El Gobierno retrasar¨¢ las nuevas exigencias a las escuelas infantiles para no hundir al sector privado ni frenar la expansi¨®n p¨²blica

El Ministerio de Educaci¨®n va a dar m¨¢s tiempo a las escuelas infantiles que matriculan a ni?os de 0 a 3 a?os para adaptarse a las nuevas condiciones f¨ªsicas y de n¨²mero m¨¢ximo de alumnos por aula incluidas en el nuevo decreto de centros educativos, cuyo primer borrador present¨® en julio. El texto establec¨ªa por primera vez unos requisitos m¨ªnimos y unas ratios m¨¢ximas por aula que todas las escuelas infantiles espa?olas, p¨²blicas y privadas, deb¨ªan empezar a cumplir en el curso 2023-2024. Ahora, las aulas de 0-3 se rigen por normas auton¨®micas muy diversas. Y la nueva regulaci¨®n, la primera de ¨¢mbito estatal para los primeros a?os de escolarizaci¨®n, se enmarca en la voluntad del Gobierno de dignificar, aumentar la tasa de escolarizaci¨®n y dar un enfoque educativo a una etapa considerada tradicionalmente sobre todo asistencial, pese a las evidencias sobre su potencial para compensar las desigualdades sociales a medio y largo plazo.

El aplazamiento, solicitado por las comunidades aut¨®nomas, se concretar¨¢ probablemente en un cambio que limitar¨¢ el cumplimiento inmediato de las nuevas condiciones a los centros de nueva creaci¨®n, y dar¨¢ un periodo de tiempo a las que ya existen para adaptarse. El objetivo, se?alan fuentes del ministerio, es evitar da?ar al sector de las escuelas infantiles privadas, muy castigado por la pandemia y por el descenso hist¨®rico de la natalidad, y no ralentizar el despliegue de plazas p¨²blicas de 0-3 que est¨¢n llevando a cabo las comunidades aut¨®nomas con fondos del Gobierno y la Uni¨®n Europea.

El borrador de real decreto de condiciones m¨ªnimas de los centros educativos, presentado a las comunidades aut¨®nomas en julio y enmarcado en la reforma general del sistema educativo puesta en marcha tras la aprobaci¨®n de la Lomloe, indicaba que en las clases de 0 a?os habr¨ªa un m¨¢ximo de 8 alumnos; en las de 1 a?o, 12, y en las de 3 a?os, 18. La ratio en las aulas de 0 a?os no planteaba conflicto, porque es la que ya rige en casi todos los territorios. La ratio en las aulas de 1 a?o representaba mayor dificultad, porque en la mayor¨ªa de las autonom¨ªas es ahora de 13. Y el verdadero problema resid¨ªa en las de 2 a?os, porque a esa edad la tasa de matriculaci¨®n ya es importante (el 64% de los ni?os est¨¢n escolarizados) y 9 de las 17 comunidades aut¨®nomas, incluidas las seis m¨¢s pobladas, tienen un l¨ªmite de 20 ni?os por clase. El texto introduc¨ªa, adem¨¢s, nuevas exigencias dif¨ªciles de cumplir principalmente por una parte de los centros privados, en otros aspectos, como el tama?o del patio (un m¨ªnimo de 75 metros cuadrados si ten¨ªa menos de seis unidades y de 150 metros a partir de ese l¨ªmite), y la existencia de una sala polivalente de 36 metros cuadrados.

El borrador del real decreto se encontr¨® en la reuni¨®n en que fue presentado por el ministerio con la oposici¨®n frontal de las comunidades gobernadas por el PP, y tambi¨¦n con las reticencias de algunas autonom¨ªas gobernadas por los socialistas, que pidieron tiempo para analizar y debatir la norma. El ¨²nico obst¨¢culo fue la regulaci¨®n del primer ciclo de infantil, porque en el resto de etapas las ratios de alumnos permanec¨ªan iguales. El ministerio decidi¨® abrir una fase de negociaci¨®n y, tras recibir las alegaciones de las comunidades aut¨®nomas, espera presentar un nuevo borrador de decreto en la segunda quincena de septiembre, aunque no es descartable que se retrase m¨¢s. El motivo es que en el caso de la etapa 0-3 el decreto no modifica condiciones previamente reguladas, como en el resto de etapas, sino que las regula por primera vez, lo que puede hacer su tramitaci¨®n m¨¢s compleja de lo previsto.

