Vivir en Mallorca y trabajar en Ibiza: 10 aviones semanales para conservar la plaza y conciliar
Docentes de Baleares denuncian que se ven obligados a cubrir puestos en una isla diferente a la de residencia y en la que no pueden asumir el coste de una vivienda
Cada lunes Carla Andrade se levanta a las cinco de la ma?ana en su casa de Palma para estar en el aeropuerto pasadas las seis. A las siete despega el avi¨®n que le conduce a Ibiza. Nada m¨¢s aterrizar en la isla, sale de la terminal y coge un autob¨²s que en 15 minutos la traslada desde el aeropuerto hasta la ciudad, donde se ubica el colegio en el que ha obtenido plaza para dar clase a alumnos de primaria despu¨¦s de aprobar la oposici¨®n el pasado junio. A las dos de la tarde, cuando suena la campana, sale del colegio, coge el autob¨²s y vuelve al aeropuerto de Ibiza. Se sube en el primer avi¨®n hacia Palma y sobre las cinco de la tarde llega a su casa en la vecina Mallorca, donde le esperan su pareja y sus dos hijos, de dos a?os y 11 meses. Una rutina que repite cada d¨ªa. Coger 10 aviones semanales es la ¨²nica soluci¨®n que ha encontrado para poder conciliar su vida familiar, mantener su plaza de funcionaria y no dilapidar su sueldo de maestra en un piso o una habitaci¨®n compartida en Ibiza. Andrade tiene experiencia, estuvo en la misma situaci¨®n el a?o pasado.
Esta maestra obtuvo un puesto como interina en un colegio de la localidad ibicenca de Santa Eul¨¤ria el curso pasado. Entonces su hijo ten¨ªa cuatro meses y ella tuvo que ir y volver cada d¨ªa en avi¨®n para poder mantener el puesto y a la vez estar con su beb¨¦, todav¨ªa lactante, cuando terminaba la jornada laboral. ¡°Fue una odisea, sufr¨ª mucho. Iba y ven¨ªa en avi¨®n cada d¨ªa, pero era interina y lo acept¨¦, sab¨ªa a lo que me enfrentaba¡± cuenta. Se sacaba la leche en los ratos que pod¨ªa y en el control de seguridad del aeropuerto se la quitaban y la tiraban a la basura: ¡°No me cre¨ªan al no ir con el beb¨¦¡±. Tras un a?o muy complicado, decidi¨® presentarse a las oposiciones docentes del pasado junio. Las aprob¨®, pero cuando tuvo que escoger plaza solo pod¨ªa elegir en Ibiza. Y vuelta a la pesadilla.
¡°Ahora voy cuatro d¨ªas a la semana porque tengo permiso de lactancia, pero a partir del 13 de octubre ya tendr¨¦ que ir de lunes a viernes¡± explica Andrade, para quien no es concebible quedarse a vivir entre semana en Ibiza en un apartamento lejos de sus hijos. Primero, por una cuesti¨®n de conciliaci¨®n y despu¨¦s porque los precios de alquiler en la isla son inasumibles y ahora mismo le sale m¨¢s rentable gastar entre 400 y 500 euros al mes en billetes de avi¨®n para ir y volver en el d¨ªa que los 700 euros que, de media, puede costar una habitaci¨®n. El barco nunca ha sido una opci¨®n, pues el trayecto m¨¢s corto desde Palma dura alrededor de dos horas y las frecuencias son mucho m¨¢s reducidas.
