Espa?a aprueba su primera ley integral para proteger a los ni?os frente a la violencia

El respaldo de los grupos ha sido pr¨¢cticamente un¨¢nime. El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la ley org¨¢nica que protege a los ni?os y adolescentes frente a la violencia, cuatro a?os despu¨¦s de que esta misma C¨¢mara instara al Ejecutivo a legislar de forma urgente. Es la primera norma integral en este ¨¢mbito en Espa?a y sit¨²a al pa¨ªs a la vanguardia internacional a nivel legislativo. El texto ha salido adelante por 297 votos a favor, 52 en contra y ninguna abstenci¨®n. Solo Vox ha manifestado su rechazo, por considerar que es contraria a la familia.

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Las claves de la ley de protecci¨®n de la infancia

La ley recoge un amplio abanico de iniciativas de prevenci¨®n, sensibilizaci¨®n, detecci¨®n y protecci¨®n de los menores que sufren violencia. El Comit¨¦ de Derechos del Ni?o hab¨ªa reclamado a Espa?a en 2010 que aprobara esta norma. Ahora se salda esa deuda y se contrae otra: desplegar las medidas recogidas en este marco jur¨ªdico, que pasan por desarrollar una buena estrategia que fije la lista de tareas a desarrollar por cada Administraci¨®n y otorgar suficiente dotaci¨®n presupuestaria, seg¨²n reclaman las organizaciones de infancia y de v¨ªctimas de abusos, que aplauden que tras a?os reclamando la norma vea finalmente la luz.

A primera hora, unos carteles azules con letras impresas reposaban sobre los pelda?os de las puertas del Congreso. ¡°La infancia por ley¡±, se le¨ªa. Justo enfrente, Save the Children y la Plataforma de Infancia tambi¨¦n hab¨ªan colocado un panel para recoger el sentir de la gente ante la aprobaci¨®n de la norma. ¡°Escuchemos su voz¡±, ¡°Ya era hora¡±, rezaban algunos mensajes.

La violencia contra los ni?os est¨¢ invisibilizada, no hay suficientes datos que permitan hacer una radiograf¨ªa exhaustiva. Pero los pocos que hay reflejan una realidad preocupante. En 2019 hubo m¨¢s de 40.000 delitos contra menores, seg¨²n datos del Ministerio del Interior a ra¨ªz de las denuncias y actuaciones policiales. Cerca de la mitad de los cometidos contra la libertad sexual tuvieron a un ni?o o un adolescente como v¨ªctima. Pero estos son solo los casos que salen a la luz, porque en muchas ocasiones no se denuncia. Y, cuando se hace, los procesos judiciales se eternizan y los menores a veces se ven obligados a declarar hasta en cuatro ocasiones, reviviendo una y otra vez lo sucedido.

La norma trata de evitar esta revictimizaci¨®n y establece la prueba preconstituida para los menores de 14 a?os, es decir, que solo deber¨¢n declarar una vez durante el proceso judicial, en la fase de instrucci¨®n, cuando se les grabar¨¢. La ley, que entrar¨¢ en vigor 20 d¨ªas despu¨¦s de su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, tambi¨¦n ampl¨ªa el plazo de prescripci¨®n de los abusos sexuales contra ni?os y adolescentes, por lo que el tiempo para denunciar comenzar¨¢ a contar cuando las v¨ªctimas cumplan 35 a?os, frente a los 18 actuales. Como m¨ªnimo, no prescribir¨¢n hasta que tengan 40 a?os, y en los casos m¨¢s graves hasta los 55, un tiempo vital para que las v¨ªctimas puedan procesar lo ocurrido y se atrevan a dar el paso de acudir a la justicia. Asimismo, la ley refuerza el derecho de los ni?os a ser escuchados y la formaci¨®n de los profesionales que tratan con ellos, adem¨¢s de que obliga a instaurar protocolos espec¨ªficos en los colegios, los establecimientos deportivos y de ocio y los centros de menores. Y da un mandato al Gobierno para que en el plazo de un a?o apruebe un proyecto por el que se creen juzgados y fiscal¨ªas especializadas en violencia contra la infancia.

El grueso de las medidas fueron aprobadas ya a mediados de abril en el Congreso, pero este jueves la C¨¢mara baja ha dado el visto bueno a los cambios introducidos la semana pasada en el Senado, entre los que destaca la prohibici¨®n de los desnudos en las pruebas para determinar la edad de los menores inmigrantes que llegan solos a Espa?a y una enmienda que reconoce las competencias auton¨®micas y que ha variado el sentido del voto de los partidos nacionalistas que en la primera votaci¨®n en el Congreso se posicionaron en contra (PNV) o se abstuvieron (EH-Bildu o Junts per Catalunya). Este jueves han votado a favor, reforzando as¨ª el consenso alcanzado durante la primera votaci¨®n en la C¨¢mara baja.

