Larry Fink, el hombre m¨¢s poderoso de la Bolsa mundial: ¡°El planeta est¨¢ en transici¨®n, y las transiciones son aterradoras, desordenadas¡±
El presidente de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, advierte de que la crisis bancaria en EE UU a¨²n no ha terminado y pide a Europa que cree sus incentivos ¡®verdes¡¯ para evitar m¨¢s fugas de empresas
Martes 18 de abril. Nueve de la ma?ana. Hotel Ritz de Madrid. Cerca de 200 invitados recogen sus acreditaciones. Hay consejeros delegados del Ibex, banqueros, abogados y directivos de gestoras de fondos. Tras apurar el caf¨¦, entran en uno de los grandes salones del reformado establecimiento de lujo. BlackRock celebra su reuni¨®n anual con inversores. Todos quieren escuchar a Larry Fink, la estrella de la jornada. ?Por qu¨¦? Porque es la persona m¨¢s poderosa de la Bolsa. La gestora que preside y fund¨® hace 35 a?os administra 9,09 billones de d¨®lares (8,26 billones de euros). Si BlackRock fuera un pa¨ªs, ser¨ªa la tercera econom¨ªa del planeta, tras Estados Unidos y China. Los poderosos susurran a su o¨ªdo. El exbanquero y escritor William D. Cohan lo ha comparado con el mago de Oz: ¡°Es el hombre detr¨¢s de la cortina¡±.
Su arranque de conferencia retumba amenazador. ¡°El mundo est¨¢ en transici¨®n. Y las transiciones son aterradoras, desordenadas¡±. Enumera una serie de problemas a modo de plaga b¨ªblica. Invierno demogr¨¢fico, fragmentaci¨®n, crisis energ¨¦tica, inflaci¨®n o populismo. Habla de ¡°falta de esperanza¡±. Pero, de repente, su discurso pesimista abre grandes claros para el optimismo. Es como si su cabeza hubiera hecho clic y recordase que delante tiene potenciales clientes a los que vender sus productos y servicios. Para ello tira del manual dickensiano: es el peor de los tiempos, es el mejor de los tiempos. ¡°Tras un largo periodo con tipos de inter¨¦s negativos, ahora tenemos la posibilidad de obtener buenos rendimientos. Hay mejores oportunidades que hace tres a?os. Yo no huir¨ªa del mercado, ir¨ªa hacia ¨¦l¡±.
Fink desgrana durante 35 minutos su visi¨®n del mundo. Deja clara su concepci¨®n darwinista de la inversi¨®n. Es un juego de suma cero. Para que unos ganen, otros deben perder. Su agenda no la soportar¨ªa ni un veintea?ero. Lleg¨® a primera hora a Espa?a y no estar¨¢ ni 24 horas. Tras finalizar la conferencia hace un hueco para atender en exclusiva a EL PA?S. La conversaci¨®n empieza por su afici¨®n epistolar. Todos los a?os manda dos cartas urbi et orbi, una a clientes y otra a los principales l¨ªderes empresariales del mundo. La ¨²ltima misiva lleva la fecha del 15 de marzo. El mundo reviv¨ªa esos d¨ªas viejos fantasmas con la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB).
Pregunta.?Los supervisores han tomado una serie de medidas y la tensi¨®n bancaria en Estados Unidos ha bajado el diapas¨®n. ?Cree que el riesgo de sufrir otra crisis financiera ha quedado definitivamente atr¨¢s?
Respuesta.?El riesgo a¨²n no ha desaparecido. Pero en lugar de tratarse de una crisis financiera a gran escala, estamos ante una crisis que afecta sobre todo a los bancos regionales de Estados Unidos, muy expuestos a los efectos de las subidas de los tipos de inter¨¦s. Captaban dep¨®sitos a corto plazo e invert¨ªan a largo plazo. Lo que ha ocurrido deja una reflexi¨®n porque en Estados Unidos hay 4.000 bancos. ?Necesitamos tantos? La respuesta no es solo econ¨®mica, sino social, porque mucha gente cree que los bancos regionales desempe?an un papel muy importante en las comunidades locales. Sin embargo, algunas de estas entidades asumieron demasiados riesgos y puede que tengan que ser liquidadas en las pr¨®ximas semanas. Es un riesgo que, por ejemplo, no veo en Espa?a.
P.?BlackRock era accionista de SVB. ?No vieron nada raro en la manera que la entidad gestionaba su balance?
