Una adenda para innovar

El pasado 16 de junio se cumplieron dos a?os desde que la Comisi¨®n Europea aprobara el Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia espa?ol (PRTR). Y apenas un par de semanas desde que el Consejo de Ministros acordara solicitar una ampliaci¨®n del PRTR con una adenda a¨²n mayor en volumen que el primer tramo de subvenciones de NextGenerationEU (NGEU). En total, algo m¨¢s de 94.000 millones de euros en forma de pr¨¦stamo que, sin lugar a dudas, constituyen un nuevo hito para la econom¨ªa espa?ola.

Una parte representativa se destinar¨¢ a cubrir la demanda no satisfecha de algunos de los proyectos estrat¨¦gicos, los ?PERTE, en sectores como el agroalimentario, el ciclo del agua, las energ¨ªas renovables o los semiconductores, hasta sumar una docena de sectores. Pero el grueso de la propuesta se concentra en 14 instrumentos financieros en formato de pr¨¦stamo, garant¨ªas, participaci¨®n en capital o h¨ªbridos.

Las preferencias de los agentes econ¨®micos por las subvenciones son comprensibles, pero las administraciones deben contemplar escenarios menos favorables que exigir¨¢n renovar las pol¨ªticas p¨²blicas. Ser¨ªa irresponsable asumir que la inercia positiva de las bases fiscales y la recaudaci¨®n pueden sostenerse de forma indefinida.

Por ello, este tipo de f¨®rmulas de ayuda p¨²blica a trav¨¦s de los diferentes fondos de la adenda debe servir para innovar en la gesti¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas. No s¨®lo como palanca financiera para dinamizar proyectos de inversi¨®n que generen valor a?adido y empleo, sino tambi¨¦n como est¨ªmulo de la colaboraci¨®n con el sector privado para canalizar los fondos europeos.

Es clave capitalizar las oportunidades de la adenda para implicar de forma m¨¢s clara que hasta ahora a los intermediarios financieros y a los actores privados en el desarrollo de proyectos. Se han se?alizado ¨¢reas tem¨¢ticas bien diversas, desde las inversiones de impacto social y ambiental hasta la generaci¨®n de un parque de vivienda p¨²blica, pasando por la industria audiovisual o la ciberseguridad, por citar cuatro ejemplos donde podemos convenir que existen oportunidades de crecimiento econ¨®mico.

Y tambi¨¦n ser¨¢ una excelente ocasi¨®n para coordinar las actuaciones entre los diferentes niveles de gobierno. Resultar¨ªa dif¨ªcil de explicar que se coartaran las posibilidades de actuaci¨®n del Fondo de Resiliencia Auton¨®mico con el pretexto de preservar la estabilidad presupuestaria, cuando se perciben otras l¨ªneas en la adenda mucho m¨¢s vulnerables. Aunque es evidente que existen asimetr¨ªas en la capacidad de gesti¨®n de este tipo de instrumentos entre las diferentes comunidades aut¨®nomas, la adenda va a requerir de mayor esfuerzo a¨²n en innovaci¨®n y eficacia que las ayudas no reembolsables. Siendo as¨ª, lo m¨¢s acertado es capitalizar la experiencia acumulada en todas las administraciones.

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