Los profesores de Matem¨¢ticas que estudiaron otra cosa: ¡°La carrera da ventaja, pero esto va sobre todo de tener ganas y preocuparte¡±
Cada vez m¨¢s docentes de la especialidad proceden de otras titulaciones, ante la falta de matem¨¢ticos que quieran dedicarse a ense?ar
Cuando Llu¨ªs Bonet empez¨® a ense?ar Matem¨¢ticas, el 4 de noviembre de 1989, el muro de Berl¨ªn todav¨ªa no hab¨ªa ca¨ªdo, aunque faltaba poco, Felipe Gonz¨¢lez acababa de ganar sus terceras elecciones, las ¨²ltimas con mayor¨ªa absoluta, y la salida natural de los licenciados en Matem¨¢ticas era la docencia, aunque ya entonces, como ahora, el sistema educativo, andaba falto de profesorado de la especialidad. Al menos en algunas zonas de Espa?a. A Bonet, que entonces ten¨ªa 24 a?os, una amiga le dijo: ¡°Vente a Alicante, que hay muchas vacantes¡¯. Y as¨ª era. Fui a la direcci¨®n territorial, me ofrecieron un mont¨®n, y eleg¨ª ir al instituto Historiados Chab¨¢s, en D¨¦nia¡±.
Treinta y cinco a?os despu¨¦s ¡°muy pocos y muy pocas estudiantes de Matem¨¢ticas se quieren dedicar a la ense?anza en secundaria, y de hecho, tampoco en la universidad¡±, afirma Clara Grima, divulgadora y profesora de la carrera en la Universidad de Sevilla, porque las ofertas de las compa?¨ªas financieras y tecnol¨®gicas resultan muy atractivas. ¡°Por teletrabajar desde casa en pijama les ofrecen un sueldo similar o superior. Y no solo no tienen que hacer el m¨¢ster de profesorado ni presentarse a unas oposiciones, sino que ense?ar, que es la profesi¨®n m¨¢s bonita del mundo, incluye la carga mental de trabajar con adolescentes y lidiar con sus familias¡±.
Como en otras ramas cient¨ªficas y tecnol¨®gicas de secundaria, las comunidades aut¨®nomas tienen problemas para cubrir todas las plazas y sustituciones. En algunas oposiciones a docentes de Matem¨¢ticas, como Madrid o Castilla-La Mancha, han llegado a quedar desiertas la mitad de las plazas. Los puestos son asignados mayoritariamente a docentes que no estudiaron la carrera, y, en casos de necesidad urgente, a aspirantes que ni siquiera cursaron el m¨¢ster de dicha especialidad. Seg¨²n el Comit¨¦ Espa?ol de Matem¨¢ticas (Cemat), la asociaci¨®n que agrupa a las principales entidades de matem¨¢ticos, ello est¨¢ provocando que parte del profesorado imparte la materia con un conocimiento ¡°insuficiente¡± de la materia.
Claudia L¨¢zaro, profesora del m¨¢ster en la Universidad de Cantabria, cree que el problema se agrav¨® porque, al pasar de licenciaturas a grados, muchas titulaciones universitarias vieron reducidas sus horas y, con ello, el tiempo dedicado al estudio de las matem¨¢ticas. Tanto L¨¢zaro como el resto de docentes entrevistados en este reportaje, afirman, sin embargo, que ello no significa que no se pueda ser buen docente de la disciplina sin haber estudiado Matem¨¢ticas, pero s¨ª que requiere esfuerzo.
¡°La gente que hizo la carrera tiene una ventaja inicial sobre m¨ª, claro, esto no es ciencia infusa¡±, afirma Juan Mart¨ªnez-T¨¦bar, que estudi¨® Biolog¨ªa y Qu¨ªmica y realiz¨® cursos de doctorado en Bioestad¨ªstica y Probabilidad antes de descubrir su vocaci¨®n de profesor de Matem¨¢ticas en secundaria. Desde hace 30 a?os da clases en Albacete y es, adem¨¢s, director del servicio de publicaciones de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Profesores de Matem¨¢ticas. ¡°Yo siempre me he preocupado por decir: ?en qu¨¦ estoy m¨¢s flojo, en ¨¢lgebra, en geometr¨ªa? Y en hacer cursos sobre ello. La formaci¨®n complementaria es imprescindible para el profesorado. Los que estudiaron la licenciatura por supuesto que parten con ventaja, pero esto al final va sobre todo de tener ganas y preocuparte¡±.