Un antes y un despu¨¦s

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha afirmado este jueves que ¡°esta ley va a marcar un antes y un despu¨¦s en la protecci¨®n a la infancia y la adolescencia en nuestro pa¨ªs¡±. Belarra ha se?alado que su principal ¨¦xito debe ser ¡°la promoci¨®n de un cambio cultural que implique un rechazo un¨¢nime e inequ¨ªvoco de toda la ciudadan¨ªa a cualquier forma de violencia¡± contra los ni?os. Como en su d¨ªa lo fue la ley de violencia de g¨¦nero. Durante su intervenci¨®n, la ministra se ha comprometido a ¡°desplegar al m¨¢ximo las posibilidades de esta norma¡±, ha asegurado que la memoria econ¨®mica ya contempla m¨¢s de 70 millones de euros para ello y ha dado las gracias, como tambi¨¦n lo han hecho los portavoces de la mayor¨ªa de grupos parlamentarios, a las organizaciones de infancia. En especial, Belarra ha agradecido su labor a James Rhodes, quien sufri¨® abusos en la infancia y por cuyo nombre tambi¨¦n es conocida la norma (ley Rhodes). El pianista, que ha hecho campa?a junto a las entidades sociales, celebra este jueves que ¡°los ni?os estar¨¢n ahora m¨¢s seguros y mejor protegidos que nunca¡±, aunque para ¨¦l ya sea tarde. Considera, eso s¨ª, que el tiempo que ha tardado en ver la luz ha sido ¡°imperdonablemente largo¡±.

Durante el debate, el consenso solo lo ha roto Vox. La diputada Teresa L¨®pez ha llamado a esta norma la ¡°ley Herodes¡±. ¡°La tarea de arropar y educar a los ni?os es de los padres. Y ahora quieren eliminar el v¨ªnculo biol¨®gico entre padres e hijos para destruir la m¨¢s bonita instituci¨®n: la familia¡±, ha dicho. ¡°Sus leyes son atroces¡±, ha afirmado la parlamentaria, que tambi¨¦n ha usado este t¨¦rmino para referirse a la ¡°invasi¨®n de Ceuta¡± por parte de Marruecos, ¡°que ha jugado con vidas humanas¡± y ha ¡°utilizado a menores¡±. La situaci¨®n en la ciudad aut¨®noma, especialmente ¡°las terribles im¨¢genes¡± que han llegado de ni?os y adolescentes, tambi¨¦n fue mencionada con preocupaci¨®n por diputados como Mertxe Aizpurua (EH-Bildu), Mariona Illamola (Junts per Catalunya), Mar¨ªa Carvalho (ERC) y Omar Anguita (PSOE), quien traslad¨® su apoyo a la voluntaria de Cruz Roja que ha sufrido ¡°ataques de odio¡± tras abrazar a un inmigrante que hab¨ªa llegado a la playa del Tarajal.

La parlamentaria del PP Mar¨ªa de la O Redondo ha defendido, sin nombrar a Vox, ¡°que la familia es fundamental en la ley¡±, y ha reclamado recursos para desarrollar la norma. La diputada de Ciudadanos Sara Gim¨¦nez ha destacado que la norma es un ¡°punto de partida¡±. Algo en lo que coinciden las organizaciones de infancia. ¡°El trabajo empieza ahora¡±, sostiene Cristina Sanju¨¢n, de Save the Children. Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia, a?ade: ¡°Estaremos vigilantes para que se cumplan los compromisos adquiridos¡±. Una idea que destaca al otro lado del tel¨¦fono Miguel Hurtado, primer denunciante de abusos en la abad¨ªa de Montserrat. Advierte del ¡°riesgo de caer en el triunfalismo anticipado¡±, ¨¦l quiere ver ¡°c¨®mo y cu¨¢ndo se desarrollan las medidas previstas¡±, como la creaci¨®n de juzgados especializados, y asegura que seguir¨¢ peleando por lograr la imprescriptibilidad de los abusos.

Este es tambi¨¦n el objetivo de Gloria Viseras, exgimnasta ol¨ªmpica que tambi¨¦n sufri¨® abusos, de los 12 a los 15 a?os. A las puertas del Congreso, destaca el avance que supone la ampliaci¨®n de los plazos de prescripci¨®n. ¡°Si hubiera existido esta ley en 2012, cuando denunci¨¦, habr¨ªa podido poner a mi abusador ante un juez¡±, dice. A unos metros de ella, Alba Mac¨ªas, de 27 a?os, pasea nerviosa. Ella sufri¨® violencia machista cuando ten¨ªa 16. ¡°Estoy muy orgullosa porque vamos a conseguir que los ni?os est¨¦n m¨¢s protegidos¡±, afirma. Y resume lo que est¨¢ por venir: ¡°Esto es solo el principio, todav¨ªa falta mucho para lograr sensibilizar a la sociedad¡±.