Daniel S. Hamilton, experto en energ¨ªa: ¡°El epicentro econ¨®mico no se ha desplazado del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico¡±

Hay pocos atlantistas tan convencidos como Daniel S. Hamilton (Teher¨¢n, Ir¨¢n, 68 a?os). Reci¨¦n llegado a Madrid desde Lisboa, el profesor de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins (Maryland, EE UU) y fellow de la Brookings Institution niega la mayor: por mucho que se repita, dice, no es cierto que el oc¨¦ano que comparten Europa, ?frica y las Am¨¦ricas est¨¦ perdiendo la batalla frente al pujante Pac¨ªfico. La conversaci¨®n, de casi una hora, transcurre en la sede madrile?a de la consultora Atrevia, patrocinadora de la Atlantic Leadership Network, que lidera el propio acad¨¦mico estadounidense. Especialista en cuestiones energ¨¦ticas, por esos derroteros discurre la primera parte de la entrevista. Lo atl¨¢ntico, su pasi¨®n, acaba impregn¨¢ndolo todo.

Pregunta. ?C¨®mo afectar¨¢ el resultado de las elecciones en Estados Unidos a la relaci¨®n econ¨®mica con Europa?

Respuesta. No solo elegiremos un nuevo presidente, sino tambi¨¦n la composici¨®n de toda la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado. Gane quien gane, muy probablemente haya divisi¨®n [entre el Ejecutivo y el Legislativo]. Y eso suele ser sin¨®nimo de que no se hace mucho¡­ Es muy posible que durante al menos dos a?os, hasta las elecciones de mitad de mandato, no haya una direcci¨®n clara.

P. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ en energ¨ªa, espec¨ªficamente?

R. Si gana [Donald] Trump, har¨¢ todo lo posible para apoyar a las empresas petroleras: que puedan producir todo lo que quieran. Adem¨¢s, aunque ha criticado la ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n [IRA, por sus siglas en ingl¨¦s], varios Estados gobernados por los republicanos est¨¢n entre los mayores beneficiarios de los subsidios, por lo que sus gobernadores y senadores se opondr¨¢n [a cualquier cambio]. Una de las mayores lecciones de su primer mandato fue que, muchas de sus promesas acababan siendo rectificadas¡­ No tanto por los dem¨®cratas, sino por sus propios colegas republicanos en el Senado¡­ Probablemente ver¨ªamos eso de nuevo. Si gana [Kamala] Harris, en cambio, continuar¨¢ con las pol¨ªticas de [Joe] Biden: promover lo que en su d¨ªa [Barack] Obama llam¨® ¡°todas las energ¨ªas¡±. Se ha retractado de sus puntos de vista antifracking, as¨ª que promover¨¢ tanto los combustibles f¨®siles y las energ¨ªas limpias. Y continuar¨¢ con las ayudas a las tecnolog¨ªas verdes.

P. ?Puede Europa estar tranquila? Desde la invasi¨®n rusa de Ucrania, a principios de 2022, una parte muy sustancial del crudo y el gas que se consume en Europa viene de la otra orilla del Atl¨¢ntico¡­

R. Los flujos de GNL [gas natural licuado, el que viaja por barco] se basan, sobre todo, en el precio. En 2022 y 2023, la cotizaci¨®n en Europa era tan alta que todos [los buques metaneros] iban para all¨¢. Si eso cambia, ir¨¢n al Pac¨ªfico. Europa debe seguir diversific¨¢ndose, hacer que su transici¨®n verde funcione y reducir a¨²n m¨¢s su dependencia de Rusia. A¨²n hay mucha energ¨ªa rusa llegando a Europa gracias a vac¨ªos que Mosc¨² aprovecha. Ser¨ªa interesante saber qu¨¦ va a hacer el nuevo Ejecutivo comunitario al respecto.

P. ?Espera cambios en la transici¨®n energ¨¦tica, en funci¨®n del resultado del 5 de noviembre?

R. La transici¨®n continuar¨¢, la cuesti¨®n es a qu¨¦ ritmo. Y eso es importante, porque ya tenemos dif¨ªcil cumplir los compromisos clim¨¢ticos. Con Trump ser¨ªa mucho m¨¢s lento, porque el Gobierno federal no lo facilitar¨ªa: no podr¨ªa detener la transici¨®n, pero s¨ª la ralentizar¨ªa. Y EE UU incumplir¨ªa sus objetivos, adem¨¢s de sacarla de todo el proceso COP [las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el cambio clim¨¢tico].

P. ?Espera un Trump m¨¢s agresivo que en su primer mandato?

R. En lo ret¨®rico probablemente s¨ª, pero la experiencia ha demostrado que hay otros poderes en el sistema estadounidense que lo bloquear¨ªan, moderando algunos de sus impulsos. Est¨¢ por ver, eso s¨ª, si trabajar¨ªa o no con China... Podr¨ªa darse la situaci¨®n de que las dos mayores econom¨ªas del mundo no tuvieran forma de avanzar juntas.

P. En los ¨²ltimos tiempos se ha asentado la idea de que el epicentro de la econom¨ªa mundial se ha desplazado del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico.

