. Da empleo a 400 personas y este a?o prev¨¦ ingresar 45 millones de euros
Evaristo Garc¨ªa ten¨ªa 23 a?os cuando su padre, Norberto, lo puso a gestionar un peque?o negocio que la familia hab¨ªa comprado en 1956 llamado Pescader¨ªas Coru?esas. Los Garc¨ªa proced¨ªan de una familia de arrieros maragatos, comerciantes de Combarros (Le¨®n) que prosperaron en Madrid despu¨¦s de que el abuelo Santiago abriese una de las primeras pescader¨ªas de la capital, La Astorgana, en 1890. Evaristo, que se hab¨ªa criado entre pedidos y repartos de g¨¦nero por los restaurantes madrile?os de la ¨¦poca, hizo crecer la empresa en popularidad y ventas: de los 8 empleados iniciales pas¨® a 40 en el a?o 1982. Su sede de Recoletos se qued¨® peque?a, se trasladaron a la calle Juan Montalvo, a unas amplias oficinas con espacio para c¨¢maras frigor¨ªficas, salas de manipulaci¨®n, almacenes y hasta un vivero. Y all¨ª siguen.
Evaristo se cas¨® con Mar¨ªa Juliana Azp¨ªroz, hija de Raimundo Azp¨ªroz, fundador de Angulas Aguinaga: tuvieron cuatro hijos: Norberto, fallecido en 2017, Marta, Diego y Paloma. Los tres hermanos contin¨²an ahora haciendo crecer un peque?o imperio de distribuci¨®n de pescado y restauraci¨®n que tiene un importante patrimonio inmobiliario: a sus cl¨¢sicos restaurantes El Pescador (adquirido en 1975), la marisquer¨ªa O Pazo (1981) y Filand¨®n (2011) se han unido el llamado Desde 1911 (fecha de fundaci¨®n de Pescader¨ªas Coru?esas) y el nuevo Lhardy, hist¨®rico local madrile?o de la Carrera de San Jer¨®nimo que rescataron este a?o del concurso de acreedores comprando adem¨¢s la propiedad de todo el edificio.
¡°Cuando nuestro padre estaba ya mayor, Norberto tom¨® las riendas del negocio¡±, repasa Diego en el comedor del 1911 a punto de pedirse un capuchino. Trabajaron juntos varios a?os, pero cuando su hermano enferm¨® de c¨¢ncer, tanto ¨¦l, formado en Empresariales, como su hermana Marta, abogada, y Paloma, con estudios de Marketing, tuvieron que asumir m¨¢s responsabilidades en la empresa. ¡°Est¨¢bamos abocados a ello, desde peque?os hemos participado en el negocio, los veranos, las Navidades¡¡±.
La pandemia fue una bofetada para el grupo: la facturaci¨®n consolidada cay¨® de 36 millones a 24, con unas p¨¦rdidas de poco m¨¢s de un mill¨®n. Pero la solidez financiera de Pescader¨ªas Coru?esas, sociedad dominante de un grupo formado por Pescacoru?a, O¡¯Pazo, Inversiones La Grotta (Filand¨®n), y Lhardy, est¨¢ fuera de duda: ese mismo a?o repartieron dividendos por importe de 7,6 millones (1,1 millones en 2019), seg¨²n las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Y este 2021, con las nuevas incorporaciones, esperan cerrar con 45 millones en ventas.
