Incertidumbre, cabreo y ganas de ¡°hablar menos de pandemia y m¨¢s de educaci¨®n¡± en la vuelta al colegio

M¨¢s de ocho millones de alumnos vuelven a partir de este lunes a las aulas de colegios e institutos. La incertidumbre sobre la evoluci¨®n sanitaria permanece y los recortes de profesorado de refuerzo covid generan un fuerte malestar en los territorios que los han anunciado, como Madrid y Andaluc¨ªa. Pero docentes y familias transmiten a la vez el deseo de poner el foco este a?o en cuestiones acad¨¦micas, recuperar pr¨¢cticas escolares abandonadas a causa del virus, concentrar esfuerzos en los alumnos que se han quedado rezagados y asegurar la presencialidad. ¡°No va a volver a ser como antes¡±, dice Idoia Pujana, directora del instituto Botikazar de Bilbao, ¡°pero pensamos que ya es hora de hablar menos de pandemia y m¨¢s de educaci¨®n¡±. ¡°La gente¡±, a?ade Myriam Fuentes, responsable del instituto Antoni Maura de Palma, ¡°tiene muchas ganas de normalidad. Es decir, de hacer cosas¡±.

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Ambas directoras ¨Dcomo la otra docena de representantes de la comunidad educativa entrevistados para este reportaje¨D admiten que la capacidad del virus para desbaratar planes podr¨ªa acabar con sus esperanzas en pocas semanas. Los docentes tienen confianza en los efectos de la vacunaci¨®n, sobre todo en secundaria, donde se calcula que casi todo el alumnado estar¨¢ inmunizado en poco tiempo. Pero, al mismo tiempo, el impacto de la variante delta del virus, m¨¢s infecciosa, es desconocido, porque su expansi¨®n se produjo despu¨¦s de que terminara el pasado curso. En ese contexto, profesores como Juli¨¢n Esteban, director del instituto Gonzalo Torrente Ballester de San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid), y representantes de padres, como Rogelio Carballo, presidente de la confederaci¨®n de asociaciones de padres de Galicia, expresan su preocupaci¨®n por el hecho de que el protocolo sanitario general aprobado por el Gobierno y las comunidades aut¨®nomas permita aumentar el n¨²mero de alumnos por clase (al elevar la ratio en infantil de 20 a 25 alumnos y reducir la distancia interpersonal en secundaria de 1,5 metros a 1,2).

Las consecuencias de las mutaciones del virus son una inc¨®gnita. Pero sobre las modificaciones introducidas en el protocolo sanitario de los centros educativos s¨ª hay algunas evidencias. Debido a la autonom¨ªa que las comunidades tienen a la hora de aplicar el protocolo estatal (que ha funcionado m¨¢s como una gu¨ªa de recomendaciones, ya que la ¨²ltima palabra la han tenido y la volver¨¢n a tener las autoridades sanitarias y educativas auton¨®micas en sus respectivos territorios), las novedades que experimenta la norma general este curso ya estuvieron vigentes el pasado en algunas comunidades, sin que se registraran diferencias sustanciales en los contagios entre comunidades.

En muchos institutos vascos, como el de Idoia Pujana, ya hubo el a?o pasado clases de bachillerato con 30 alumnos sentados a una distancia m¨¢s pr¨®xima a los 1,2 metros como contempla ahora el protocolo sanitario b¨¢sico del Gobierno para toda Espa?a (el a?o pasado, la recomendaci¨®n general eran 1,5 metros como m¨ªnimo). Numerosos centros de secundaria acogieron, adem¨¢s, a todos sus alumnos a diario: sucedi¨® en los de autonom¨ªas enteras (como Euskadi, Galicia, Castilla y Le¨®n, y Extremadura) y en numerosos institutos de otros territorios, como el centro que Myriam Fuentes dirige en Palma, donde se reunieron cada jornada un millar de personas sin que hubiera especiales problemas (el centro no tuvo que confinar ning¨²n aula completa, y hasta donde sabe su responsable, los pocos estudiantes y profesores que se contagiaron a lo largo del curso lo hicieron fuera del ¨¢mbito escolar).

En los colegios de autonom¨ªas como la Comunidad Valenciana funcionaron en primaria grupos burbuja de 25 alumnos (que es el l¨ªmite que aplicar¨¢n este a?o pr¨¢cticamente todas las regiones), y en muchas escuelas andaluzas, como la que Jorge Delgado dirige en Sevilla, tambi¨¦n hubo 25 ni?os en las clases de infantil. Y ni en un caso ni en otro el nivel de contagios result¨® especialmente elevado en comparaci¨®n con el resto de autonom¨ªas.

