Los f¨¢rmacos contra la tuberculosis pensados para ni?os llegan a ?frica

7.000 ni?os kenianos ser¨¢n los primeros del mundo que probar¨¢n las nuevas p¨ªldoras de dosis fija pensadas espec¨ªficamente para ni?os que se aprobaron a finales de a?o, seg¨²n ha anunciado el Ministerio de Sanidad del pa¨ªs. El reparto empezar¨¢ el 1 de octubre.

Las nuevas pastillas contienen medicamentos ya conocidos, pero formulados de manera que sean f¨¢ciles de tomar por los peque?os, en una sola p¨ªldora y con sabores agradables. Esto es importante ya que un tratamiento est¨¢ndar de tuberculosis de primera l¨ªnea debe suministrarse durante seis meses, y conseguir que los peque?os afectados lo sigan a rajatabla es fundamental para que se curen y no desarrollen variantes resistentes del bacilo que causa la enfermedad.

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Hasta ahora, para dar medicaci¨®n a los ni?os se usaban las formulaciones de adultos y se part¨ªan y se machacaban las pastillas, con lo que los menores no tomaban una dosis exacta y, adem¨¢s, era dif¨ªcil d¨¢rsela porque la tragaban mal y sab¨ªan peor.

La medicaci¨®n fue aceptada a finales del a?o pasado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), y se calcula que en todo el mundo podr¨¢ beneficiar a un mill¨®n de peque?os (algo m¨¢s del 10% del total de personas que se infectan cada a?o). En los 18 pa¨ªses de ?frica que ya han mostrado inter¨¦s por este tratamiento se contagian 155.000 ni?os cada a?o.

La b¨²squeda de formulaciones espec¨ªficas para menores es un campo de innovaci¨®n en general poco utilizado. Este ha sido desarrollado gracias a la ONG Unitaid, que en 2013 comprometi¨® 16,7 millones de d¨®lares para conseguir uno. Organizaciones como DNDi (Iniciativa para el Desarrollo de Medicamentos para Enfermedades Olvidadas) tambi¨¦n tiene en marcha programas similares para conseguir tratamientos pedi¨¢tricos contra el VIH, por ejemplo. Aunque no hay que investigar su eficacia, porque se basan en los que ya se usan, conseguir la formulaci¨®n adecuada (idealmente, en jarabe que no necesite fr¨ªo para su conservaci¨®n, por ejemplo) supone otro tipo de investigaci¨®n farmac¨¦utica que en infecciones en retroceso, como la tuberculosis y el VIH infantil, cuesta financiar.