Luigi Speranza (BNP Paribas): ¡°Si hay recesi¨®n, ser¨¢ suave¡±
El pron¨®stico del economista jefe del banco franc¨¦s es que la subida de tipos de la Fed y el BCE solo provocar¨¢ un ¡°crecimiento por debajo de la tendencia¡±
De los economistas se dice que son expertos en predecir el pasado, pero Luigi Speranza podr¨ªa ser una excepci¨®n. En diciembre de 2020 fue de los pocos que supieron ver riesgos de inflaci¨®n cuando la mayor¨ªa de sus colegas solo se preocupaba por la recesi¨®n que generar¨ªa la covid-19. Speranza, que es napolitano y ostenta el cargo de economista jefe en el banco BNP Paribas, no se dej¨® enga?ar por la caducidad del shock de oferta, uno de los principales factores detr¨¢s de la subida de precios.
¡°Un shock de oferta como el que se produjo ten¨ªa un car¨¢cter transitorio por naturaleza, es verdad, pero que terminara o no creando inflaci¨®n persistente iba a depender de su duraci¨®n¡±, explic¨® durante una entrevista en la sede madrile?a del banco. Si se manten¨ªa tanto tiempo como para que los agentes econ¨®micos empezasen a incluir la inflaci¨®n en sus c¨¢lculos, pod¨ªa provocar una subida persistente de precios ¡°aunque el factor desencadenante fuera transitorio¡±.
Ante un economista que ha demostrado esa capacidad de pron¨®stico, la pregunta obligada es por el futuro, ?la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed) provocar¨¢ una recesi¨®n? ?Cu¨¢l es el riesgo de repetir la estanflaci¨®n de los a?os setenta, cuando se dispararon los precios en econom¨ªas de crecimiento raqu¨ªtico?
A Speranza no le gusta hablar de recesi¨®n, pero no descarta que las autoridades monetarias est¨¦n buscando con las subidas de tipos un ¡°crecimiento por debajo de la tendencia¡± que vuelva a cambiar las expectativas de los agentes econ¨®micos. ¡°Por supuesto, siempre existe el riesgo de que se incurra en un poco de recesi¨®n, pero en mi opini¨®n, incluso si ocurre, ser¨ªa una recesi¨®n suave porque ahora mismo no hay grandes desajustes, las cuentas de los hogares y de las empresas est¨¢n sanas teniendo en cuenta los est¨¢ndares hist¨®ricos¡±.
Si en diciembre de 2020 Speranza se contaba entre los pesimistas de la inflaci¨®n, hoy figura entre los optimistas de una desaceleraci¨®n que, en su pron¨®stico, no llegar¨¢ a recesi¨®n. Su opini¨®n es que en cuanto los tipos de inter¨¦s suban hasta terreno neutral (un nivel te¨®rico en el que no estimulan ni desincentivan la actividad econ¨®mica), la Fed cambiar¨¢ de pol¨ªtica y reducir¨¢ el ritmo de contracci¨®n monetaria.
?Y cu¨¢nto puede durar esa desaceleraci¨®n? ¡°Nuestro horizonte siempre es de entre 18 y 24 meses¡±, dice. ¡°El crecimiento tendr¨¢ que estar por debajo de la tendencia un buen tiempo antes de que los bancos centrales se aseguren de que la inflaci¨®n ya no est¨¢ en las expectativas¡±.
No significa que los bancos centrales tengan que llevar la inflaci¨®n al 2% en un plazo corto, dice, sino que demuestren claramente que la est¨¢n bajando hacia ese objetivo. Si logran transmitir ese mensaje, ¡°podr¨¢n convivir con porcentajes de inflaci¨®n que est¨¦n por encima del objetivo final para evitar consecuencias m¨¢s graves en el crecimiento econ¨®mico¡±, explica.
El c¨¢lculo de Speranza es que en pocos meses llegaremos al punto de inflexi¨®n donde los precios seguir¨¢n creciendo, aunque a menor ritmo. ¡°Cuando lleguemos al pico de inflaci¨®n, puede haber un cambio en la Fed para que las subidas de tipos pasen de ser de 75 puntos b¨¢sicos a 50 puntos b¨¢sicos, y despu¨¦s a 25 puntos b¨¢sicos¡±.
Ante las cr¨ªticas que ahora proliferan contra el BCE y la Fed por reaccionar tarde y dejar que la inflaci¨®n llegase a los niveles actuales, Speranza adopta una postura m¨¢s comprensiva. ¡°Como dijo [el gobernador de la Fed Jerome] Powell, no se puede hacer pol¨ªtica monetaria a toro pasado¡±, dice. La ¨²nica manera de juzgar a los responsables es teniendo en cuenta la informaci¨®n de la que dispon¨ªan. ¡°Por eso no me gusta decir que ha habido un error en la pol¨ªtica monetaria¡±, asegura.
Seg¨²n Speranza, la informaci¨®n que hasta hace muy poco ten¨ªan esos bancos centrales era la siguiente: 15 a?os de variaciones m¨ªnimas de precios y pocas herramientas para luchar contra el fantasma de la deflaci¨®n (la bajada generalizada de precios que trataban de evitar es incluso m¨¢s peligrosa que la inflaci¨®n porque desincentiva el consumo, perjudica a los deudores y puede paralizar a una econom¨ªa).
Fantasmas del pasado
Entre otros motivos, los bancos centrales adoptaron entonces la soluci¨®n de inyectar cantidades gigantescas de liquidez en los mercados financieros (el llamado quantitative easing) porque as¨ª demostraban a los actores econ¨®micos lo lejos que estaban de cambiar de rumbo hacia un endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria. Se trataba de terminar con las expectativas de baja inflaci¨®n de esos agentes convenci¨¦ndolos de que el compromiso de los bancos centrales por una pol¨ªtica expansiva era genuino.
Los bancos centrales no tienen que atarse para siempre a una pol¨ªtica, dice Speranza, pero si introducen modificaciones tienen que fundamentarlas muy bien para no perder credibilidad la pr¨®xima vez que anuncien su compromiso con un curso de acci¨®n. ¡°Y si hubieran intervenido demasiado pronto, a lo mejor volv¨ªan al escenario que yo llamo de ¡®bajaflaci¨®n¡¯, algo que quer¨ªan evitar a toda costa¡±.
Se ha escrito mucho sobre los factores que desencadenan la inflaci¨®n, pero algo se escapa a los an¨¢lisis. Seg¨²n Speranza, una de las mejores formas de predecir la variaci¨®n de precios en el futuro es la variaci¨®n de precios en el pasado. Incorporada en los c¨¢lcu?los de los agentes econ¨®micos, es una inercia dif¨ªcil de romper a menos que nuevos acontecimientos hagan cambiar las expectativas.
La pandemia del coronavirus gener¨® un shock de oferta, igual que la invasi¨®n rusa a Ucrania. Con sus recientes subidas en los tipos de inter¨¦s, la Fed y el BCE est¨¢n tratando de generar otro cambio de expectativas. La apuesta, como dice Speranza, es que lo logren con el m¨ªnimo dolor posible.
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