¡°El pescado es la base de todo. Es lo que sabemos hacer¡±, describe Diego. Ahora mismo dan empleo a 400 personas. ¡°Nos creemos parte de la cultura gastron¨®mica de Madrid, hemos hecho un esfuerzo para que Lhardy no se perdiese. No pod¨ªamos permitir que hubiese un concurso de acreedores, que los empleados desa?parecieran y que se convirtiera en un activo inmobiliario¡±. En el ¨¢rea de restauraci¨®n conciben cada negocio con un concepto diferente, pero todo basado en el pescado salvaje. ¡°El Filand¨®n funciona muy bien¡ Podr¨ªamos abrir tabernas de Filand¨®n, y ser¨ªa muy rentable. Pero no nos llena. Nos llena hacer cosas diferentes, y que cada sitio tenga su alma¡±. Incluso Lhardy, que junto a su m¨ªtico cocido, su consom¨¦ y sus perdices ofrece una buena selecci¨®n de pescado. Admiten que ni quieren abrir fuera de la capital ni van a ir m¨¢s r¨¢pido. ¡°Queremos consolidar lo que tenemos¡±, a?ade Marta. El buen momento que vive la restauraci¨®n en Madrid los acompa?a. ¡°Hasta parece demasiado f¨¢cil¡±, valora Diego. Cuando inauguraron Filand¨®n en 2011, las cosas no eran iguales. ¡°Ten¨ªas que romperte la cabeza, el mercado estaba mucho m¨¢s comprimido. Pero si lo piensas, dos de los restaurantes de m¨¢s ¨¦xito en los ¨²ltimos 10 a?os en Madrid se abrieron en momentos de crisis: el Ten con Ten [del grupo Paraguas] y el nuestro. Si las cosas se hacen como se deben hacer y eres honesto en los precios, la calidad y hay personal suficiente, al final el p¨²blico lo valora¡±.
Los hermanos dicen que no quieren perder esa ilusi¨®n y agradecen la respuesta en los momentos dif¨ªciles del p¨²blico madrile?o, en especial la del cliente asiduo, al que conocen con nombre y apellidos: ¡°Esa gente ha querido ayudar, se sent¨ªa parte del negocio¡±. No saben cu¨¢l es el techo de la capital: ¡°Creemos que puede ser compararse con otras capitales europeas. No sabemos si se podr¨¢ llegar ah¨ª, pero el objetivo es ese¡±, y avanzan que la inflaci¨®n se va a dejar sentir en los precios de los platos, aunque les gustar¨ªa que comer en buenos restaurantes de Madrid siempre est¨¦ ¡°al alcance de todo el mundo¡±.
La distribuci¨®n de pescado es la base inicial y la mitad del negocio. Tras su ¨²nica tienda al p¨²blico de la calle Juan Montalvo hay una nave de elaboraci¨®n que recibe cada ma?ana entre siete y ocho toneladas de pescado y marisco. Materia prima que se prepara y se env¨ªa a otros restaurantes de Madrid con su propia flota de reparto. ¡°Distribuimos a toda Espa?a, sobre todo el canal Horeca. Desde la pandemia crecimos much¨ªsimo en tienda online porque ya hab¨ªamos empezado con ese canal anteriormente. Ponemos el pescado en 24 horas en cualquier punto de la Pen¨ªnsula¡±. Un producto que, recuerdan, es delicado. ¡°El pescado est¨¢ a la venta desde las dos de la madrugada, hay variaciones de precio diarias, subastas de ma?ana, de tarde¡; adem¨¢s, la distribuci¨®n es complicada. Al final lo que te hace ser distinto es la experiencia¡±, a?ade Diego. Tambi¨¦n por experiencia saben que en Navidad se paga un poco m¨¢s, pero recomiendan no volverse locos. ¡°Creemos que no van a subir tanto porque ya venimos de precios bastante elevados. Le dir¨ªa a la gente que no se cierre a comer un pescado concreto. Lo mejor es ver qu¨¦ hay, y suele coincidir que lo que est¨¢ mejor en precio suele tener m¨¢s calidad¡±.
Grandes inversores con una deuda contenida
Los García Azpíroz sustentan en un gran patrimonio inmobiliario su negocio. El valor contable de sus inmuebles asciende a 83,7 millones y en concepto de alquileres declararon unos ingresos, el año pasado, de 1,8 millones. Entre otros edificios, la familia es dueña del teatro Reina Victoria, que compraron en 2018 al presentador Carlos Sobera; del Palacio de Trinidad, ubicado en la calle de Francisco Silvela, o de un edificio histórico situado en la plaza de Canalejas de Madrid. También contaban con cinco millones de acciones de la empresa granadina Biosearch, una compañía dedicada a la producción de probióticos, que vendieron este verano tras la opa lanzada sobre la compañía por el grupo irlandés Kerry. Su deuda con entidades de crédito, sin embargo, se disparó durante la pandemia (pasó de 7 a 16 millones de euros), lo que no les impide calificar su posición financiera como buena. Completan el grupo una empresa de catering (Albada) y poseen el 50% de la empresa Monte Vallequillas, en Villaviciosa de Odón, dedicada a la caza.
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