C¨®mo distinguir la intolerancia a la lactosa del colon irritable (y qu¨¦ puede comer en cada caso)

En los ¨²ltimos a?os cada vez son m¨¢s las personas que sufren alg¨²n tipo de problema digestivo. Si de forma habitual despu¨¦s de beber un par de vasos de leche acaban en el cuarto de ba?o, lo asocian con la intolerancia a la lactosa. Al margen de que solo un diagn¨®stico m¨¦dico podr¨ªa confirmarlo, es importante tener claras algunas claves para distinguir una intolerancia de otras posibles fuentes de malestar.

La intolerancia a la lactosa tiene grados

Curiosamente, en Europa ¡ªsobre todo en los pueblos con una tradici¨®n ancestral ganadera, como los holandeses y los suecos¡ª la incidencia de la intolerancia a la lactosa no est¨¢ tan extendida como en otros pa¨ªses gracias a una peculiar adaptaci¨®n gen¨¦tica.

Aunque no existen cifras oficiales, el colectivo m¨¦dico calcula que entre un 30% y 50% de la poblaci¨®n podr¨ªa ser intolerante a este az¨²car, seg¨²n un estudio publicado en 2015 por la Sociedad Espa?ola de Patolog¨ªa Digestiva (SEPD) y la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG), a partir de encuestas entre facultativos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria afina m¨¢s y se?ala el m¨¢ximo de incidencia en un 34% para la poblaci¨®n espa?ola.

Estas personas sufren en general hinchaz¨®n, dolor abdominal y diarrea despu¨¦s de consumir productos con un alto contenido en lactosa; como leche de vaca, oveja y cabra, helados con base de leche, nata y algunos quesos frescos.

?Por qu¨¦ sucede esto? La lactosa es un az¨²car o disac¨¢rido natural de la leche, compuesto por dos monosac¨¢ridos ¡ªla glucosa y la galactosa¡ª, que el organismo debe dividir para poder absorberlos. De ello se encarga la lactasa, una enzima que se produce en el intestino delgado; pero si se tiene un d¨¦ficit de esta enzima, el organismo no puede metabolizar ¡ªtransformar los alimentos para su absorci¨®n¡ª correctamente la lactosa y aparecen las molestias intestinales. Por grados, puede ir desde una ligera sensibilidad hasta una intolerancia grave que conlleva la retirada de la leche de la dieta.

Aunque en ning¨²n caso la intolerancia llega a una gravedad extrema, como explica el doctor Gabriel Olveira Fuster, miembro del Comit¨¦ gestor de la SEEN (Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n) y presidente de la Sociedad Andaluza de Nutrici¨®n Cl¨ªnica y Diet¨¦tica (SANCYD): "Dado que no presenta una amenaza para la salud, el tratamiento aqu¨ª consiste en minimizar la incidencia y la intensidad de los s¨ªntomas. Despu¨¦s de eliminarla de la dieta se puede ir introduciendo e ir comprobando la tolerancia".

Adem¨¢s, si se consume leche habitualmente se establece una cierta ¡°tolerancia adquirida¡±, ya que "la flora intestinal se adapta en cierta forma a la presencia de lactosa", a?ade el catedr¨¢tico Miguel Calvo, coordinador del Grupo de Investigaci¨®n en Bioqu¨ªmica de las Prote¨ªnas de la Leche de la Universidad de Zaragoza.

No todo es intolerancia: puede ser colon irritable

¡°No todo el que se considera intolerante a la lactosa lo es: existe mucha desinformaci¨®n y se puede confundir con otros problemas digestivos, como el s¨ªndrome de colon irritable. Pero tambi¨¦n es cierto que a veces quien nunca tuvo problemas con la leche, de la noche a la ma?ana puede sufrir problemas intestinales", puntualiza Calvo.

En un estudio de cohortes ¡ªen un grupo de poblaci¨®n seleccionado, en este caso pacientes diagnosticados de colon irritable¡ª llevado a cabo por la Universidad Sophia-Antipolis de Niza, solo el 19% de aquellos que, en la soledad de su casa y echando mano del doctor Google, hab¨ªan llegado a la conclusi¨®n de que eran intolerantes resultaron serlo. Adem¨¢s, los investigadores encontraron que aquellos pacientes que manifestaron s¨ªntomas de malabsorci¨®n a la lactosa durantes las pruebas ¡ªtest del aliento¡ª ten¨ªan un cuadro de colon irritable m¨¢s severo que aquellos que dieron positivo al test, pero no presentaron s¨ªntomas en el momento de realiz¨¢rselo. De aqu¨ª la importancia de buscar un diagn¨®stico profesional.

