Un futuro para el ?frica rural
El aumento de viajeros puede aliviar el ¨¦xodo hacia las ciudades y potenciar el desarrollo
En 2016, ?frica recibi¨® a 56 millones de turistas, un 5% de los viajeros del mundo seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial del Turismo. Para 2030, los pron¨®sticos hablan de un incremento de hasta 134 millones. Esto podr¨ªa convertir al turismo en un motor de desarrollo sostenible si se promueve su forma m¨¢s responsable, tanto para el visitante extranjero como el local.? Tal como advert¨ªa recientemente Fadi Noutchemo, directora de desarrollo de negocios de la Asociaci¨®n Africana de Profesionales de la Aviaci¨®n: ¡°El turismo puede ser una forma de evitar la despoblaci¨®n rural en ?frica¡±.
Para la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, el turismo es uno de los principales contribuyentes para la creaci¨®n de empleo: "En particular para las mujeres, los j¨®venes, los trabajadores migrantes, las comunidades rurales y los pueblos ind¨ªgenas y tiene numerosos v¨ªnculos con otros sectores. Como consecuencia, el turismo puede conducir a la reducci¨®n de la pobreza y a la promoci¨®n del desarrollo socioecon¨®mico y del trabajo decente¡±. El sector podr¨ªa representar una oportunidad para las comunidades m¨¢s cercanas a los principales epicentros tur¨ªsticos de ?frica ¨C¡ªb¨¢sicamente zonas de playa y reservas naturales¡ª, tanto como un revulsivo para el ¨¦xodo rural. La diversificaci¨®n de las actividades econ¨®micas en las zonas rurales de ?frica, con un creciente peso del turismo responsable y sostenible, podr¨ªan ser, en un futuro, un freno para las migraciones masivas hacia las ciudades o las zonas periurbanas y una oportunidad para el desarrollo sostenible.
El turismo responsable es un modelo que busca la sostenibilidad social, econ¨®mica y medioambiental en los lugares de destino. En ¨¦l, se fomenta el respeto a las culturas ind¨ªgenas y se promueve su desarrollo, as¨ª como se busca proteger el medioambiente a partir de la incorporaci¨®n de energ¨ªas renovables, criterios de bioconstrucci¨®n o la producci¨®n ecol¨®gica de los productos que se consumen en los establecimientos tur¨ªsticos.
Para ilustrar algunas de las iniciativas que ya se est¨¢n llevando a cabo en ciertas partes del continente africano y ver de qu¨¦ forma el turismo puede llegar a mejorar la vida de las comunidades, hemos visitado distintos proyectos hoteleros que est¨¢n ofreciendo oportunidades de empleo sostenible, apoyando y ensalzando la importancia crucial de las culturas aut¨®ctonas, utilizando energ¨ªa solar o hidr¨¢ulica, o fomentando proyectos educativos a los m¨¢s j¨®venes tanto como alfabetizando a los adultos.
1. Virunga Lodge (Ruanda)
Situado entre el Lago Burera y los volcanes Virunga, este peque?o hotel de monta?a suele albergar a grupos de turistas que se desplazan a la zona para poder ver a comunidades de gorilas en peligro de extinci¨®n. Con bungal¨®s que reflejan la arquitectura local, de techos de pizarra y paredes anchas para proteger del fr¨ªo, los visitantes cuentan con comodidades de lujo pero con instalaciones sensibles con el medioambiente como inodoros de poca presi¨®n y energ¨ªa solar, que limitan la luz en las habitaciones y obligan a reunirse alrededor del fuego con los dem¨¢s hu¨¦spedes.