Su caso no es el ¨²nico. Decenas de docentes se han visto obligados a dejar la isla en la que residen tras obtener su plaza en una diferente. Este a?o, Baleares celebr¨® tres procesos diferentes para acceder a plazas p¨²blicas de profesor: un concurso de m¨¦ritos, una oposici¨®n de estabilizaci¨®n y una oposici¨®n de reposici¨®n. Tras esta situaci¨®n se esconde la necesidad de cumplir con la Ley 20/2021 que establece la obligatoriedad de rebajar el n¨²mero de interinos de la administraci¨®n al 8% de m¨¢ximo, en consonancia con la pol¨ªtica europea. Sin embargo, los procesos de este a?o tra¨ªan un cambio y se realizaron a nivel auton¨®mico, cuando en los ¨²ltimos 20 a?os siempre se hab¨ªan organizado considerando cada isla una unidad territorial. Esto siempre hab¨ªa permitido a los docentes decidir en cu¨¢l de las cuatro islas quer¨ªan participar parta obtener una plaza. En esta ocasi¨®n la Consejer¨ªa de Educaci¨®n no dio a conocer los puestos vacantes de cada isla, por lo que los aspirantes se vieron obligados a participar en el proceso sin conocer las condiciones definitivas.
A la hora de resolver los procesos, la consejer¨ªa quiso aplicar las mismas reglas del juego que hab¨ªan regido otros a?os, seg¨²n explica Llu¨ªs Segura, portavoz del sindicato STEI, el mayoritario en el sector educativo balear. En la elecci¨®n de plaza siempre han escogido antes los funcionarios de carrera, que son quienes han accedido al sistema a trav¨¦s del concurso de m¨¦ritos. Quienes entran por oposici¨®n son considerados funcionarios en pr¨¢cticas, ya que su primer a?o de trabajo lo desempe?an en esa condici¨®n.
Tradicionalmente, en las islas el orden de elecci¨®n de plazas ha sido as¨ª, aunque cada territorio tiene capacidad para regularlo y, por ejemplo, en Catalu?a es al rev¨¦s. Mientras que se ofertaron 2.683 plazas a trav¨¦s del concurso de m¨¦ritos, se ofrec¨ªan 829 a trav¨¦s de los dos procesos de oposici¨®n. A todo ello se suma que el tradicional d¨¦ficit de candidatos en Ibiza y Formentera juega en contra de quienes eligen m¨¢s tarde, ya que son las islas en las que quedan m¨¢s plazas vac¨ªas porque los candidatos prefieren evitarlas por el inasumible precio de la vivienda. Segura insta a Educaci¨®n a resolver ¡°el entuerto de no haber organizado los procesos por islas¡± porque considera que ¡°es esencial¡± para la convivencia en el centro. Desde el STEI defienden que ning¨²n docente tenga que trabajar en una isla en la que no reside y subrayan que hay margen para aplicar medidas que permitan suavizar el problema de cara al curso que viene.
Viajes a Palma
Ismael Moll est¨¢ en una situaci¨®n similar a la de su compa?era. Se levanta en Mah¨®n (Menorca) para estar en el aeropuerto antes de las siete de la ma?ana, cuando coge el avi¨®n que le traslada hasta Palma, donde da clase de Historia y Geograf¨ªa a alumnos de primero de la ESO en el instituto p¨²blico de La Ribera, en la zona de Playa de Palma. Sobre las tres de la tarde vuelve al aeropuerto y toma un avi¨®n de vuelta a Mah¨®n, donde le esperan su pareja y sus dos hijos, de cuatro y dos a?os. ¡°Coger varios vuelos a la semana de ida y vuelta entre Menorca y Mallorca, me sale m¨¢s barato que alquilar una habitaci¨®n¡± cuenta. Moll entr¨® en listas en 2016 para hacer sustituciones, pero durante los tres primeros a?os no le llamaron porque apenas ten¨ªa puntos por experiencia profesional. As¨ª que en 2019 aprob¨® las oposiciones en Menorca, pero se qued¨® sin plaza porque solo hab¨ªa cuatro. Decidi¨® presentarse a las de 2021 y, tras constatar que en Menorca solo se ofertaba una plaza y era posible que otras personas obtuvieran m¨¢s puntuaci¨®n por su experiencia laboral, concurs¨® en la isla de Mallorca, donde hab¨ªa 32 ofertas.
