La dif¨ªcil misi¨®n de volver mixtos colegios segregadores: ¡°?Llevar¨ªas a tu hijo a una escuela donde solo quieren ni?as?¡±
La prohibici¨®n de que los centros educativos solo para chicas o chicos reciban dinero p¨²blico choca con problemas pr¨¢cticos, pol¨ªticos y judiciales
Por la puerta del colegio Guadalaviar de Valencia, un buen ejemplo de la arquitectura moderna construida en la ciudad a finales de los a?os 50, van saliendo un mi¨¦rcoles de febrero adolescentes con faldas oscuras a cuadros verdes, chaquetas y bolsas de deporte con el nombre del centro educativo vinculado al Opus Dei. La ley de Educaci¨®n aprobada en 2021 proh¨ªbe que los colegios que separan al alumnado por g¨¦nero reciban fondos p¨²blicos. El caso del Guadalaviar, que est¨¢ concertado y del que por mucho que uno espere no ver¨¢ salir esta tarde a ning¨²n chico, muestra hasta qu¨¦ punto es dif¨ªcil, sin embargo, la desegregaci¨®n. Incluso cuando la administraci¨®n responsable est¨¢ claramente comprometida con ella, lo que no es tan frecuente, y el colegio no intenta esquivar la ley.
Hace un a?o, en cuanto el calendario de implantaci¨®n de la ley educativa, la Lomloe, lo permiti¨®, la Generalitat valenciana envi¨® instrucciones a los 10 colegios concertados que segregan por sexo en la Comunidad Valenciana ¨Den toda Espa?a, cuando se aprob¨® la Lomloe, hab¨ªa unos 70¨D para advertirles que deb¨ªan dejar de hacerlo. La mayor¨ªa de autonom¨ªas, con gobiernos de distinto signo, decidieron esperar a que concluyese el periodo de vigencia de los conciertos de los centros segregadores para exig¨ªrselo. La valenciana no. Los colegios acataron la instrucci¨®n, quitaron el requisito del sexo de su proceso de matriculaci¨®n, y recibieron algunas peticiones de familias que quer¨ªan llevar a ni?os a colegios que hasta entonces hab¨ªan sido solo de ni?as y a la inversa. Acabado el periodo de matr¨ªcula, sin embargo, ninguno consigui¨® plaza.
La Consejer¨ªa de Educaci¨®n supervis¨®, seg¨²n fuentes de la Generalitat, el proceso, y comprob¨® que todo se hab¨ªa hecho conforme a la normativa. Los alumnos se hab¨ªan quedado fuera, por un lado, porque no ten¨ªan hermanos (que es el elemento que m¨¢s puntos da en los procesos de admisi¨®n) en unos colegios donde abundan. Dieciocho de las 20 alumnas matriculadas este curso en el aula de dos a?os del Guadalaviar ten¨ªan hermanas mayores en el centro, asegura una portavoz del centro. Pero el motivo fundamental por el que ning¨²n chico entr¨® en un colegio (hasta el curso pasado) de chicas ni tampoco a la inversa fue que se present¨® un n¨²mero muy bajo de solicitudes en tal sentido. ¡°Y si lo piensas es normal¡±, a?aden las fuentes de la Generalitat; ¡°?t¨² llevar¨ªas a tu hijo a un colegio religioso en el que solo quieren ni?as? El problema fue haber permitido en su d¨ªa que concertasen. Ahora es muy dif¨ªcil de arreglar, o har¨¢ falta mucho tiempo, porque lo normal es que las familias que pidan plaza en estos centros compartan su ideario. Y ese ideario incluye el principio de que las ni?as y los ni?os deben estudiar separados¡±.
Las comunidades aut¨®nomas est¨¢n actuando con ritmos y estrategias diferentes respecto a la previsi¨®n de la Lomloe, pero 14 de ellas o bien han empezado a aplicarla o bien han comunicado a los centros segregadores su intenci¨®n de retirarles el concierto si no aceptan la coeducaci¨®n. Se trata de los 10 territorios gobernados por el PSOE, adem¨¢s de Catalu?a, Euskadi, Cantabria y Galicia, que es el ¨²nico donde manda el PP que ha dicho p¨²blicamente que va a cumplir la ley.
La mayor¨ªa de autonom¨ªas, de uno u otro color pol¨ªtico, han optado por dejar que concluyan los conciertos con estos centros aprobados antes de la entrada en vigor de la Lomloe para abordar la cuesti¨®n. Andaluc¨ªa, Murcia y Castilla y Le¨®n tendr¨¢n que mostrar si van a cumplir o no la ley en cuesti¨®n de semanas, porque est¨¢n ahora en proceso de renovaci¨®n de sus conciertos. Madrid, donde m¨¢s colegios segregadores subvencionados hay (17) opt¨®, en cambio, por ampliar la duraci¨®n general de los conciertos de seis a 10 a?os, es decir, hasta 2027.