Desde 2004, el hotel emplea a un grupo de danza compuesto por miembros de las comunidades circundantes, que ofrecen una muestra de Intore, la m¨²sica y el ballet tradicional ruand¨¦s. Adem¨¢s, a partir de una fundaci¨®n creada por el propio establecimiento, se ha electrificado la zona, beneficiando a 63 familias de la regi¨®n. Aparte de emplear a personal local, se han incrementado las actividades productivas de los vecinos de las aldeas de Sunzu, Nyagatoki y Bugeyo a partir de un proyecto de cultivo de champi?ones que se sirven como plato estrella en el restaurante o la financiaci¨®n de cinco apicultores de Kyambura, cuya miel se puede comprar y degustar durante los desayunos. Varias decenas de mujeres de los alrededores, que fabrican y tejen utensilios de rafia, generan ingresos para sus familias a partir del comercio justo generado de vender su artesan¨ªa, impulsado por el hotel.
2. Nkwichi Lodge (Mozambique)
En el norte de la parte mozambique?a del Lago Malawi, donde es conocido como Lago Nyassa, hay un Ed¨¦n africano ejemplar gestionado por una empresa innovadora dedicada a la conservaci¨®n de su pr¨ªstina orilla y al desarrollo sostenible de diecis¨¦is aldeas circundantes. Parte de la Fundaci¨®n Manda Wilderness, se trata de un modelo de negocio que reinvierte sus ganancias para impulsar el desarrollo en una regi¨®n castigada por veinticinco a?os de guerra civil y marginada geogr¨¢ficamente de la alejada capital del pa¨ªs. La falta de carreteras que comuniquen Nkiwchi, cuyo nombre deriva del sonido que la fina arena de su paradis¨ªaca playa emite al pisarla, hace que este proyecto inmerso en una de las regiones m¨¢s v¨ªrgenes de Mozambique sea un complemento necesario a actividades humildes como la agricultura de subsistencia. Sin ¨¦l, gran parte de la poblaci¨®n local se ver¨ªa abocada a la migraci¨®n hacia zonas urbanas y periurbanas.
Alrededor de este hotel de lujo y ecosostenible, se han construido doce escuelas que proporcionan educaci¨®n primaria a los ni?os y ni?as de las aldeas, en su mayor¨ªa hijos de los propios trabajadores. Tambi¨¦n se ha construido la primera cl¨ªnica materna de la regi¨®n de Cobu¨¦, incidiendo enormemente en la salud de las mujeres de la regi¨®n. Y se ha procurado el sustento para unos 500 agricultores locales, que proporcionan lo necesario para los hu¨¦spedes pero que tambi¨¦n consiguen vender su excedente al exterior. Un responsable de los proyectos, residente permanente en el lodge, se encarga tambi¨¦n de la organizaci¨®n de actividades socioculturales como un Festival de Gospel que alberga a decenas de corales de la zona, as¨ª como talleres de formaci¨®n en horticultura o reciclaje.
3. Mushroom Farm (Malawi)
No toda la oferta de turismo responsable es para bolsillos privilegiados, ni mucho menos. Sobre todo en Malawi, que siendo uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, lleva a?os atrayendo a mochileros de Sud¨¢frica o Estados Unidos, as¨ª como de otros puntos del planeta.
Casi en la cima de la monta?a de Livingstonia, en la localidad de Manchewe, hay un reducto de paz con sobrecogedoras vistas a la Bah¨ªa de Nkhata, uno de los lugares m¨¢s visitados del pa¨ªs. Llamado ¡°El Huerto de Setas¡± por estar situado en una ladera de la monta?a en el que los hongos crecen con mucha facilidad, se trata de un peque?o y humilde albergue que funciona como empresa social, respetuosa con el medioambiente, el desarrollo comunitario sostenible y el empoderamiento local. Desde 2004, este negocio ha llevado la electricidad a la aldea a partir de energ¨ªa hidr¨¢ulica generada en las cascadas frente a las que se erige; ha apoyado al primer estudiante universitario del pueblo; y ofrece clases de alfabetizaci¨®n para adultos. Y todo, a partir de las ganancias generadas de la hospeder¨ªa, que se reparten de forma equitativa con la comunidad local.
