Carmencita cumple 100?a?os con salero
La empresa alicantina de especias invierte 20 millones en una nueva f¨¢brica en Novelda y se expande en Estados Unidos y Oriente Pr¨®ximo
Los tres hombres de la fotograf¨ªa que sostienen un mont¨®n de ?oras son primos hermanos. Su abuela, Carmen Valero, les dijo que lo m¨¢s importante que ten¨ªan que hacer en la vida era quererse. Gracias al consejo, dicen, no han arruinado la empresa que fundaron sus antepasados ¡ªella y su abuelo Jes¨²s Navarro¡ª. Mejor a¨²n, la mantienen en buena forma 100 a?os despu¨¦s para ced¨¦rsela a la cuarta generaci¨®n.
Jes¨²s Navarro Navarro, presidente, Jes¨²s Navarro Alberola, director general, y Francisco Escolano, director comercial, representan a las tres ramas familiares propietarias a partes iguales de Carmencita, la firma l¨ªder en el mercado nacional de especias y proveedora de Mercadona. Siguen en Novelda, el pueblo agr¨ªcola del interior de Alicante desde donde, en 1923, comenz¨® el comercio del azafr¨¢n que ven¨ªa de Albacete. ¡°El abuelo vio una oportunidad de negocio para establecerse por su cuenta vendiendo en Levante, Madrid o Andaluc¨ªa¡±, cuentan los tres por videoconferencia. Al principio fueron carteritas de azafr¨¢n de 90 miligramos que envasaban en casa. La visi¨®n comercial de Jes¨²s le llev¨® a hacerle una foto a su hija Carmen y estamparla en los papelitos blancos para distinguirse de la competencia. ¡°As¨ª naci¨® la empresa, con esa humildad, como nacen los negocios¡±, cuenta el director general.
Lleg¨® y pas¨® la Guerra Civil, y con ella el hambre. El colorante alimentario, mucho m¨¢s barato, coloniz¨® los guisos, y Carmencita se fue haciendo mayor. A finales de los a?os cuarenta eran ya 100 personas trabajando. ¡°Apareci¨® la primera m¨¢quina que envasaba las carteritas. Cada m¨¢quina hac¨ªa el trabajo de 10 mujeres (porque la mayor¨ªa lo eran). Con 10 aparatos no hac¨ªan falta m¨¢s empleados, y la decisi¨®n fue diversificar el negocio a todas las especias y no echar a nadie¡±, explica Navarro Navarro. Primero en formatos reducidos, porque el consumo era bajo, y despu¨¦s mayores, hasta llegar al tarro de cristal.
El relevo lleg¨® a sus padres, que fijaron la empresa en el territorio, colocaron la marca en todos los ultramarinos, pero les faltaba ir un paso m¨¢s all¨¢. ¡°Cuando ten¨ªan m¨¢s de 60 a?os y nosotros veintitantos pensaron que ser¨ªa importante establecer una alianza con una gran empresa¡± explica Navarro Alberola.
Fue una de las decisiones que marcaron su historia: en los 90 vendieron la mitad del capital a Ebro Foods.
Les fue bien y mal. No obtuvieron las sinergias que esperaban, porque la multinacional por aquel entonces era due?a de Azucarera y estaba muy centrada en pocos productos, pero aprendieron de organizaci¨®n e industrializaci¨®n, seg¨²n su presidente. ¡°Ebro cotizaba en Bolsa, hab¨ªa que reportar todos los meses, abandonamos todos los vicios familiares y adquirimos la forma de trabajar de una multinacional¡±. Trece a?os despu¨¦s, en 2003, ya con los actuales propietarios al mando, llegaron a un acuerdo de recompra para ese paquete de acciones.
El a?o pasado sus ventas llegaron a los 88 millones de euros. No fueron los 93 millones cosechados el primer a?o de la pandemia, un ejercicio hist¨®rico en el que ganaron siete millones, porque todo el pa¨ªs se encerr¨® a cocinar durante los confinamientos y renov¨® el fondo de armario de los aderezos. El ejercicio pasado fue bastante m¨¢s complicado: los costes subieron y se comieron una parte del beneficio, que estar¨¢ por debajo de los cinco millones.
