Un viento fuerte impulsa el negocio de velas y motores
Descienden las matriculaciones, pero la demanda de los barcos de ocasi¨®n y el auge de los veleros auguran una buena temporada para el sector de las reparaciones
Y de improviso, las danas (gotas fr¨ªas). En Mallorca, Formentera, Menorca. Un s¨²bito tornado de aire g¨¦lido (downburst, en terminolog¨ªa anglosajona) hunde el lujoso yate Bayesian frente a las costas de Sicilia. Cerca del cielo azul zafiro de la ciudad de Palermo (Italia). M¨¢s desastres y m¨¢s trabajo para quien debe reparar las embarcaciones. Pese a todo, cada puerto, cada atraque, cada amarre parece obedecer a sus propias leyes gravitacionales. El puerto deportivo de Roses (Girona), quiz¨¢ uno de los m¨¢s bellos de Catalu?a, a escasas millas n¨¢uticas del Parque Nacional del Cabo de Creus, y sus incesantes vientos de tramontana, da servicios a 487 embarcaciones. Unos 363 amarres son fijos y el resto se destina a nav¨ªos de paso.
En este lugar ¨²nico, donde los d¨ªas cambian de lo apacible a lo tormentoso en horas, Andreu Sot, gerente de la marca Nautec, lleva 20 a?os reparando barcos. Conoce esas aguas como si las recogiese con la cuenca de sus manos y las filtrase entre los dedos. El cambio clim¨¢tico ha extendido una temporada que ahora transcurre casi de abril a agosto. Las embarcaciones rusas y croatas, que anta?o supon¨ªan un 20% de su actividad, han desaparecido. Los barcos de bandera rusa ¡ªaqu¨ª todos conocen a todos¡ª est¨¢n, admite, varados. La cartograf¨ªa es clara, repasa Andreu: franceses (60%), catalanes y espa?oles (20%) y alemanes (10%). ¡°Va a ser una temporada complicada, pero llevamos muchos a?os en la zona y todos los clientes nos conocen¡±, reflexiona. Las embarcaciones est¨¢n paradas la mayor parte del tiempo y exigen muchos cuidados. Desde potabilizadoras ¡ªlas m¨¢s grandes¡ª a tratamiento especial en los cascos a los que se adhieren bivalvos o algas, que terminan por afectar, tambi¨¦n, a las h¨¦lices y los motores. ¡°Cada cien horas de uso hay que revisar la maquinaria, eso es lo que marca el fabricante, y la pr¨¢ctica tradicional es mantenerlo una vez al a?o¡±, detalla el experto. Nautec es una micropyme, tiene dos trabajadores, pero esperan acabar bien el verano.
En el otro extremo de la pen¨ªnsula, en Sada (A Coru?a), la firma Cadenote repara, tiene escuela, veler¨ªa, jarcia, barcos de ocasi¨®n, recambios. De todo. ¡°Hay mucho trabajo¡±, confirma Beatriz Bab¨ªo, responsable de la empresa. ¡°Pero no solo en las reparaciones sino en la compra de embarcaciones de segunda mano (refit, en el argot) restauradas. Sus clientes son, sobre todo, locales y del Pa¨ªs Vasco. De fuera atraen franceses, holandeses, alemanes e ingleses. En 2023, el mercado se par¨®, al menos, el de veleros, porque las orcas, entre el juego y la revancha (algunas podr¨ªan haber sido heridas por las h¨¦lices de embarcaciones), empezaron a golpear los cascos y al menos hundieron un par de ellos en el estrecho de Gibraltar. Esta temporada ha llegado la calma a los cet¨¢ceos y la rutina. ¡°En septiembre solemos subir a tierra la embarcaci¨®n durante todo el invierno y lo votamos en mayo o junio¡±, aclara Beatriz.
La mar bate las aguas y llega hasta Sanxenxo (Pontevedra). El oleaje est¨¢ cambiando. Las embarcaciones nuevas aumentan constantemente de precio y casi nadie las adquiere, las entregas consumen m¨¢s tiempo, y se busca en el mercado de ocasi¨®n: s¨ª el due?o quiere, por ejemplo, ampliar el tama?o del barco. ¡°El problema es que tampoco existe mucho stock y el que hay cada vez sube de valor¡±, explica Fran Torres, uno de los administradores de Servinauta. Ocurre algo similar con los coches. Aunque el mar siempre es una sorpresa. Cada vez quieren m¨¢s veleros. Consumen menos gasoil, los motores resultan m¨¢s peque?os, son, por lo general, propiedad de navegantes de edades mayores, quienes no tienen prisa por llegar al pr¨®ximo puerto o a la siguiente cala, los nav¨ªos dan menos problemas t¨¦cnicos, y necesitan un menor mantenimiento. Sin embargo, ¡°tampoco existe mucho mercado y quien posee una embarcaci¨®n con motor se espera a venderla antes de adquirir esa vertical de velas¡±, narra Fran Torres. El espacio necesario para dejar hueco a la tecnolog¨ªa. ¡°Cada a?o aumenta la oferta de embarcaciones de propulsi¨®n el¨¦ctrica, especialmente auxiliares y peque?as esloras de navegaci¨®n costera¡±, indica a trav¨¦s de una nota la aseguradora Mapfre. Y a?ade: ¡°La n¨¢utica de recreo est¨¢ en auge, pues este ocio se puede disfrutar tanto desde el lado particular como de empresa¡±.
