?Qu¨¦ hacer si creo que mi hijo es v¨ªctima de acoso escolar?
Prevenir y detectar los casos de ¡®bullying¡¯ pasa necesariamente por involucrar a toda la comunidad educativa y por cultivar, desde casa, valores tan importantes como la asertividad y el respeto
Si hay algo que caracteriza al acoso escolar es que, al margen de las cifras, no se limita ni se detiene en las paredes del centro escolar. El bullying es ya multiplataforma porque, a lo sucedido en sus instalaciones, se suma lo que acontezca despu¨¦s en las redes sociales, fuera del horario lectivo y lejos del alcance de los profesores y, muchas veces, de las familias. La amenaza no es balad¨ª: el aumento en el uso de los dispositivos digitales ha tenido como consecuencia un crecimiento significativo del ciberacoso en redes sociales como WhatsApp, Instagram o Tik Tok, hasta el punto de suponer el 22,6% de este tipo de agresiones. La edad de acceso a estos terminales tampoco ayuda: los menores hacen uso de su propio m¨®vil, de media, a los 12 a?os y sin apenas supervisi¨®n parental, seg¨²n los datos ofrecidos por el III Informe de Prevenci¨®n del Acoso Escolar en Centros Educativos de la Fundaci¨®n Anar y la Fundaci¨®n Mutua Madrile?a.
De la percepci¨®n de los estudiantes se deduce que el acoso escolar afecta todav¨ªa a un 15,2% de los menores. Otros porcentajes tambi¨¦n son relevantes: uno de cada cinco alumnos admite haber podido participar en alg¨²n caso de acoso o ciberacoso sin darse cuenta, mientras que, de los casos detectados, casi la mitad no fueron resueltos, e incluso el 17% de los alumnos piensa que el centro no hizo nada por solucionarlo. Los docentes, por su parte, se?alan la falta de recursos (78,8%) y de formaci¨®n (51%) en el profesorado, as¨ª como la dificultad en diferenciar el acoso de otros problemas de convivencia como las barreras m¨¢s relevantes a la hora de intervenir en los centros.
¡°Lo primero que debemos hacer es distinguir el acoso de lo que no lo es, porque es verdad que los ni?os se pelean y a veces se hacen da?o si juegan a lo bruto, tienen comportamientos indeseados y se faltan el respeto¡±, afirma la psic¨®loga infantil Silvia ?lava. ¡°Cuando hablamos de acoso, tiene que existir una intenci¨®n de hacer da?o de manera completamente intencionada, deliberada y continuada, y que se dirija siempre al mismo alumno¡±. Y que exista, adem¨¢s, un desequilibrio de poder entre el acosador y el acosado, que se siente inferior al otro y que ve c¨®mo la situaci¨®n de acoso afecta seriamente a su autoestima. Los tipos de agresi¨®n m¨¢s frecuentes, seg¨²n el informe Anar, son los insultos, motes o burlas (86,3%); la difusi¨®n de rumores (46,9%); los empujones o collejas (45,3%); el aislamiento (44,9%), los golpes y patadas (38%); y las provocaciones 30,9%).
1. La prevenci¨®n
Actuar frente al acoso empieza necesariamente con la prevenci¨®n y, por ello, cualquier acci¨®n preventiva ha de abarcar toda la comunidad escolar, desde el clima del aula hasta el de todo el colegio e incluso de las familias. Y hacerlo sin olvidar que hablar de acoso es hablar de la v¨ªctima, pero tambi¨¦n del acosador y del resto de compa?eros, que muchas veces adoptan el rol de testigos mudos frente a la agresi¨®n. Por eso, el primer factor que hay que trabajar es el respeto: ¡°Uno de los problemas que tiene el acoso es que no implica ¨²nicamente a un ni?o que acosa a otro; tambi¨¦n est¨¢n los compa?eros que lo ven y no dicen nada o que incluso le refuerzan, aplaudi¨¦ndole por detr¨¢s¡±, explica ?lava. A la primera se?al de una falta de respeto en el aula, afirma, es necesario que el alumno o alumna afectados puedan pararlo; que los compa?eros tambi¨¦n lo puedan frenar; y que, si es necesario, se lo digan al adulto responsable del aula. ¡°Tenemos que pensar que la mayor parte del acoso es encubierto, porque ocurre a espaldas de los adultos¡±, a?ade.
Pero la prevenci¨®n es un proceso que ha de empezar en casa, trabajando la autonom¨ªa, la asertividad y la inteligencia emocional de los peque?os desde muy temprano, ¡°para que sean capaces de decir qu¨¦ es lo que quieren, piensan, desean u opinan, pero sin imponerlo; y que tampoco se queden callados o inhibidos¡±, recomienda ?lava. Esto no solo ayudar¨¢ a que haya menos v¨ªctimas; tambi¨¦n har¨¢ que surjan menos acosadores. Ahora bien, ?c¨®mo trabajar esa asertividad a nivel familiar? ¡°Lo primero que hay que hacer es crear un clima de confianza, donde los ni?os se atrevan a compartir lo que est¨¢ ocurriendo en la escuela. Ellos tienen que sentirse escuchados en casa, y que vean que a su familia le importa lo que est¨¢ pasando y que los van a escuchar. Y eso implica crear espacios donde conversar¡±, a?ade. La experta sugiere usar el tiempo dedicado a la cena familiar: ya que estamos todos juntos en casa, mejor cenar juntos y contarse lo que est¨¢ sucediendo.
