Una alumna entra algo despistada en el instituto p¨²blico Juan de Mairena, en San Sebasti¨¢n de los Reyes, donde el pr¨®ximo d¨ªa 10 comenzar¨¢ sus clases de Formaci¨®n Profesional. Con medio rostro tapado por la mascarilla le pregunta a la directora que d¨®nde puede entregar su matr¨ªcula. ¡°Hoy no, se la das a tu tutor el primer d¨ªa de clase, ahora m¨¢rchate¡±, le responde la directora, Marian Gonz¨¢lez, que este martes, d¨ªa en el que abrieron los centros educativos tras el cierre por la pandemia, ten¨ªa toda la atenci¨®n puesta en los preparativos. ¡°Todo se lo debemos al personal de limpieza y a los conserjes, que van a ser los encargados de dirigir el tr¨¢fico entre los 1.360 alumnos de este centro¡±, explica. El suelo del instituto est¨¢ repleto de flechas y en la entrada han levantado una nueva conserjer¨ªa en la que una pantalla mostrar¨¢ la temperatura de los estudiantes una vez rebasen la l¨ªnea roja de acceso. Se parar¨¢n uno a uno frente a un term¨®metro digital instalado en la pared. Los que superen los 37 grados ser¨¢n dirigidos a la sala de aislamiento.

Lo que m¨¢s preocupa al equipo directivo son las medidas higi¨¦nicas de seguridad. ¡°La adaptaci¨®n de los temarios no es un problema, sabemos c¨®mo hacerlo, no necesitamos que ning¨²n pol¨ªtico nos diga c¨®mo dar nuestra clase¡±, se?ala Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez, secretario y profesor de matem¨¢ticas en el Juan de Mairena. Los docentes de los m¨¢s de 30.000 centros educativos espa?oles no conocieron hasta el pasado 27 de agosto ¡ªd¨ªa en que los ministerios de Sanidad y Educaci¨®n se reunieron con los consejeros auton¨®micos de educaci¨®n¡ª las condiciones en las que trabajar¨¢n este curso. La principal novedad es que todos los alumnos de m¨¢s de seis a?os deber¨¢n llevar mascarilla en clase.

¡°Ese ha sido el mayor alivio¡±, cuenta Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez, a quien algunos compa?eros de departamento le aseguraron que acudir¨¢n al aula con un metro para cerciorarse de que se respeta la distancia de un metro y medio.

En Catalu?a no pueden decir lo mismo. All¨ª, la mascarilla solo ser¨¢ obligatoria para los mayores de seis a?os si el centro est¨¢ en una zona con alto riesgo de contagio, lo que genera ansiedad entre el profesorado (este curso el Govern reforzar¨¢ las plantillas con 5.417 nuevos docentes). ¡°No sabemos si ser¨¢ efectivo que los maestros de primaria vayamos con mascarilla y los alumnos no; sin esa protecci¨®n ya no podemos estar seguros de que se lo tomar¨¢n en serio y mantendr¨¢n la distancia de seguridad¡±, lanza Gemma Porta, profesora de una escuela p¨²blica de Mollerussa, en Lleida.

En los pasillos del Juan de Mairena se respira la ilusi¨®n del equipo directivo por la ¡°nueva normalidad¡± y la recuperaci¨®n del cara a cara con los alumnos. Tambi¨¦n el temor por no disponer de personal sanitario en el instituto; nunca han contado con un enfermero (solo el 20% de los centros educativos madrile?os cuenta con un enfermero, seg¨²n datos de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n). ¡°El centro de salud m¨¢s cercano a este instituto est¨¢ cerrado por covid y a¨²n no sabemos a qui¨¦n nos tendremos que dirigir cuando haya un alumno con s¨ªntomas¡±, explica la directora. Todav¨ªa no han decidido qui¨¦n ser¨¢ el ¡°coordinador y responsable covid¡± en el centro; la normativa dice que debe ser alguien del equipo directivo.