Peor calidad

Otra cosa es que, como afirma Delgado, presidente de la asociaci¨®n andaluza de directores de colegios p¨²blicos, gracias a los dos profesores de apoyo covid (para un centro de 385 alumnos) con los que cont¨® el curso pasado pudo ofrecer refuerzo a los chavales con m¨¢s dificultades y atender telem¨¢ticamente a los que ten¨ªan que quedarse confinados en casa. Es decir, que la escuela pudo dar una atenci¨®n educativa mejor que la que podr¨¢ ofrecer este a?o, cuando no tendr¨¢ ning¨²n apoyo extra. La calidad de la ense?anza tambi¨¦n se ver¨¢ rebajada en el instituto p¨²blico del que Juli¨¢n Esteban es director en Madrid: los refuerzos van a pasar de los ocho con que empez¨® el curso pasado (y que en enero se redujeron a seis), a ¡°2,66, porque el tercer profesor no estar¨¢ en el centro a jornada completa¡±, afirma el docente.

La retirada de refuerzos, coinciden los entrevistados, es prematura porque el da?o educativo causado por la pandemia a¨²n no ha sido reparado. Ahora hay, por ejemplo, m¨¢s ni?os que llegan a tercero de primaria sin haber consolidado la lectoescritura. Y Mar¨ªa Quintana, presidenta de los directores de institutos p¨²blicos de Castilla y Le¨®n, asegura que tambi¨¦n est¨¢n detectando m¨¢s problemas en secundaria: ¡°Hay alumnos, sobre todo los que vienen de entornos con m¨¢s dificultades, que todav¨ªa arrastran las consecuencias del confinamiento general, a lo que hay que sumar las cuarentenas que hubo el curso pasado. Ah¨ª es donde vamos a poner este curso el esfuerzo de recuperaci¨®n, en intentar ponerlos a todos al mismo nivel¡±.

La presencialidad, una l¨ªnea roja

En las 11 autonom¨ªas donde los refuerzos de profesorado se mantienen o aumentan (de momento, solo han anunciado reducciones cuatro: Madrid, Andaluc¨ªa, Murcia y Arag¨®n, mientras que Catalu?a y La Rioja a¨²n no han presentado sus planes), la atenci¨®n de la comunidad educativa se centra, adem¨¢s de en la vertiente sanitaria, en otras cuestiones. La principal, garantizar la presencialidad, como explica Albert Llop, presidente de la federaci¨®n de madres y padres de Mallorca y profesor de Filosof¨ªa en secundaria: ¡°Para nosotros es una l¨ªnea roja. La semipresencialidad ha sido muy perjudicial para los alumnos, no solo a nivel acad¨¦mico, sino tambi¨¦n personal y social. Sabiendo lo que ya sabemos, debemos garantizar la presencialidad con todo lo que sea posible. Una de nuestras reivindicaciones hist¨®ricas es la eliminaci¨®n de las aulas prefabricadas, es decir barracones. Pero si este curso un centro los necesita para que puedan caber todos, estamos a favor¡±.

Muchos centros esperan recuperar durante este a?o escolar espacios, como gimnasios, bibliotecas, clases de dibujo y de inform¨¢tica, que hace un a?o tuvieron que convertir en aulas para cumplir con las ratios de alumnos por grupo m¨¢s reducidas. Y tambi¨¦n retomar iniciativas pedag¨®gicas a las que se vieron obligados a renunciar por la pandemia. En el instituto de Idoia Pujana, en Bilbao, prev¨¦n reanudar el intercambio de docentes con Alemania y Dinamarca. En el de Myriam Fuentes, en Palma, la entrada de un segundo profesor de refuerzo dentro del aula. En el de Juan Luis Garc¨ªa, presidente de los directores de institutos p¨²blicos de Castilla-La Mancha, las salidas y las clases de apoyo por las tardes. Y a la alumna ?ngela Cardona, que va a empezar primero de Bachillerato en el instituto Ausi¨¤s March de Gand¨ªa (Valencia), le gustar¨ªa volver a tener las clases en las que se utilizaba el teatro para aprender castellano, valenciano e ingl¨¦s.

El ¨¦xito de la escuela a la hora de contener el virus el curso pasado y el avance de la vacunaci¨®n han infundido un moderado optimismo (el tiempo dir¨¢ si justificado) en buena parte de la comunidad educativa. Un estado de ¨¢nimo que hace que en los primeros d¨ªas del curso en muchos claustros se est¨¦ hablando m¨¢s de cuestiones educativas, como el desarrollo de la nueva ley de ense?anza, la Lomloe, que sanitarias. Y que, como comenta Sergio de la Fe, presidente de la confederaci¨®n de asociaciones de madres y padres de Canarias, empiece a parecer posible volver a poner sobre la mesa, poco a poco, debates ¡°que la pandemia hab¨ªa hurtado, como la mejora de las infraestructuras y la formaci¨®n del profesorado¡±.

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