Nada que ver con la alergia

Si la intolerancia a la lactosa y el colon irritable pueden compartir s¨ªntomas, ninguna de las dos puede confundirse con la alergia a la prote¨ªnas de la leche, muy diferente en sus s¨ªntomas y en sus consecuencias, pues compromete el sistema inmunol¨®gico.?

La reacci¨®n al¨¦rgica se produce ante prote¨ªnas l¨¢cteas ¡ªno frente al az¨²car (lactosa), que es la causante de la intolerancia¡ª como la betalactoglobulina y la case¨ªna. Los s¨ªntomas de esta alergia ¡ªque es poco frecuente, suele aparecer en la infancia y puede remitir posteriormente¡ª son urticaria, picores en la lengua y la garganta, problemas respiratorios y en caso extremo, anafilaxia.

Aqu¨ª no basta con retirar la leche de la dieta, sino que dependiendo de la intensidad de la alergia conviene controlar tambi¨¦n los productos procesados y algunos medicamentos que pueden haber estado en contacto con estas prote¨ªnas en su elaboraci¨®n.

Adem¨¢s de las leches sin lactosa, los intolerantes a este az¨²car tienen una amplia variedad de productos derivados de la leche que pueden consumir sin preocuparse por la motilidad gastrointestinal, como yogures, k¨¦fir, cuajadas, mantequilla y quesos curados. Esto es posible gracias a las bacterias l¨¢cticas ¡ªlactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus¡ª que se utilizan para la fermentaci¨®n, rompen la lactosa y producen ¨¢cido l¨¢ctico. Cuanto m¨¢s ¨¢cido sea el producto, menos cantidad de lactosa y mejor digesti¨®n: un yogur, por ejemplo, es m¨¢s ¨¢cido que el k¨¦fir.

Una buena noticia para los intolerantes a la lactosa, ahora que la artesan¨ªa del yogur amenaza con sustituir a la de la cerveza. No solo se pueden comprar, si se est¨¢ al otro lado del oc¨¦ano, recetas muy especiales con leche de oveja como las que propone Bellwetherfarms, o lanzarse a los ecol¨®gicos de Vrai que pueden encontrarse en Espa?a (si son enteros, tiene m¨¢s ¨¢cidos grasos que los convencionales, lo que los hace a¨²n m¨¢s aptos para los intolerantes): lo pr¨®ximo ser¨¢ hacerlos en casa. Eso s¨ª, cuanto m¨¢s ¨¢cidos mejor.

¡°Lo que influye en que un yogur sea m¨¢s o menos ¨¢cido es el microorganismo que se ha incorporado a la leche para su fermentaci¨®n", explica Miguel Calvo, y a?ade: "En esa elaboraci¨®n, las bacterias l¨¢cticas rompen la lactosa en galactosa y glucosa, y por tanto ahorran ese trabajo al intestino. Si una persona tiene una intolerancia leve y puede beber medio vaso de leche, podr¨¢ consumir dos yogures. Y adem¨¢s el efecto no es acumulable: en un mismo d¨ªa puede comer un yogur por la ma?ana y otro por la noche y no pasa nada. Lo que no tiene ninguna base cient¨ªfica es la diferencia entre yogures ecol¨®gicos y no ecol¨®gicos para evitar la intolerancia a la lactosa. Pueden ser m¨¢s o menos cremosos, pero el efecto en cuanto a la intolerancia ser¨¢ el mismo¡±, concluye el investigador.

En cuanto a las personas afectadas de colon irritable, numerosos estudios han concluido que los alimentos con probi¨®ticos, como los yogures, ayudan a mejorar los s¨ªntomas. S¨ª y no. En una revisi¨®n de estos estudios llevaba a cabo por la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington (EE UU) observaron que, seg¨²n los s¨ªntomas que presenta el paciente y el tipo de probi¨®tico, estos suplementos pueden ayudar a revertir la irritaci¨®n mejorando la flora intestinal o no reportar ning¨²n beneficio en absoluto.