M¨¢s de 60 pa¨ªses reciben alguna de sus 750 referencias de especias basadas en unos 60 productos distintos. Tienen volumen gracias a que combinan su marca con la fabricaci¨®n bajo la ense?a Hacendado en una alianza con Mercadona que suma tres d¨¦cadas. ¡°Es un socio industrial que aporta volumen, y gracias a ¨¦l podemos tratar directamente con los agricultores¡±, traslada el presidente. Pocas especias de Carmencita proceden de Espa?a. ¡°Tenemos acuerdos en Bolivia con cooperativas que aglutinan a 2.000 familias para traer or¨¦gano. El laurel viene de Turqu¨ªa; de Vietnam traemos las pimientas, de India la c¨²rcuma y los cominos; el ajo de China...¡±. En Espa?a encuentran pi?ones, an¨ªs, tomillo y romero.
Acaban de crear una filial en Miami para ir introduciendo la marca entre peque?os distribuidores en un negocio que domina el grupo estadounidense McCormick (Ducros, Vahin¨¦) con mucha ventaja. ¡°Ha entrado en todos los pa¨ªses europeos comprando marcas locales, pero en Espa?a se ha topado con Carmencita. Nosotros no la vamos a vender. Todo lo contrario, atacamos a McCormick en su pa¨ªs¡±, explica Navarro Alberola. M¨¦xico, un pa¨ªs de sabores intensos, es su primer cliente internacional. Despu¨¦s vienen Chile y Arabia Saud¨ª. En este ¨²ltimo entraron hace a?os sacrificando la imagen de su logo, el rostro moreno de mujer, por las pegas que tuvieron a la hora de hacer el registro, pero ya han conseguido registrarlo. Sus ventas est¨¢n muy enfocadas en especias (el 76%) y edulcorantes (12%), pero tambi¨¦n tienen t¨¦s y postres (eran due?os de Flan Chino Mandar¨ªn, que vendieron). Otro canal que quieren atacar es el de los restaurantes, y para ello dar¨¢n un salto con la inau?guraci¨®n de una nueva f¨¢brica en Novelda en la que han invertido 20 millones. ¡°Materia prima, auxiliares, envasado¡ tendremos todo junto. Seremos m¨¢s competitivos¡±, explican. La plantilla la forman 427 empleados, la mayor¨ªa son personas de la zona, y muchas familias tienen varios miembros trabajando.
En total, las tres ramas familiares cuentan con 11 accionistas, de los que siete trabajan en Carmencita. ¡°No tenemos un protocolo familiar de sucesi¨®n, pero pensamos que ser de la familia no tiene que ser ni ventaja ni desventaja¡±. Solo reparten en dividendo un 10% de los beneficios y se definen como un matriarcado: el 85% son mujeres. Pero los que dirigen son tres hombres. ¡°Eso tiene los d¨ªas contados. La cuarta generaci¨®n apunta a las mujeres¡±, responden.
La estrella: el paellero de Hacendado
Las especias tienen, por ley, fecha de caducidad. “Con el tiempo pierden aceites esenciales. El pimentón, por ejemplo, puede perder coloración”, cuentan en Carmencita, pero si no son colonizadas por insectos pueden usarse sin problemas. “Para controlar los lotes nos obligan a ponerle fecha de caducidad a la sal rosa del Himalaya, pero ¿cómo va a ponerse mala si procede de unas minas donde lleva miles de años?”, sonríe Jesús Navarro Navarro. Un departamento de calidad desarrolla mezclas de condimentos y nuevos modos de consumo: le pusieron ras el hanout a una torrija y salió, dicen, “riquísima”. El producto estrella es su paellero, que envasan con marca propia y de Hacendado: ajo, sal, pimentón, harina de maíz, colorante, pimienta, clavo y azafrán.
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