R. No estoy de acuerdo con eso. Me gustar¨ªa ver los hechos detr¨¢s de esa afirmaci¨®n. No hay duda sobre el ascenso de China y c¨®mo ha cambiado el mundo... Pero, si miras c¨®mo se est¨¢n conectando los continentes, el Atl¨¢ntico lo est¨¢ haciendo de maneras que escapan a la atenci¨®n de la mayor¨ªa. Tomemos la energ¨ªa, por ejemplo: el Atl¨¢ntico es un reservorio para todo el mundo. En petr¨®leo, en gas, en biocombustibles, en tecnolog¨ªas limpias¡­ el coraz¨®n est¨¢ aqu¨ª.

P. ?Y en otras ¨¢reas, m¨¢s all¨¢ de la energ¨ªa?

R. Lo mismo. Los mayores recursos pesqueros del mundo est¨¢n en el Atl¨¢ntico, no en el Pac¨ªfico. De hecho, las flotas de otros pa¨ªses, como China, vienen a aguas del Atl¨¢ntico a pescar. En intercambios comerciales, el Atl¨¢ntico y el Pac¨ªfico van a la par. Pero el comercio no es solo de bienes: hay que tener en cuenta, tambi¨¦n, los servicios y la inversi¨®n. Si se suma todo, los flujos comerciales son mucho mayores en el Atl¨¢ntico que en el Pac¨ªfico. No hay comparaci¨®n [posible]. Hay que recordar, adem¨¢s, que el comercio que m¨¢s r¨¢pido crece es el de servicios y, particularmente, el digital. Y ah¨ª, tambi¨¦n, el centro de la innovaci¨®n est¨¢ aqu¨ª.

P. Habla del Atl¨¢ntico Norte, pero no del Sur. La brecha es enorme.

R. Cierto. La relaci¨®n central est¨¢ en el Atl¨¢ntico Norte: EE UU y la UE, la OTAN... Pero, cada vez m¨¢s, la globalizaci¨®n nos hace mirar al sur. La globalizaci¨®n es, ante todo, conectividad: c¨®mo las personas conectan. ?Y cu¨¢les son las ¨¢reas que a¨²n no est¨¢n conectadas? ?frica y Am¨¦rica del Sur: 2.000 millones de personas con una conexi¨®n muy limitada entre s¨ª. Por eso, el pr¨®ximo horizonte de la globalizaci¨®n ser¨¢ el Atl¨¢ntico Sur.

P. ?Cree, entonces, que el futuro est¨¢ en el Atl¨¢ntico y no en el Pac¨ªfico?

R. El Pac¨ªfico merece nuestra atenci¨®n. Pero, en contraste, el Atl¨¢ntico, usando un juego de palabras, es el m¨¢s pac¨ªfico de todos los oc¨¦anos. No hay apenas conflictos entre pa¨ªses, que s¨ª hay en el Pac¨ªfico. En el Atl¨¢ntico, las cuestiones de seguridad tienen que ver m¨¢s con las armas, las drogas, el terrorismo, o la pirater¨ªa... Las armas fluyen de Norte a Sudam¨¦rica, las drogas suben desde Sudam¨¦rica¡­ Y ambas recorren ?frica Occidental, donde no hay gobernanza y que es un hub para las actividades il¨ªcitas.

P. ?Por qu¨¦ no se le presta tanta atenci¨®n a esos problemas en el Atl¨¢ntico?

R. Eso mismo me pregunto yo: por qu¨¦ no hay una red de respuesta atl¨¢ntica para eso. Hay una Guardia Costera del Atl¨¢ntico Norte, est¨¢ la OTAN... Pero no un foro de guardacostas para todo el Atl¨¢ntico. Y eso es solo un ejemplo¡­ Debemos trabajar mucho m¨¢s juntos.

P. El Pac¨ªfico va varios pasos por delante en eso.

R. La APEC [el foro de Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico] se cre¨® hace 30 a?os, con cumbres todos los a?os... ?30 a?os! ?Y en el Atl¨¢ntico? Nada¡­ Solo la Asociaci¨®n para la Cooperaci¨®n Atl¨¢ntica, que est¨¢ comenzando. Espa?a deber¨ªa ser un centro estrat¨¦gico natural para las cuestiones pan-atl¨¢nticas.

P. En los ¨²ltimos a?os, sobre todo tras el atasco global causado por la ruptura de las cadenas de suministro y la invasi¨®n rusa de Ucrania, se habla mucho de ¡°desacoplamiento¡±. Sobre todo, de China.

R. No se trata de desvincularse, porque a¨²n estamos realmente interconectados con China, sino de reducir riesgos. Tanto la UE, como EE UU y China est¨¢n tratando de redefinir los t¨¦rminos de su interdependencia para reducir las partes m¨¢s inc¨®modas.

P. Es una oportunidad para muchos pa¨ªses del Atl¨¢ntico: el famoso reshoring...

R. M¨¦xico se est¨¢ convirtiendo en un lugar incre¨ªble para las empresas que hasta ahora produc¨ªan en Asia: no solo en China, sino tambi¨¦n en Jap¨®n o Corea del Sur. Otro ejemplo es Marruecos: la inversi¨®n fluye all¨ª porque tiene un acuerdo de libre comercio tanto con la UE como con EE UU. El a?o pasado, China invirti¨® en Marruecos tanto como toda la UE. Son muchas las empresas europeas que est¨¢n trasladando su producci¨®n a ?frica desde Asia. Eso beneficiar¨¢ al Atl¨¢ntico en su conjunto. No inmediatamente, pero lo har¨¢.