La vuelta a clase en los institutos: alumnos a menos de 1,5 metros y con mascarilla

Las autoridades educativas llevan semanas d¨¢ndole vueltas a c¨®mo lograr el regreso de todos los alumnos preuniversitarios a las aulas el curso que viene en un modelo completamente presencial. Ese fue el objetivo que se marcaron en el acuerdo que suscribieron el Ministerio de Educaci¨®n y las comunidades (salvo Madrid y Euskadi) el 11 de junio. Para conseguirlo, las autonom¨ªas, que tienen la competencia en la organizaci¨®n del curso, obtuvieron este martes el visto bueno a una de sus peticiones. El Gobierno, en una gu¨ªa de recomendaciones elaborada por los ministerios de Educaci¨®n y Sanidad, acept¨® que los grupos de alumnos de convivencia estable ¡ªlas llamadas burbujas, en las que los estudiantes no tienen que guardar distancia ni llevar mascarilla¡ª puedan alcanzar un tama?o de 25 personas (la ratio m¨¢xima legal) si lo decide el territorio, y que estas puedan funcionar en todos los cursos de infantil y primaria. Inicialmente el Ejecutivo contempl¨® que las burbujas fueran de un m¨¢ximo de 20 y solo hasta cuarto de primaria. Y antes todav¨ªa, el primer n¨²mero que se baraj¨® para una clase fue de 15.

Para solucionar el problema de espacio en los institutos, las comunidades quieren ahora que los alumnos puedan estar en clase a una distancia inferior a 1,5 metros, en aquellos centros donde no sea posible asegurarla, a cambio de que lleven puesta la mascarilla todo el tiempo. As¨ª figura en los borradores de planes de contingencia que est¨¢n elaborando y que ya han remitido parte de ellas al Gobierno. Los planes tambi¨¦n contemplan endurecer gradualmente las medidas de seguridad si se produce un agravamiento de la situaci¨®n sanitaria.

La Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP) elabor¨® un informe para el regreso a las aulas en mayo en el que establec¨ªa una distancia de dos metros, aunque sus autores aceptaron que 1,5 metros pod¨ªan ser suficientes. Los pediatras tambi¨¦n defendieron para los ni?os m¨¢s peque?os la f¨®rmula de las burbujas, que consiste en crear grupos cerrados en los que los alumnos de una clase interaccionan con normalidad entre ellos, a cambio de no mezclarse con los de las dem¨¢s aulas a lo largo de la jornada lectiva en ning¨²n espacio del centro. Est¨¢n ideadas para que, ante la aparici¨®n de un brote, pueda aislarse solo al grupo afectado sin necesidad de cerrar toda la escuela. Los m¨¦dicos apuntaron que se trataba de una figura pensada para grupos de alumnos relativamente reducidos, en torno a 10, aunque los miembros del grupo de trabajo para la vuelta a la escuela de la AEP tienen opiniones distintas sobre si el sistema sigue siendo ¨²til cuando el tama?o de la burbuja aumenta hasta 25 alumnos.

Las autonom¨ªas consideran de forma muy mayoritaria y al margen de su color pol¨ªtico que limitar las burbujas a 10 alumnos en infantil y primaria y mantener 1,5 metros dentro del aula en los institutos resulta incompatible con un regreso presencial de todos los estudiantes. Las clases de bachillerato llegan a tener hasta 40 alumnos en lugares como Castilla-La Mancha y hacer cumplir esa distancia obligar¨ªa, por ejemplo, a dividir en tres aulas ese tipo de grupos. CC OO estim¨® que duplicar los grupos requerir¨ªa, solo en la red escolar p¨²blica, la contrataci¨®n de 165.000 profesores adicionales, con un coste de 5.151 millones de euros al a?o. Una cantidad que los Gobiernos auton¨®micos ven inasumible y que seguir¨ªa sin solucionar el problema de nuevos espacios donde alojar a los grupos desdoblados.

Al margen del obst¨¢culo material, las consejer¨ªas de Educaci¨®n cuestionan el planteamiento te¨®rico: no ven adecuado planificar el inicio de curso en condiciones de una elevada excepcionalidad cuando en numerosos ¨¢mbitos la llamada nueva normalidad ha implicado un aumento de los aforos y el uso general de la mascarilla cuando no es posible mantener la distancia interpersonal. Las comunidades son partidarias de dise?ar un protocolo gradual que permita subir pelda?os de restricciones hasta llegar, en el peor de los casos, a un nuevo cierre total de las aulas. Y est¨¢n convencidas de que el marco legal est¨¢ de su parte.

La gu¨ªa difundida por los ministerios de Sanidad y Educaci¨®n con elementos de seguridad e higiene para la organizaci¨®n del pr¨®ximo curso escolar fue presentada como unas ¡°recomendaciones¡±. Ello se debe a que una vez que decay¨® el estado de alarma los territorios recuperaron sus competencias en materia sanitaria, a excepci¨®n de lo que contempla el decreto de nueva normalidad, aprobado el 9 de junio y pendiente de convalidar por el Congreso, respecto a los centros docentes, que se?ala: ¡°Deber¨¢ asegurarse la adopci¨®n de las medidas organizativas que resulten necesarias para evitar aglomeraciones y garantizar que se mantenga una distancia de seguridad de, al menos, 1,5 metros. Cuando no sea posible mantener dicha distancia de seguridad, se observar¨¢n las medidas de higiene adecuadas para prevenir los riesgos de contagio¡±. Es decir, que permite adoptar medidas alternativas a los 1,5 metros, como las mascarillas, seg¨²n la interpretaci¨®n realizada por las autonom¨ªas y que est¨¢n incorporando a sus planes de organizaci¨®n del pr¨®ximo curso.

El texto del acuerdo de la Conferencia Sectorial de Educaci¨®n del 12 de junio incluy¨® una menci¨®n expresa a dicho decreto de nueva normalidad a petici¨®n de las comunidades. Y tambi¨¦n se a?adi¨® a solicitud de estas el p¨¢rrafo que establece que: ¡°Las Administraciones educativas seguir¨¢n las indicaciones establecidas por las autoridades sanitarias estatales y auton¨®micas¡±, ¡°as¨ª como la distribuci¨®n competencial existente¡±.

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