Pistas para comprar vivienda en la Espa?a vaciada
Andaluc¨ªa es la comunidad preferida por quienes abandonan la ciudad para vivir en el entorno rural
El bum por ocupar segundas viviendas en la Espa?a vac¨ªa que alent¨® el confinamiento por la covid-19 se ha desinflado, aunque no ha desaparecido ni mucho menos. As¨ª lo cree Francisco Marroqu¨ªn, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de C¨¢ceres, una de las provincias en donde este fen¨®meno se ha estancado. Los datos lo corroboran. ¡°Mientras que la ocupaci¨®n de viviendas en Extremadura durante 2020 y 2021 se increment¨® en un 8,5%, en 2022 hubo una tendencia de crecimiento, pero en este caso del n¨²mero de casas desocupadas, llegando a aumentar en un 22%¡±, explica Marroqu¨ªn.
Pese a ello, desplazarse desde las capitales a las poblaciones despobladas todav¨ªa est¨¢ en la mente de los espa?oles. Seg¨²n el estudio de Fotocasa An¨¢lisis sobre la Espa?a Vaciada, un 61% de los encuestados mayores de 18 a?os tiene planes reales o, al menos, inter¨¦s por mudarse a una zona rural. Mar¨ªa Matos, directora de Estudios de esta web inmobiliaria, cree que en estos momentos existe un gran atractivo por los pueblos para las personas que, ya sea con un cambio de trabajo o gracias al teletrabajo, ven la posibilidad de abandonar las ciudades y trasladarse a localidades que, preferiblemente, oscilen entre los 1.000 y 10.000 habitantes. ¡°De hecho, estimamos que un 15% de espa?oles tiene previsto irse a vivir a una zona rural en los pr¨®ximos meses¡±, afirma.
En junio de 2022, Jordi Manero y su mujer decidieron salir de Barcelona y mudarse a Nig¨¹ella, un peque?o pueblo de Zaragoza con alrededor de 60 habitantes censados. Tip¨®grafo e ilustradora de profesi¨®n, la pareja siempre ha trabajado desde casa. ¡°No necesit¨¢bamos la ciudad f¨ªsicamente, y llev¨¢bamos a?os pagando alquileres altos y disfrutando cada vez menos de las opciones culturales o sociales que Barcelona nos ofrec¨ªa¡±, argumenta Manero. Ten¨ªan claro que deb¨ªan salir de Barcelona y, aunque en un principio no les importaba d¨®nde instalarse, hicieron una b¨²squeda bastante amplia, desde Castell¨®n hasta Ourense. ¡°Ten¨ªamos un perfil de casa y de localidad muy concreto, con pocos habitantes¡±, cuenta. Tardaron unos cinco meses en encontrar su nuevo hogar. Un a?o despu¨¦s, confiesan que se han integrado bien con los lugare?os y que no se arrepienten de la decisi¨®n tomada. ¡°Desde que estamos aqu¨ª han llegado dos vecinos nuevos emigrando desde la ciudad¡±, dice Manero.
En este deseo de experiencia rural hay m¨¢s ¨¦nfasis seg¨²n el sexo que se analice. El 60% de los hombres est¨¢n m¨¢s dispuestos a irse a vivir a un pueblo frente al 40% de las mujeres, estiman desde Fotocasa. El perfil m¨¢s repetido es el de un hombre que tiene entre 35 y 44 a?os y vive con su pareja y sus hijos.
A favor y en contra
Con respecto a su lugar de residencia, Andaluc¨ªa es la comunidad aut¨®noma en la que m¨¢s adeptos tiene el cambio de vida al entorno rural (17%). ¡°Si en lugar de hablar de comunidades hablamos del tama?o que tienen las ciudades en las que habitan, lo que se observa es que el rechazo a irse a una zona rural a vivir proviene, fundamentalmente, de las personas que viven en capitales de provincia (43%). Por su parte, los que tienen planes reales para trasladarse a un pueblo son, principalmente, los que viven en ciudades que no son capital de provincia y en las que hay menos de 50.000 habitantes (53%). Es decir, quienes ya est¨¢n con pie y medio en el entorno rural¡±, analiza Matos.
M¨®nica Villamizar es gerente de Rural Hogar, una agencia inmobiliaria especializada en la venta de propiedades ubicadas en pueblos de Le¨®n. ¡°Sabemos que es muy complicado que las inmobiliarias que se dedican al mercado de pisos y locales en el centro de las ciudades se entreguen por completo a la venta de una casa de pueblo. Debido al gran volumen de viviendas que suelen tener en su cartera, pocas inmobiliarias tienen la disponibilidad de tiempo y recursos para desempe?ar esta funci¨®n. Esta es una de las razones por las que naci¨® Rural Hogar¡±, explica Villamizar.
Las caracter¨ªsticas de las casas m¨¢s demandadas son las que tienen como m¨ªnimo 100 metros cuadrados de terreno, con una amplia zona de ocio, una barbacoa y hasta una piscina de obra, seg¨²n Rural Hogar. Un 60% de sus clientes compran la vivienda como segunda residencia y un 40% para convertirla en su hogar.
Sin embargo, los ciudadanos tambi¨¦n reclaman, seg¨²n Fotocasa, estar cerca de servicios esenciales y tener conexi¨®n a internet como principales requisitos. En este sentido, el 85% de estos demandantes de vivienda que se van a trasladar o que aspiran a hacerlo alg¨²n d¨ªa a una zona rural busca que el pueblo est¨¦ a una distancia razonable de servicios esenciales (centros sanitarios, colegios, institutos). Adem¨¢s, un 78% incluye entre sus peticiones que la localidad cuente con conexi¨®n a internet o fibra ¨®ptica, as¨ª como infraestructuras de transporte pr¨®ximas.
La oferta de casas en las poblaciones despobladas es cada vez menor. En la Espa?a vaciada hay tres ciudades que suelen estar a la cola en transacciones de vivienda: Soria, Zamora y Teruel. Seg¨²n el portal Pisos.com, el primer trimestre de 2023 se cerr¨® con 1.141 transacciones en Soria, 1.539 en Zamora y 1.588 en Teruel. ¡°Despu¨¦s de la pandemia, ha habido un problema de poca oferta ya que mucha vivienda que se consideraba vac¨ªa estaba casi en ruinas. Era dif¨ªcil que la oferta disponible pudiera dar respuesta a esa demanda¡±, considera Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com.
Seg¨²n el INE, durante los ¨²ltimos 20 a?os la Espa?a vaciada ha perdido alrededor de 360.000 habitantes, ¡°por lo que ni con ese repunte de inter¨¦s despu¨¦s de la covid-19 se vio un crecimiento en la poblaci¨®n¡±, piensa Font.
Los expertos recomiendan que los potenciales compradores vayan siempre de la mano de un profesional inmobiliario especializado en la zona y en la tipolog¨ªa de este tipo de casas, y que les acompa?e en todo el proceso. Tambi¨¦n que se informen de las posibles ayudas que ofrece la comunidad aut¨®noma, el Gobierno en forma de deducciones, o el propio pueblo. ¡°Siempre es aconsejable ir a ver muchas veces esa vivienda y, al haber poca oferta, hay que plantearse esta compra como algo que va a alargarse m¨¢s en el tiempo que, por ejemplo, un piso en una gran capital¡±, concluye Font.
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