Su objetivo inicial era permanecer el m¨ªnimo de tres a?os en la isla necesarios para poder optar despu¨¦s al concurso de traslados con garant¨ªas. Sin embargo, cree que la celebraci¨®n del concurso de m¨¦ritos le volver¨¢ a dejar en la cola y no podr¨¢ regresar a Menorca como ten¨ªa pensado. ¡°Soy padre de dos ni?os menores y ped¨ª la reducci¨®n de jornada. Consegu¨ª que me aglutinaran todo en tres d¨ªas y durante el primer a?o me qued¨¦ en un piso en Palma donde dorm¨ªa las jornadas que ten¨ªa que dar clase, pero eso no era una soluci¨®n¡± explica.
El curso pasado decidi¨® dejar el piso de Palma e ir y venir entre las islas en la misma jornada. Este a?o viaja los lunes, mi¨¦rcoles y jueves que tiene que dar clase porque es la ¨²nica forma de conciliar y adem¨¢s le sale m¨¢s barato, ya que dejar a su familia en Menorca entre semana ¡°no era factible¡±. El precio de los billetes de avi¨®n ¡°ha subido¡± a pesar de que los reserva con mucha antelaci¨®n y ya tiene comprados todos hasta Navidad. ¡°He tenido de todo, cancelaciones, retrasos, pero aun as¨ª me compensa¡± sostiene.
Renuncias
Algunos viajan entre islas en el d¨ªa y a otros no les ha quedado m¨¢s remedio que desistir del trabajo. Alrededor de una treintena de docentes ha firmado hasta el momento su renuncia a la plaza de funcionario que les adjudicaron tras las oposiciones y el concurso de m¨¦ritos, al haberlas obtenido en islas diferentes a las de residencia, seg¨²n datos que maneja el sindicato STEI. Es el caso de I. M. que aprob¨® la oposici¨®n de este a?o despu¨¦s de m¨¢s de 15 como profesora en un colegio concertado de Palma. El examen le coincidi¨® con la recuperaci¨®n de una depresi¨®n postparto y todas las dificultades que conlleva preparar una prueba de este tipo con un reci¨¦n nacido. ¡°A quienes nos presentamos por oposici¨®n nos quedaron los retales. Me enter¨¦ en agosto de que mi plaza estaba en un colegio de Ibiza. Me entr¨® angustia, pero a pesar de todo mi marido me dijo que no me preocupara y que si hac¨ªa falta nos ¨ªbamos los tres a Ibiza y ¨¦l iba y volv¨ªa cada d¨ªa a Palma para trabajar¡± explica.
Se pusieron manos a la obra para encontrar un alojamiento asequible, porque en Palma dejaban una casa con hipoteca. Encontraron una habitaci¨®n en la que, cuando llegaron el 1 de septiembre, descubrieron que no cab¨ªa ni la cuna del ni?o. ¡°La consejer¨ªa nos avis¨® tarde y no pude matricular al ni?o en la guarder¨ªa. En la que encontr¨¦ plaza no era lo que parec¨ªa en los anuncios y mi familia no pod¨ªa venir a ayudarme porque los hoteles cuestan una barbaridad y es inviable. Me invadi¨® un sentimiento de culpa enorme y pens¨¦ que era o mi hijo o mi progreso. El lunes pasado firm¨¦ la renuncia a mi plaza¡±, cuenta I. M., que agradece a sus compa?eros del colegio de Ibiza que se volcaran para ayudarles a intentar encontrar un alojamiento y una guarder¨ªa para su hijo antes de renunciar al puesto. Baraj¨® la opci¨®n de ir y volver en el mismo d¨ªa, pero el centro en el que ten¨ªa plaza estaba al norte de la isla y no le daba tiempo a llegar en el primer vuelo de la ma?ana.
¡°Es todo una locura, no te puedes dejar el sueldo en una habitaci¨®n. La consejer¨ªa no ha dado soluciones, ojal¨¢ todo esto sirva para que no les vuelva a pasar a los compa?eros que vengan detr¨¢s¡±, dice. Ella ha renunciado a su plaza y para volver a optar a ser funcionaria en un centro p¨²blico tendr¨¢ que empezar de nuevo y aprobar una oposici¨®n o probar suerte con una de las pocas plazas de interino. Por el momento, ha vuelto a trabajar en el colegio concertado en el que estuvo durante m¨¢s de 15 a?os.
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