Entrevista a ISABEL CELA?: ¡°Los beneficios de la escuela son muy superiores a los riesgos¡±

Adem¨¢s del responsable covid, lo que les quita el sue?o es si los seis profesores que han solicitado a la Comunidad de Madrid (que se sumar¨¢n a los 92 docentes del centro) se incorporar¨¢n el d¨ªa 7, como les ha prometido el Gobierno regional, que asegur¨® la semana pasada que contratar¨¢ a un total de 11.000 como refuerzo ante la pandemia. ¡°Les necesitamos para cumplir con la normativa: hemos reducido de 31 a 23 [alumnos] los grupos de 1? y 2? de ESO¡±, explica la directora. De 3? de ESO en adelante, el 50% de los estudiantes seguir¨¢ las lecciones desde el aula y el otro 50% desde casa. Lo m¨¢s urgente es ampliar la red wifi del centro y dotar a todas las clases de una c¨¢mara para retransmitir las clases en directo. ¡°Nunca ha habido buena conexi¨®n¡±, reconoce el secretario. Para cubrir todos los gastos de adaptaci¨®n a la pandemia, el Gobierno regional les comunic¨® el martes que recibir¨¢n 120.000 euros extra, que se sumar¨¢n al presupuesto anual de 170.000 para cubrir todos los gastos de mantenimiento. Esa inyecci¨®n ha calmado su angustia.

Es esa preocupaci¨®n, la de la incorporaci¨®n de nuevos docentes, la que late en diferentes centros de las distintas comunidades aut¨®nomas. ¡°Nuestra mayor incertidumbre es c¨®mo debemos actuar si el profesorado empieza a faltar por posibles contagios o cuarentenas¡­, de golpe nos podemos ver sin profesorado¡±, lamenta Fernando Sansanoli, director del instituto p¨²blico de Alcoy Cotes Baixes.

El claustro del siglo XVIII del instituto p¨²blico Llu¨ªs Vives de Valencia, con cerca de 90 profesores y 1.000 alumnos, est¨¢ inusualmente silencioso. Este martes recibi¨® a los docentes que se incorporan nuevos al centro, unos 30, que sustituyen las vacantes dejadas por jubilaciones, liberados sindicales y comisiones de servicio. La Generalitat ha contratado a 4.374 docentes m¨¢s para este curso. El martes se enteraron de qu¨¦ niveles impartir¨¢n. Es el primer d¨ªa de apertura al exterior porque, reuni¨¦ndose y preparando el instituto para la vuelta al colegio, llevan desde agosto. Sergi Sanchis, docente desde hace 30 a?os de Matem¨¢ticas, es el director del centro, y lo que le preocupa es la semipresencialidad del alumnado, ¡°un escenario totalmente nuevo para nosotros¡±. Los alumnos en Valencia se incorporar¨¢n escalonadamente entre el 7 y el 11 de septiembre.

¡°?C¨®mo vamos a impartir una materia que est¨¢ prevista para todo un curso con clases semipresenciales? La duda es c¨®mo compaginarlo porque la metodolog¨ªa es muy diferente si la clase es presencial o est¨¢n en casa¡±, apunta el director. Como a los directivos del instituto madrile?o, a Pic¨® le preocupa que la situaci¨®n sea sostenible y no haya un nivel de contagios que ponga en jaque al centro. La inquietud de este profesor no es que haya casos, que los habr¨¢, sino a partir de cu¨¢ndo y c¨®mo eso va a alterar la vida del centro, si se va a confinar una clase o no. ¡°?Cu¨¢ndo haya un caso, qu¨¦ va a pasar? ?Ser¨¢ un brote, ser¨¢ un caso aislado? El protocolo de actuaci¨®n est¨¢ claro, el problema es qu¨¦ decisi¨®n adoptar¨¢ la Consejer¨ªa de Educaci¨®n cuando se supere cierto umbral¡±. Para ¨¦l, hay muchos interrogantes.

Burbujas sin control

¡°Los grupos burbuja son grupos pinchados desde el momento en que solo se pueden mantener durante los horarios lectivos¡±, explica Mercedes Ruiz, directora del colegio p¨²blico San Jos¨¦ Obrero de Sevilla, que considera que los alumnos est¨¢n m¨¢s seguros en el centro que fuera, pero que el problema es que luego salen sin control y al d¨ªa siguiente regresan al centro.

De los 6.300 docentes que la Junta de Andaluc¨ªa ha contratado para garantizar una vuelta ¡°segura¡± al cole, a Ruiz le corresponder¨ªan tres, pero a 1 de septiembre ¡°no sabe cu¨¢ntos va a tener, ni cu¨¢ndo se van a incorporar¡±. La Consejer¨ªa de Educaci¨®n traslad¨® que la incorporaci¨®n de estos docentes de apoyo se efectuar¨ªa a lo largo del primer trimestre del curso.

Con informaci¨®n de Cristina V¨¢zquez, Eva Saiz y Josep Cat¨¤.

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