R.?Eso era por nuestros fondos indexados que replican la composici¨®n de los ¨ªndices, incluidas las acciones. Nuestra posici¨®n no era fruto de una decisi¨®n de gesti¨®n activa.
P.?En su carta, hablaba de una crisis a c¨¢mara lenta, una sucesi¨®n de fichas de domin¨® que caen por los enormes est¨ªmulos monetarios y fiscales que se aprobaron tras la covid. La primera ficha en derrumbarse fue la baja inflaci¨®n; la segunda, la solidez de algunos bancos, y ahora avisa de un tercer problema que est¨¢ por llegar: la liquidez. ?A qu¨¦ se refiere?
R.?Es un problema mucho mayor y afecta sobre todo a los fondos de pensiones, especialmente a aquellos m¨¢s apalancados. Durante los ¨²ltimos 15 a?os, la mejor opci¨®n de inversi¨®n eran los activos il¨ªquidos [aquellos que no son tan f¨¢ciles de vender como las acciones o los bonos]. Con los tipos al 0%, la financiaci¨®n era gratis y pod¨ªas obtener con inversiones alternativas un plus de rentabilidad. Ahora la liquidez ya cuesta un 5%. Muchos inversores a largo plazo van a necesitar liquidez y para costearla necesitar¨¢n vender activos il¨ªquidos de sus carteras, en muchas ocasiones con un deterioro en su valoraci¨®n.
P.??Cree que los bancos centrales han ido demasiado r¨¢pido y demasiado lejos subiendo los tipos de inter¨¦s?
R.?No. Si uno analiza el mandato de los bancos centrales, su deber es controlar la inflaci¨®n y mantener la estabilidad financiera. La estabilidad financiera no est¨¢ mal. El problema con la inflaci¨®n es que, al mismo tiempo que se suben los tipos de inter¨¦s para enfriar los precios, muchos gobiernos ponen en marcha planes fiscales muy agresivos. Esto complica la tarea de los bancos centrales.
P.??Cree que la inflaci¨®n sigue siendo la principal amenaza econ¨®mica?
R.??Si la comparamos con qu¨¦?
P.?Frente a la fragmentaci¨®n, las guerras comerciales, el populismo¡
R.?Creo que la inflaci¨®n es una consecuencia del populismo y tambi¨¦n es resultado de la fragmentaci¨®n. Es decir, no creo que la inflaci¨®n surja por arte de magia, aparece por las medidas pol¨ªticas que se aplican en cada momento. Y esas medidas inflacionistas pueden ser desde los est¨ªmulos fiscales hasta las medidas que restringen la inmigraci¨®n. Y sobre todo es consecuencia de la fragmentaci¨®n econ¨®mica. Con cada l¨ªder con el que hablo se cuestiona si debe reducir su dependencia de China. Eso supone un gran cambio. Al mismo tiempo, los propios gobiernos generan fragmentaci¨®n aduciendo, por ejemplo, razones de seguridad nacional.
Europa usa m¨¢s el palo que la zanahoria, pone impuestos a todo y eso no siempre es ¨®ptimo¡±
Fink (1952) creci¨® en la costa oeste de Estados Unidos. Naci¨® en Van Nuys (California). All¨ª, su padre ten¨ªa una zapater¨ªa y su madre ejerc¨ªa como profesora. En el instituto conoci¨® a la que hoy es su esposa y se licenci¨® en la Universidad de California Los ?ngeles (UCLA). Sin embargo, toda su carrera profesional se ha desarrollado en la costa este. Su primer trabajo fue en First Boston. Ingres¨® en 1976 y se hizo hueco como trader de titulizaciones hipotecarias, un producto que a?os m¨¢s tarde, con el estallido de los pr¨¦stamos basura o subprime, inocul¨® la crisis financiera que desemboc¨® en la Gran Recesi¨®n.
Su historia de ¨¦xito es muy fiel a la tradici¨®n americana. Una mezcla de hombre hecho a s¨ª mismo y ave f¨¦nix. En 1986, su departamento en First Boston sufri¨® p¨¦rdidas millonarias. Una apuesta err¨®nea sobre los tipos de inter¨¦s llev¨® a Fink de estrella emergente a persona non grata. Sali¨® de la entidad por la puerta de atr¨¢s. A partir de ese momento, y seg¨²n cont¨® a Vanity Fair, se jur¨® a s¨ª mismo entender en todo momento qu¨¦ riesgos estaba asumiendo con sus inversiones.