Los requisitos incluidos en el borrador preocupan al presidente de la patronal de las escuelas infantiles, Ignacio Grima. ¡°Desde una perspectiva te¨®rica, cuantos menos ni?os haya por aula, mejor. Pero hay que ser realista sobre la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de una medida que puede hacer econ¨®micamente insostenible algunos grupos. Y, adem¨¢s, la ampliaci¨®n de espacios, que en ciertos casos resultan imposibles f¨ªsicamente de ejecutar, llevar¨ªan a bastantes centros a tener que cerrar¡±, afirma. La previsible moratoria chocar¨¢, al mismo tiempo, con las demandas de la comunidad educativa, que ya consideraba demasiado elevadas las ratios previstas en el borrador de decreto. UGT reclama, por ejemplo, que haya como m¨¢ximo seis ni?os en las clases de 0 a?os, 10 en las de 1 a?o, y 12 en las de 2.

¡°Necesitan mucha atenci¨®n y la necesitan ya¡±

Tambi¨¦n considera insuficientemente exigente el primer borrador el psic¨®logo Vicen? Arnaiz, experto en educaci¨®n infantil e impulsor de la red de Escoletes de Menorca, que, recuerda, no baja la ratio en todas las comunidades, porque en una parte de ellas son m¨¢s reducidas ahora. ¡°En general las baja, pero porque muchas comunidades tienen n¨²meros absurdos, como clases con 20 criaturas de dos a?os. Quien ha tenido hijos de esa edad, puede imaginarse a 20 como ellos. La maestra no puede dar abasto, porque necesitan mucha atenci¨®n y la necesitan en ese momento. No se les puedes decir: ¡®Espera cinco minutos, que ahora no puedo¡¯. Y, adem¨¢s, siempre hay incidentes: uno que vomita, otro que se ha ca¨ªdo, dos que se pelean¡­ Es aberrante pensar en un marco educativo con 20 criaturas o con 18¡å.

Arnaiz echa en falta tambi¨¦n que el borrador, adem¨¢s de establecer un n¨²mero m¨¢ximo de alumnos en el aula, establezca unas dimensiones m¨ªnimas para las clases, porque ahora solo se?ala que deber¨¢n tener al menos dos metros cuadrados por alumno. Sin m¨¢s concreciones, advierte el experto, podr¨¢ haber aulas de 0 a?os de 16 metros con ocho ni?os, o clases de 2 a?os con 12 ni?os en 24 metros cuadrados, unas proporciones que en su opini¨®n carecen de sentido teniendo en cuenta que se trata de cr¨ªos que no se quedan sentados, sino que tienden a moverse sin parar. El psic¨®logo lamenta igualmente que el borrador no prevea la presencia de especialistas en logopedia y educaci¨®n especial en el primer ciclo de infantil para facilitar la inclusi¨®n educativa y permitir la detecci¨®n temprana de problemas de desarrollos en los ni?os. ¡°Parece apostar sin decirlo por un modelo de atenci¨®n temprana extraescolar, que los padres tengan que acudir a otro centro para que diagnostiquen a sus hijos¡±, afirma.

La experiencia de Maite Lillo, que fue educadora (para lo que se requiere un t¨ªtulo superior de Formaci¨®n Profesional) y ahora es maestra de infantil, es que en las clases de ni?os de 2 a?os hay una diferencia importante entre tener 20 ni?os en el aula o tener 18. Y lo que supone un cambio enorme, prosigue, son las aulas de 2 a?os que se han ido abriendo en los colegios p¨²blicos de la Comunidad Valenciana, donde adem¨¢s de la educadora que normalmente se exige hay tambi¨¦n una maestra, y ambas trabajan juntas en clase. ¡°Son todav¨ªa muy dependientes, y si una est¨¢ sola y tiene que cambiar pa?ales, ense?arles a beber solos, autonom¨ªa de higiene, lavarse las manos y el resto de h¨¢bitos que forman parte de los objetivos principales de la etapa, no puede estar atendiendo a la vez el aspecto pedag¨®gico¡±.

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