Jotelulu, un apoyo tecnol¨®gico que no se ve

De una experiencia fallida, en ocasiones, surgen ideas y proyectos que pueden dar un vuelco positivo a la vida profesional. Esto fue lo que le ocurri¨® a David Amor¨ªn, fundador de Jotelulu, cuando tras montar una empresa de servicios inform¨¢ticos para peque?as compa?¨ªas vio c¨®mo el proyecto se dilu¨ªa y no terminaba de alcanzar los objetivos propuestos. ¡°Aprendimos muchas cosas, pero no iba bien. El crecimiento era lento y, aunque eran peque?as empresas, cada vez se sofisticaban m¨¢s sus demandas¡±, apunta. Pens¨® que la soluci¨®n era revender servicios cloud (en la nube) a trav¨¦s de alianzas con las grandes como Amazon o Microsoft, pero la realidad se impuso. ¡°La experiencia fue catastr¨®fica, horrible. No vend¨ªamos nada, todo eran problemas. Cerramos en 2019¡å, recalca el directivo. Una situaci¨®n que deriv¨® en la marcha de Amor¨ªn junto con seis empleados de la antigua empresa con los que mont¨® Jotelulu en 2020, tras percibir que todav¨ªa hab¨ªa un nicho de mercado por explorar en este sector.

¡°Todos los proveedores de cloud se enfocaban en start-up, en administraciones p¨²blicas, en medianas y grandes empresas, pero se olvidaban de las peque?as y las micro. Vimos que hab¨ªa sitio para un jugador m¨¢s con una ¨®ptica diferente que se enfocara a estas ¨²ltimas, y que vendiera sus servicios a trav¨¦s de empresas de distribuci¨®n inform¨¢tica¡±. Un sector con un largo recorrido, ya que, seg¨²n cita Amor¨ªn, la mayor¨ªa de las peque?as compa?¨ªas espa?olas (y tambi¨¦n del resto de Europa) no tienen departamento de inform¨¢tica y lo subcontratan.

De esta forma, Jotelulu surge como un mayorista que facilita a las empresas de tecnolog¨ªa (IT) herramientas para que sean ellas las que vendan el servicio cloud a sus clientes, con su marca y sus precios. Es, para entendernos, el equivalente a un producto de marca blanca en distribuci¨®n, pero aplicado a la inform¨¢tica. ¡°Intentamos crear el para¨ªso de la nube para que estas empresas, de forma segura y sencilla, se lo faciliten a los peque?os empresarios. Los grandes van por otro lado. No puedes crear un producto o un servicio que sirva para todos. La misma soluci¨®n no se adapta a una peque?a empresa y a otra del Ibex35. Te enfocas en un lado o en otro¡±. En ese mismo sentido, Amor¨ªn afirma que ellos tienen como clientes a los grandes olvidados y que su plataforma est¨¢ al alcance de todos, sin complicaciones t¨¦cnicas. ¡°Queremos simplificar el cloud para mejorar la competitividad de esas empresas¡±, asevera. De este concepto de sencillez y cercan¨ªa tambi¨¦n surgi¨® el nombre de Jotelulu. Una palabra inventada en los juegos infantiles de Amor¨ªn que, sonr¨ªe el fundador, le da confianza.

En 2021 y con tan solo unos meses de vida, Jotelulu lanz¨® la primera ronda de financiaci¨®n, con la que consigui¨® un mill¨®n de euros, a la que sigui¨® otra de 4,8 millones en 2023. La ¨²ltima, que ha alcanzado la cifra de 6,8 millones, liderada por Kibo Ventures, tiene como prop¨®sito dar un paso m¨¢s en la internacionalizaci¨®n despu¨¦s de cuatro a?os en Espa?a, dos en Portugal y uno en Francia, pa¨ªs en el que ha crecido un 200% en el ¨²ltimo a?o. ¡°Con esta ronda nos vamos a Latinoam¨¦rica y abrimos en M¨¦xico el a?o que viene¡±.

Con dos centros de datos propios, uno en Madrid y otro en Par¨ªs, al fundador de Jotelulu no le gusta denominarla como una empresa global. ¡°Nunca lo seremos. Nos gusta m¨¢s llamarla multipa¨ªs¡±. En 2023 su facturaci¨®n fue de tres millones, mientras que prev¨¦ cerrar 2024 con m¨¢s de seis y alcanzar los 13 en este 2025. Ha pasado de seis empleados en 2020 a 90, y ser¨¢n m¨¢s de 150 en los pr¨®ximos nueve meses. Con una cartera de 1.000 clientes que atienden a unas 8.000 pymes de todos los sectores desde asesor¨ªas, despachos de abogados, construcci¨®n o retail, la ecuaci¨®n se resuelve con m¨¢s de 60.000 usuarios de la plataforma.