Geograf¨ªa e historia
Alberto Fortes, 37 a?os, profesor de Matem¨¢ticas en el instituto p¨²blico Garc¨ªa-Barb¨®n de Ver¨ªn (Ourense), tambi¨¦n decidi¨® que quer¨ªa ser docente habiendo empezado por otro camino, el de la arquitectura. Y aunque los conocimientos disciplinares le parecen importantes ¨Dest¨¢ sac¨¢ndose la carrera de Matem¨¢ticas a distancia, por la UNED, y lleva ya dos tercios¨D, advierte: ¡°Un docente pudo haber estudiado matem¨¢ticas, saber much¨ªsimo a nivel conceptual, pero a la hora de explicar no tener las habilidades y no haber adquirido las herramientas para hacerlo bien. Y, en cambio, alguien que no estudiara matem¨¢ticas pero tenga conocimientos suficientes y mucha habilidad para explicar o una buena formaci¨®n en ello, puede transmitirlas mejor¡±.
Fortes lamenta el ¡°clasismo¡± que tambi¨¦n observ¨®, dice, en su disciplina de origen, cuando sus colegas arquitectos descalificaban a aparejadores o ingenieros. ¡°?Si eres historiador puedes dar Historia muy bien, y, en cambio, si eres ge¨®grafo no vas a poder ense?ar bien la parte de Historia de la asignatura de Geograf¨ªa e Historia? Pues depende. De lo que hayas le¨ªdo, de lo que te hayas formado¡¡±.
El profesor gallego, que se dedicaba a la cooperaci¨®n en Arquitectura sin Fronteras, prepar¨® las oposiciones con un grupo de trabajo integrado por aspirantes de diferentes disciplinas, forma parte de varias entidades matem¨¢ticas, y desarrolla proyectos con colegas de otros departamentos, cree que el debate sobre el origen de los ense?antes tiene mucho de ficticio. ¡°Puede que yo tenga una carencia en algo, y que alguien que estudi¨® matem¨¢ticas la tenga, por ejemplo, en geometr¨ªa, por eso de que algunos dicen que no tienen visi¨®n espacial. Hay diferencias, vale. Pues vamos a trabajar en equipo, intentemos construir lo mejor con la parte buena de cada uno. Y centr¨¦monos en cuestiones como que el alumnado no coja odio a las matem¨¢ticas, que es lo que muchas veces detectamos¡±.
Despu¨¦s de dos d¨¦cadas dedicado tambi¨¦n a la arquitectura, Enrique Jorro decidi¨® a los 45 a?os, dar un giro y probar la docencia. ¡°Me matricul¨¦ en un m¨¢ster online de una universidad privada, a pesar de que era muy caro, porque el de la p¨²blica, adem¨¢s de tener pocas plazas, no me permit¨ªa compaginarlo con el trabajo y la vida familiar¡±. Hizo las pr¨¢cticas en un colegio concertado ¨Dlas universidades privadas no tienen convenios con los centros p¨²blicos¨D situado en un barrio de clase baja de Valencia, y ense?ar y tratar con adolescentes le enganch¨®.
A Jorro siempre le han gustado las matem¨¢ticas ¡ªeran, junto a las asignaturas de f¨ªsica, las materias que m¨¢s le gustaban en la carrera¡ª. Sabe que hay temas de la oposici¨®n, a la que espera presentarse en 2025, que tendr¨¢ que trabajar a fondo, pero eso, dice, le motiva. Y en una actividad del m¨¢ster dedicada a analizar sus debilidades y fortalezas lleg¨® a la siguiente conclusi¨®n: ¡°Creo que la cosa mala que tengo es mi edad, mi incorporaci¨®n tard¨ªa al sistema educativo. Y la cosa buena es tambi¨¦n mi edad. Tener experiencia me puede ayudar en situaciones complicadas, como las que vi haciendo las pr¨¢cticas, que requer¨ªan ser profesor, trabajador social y de todo. Y que no es lo mismo que te pillen con 23 a?os que con 47¡å.
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