El mandato de la ley org¨¢nica de educaci¨®n se est¨¢ encontrando con otra clase de problemas. La reconversi¨®n de los colegios que segregan en mixtos podr¨ªa ser relativamente r¨¢pida en los casos en que hay dos colegios, uno de chicos y otro de chicas, que pese a funcionar como centros distintos, pertenecen a una misma organizaci¨®n y est¨¢n ubicados cerca, porque lo ¨²nico que tendr¨ªan que hacer para cumplir la Lomloe ser¨ªa mezclar las clases. En un reportaje publicado el a?o pasado por este peri¨®dico, una redactora llam¨® para pedir informaci¨®n a un centro de tales caracter¨ªsticas, ubicado en Catalu?a y gestionado por la Instituci¨® Familiar d¡¯Educaci¨®, tambi¨¦n vinculada al Opus Dei, sin identificarse como periodista, y su interlocutor le dijo: ¡°Ahora, para no perder los conciertos, somos mixtos, los ni?os y las ni?as est¨¢n en el mismo edificio, pero hay aulas para ni?os y aulas para ni?as. Y eso se mantendr¨¢¡±. Instituci¨® Familiar matiz¨® despu¨¦s que la informaci¨®n que se hab¨ªa proporcionado en dicha conversaci¨®n no era correcta.
Los fraudes podr¨ªan combatirse, afirma Jos¨¦ Manuel Cabrera, presidente de la asociaci¨®n de inspectores de educaci¨®n Adide. ¡°Solo har¨ªa falta entrar para ver la composici¨®n de las clases. Aunque deber¨ªa incluirse espec¨ªficamente en los planes de trabajo, porque en general hacemos mucha menos supervisi¨®n de aula en los centros privados concertados que en los p¨²blicos¡±. La Generalitat catalana ha asegurado que utilizar¨¢ a la inspecci¨®n educativa para asegurarse de que se cumple la ley en este terreno.
El obst¨¢culo judicial
Otro de los obst¨¢culos, y quiz¨¢ finalmente el decisivo, que est¨¢ frenando la retirada de los conciertos a estos colegios lo est¨¢n planteando los jueces. En Catalu?a, primero impidieron a la Generalitat retirarles las subvenciones para la primaria en tanto no expirase la duraci¨®n de los conciertos, en 2026. En secundaria, en cambio, conclu¨ªan el a?o pasado, y el Departamento de Educaci¨®n les comunic¨® que les retirar¨ªa el concierto si no asum¨ªan la coeducaci¨®n. Siete aceptaron, pero dos no. Y pese a ello, el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a paraliz¨® en noviembre de forma cautelar la p¨¦rdida de la subvenci¨®n hasta que haya sentencia sobre el fondo de la cuesti¨®n, si bien oblig¨® a los dos centros, Viar¨®, situado en Sant Cugat del Vall¨¨s, al lado de Barcelona, y Camp Joliu, en L¡¯Albor? (Tarragona), cercanas tambi¨¦n al Opus, a depositar una fianza.
En Navarra, los jueces no han paralizado la retirada de los conciertos, pero han elevado una cuesti¨®n de inconstitucionalidad al respecto, al considerar que la decisi¨®n del Gobierno foral, derivada de la aplicaci¨®n de la Lomloe, puede suponer ¡°trato discriminatorio¡± adem¨¢s de impedir el derecho de las familias a que sus hijos ¡°reciban la formaci¨®n religiosa y moral que est¨¦ de acuerdo con sus propias convicciones¡±. El Tribunal Constitucional ya ten¨ªa que pronunciarse sobre la cuesti¨®n con motivo de los recursos presentados contra la Lomloe por el PP y Vox, y la resolver¨¢ probablemente en marzo.
El tribunal dict¨® en 2018 una pol¨¦mica sentencia en la que no solo neg¨® que separar por sexo al alumnado sea inconstitucionalidad (como le hab¨ªa pedido el PSOE que declarase), sino que sugiri¨®, en un a?adido que dividi¨® al jurado en siete votos a favor y cinco en contra, que lo que s¨ª ser¨ªa contrario a la carta magna ser¨ªa negar los conciertos solo por dicha raz¨®n. El Constitucional ten¨ªa entonces mayor¨ªa conservadora. Ahora, con predominio progresista, y con una ley que enmarca la exclusi¨®n de las subvenciones en el objetivo de ¡°favorecer la igualdad de derechos y oportunidades y fomentar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres¡±, deber¨¢ zanjar el debate.
Puedes seguir EL PA?S EDUCACI?N en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.