?No deber¨ªa la universidad ense?ar a leer, a escribir y a exponer en p¨²blico?
Dedicar un espacio en el curr¨ªculo a estas actividades puede ser un elemento fundamental para que nuestro estudiantado salga de la pasividad a la que la instituci¨®n escolar ¡ªdesde la primaria a la universidad¡ª le condena
Antes que nada, aclaro que el t¨ªtulo de este texto se refiere a comprender textos relativamente complejos (libros, fundamentalmente), escribir desarrollando un argumento y presentarlo y defenderlo en p¨²blico.
En los planes de estudio de las ¨¢reas de ciencias sociales y de humanidades de las universidades hay un claro predominio de la docencia basada en asignaturas. Hay pocos cr¨¦ditos en los que los estudiantes puedan disfrutar de un amplio nivel de autonom¨ªa. Este podr¨ªa ser el caso de los Trabajos de Fin de Grado (TFG). La otra ¡°asignatura¡± en la que los estudiantes podr¨ªan tener mayor libertad son las pr¨¢cticas externas. A diferencia de los TFG, tales pr¨¢cticas no son obligatorias en todos los grados.
Tal y como est¨¢n conformados los planes de estudio, no se termina de ver d¨®nde estar¨ªan los tiempos ¡ªo, si se quiere, los cr¨¦ditos¡ª que pudieran asegurar que los estudiantes salen del grado habiendo le¨ªdo unas cuantas decenas de libros tanto cl¨¢sicos como actuales ¡ªen todo caso, poco menos que imprescindibles¡ª. Parece dif¨ªcil que en las 150 horas dedicadas a cada asignatura semestral se pueda desarrollar su programa y se asigne un tiempo para la lectura y comentario de libros o de textos largos, y la subsiguiente evaluaci¨®n de tal actividad.
Lo mismo cabr¨ªa decir sobre el aprender a escribir coherentemente, a desarrollar un argumento y a exponerlo en p¨²blico. Es verdad que todo ello quiz¨¢s se haga en algunas asignaturas. Sin embargo, en grupos en los que lo habitual es contar con m¨¢s de 50 estudiantes, se antoja un tanto dif¨ªcil que un profesor pueda asumir la cicl¨®pea tarea de coordinar lecturas y de asesorar en la elaboraci¨®n y presentaci¨®n de trabajos. Su presentaci¨®n y defensa en p¨²blico es fundamental. Hoy en d¨ªa, cualquiera puede conseguir uno de estos trabajos recurriendo a sus compa?eros o simplemente encarg¨¢ndolos en un mercado de TFG y de Trabajos de Fin de M¨¢ster cada vez m¨¢s amplio.
En definitiva, la configuraci¨®n de nuestros planes de estudio no garantiza que el estudiantado haya le¨ªdo (y analizado y discutido) un m¨ªnimo, pongamos, de 40 o 50 libros a lo largo de su formaci¨®n. Esto se podr¨ªa solucionar si en cada curso se asignaran seis cr¨¦ditos para algo que podr¨ªa llamarse club de lectura, de modo que en grupos reducidos se comentaran libros con la ayuda de un profesor.
Los tiempos asignados a la lectura son una ocasi¨®n de oro para la reflexi¨®n aut¨®noma y para la contrastaci¨®n de puntos de vista. Por otro lado, cada asignatura deber¨ªa promover la lectura, quiz¨¢s m¨¢s de art¨ªculos cient¨ªficos y de cap¨ªtulos de libros. Aqu¨ª cabr¨ªa incluir la lectura de art¨ªculos de la prensa generalista. Al fin y al cabo, este tipo de prensa contiene la descripci¨®n y, sobre todo, el an¨¢lisis del presente (apunto que es una pena que, a diferencia de lo que ocurre en otros pa¨ªses, no se ofrezcan suscripciones con precio reducido para los estudiantes universitarios).
Algunos planes incluyen asignaturas referidas al desarrollo de t¨¦cnicas de expresi¨®n oral y escrita. No est¨¢ mal. Sin embargo, el movimiento se demuestra andando. Lo que desde aqu¨ª propongo es que tales t¨¦cnicas deber¨ªan desarrollarse al hilo de la escritura y presentaci¨®n de trabajos o peque?as investigaciones a cargo de los estudiantes. Deber¨ªa haber un TFG ¡ªobviamente, con otro nombre puesto que no ser¨ªa una actividad de fin de grado¡ª de seis cr¨¦ditos en cada a?o. No es de recibo que nuestros estudiantes se topen de buenas a primeras en el ¨²ltimo curso con una tarea como es el TFG cuando a lo largo del grado no han sido preparados para una labor que exige saber manejar la informaci¨®n, haber le¨ªdo abundantemente y exponer y debatir en p¨²blico.
Puede resultar de inter¨¦s ojear algunos de los contenidos del plan de estudios del Bachelor in behavior and social sciences (impartido en ingl¨¦s) del muy elitista Instituto de Empresa. En el primer curso se ofrecen asignaturas como Learning to Observe, Experiment & Survey, Data Insights & Visualization, Simulating and Modeling to Understand Change, The Big History of Ideas and Innovation, Writing Skills y Presentation Skills.
Es m¨¢s que sabido que buena parte del estudiantado que se matricula en las ¨¢reas aqu¨ª consideradas no suele tener una brillante trayectoria acad¨¦mica previa. No obstante, el alumnado que llega a la universidad empieza una nueva etapa en la que su profesorado nada sabe sobre su desempe?o escolar anterior: el efecto Pigmali¨®n para el estudiante individualmente considerado ha desaparecido. Es decir, se abre un nuevo periodo en el que ser¨ªa esencial depositar en nuestros estudiantes altas expectativas ¡ªjustamente lo contrario de lo que, me temo, viene siendo habitual ahora¡ª. Para ello, ser¨ªa preciso ofrecer un grado en el que lo esencial fuese el crear un escenario ¡ªdel que el plan de estudios es un elemento m¨¢s¡ª en el que cada alumno pueda desarrollar su propia interpretaci¨®n del mundo, en el que se convierta en un profesional polivalente y en un ciudadano plenamente comprometido con la democracia.
El hecho de contar en cada curso con cr¨¦ditos para la lectura y debate y para la escritura y presentaci¨®n oral de trabajos puede ser un elemento fundamental para que nuestro estudiantado salga de la pasividad a la que la instituci¨®n escolar ¡ªdesde la primaria a la universidad¡ª le condena y sea capaz de intervenir en clase con fundamentos s¨®lidos. Si reducimos el grado a una mera suma de asignaturas en donde lo importante es alcanzar los 240 cr¨¦ditos que dan acceso al t¨ªtulo, no estaremos garantizando que nuestros universitarios sean realmente pensadores aut¨®nomos.
Con una propuesta como la aqu¨ª planteada ser¨ªa posible una educaci¨®n de ¨¦lite para todos ¡ªsi se me permite el ox¨ªmoron¡ª y no solo para quienes estudian en ciertas universidades privadas ¡ªde Espa?a o de otros pa¨ªses¡ª o para los que se matriculan en los grados ¡ªy dobles grados¡ª en los que se exige una nota de acceso cercana al m¨¢ximo de 14 puntos.
Crear un p¨²blico lector capaz de interpretar aut¨®nomamente el mundo y con capacidad para debatir en p¨²blico es clave para la democracia.
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