En 1988, junto a ocho socios y bajo el paraguas inicial de Blackstone, el gigante del capital riesgo, puso en marcha Black?Rock, una gestora de fondos de inversi¨®n especializada al principio en renta fija. Lo que empez¨® como una aventura en una peque?a habitaci¨®n alquilada en la sede de Bear Stearns se ha transformado en una compa?¨ªa cotizada con una capitalizaci¨®n de 104.000 millones de d¨®lares y 19.800 empleados en 30 pa¨ªses. Es un pulpo cuyos tent¨¢culos llegan a todas partes. Tiene acciones de 16.000 compa?¨ªas cotizadas en 85 mercados. En Espa?a es, junto con el fondo soberano de Noruega, el principal due?o del Ibex 35. BlackRock posee el 4,8% de Telef¨®nica, el 5,48% de BBVA, el 5,08% del Santander, el 5,25% de Iberdrola y el 5,3% de Repsol. Solo en estas cinco compa?¨ªas su inversi¨®n suma 11.376 millones. A diferencia de la mayor¨ªa de las gestoras, no delega en los asesores externos (proxy advisors) qu¨¦ votar en cada junta de accionistas. Tiene su propio equipo que gira el pulgar hacia arriba o hacia abajo tras analizar el orden del d¨ªa de las asambleas.
P.?Ferrovial aprob¨® el cambio de sede y BlackRock vot¨® a favor de esta medida en la ¨²ltima junta de accionistas. ?Por qu¨¦ cree que puede ser beneficioso para la compa?¨ªa irse a Pa¨ªses Bajos?
R.?No le puedo comentar porque yo no estuve involucrado en esa decisi¨®n.
P.?La estrategia de la compa?¨ªa ha generado un debate en Espa?a acerca de si el pa¨ªs tiene la suficiente seguridad jur¨ªdica como para atraer inversi¨®n extranjera. ?Qu¨¦ opina?
R.?Lo ¨²nico que le puedo decir es que nosotros buscamos oportunidades de inversi¨®n en Espa?a, somos muy optimistas con el pa¨ªs. Si lo que me pregunta es si Espa?a representa una gran oportunidad de inversi¨®n para nuestros clientes, la respuesta es clara: s¨ª.
P.??Cree que el calendario electoral que Espa?a tiene por delante puede tener alg¨²n impacto en el mercado debido a la incertidumbre sobre sus resultados?
R.?No lo creo. El pa¨ªs est¨¢ en una posici¨®n relativa con respecto a la zona euro muy buena. Ustedes est¨¢n bendecidos con el sol y el viento, el pa¨ªs tiene una gran cultura emprendedora y sus peque?as empresas son tan competitivas como las alemanas o las italianas. Por lo tanto, hay grandes oportunidades de inversi¨®n. No puedo entrar en la din¨¢mica particular de una compa?¨ªa que ha decidido trasladar su sede. Lo que s¨ª le puedo decir es que vemos que cada vez m¨¢s compa?¨ªas europeas est¨¢n march¨¢ndose a Estados Unidos debido a la IRA [la Inflation Reduction Act, que contiene un paquete de ayudas multimillonario para la descarbonizaci¨®n siempre que la actividad se desarrolle en suelo estadounidense].
P.?Usted fue muy cr¨ªtico con Donald Trump por su versi¨®n nacionalista de la econom¨ªa y contraria a la globalizaci¨®n. Pero ahora el Gobierno de Biden ha iniciado una guerra de subsidios con la aprobaci¨®n del IRA.
R.?Yo no lo llamar¨ªa guerra.
P.??Y c¨®mo lo llamar¨ªa entonces?
R.?Cuando hablo con los l¨ªderes europeos no lo ven como una guerra y me dicen que deber¨ªan hacer lo mismo para incentivar la inversi¨®n. Europa, hist¨®ricamente, ha aplicado m¨¢s el palo que la zanahoria. Ponen impuestos a todo y eso no siempre es ¨®ptimo. Los subsidios lo que van a hacer es que haya m¨¢s voluntad de invertir en Estados Unidos. El problema de Europa tambi¨¦n es la obtenci¨®n de los permisos para los proyectos. Eso, y las subvenciones del IRA, van a hacer que las empresas prefieran invertir en Estados Unidos.