Los n¨²meros toman biodramina porque bajan y suben. El mercado n¨¢utico de barco de recreo registr¨® 2.289 matriculaciones entre enero y mayo. Son 553 por debajo ¡ªacorde con los datos de la Direcci¨®n General de la Marina Mercante¡ª que en el mismo periodo del a?o pasado. Hasta mayo, un 62% de las matriculaciones correspond¨ªa a uso privativo y el 38% al ch¨¢rter (alquiler). ?Malas noticias? No. Algunos son capaces de escribir versos brillantes con ellas.
Repuestos
Antoni (nombre ficticio de una personal real, porque as¨ª lo pide) trabaja en una de las empresas m¨¢s grandes del sector de recambios de Espa?a. Su plan de negocio resulta sencillo. S¨ª se rompe la pieza, el motor, la h¨¦lice¡ no trabajan con la casa original. Tiene proveedores en China que copian la que necesitan. M¨¢s rapidez en el recambio y menos coste. En su cat¨¢logo superan las 30.000 referencias. Un Amazon del mar y una revisitaci¨®n asi¨¢tica de la famosa: ¡°Qu¨¦ inventen otros¡±. ¡°La venta de embarcaciones nuevas est¨¢ bajando y esto nos va muy bien porque cubrimos un mayor n¨²mero de reparaciones y hacen falta m¨¢s piezas de todo tipo¡±, aclara. La compa?¨ªa, situada en la costa catalana, amarra la I+D en China. Un barco, pese a su larga vida, resulta m¨¢s caro que un veh¨ªculo. Y la temporada se expande con la velocidad de un temporal de verano. ¡°Empezamos en febrero y el pico de trabajo es la ¨²ltima semana de junio¡±, aventura. Sus clientes maniobran desde Galicia al pantano de San Juan en Madrid.
Desde luego, el sector de las reparaciones no rola a gusto de todos. El cambio clim¨¢tico parece que achicharra Mallorca o el Golfo de Roses mientras ¡°congela¡± algunas zonas de Galicia en plena can¨ªcula de verano. Claro que las olas rompen contra un dique inevitable: los precios. La plataforma Probarcos estima en su web algunos costes m¨¢ximos, aunque, l¨®gicamente, la casuista es una corriente propia. El gasto m¨¢ximo por reparar un motor alcanza hasta 3.267 euros, el transporte del barco 38.803 y la pintura 35.200. Tambi¨¦n existen valores medios que para las mismas situaciones rolan entre 641, 2.181 y 7.374 euros. Embarcar, a nadie sorprende, resulta costoso. Los, ahora de moda, veleros de segunda mano oscilan de 58.000 a 90.000 euros. Ese es un rango aproximado. Depende de la eslora, la conservaci¨®n, el a?o de matr¨ªcula. Los compradores utilizan Internet para encontrar ofertas. Los barcos a motor de unos seis metros andan entre 42.000 y 36.000 euros y los de segunda mano en 18.000 euros. Peque?os para los est¨¢ndares de la navegaci¨®n y gigantes en la inmensidad de la mar.
El alquiler, a toda m¨¢quina
Si algo posee el mar es su capacidad perpetua de asombro. Quizá esa sea la respuesta del buen momento del alquiler (chárter) de embarcaciones. En Cantabria y Valencia crecen las matriculaciones. “Con el cambio climático, sucede algo muy curioso, la gente se espera hasta el último momento para ver cómo se comporta el tiempo antes de alquilarlo”, observa Fran Torres, uno de los administradores de Servinauta, en Sanxenxo (Pontevedra). Pero existe demanda. Excursiones de un día, despedidas de solteros o alcanzar alguna escondida playa para comer. “Cada vez lo vemos más porque los veranos en Galicia son muy agradables”, subraya Beatriz Babío, quien trabaja en Sada (A Coruña). Y a la gente le gusta navegar hasta sentir que la embarcación ha atravesado la curvatura del círculo de la Tierra. Con buen tiempo.
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