Suele decirse que hay que predicar con el ejemplo, y esto es aqu¨ª m¨¢s cierto que nunca. El modelo que los ni?os tengan en casa influir¨¢ de manera directa en su conducta futura, porque ellos tienden a copiar a sus adultos de referencia: su padre y madre, su profesor o profesora... Y si queremos que sean asertivos, es importante que sus progenitores tambi¨¦n lo sean. ¡°Pero si yo soy una persona que tiendo a faltar el respeto, y hablo despectivamente desde que pongo la tele, ?qu¨¦ pasa? Que mi hijo o hija pensar¨¢n que eso es normal¡±, explica ?lava. Y cuidado con la sobreprotecci¨®n: los menores criados con un estilo educativo sobreprotector tienen m¨¢s probabilidades de acabar siendo v¨ªctimas de acoso.
?C¨®mo actuar respecto a las redes sociales? Es importante no caer en el error de repudiarlas, porque el entorno digital es una parte esencial de sus vidas que no podemos pretender ignorar. Pero, para evitar el abuso de las mismas, ¡°lo que s¨ª podemos hacer es, desde peque?os, acompa?arlos en su correcto uso. En funci¨®n de su edad, poner una limitaci¨®n de tiempo; y al principio nos tendremos que sentar a su lado, ver en qu¨¦ p¨¢ginas y redes sociales se mete y qu¨¦ tipo de comentarios est¨¢ dejando, para que aprendan que el respeto y la tolerancia tambi¨¦n han de estar presentes en internet¡±.
2. La detecci¨®n
?Qu¨¦ factores pueden indicar la presencia de acoso escolar? Aunque hay muchas diferencias individuales, est¨¢ claro que el bullying ser¨¢ siempre una situaci¨®n tremendamente angustiosa y ansi¨®gena para el menor, y eso transpirar¨¢ en su conducta. ¡°Vamos a ver muchos s¨ªntomas de ansiedad: desde que nos digan por la ma?ana que les duele la cabeza o la tripa (es decir, dolores som¨¢ticos), llegando incluso a vomitar, a que experimenten cambios de h¨¢bitos, como que no quieran ir al colegio o coger la ruta escolar o que insistan en que los acompa?es. O cuando, por ejemplo, hay una excursi¨®n con el colegio y ponen excusas para no ir¡±, argumenta la psic¨®loga.
Tambi¨¦n pueden producirse cambios de naturaleza muy diversa que abarcan desde el car¨¢cter a la alimentaci¨®n o los h¨¢bitos de sue?o. ¡°Puede que, por ejemplo, est¨¦ m¨¢s irritable, m¨¢s retra¨ªdo, m¨¢s angustiado o m¨¢s triste; que de repente tenga ataques de rabia o que se eche a llorar, pero que cuando le preguntes, ponga excusas y diga que no pasa nada¡±, desgrana ?lava. Puede suceder que, por la noche, le cueste conciliar el sue?o, y que durante el d¨ªa haya una excesiva somnolencia; que experimenten alteraciones del apetito, bien debido a una excesiva somnolencia o a que, por el contrario, coman con demasiada ansiedad; o que se muestre m¨¢s distra¨ªdo, olvidadizo o con baja seguridad y autoestima. ¡°E incluso podemos llegar a observar comportamientos agresivos en casa con los hermanos m¨¢s peque?os, donde reproduce ese tipo de comportamiento¡±, remacha la especialista.
3. C¨®mo actuar en caso de acoso
Lo primero de todo es no perder tiempo otorgando culpabilidades: ni a ti como padre o madre, ni al ni?o, ni?a o adolescente. No es el momento de culpabilizar, sino de escuchar y de tener una comunicaci¨®n abierta. ¡°Es decir: cu¨¦ntame qu¨¦ es lo que ha ocurrido. Intenta hacer preguntas lo m¨¢s abiertas posibles; no cerradas, para que te puedan o¨ªr y contar. Es el momento de validar sus emociones, no de dar soluciones. Y en ese ¡®te escucho¡¯, te escucho y te pregunto c¨®mo te sientes hoy; entiendo que est¨¦s frustrado; entiendo que est¨¦s enfadado; entiendo que est¨¦s triste y que tengas miedo... Lo ¨²ltimo que necesita es que le echemos la bronca o que le digamos qu¨¦ tiene que hacer, porque seguramente no est¨¢ en disposici¨®n de hacer nada¡±, desgrana ?lava. Se trata, en definitiva, de generar un clima de confianza.
El siguiente paso, contin¨²a la psic¨®loga, ser¨ªa ponerse en contacto inmediato con la escuela y solicitar la ayuda de los profesores: ¡°Hay que mantener un contacto fluido con el colegio o el instituto, para que nos digan lo que se va a hacer o se est¨¢ haciendo. Y, en paralelo, ser¨ªa tambi¨¦n bueno pedir ayuda externa para ayudarle a ser m¨¢s asertivo. Ense?arle a defenderse, pero no desde la agresividad ni desde la violencia, sino desde el ¡®yo te paro¡¯ o del ¡®soy capaz de decirte que esto no me gusta¡¯, y que incluso pueda, en un momento determinado, ignorar al acosador: ¡®Si la agresi¨®n est¨¢ haciendo que t¨² te enfades y te piques, ens¨¦?ale a pedir ayuda y hablar con el colegio¡±. Y, finalmente, intentar que abra su c¨ªrculo de amigos, o al menos favorecer otros contactos m¨¢s all¨¢ de ese entorno a trav¨¦s de actividades extraescolares, del barrio... ¡°Si no puede ser en la escuela o en el instituto, que al menos sea en otro sitio donde se sienta bien¡±, concluye ?lava.
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