P.??Entonces cree que Europa deber¨ªa aprobar su propia IRA?
R.?Creo que ser¨ªa lo mejor que le pudiera pasar al mundo. Si el planeta puede descarbonizar la econom¨ªa a un ritmo m¨¢s alto, ?por qu¨¦ eso iba a ser malo?
P.?Usted, en su conferencia, ha insinuado que conf¨ªa m¨¢s en la tecnolog¨ªa que en las decisiones de los pol¨ªticos para lograr la descarbonizaci¨®n. ?Por qu¨¦?
P.?No es exactamente as¨ª. Lo que creo es que debemos asegurar que la transici¨®n energ¨¦tica sea lo m¨¢s justa y equitativa posible. Para que eso se produzca debemos desarrollar energ¨ªas alternativas con eficiencia en los costes. Y para abaratar el precio de esa nueva energ¨ªa tenemos que desarrollar innovaciones tecnol¨®gicas.
P.??Cree que la respuesta energ¨¦tica a la guerra de Ucrania ha sido un paso atr¨¢s en la descarbonizaci¨®n?
R.?No. Puede que a corto plazo se pueda ver as¨ª porque pa¨ªses como Alemania est¨¢n usando m¨¢s carb¨®n, pero en muchos sentidos es un acelerador de esta transici¨®n porque ha hecho m¨¢s evidente a¨²n la necesidad de generar fuentes de energ¨ªa alternativas. Crisis como la guerra de Ucrania deben acelerar la inversi¨®n en descarbonizaci¨®n. Piense en Europa, el continente no tiene sus propias fuentes de energ¨ªa, con la excepci¨®n de Noruega. Por lo tanto, Europa necesita construir sus propias fuentes. Lo que ha evidenciado la guerra es la gran dependencia energ¨¦tica que tiene Europa de los combustibles f¨®siles.
P.?En el mercado cada vez hay m¨¢s inversiones que dicen ser sostenibles, m¨¢s empresas que venden su eficiencia clim¨¢tica¡ ?No cree que hay un claro riesgo de ecolavado de imagen en el mercado?
R.?No. Creo que en este ¨¢mbito nos movemos en un mundo de etiquetas, tanto de la extrema izquierda como de la extrema derecha. Debemos parar de poner etiquetas a las cosas porque es una p¨¦rdida de tiempo y necesitamos ese tiempo para pensar c¨®mo construir una resiliencia mejor para que nuestras econom¨ªas puedan generar crecimiento a largo plazo y al mismo tiempo ser m¨¢s resilientes desde el punto de vista energ¨¦tico, con un mayor uso de energ¨ªas alternativas. Las etiquetas son buenas para los titulares de prensa, pero poco m¨¢s. Tenemos que trabajar con las compa?¨ªas energ¨¦ticas, no en contra de ellas. Debemos de ser constructivos, honestos, trabajar junto con los gobiernos. Por eso creo que Europa debe tener su propio programa para acelerar la descarbonizaci¨®n.
Hay grandes oportunidades de inversi¨®n en Espa?a. El pa¨ªs est¨¢ bendecido con el sol y el viento¡±
Fink tiene poder y dinero, mucho dinero. Su sueldo el a?o pasado fue de 25,2 millones de d¨®lares. Es uno de los principales accionistas individuales de Black?Rock y Forbes cifra su fortuna personal en 1.000 millones. El imperio de la gestora se empez¨® a cimentar con su salida a Bolsa. Aterriz¨® en el parqu¨¦ en 1999 a un precio de 14 d¨®lares por t¨ªtulo y actualmente cotiza a 694 d¨®lares, un 4.854% m¨¢s. Como otros grandes de Wall Street, la compa?¨ªa es un gran predador. Dos compras explican su gran crecimiento. En 2006 se hizo con Merrill Lynch Investment Management y tres a?os despu¨¦s absorbi¨® Barclays Global Investors. Su consejo de administraci¨®n es sin¨®nimo de poder e influencia. Fink a¨²n acumula los cargos de presidente y consejero delegado. A su lado hay representantes de los petrod¨®lares ¡ªBader M. Alsaad, con estrechos v¨ªnculos con la Kuwait Investment Authority¡ª, de las grandes fortunas latinoamericanas ¡ªMarco Antonio Slim, hijo del magnate Carlos Slim y presidente de Inbursa¡ª, y del mundo tecnol¨®gico ¡ªHans Vestberg, consejero delegado de Verizon, o Charles Robbins, presidente de Cisco¡ª.