Con la autosuficiencia y la ecolog¨ªa en la base de su filosof¨ªa, el albergue ofrece men¨²s vegetarianos elaborados a partir de su propia cosecha o a partir de los productos ecol¨®gicos que compran a los agricultores de la zona. Paradigma de ecoturismo y bio-construcci¨®n, el agua proviene de un manantial natural, y la luz, de la utilizaci¨®n de placas de energ¨ªa solar. Adem¨¢s, sus curiosos lavabos almacenan los desechos humanos para generar compost para abonar los huertos, trabajados a partir de la permacultura. Su bungal¨® m¨¢s solicitado, el ¡°Cob¡±, es un precioso espacio privado construido con tierra, agua y paja, que se inspira con la arquitectura aut¨®ctona. Siendo el alojamiento m¨¢s humilde, se trata de uno de los m¨¢s inspiradores de nuestra lista.
4. Kyaninga Lodge (Uganda)
Emplazado ante un impresionante tel¨®n de fondo, el Lago Kyaninga, antiguo cr¨¢ter de un volc¨¢n dormido, y frente las Monta?as de la Luna o Rwenzori, al oeste ugand¨¦s, este exquisito alojamiento fundado por el ingl¨¦s Steve Williams, es ¨²nico en su especie. Construido enteramente con madera aut¨®ctona y alzado como el mayor motor de ocupaci¨®n en la zona, este lujoso alojamiento para bolsillos privilegiados es una factor¨ªa para el desarrollo local. A tan solo dos horas del Parque Nacional Queen Elizabeth, el destino de safaris m¨¢s conocido de Uganda y uno de los que tiene mayor Biodiversidad del mundo, Kyaninga atrae a amantes de la naturaleza por doquier.
Ejemplo de ecoturismo, el establecimiento se abastece b¨¢sicamente con energ¨ªa solar, que proporciona electricidad y agua caliente a las distintas caba?as, elevadas encima de un precioso bosque virgen. En tan solo seis a?os, este hotel ha reforestado la flora ind¨ªgena, amenazada por la presi¨®n demogr¨¢fica y el cambio clim¨¢tico. De esta forma, la fauna ha empezado a restablecerse en el cr¨¢ter y cuenta con cada vez m¨¢s comunidades de monos Colobus, vervet y un sinf¨ªn de aves que los empleados dan a conocer al visitante, transmitiendo un profundo respeto por el ecosistema local. En los alrededores del hotel, todo el mundo conoce a Steve, que es sin¨®nimo de prosperidad, formaci¨®n para el personal y buena gesti¨®n de los recursos.
La revoluci¨®n demogr¨¢fica africana
Desde la era de las independencias, las migraciones del campo a la ciudad debido a la falta de oportunidades han revolucionado las tendencias demogr¨¢ficas en ?frica. El 14% de poblaci¨®n urbana que hab¨ªa en 1950 ha alcanzado el 40% en menos de 70 a?os. Y ?frica ha pasado de ser el continente con los ¨ªndices m¨¢s bajos de poblaci¨®n en ciudades al que m¨¢s r¨¢pidamente se urbaniza.
Mientras las tendencias apuntan a que para 2050 la mitad del continente vivir¨¢ en ciudades, sobre todo por la falta de oportunidades en el campo, un reciente ensayo del Instituto de Estudios de Seguridad en ?frica sostiene que el crecimiento urbano est¨¢ superando al desarrollo institucional y econ¨®mico necesarios. Lo que dificulta que las ciudades puedan asegurar viviendas adecuadas, acceso a servicios b¨¢sicos como el agua potable o el saneamiento, creaci¨®n de empleo productivo o seguridad alimentaria para todos sus habitantes. En el ¨²ltimo informe del estado de las ciudades del mundo, Naciones Unidas tambi¨¦n se?ala que una mala planificaci¨®n y dise?o urbano pueden conducir al aumento de las desigualdades, la inseguridad y el crecimiento de asentamientos informales, con impactos desastrosos sobre el medioambiente a partir del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
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