En 2022, BlackRock factur¨® 17.873 millones de d¨®lares y gan¨® 5.178 millones. Sus principales l¨ªneas de negocios son las soluciones para la jubilaci¨®n y los productos indexados. En el caso de estos ¨²ltimos, la gestora vio la bicoca que eran los fondos cotizados o ETF: bajas comisiones, liquidez y transparencia. En 2012 lanz¨® iShares, que se ha convertido en una referencia en la denominada como gesti¨®n pasiva. BlackRock tiene clientes minoritas, pero el grueso de sus comisiones viene de grandes inversores institucionales como los principales fondos de pensiones p¨²blicos y privados del mundo o los fondos soberanos. Sus v¨ªncu?los comerciales no se limitan al sector privado. Fink tiene hilo directo con primeros ministros y presidentes del Gobierno. Muchos pa¨ªses han echado mano de sus servicios en busca de asesoramiento. El propio Tesoro de Estados Unidos pidi¨® ayuda a BlackRock para gestionar los activos t¨®xicos de las diferentes entidades nacionalizadas tras el derrumbe de Lehman Brothers. Durante la crisis del euro, el Gobierno griego tambi¨¦n le pidi¨® consejo sobre su sistema financiero.
P.?Junto con la transici¨®n energ¨¦tica, otro de sus temas fetiche es el ahorro para la jubilaci¨®n. ?Cree que las pensiones no est¨¢n garantizadas?
R.?El mayor problema en torno a la jubilaci¨®n no est¨¢ en las empresas grandes, sino en los negocios peque?os, donde no hay aportaciones suficientes. Uno de los motivos por los que digo que en el mundo hay menos esperanza es porque cada vez m¨¢s gente se aproxima a la jubilaci¨®n y no tiene ahorros.
P.?BlackRock hace negocio con las pensiones privadas. ?No cree que le viene bien introducir miedo sobre la sostenibilidad del sistema?
R.?Eso es otro mito, otra etiqueta. Nuestro trabajo es resolver problemas para nuestros clientes. Nosotros somos el mayor gestor de pensiones del mundo y lo somos no porque esparcimos miedo, sino porque ofrecemos oportunidades.
P.?Su compa?¨ªa gestiona nueve billones de d¨®lares y el mayor motor de las aportaciones en los ¨²ltimos a?os han sido los productos indexados. Algunos expertos creen que hay una burbuja en la gesti¨®n pasiva. ?Qu¨¦ opina?
R.?No s¨¦ qui¨¦n dice eso, pero no estoy de acuerdo en absoluto. Reto a quien lo diga a que lo demuestre. La mayor¨ªa de los inversores en ETF son inversores activos. Si se fija, durante el ¨²ltimo a?o el mayor crecimiento en ETF ha sido en renta fija. En el mercado de bonos hay miles de emisiones de deuda y lo que un inversor quiere son tres o cuatro ETF que le den exposici¨®n a este activo a un buen precio, con transparencia y la mejor ejecuci¨®n. Los inversores activos compran un ETF, que es un producto de gesti¨®n pasiva, pero lo gestionan de manera activa.
P.?Una compa?¨ªa con el tama?o de BlackRock, ?es una entidad que introduce riesgo sist¨¦mico?
R.?Tambi¨¦n reto a quien diga que somos una entidad con riesgo sist¨¦mico. El 100% del dinero que administramos no es nuestro, ni est¨¢ en nuestro balance, sino que pertenece a nuestros clientes e invertido en el mercado. Adem¨¢s, no tenemos apalancamiento. Silicon Valley Bank s¨ª estaba apalancada porque ten¨ªa dep¨®sitos a corto plazo y activos a largo plazo. Nosotros no tenemos nada de eso. Debido a que somos los principales inversores para la jubilaci¨®n, miramos m¨¢s al largo plazo que al corto. En cada conversaci¨®n que he tenido con los reguladores, al final terminan d¨¢ndome la raz¨®n y reconociendo que no somos sist¨¦micos. En 2005, el sector bancario era el gran responsable de la financiaci¨®n de la econom¨ªa, hoy lo son los mercados de capitales. En cierta medida puede suponer un riesgo, pero no es un riesgo sist¨¦mico. ?C¨®mo lo supervisamos? Lo que quiero decir es que no estoy en contra de que una comisi¨®n lo vigile. A medida que el peso de los mercados de capitales aumenta, hay que repensar los riesgos.
Mucha gente se acerca a la jubilaci¨®n y no tiene ahorros. Eso explica que haya menos esperanza en el mundo¡±
Fink, adem¨¢s de con la gesti¨®n pasiva, fue un visionario en la aplicaci¨®n de la tecnolog¨ªa al mundo de la inversi¨®n. En 1999 empez¨® a vender su propia tecnolog¨ªa (Aladdin) a terceros. La pr¨®xima frontera es la inteligencia artificial. Hace cuatro a?os puso en marcha en Palo Alto su AI Lab para investigar posibles aplicaciones al campo de la inversi¨®n.
El fundador de BlackRock tambi¨¦n cultiva su imagen de hombre que ayuda a la comunidad. Tiene una silla en los consejos de la Universidad de Nueva York y en el Museo de Arte Moderno (MoMA). Adem¨¢s, est¨¢ involucrado en Robin Hood, fundaci¨®n que trabaja para reducir la pobreza en Manhattan.
P.??Qu¨¦ piensa de las criptomonedas?
R.?Soy un creyente del bitcoin. Una de las cosas que hacemos en BlackRock es vender esperanza porque la gente saca el dinero de los bancos para que lo gestionemos y obtengamos una rentabilidad. Creo que el bitcoin, por el contrario, es el ¨²ltimo activo del miedo. Su raz¨®n de ser es que no conf¨ªas en tu Gobierno, te preocupa el futuro del dinero, y quieres un sistema monetario descentralizado. En este sentido, el bitcoin no es una divisa, sino otra clase de activo m¨¢s. Una especie de oro digital. En el resto de criptos, la mayor¨ªa son humo y ese es el motivo por el que hay tantas quiebras. Las criptos en teor¨ªa deber¨ªan ser un libro de contabilidad descentralizado. El bitcoin lo tiene, pero en el caso de FTX el libro de contabilidad era cerrado. Por eso creo que la tokenizaci¨®n de las acciones y de los bonos es una gran oportunidad. En definitiva, me interesa la tecnolog¨ªa que soporta las criptos y por eso tenemos la mente abierta en este campo.
P.?BlackRock perdi¨® dinero en el fiasco de FTX. ?Qu¨¦ lecciones saca de este error?
R.?Perdimos poco m¨¢s de 18 millones, que en el contexto de 9 billones de activos bajo gesti¨®n es una cantidad insignificante que invertimos a trav¨¦s de uno de nuestros fondos de venture capital. Le puedo decir que los gestores del fondo hicieron una due dilligence [investigaci¨®n previa a la inversi¨®n] completa.
P.?Gracias al uso de inteligencia artificial, ?cree que llegar¨¢ un momento en que los robots sustituyan a los gestores?
R.?Lo que estoy esperando es el momento en el que los robots sustituyan a los consejeros delegados [risas].
P.?Hablando de eso, ?ha pensado en cu¨¢ndo llegar¨¢ su jubilaci¨®n?
R.?Tengo 70 a?os, pero amo mi trabajo. Por supuesto, el consejo y yo tenemos muy presente este tema y analizamos con detalle a la pr¨®xima generaci¨®n de l¨ªderes dentro de la empresa.
¡°El teletrabajo no funciona¡±
Larry Fink fue tajante durante la intervención en el Ritz de esta semana: lo que diferencia a las buenas de las malas compañías es su cultura empresarial. “Seamos claros, la covid dañó la cultura en las empresas. Todo el mundo lo sabe”. En este sentido, el presidente de BlackRock culpa en gran medida al trabajo a distancia. “El teletrabajo no funciona. Es una de las razones por las que tenemos más inflación: la productividad se ha hundido”, subrayó.
Durante su coloquio con Aitor Jauregui —actual responsable de BlackRock para Latinoamérica tras ser ascendido desde su puesto de jefe de la gestora en España—, Fink recordó que la cultura empresarial no es algo teórico. “Tiene que observarse en el comportamiento diario de todos los empleados”. En este sentido, el fundador de la mayor firma de inversión del mundo contó una anécdota: “En una ocasión visité una empresa. Tenía un edificio hermoso. Y en el vestíbulo, grabados en mármol, estaban sus principios. Empecé a leerlos, y a medida que lo hacía vi que muchos eran mentira”.
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