Feminismo o explotaci¨®n a los mandos de las videoconsolas chinas
Las jugadoras chinas son minor¨ªa y est¨¢n discriminadas, pero algunas plantan cara. Panda Cute es el primer equipo femenino de Hong Kong, aunque la imagen que proyecta es pol¨¦mica
Basta caminar unos metros por cualquiera de los gigantescos pabellones que ocupa China Joy en Shangh¨¢i para descubrir el papel que la mujer juega en la principal feria de videojuegos del gigante asi¨¢tico: son un reclamo sexual. Ataviadas con uniformes de enfermera sexi o con diminutos vestidos kawaii ¡ªcomo se denomina en Jap¨®n al estilo tierno pero con un claro componente de morbo¡ª, su funci¨®n es la de atraer a los visitantes varones ¡ªque son casi todos¡ª a los espacios de las diferentes productoras de juegos.
A pesar de que hace un par de a?os el Gobierno decidi¨® exigir a los organizadores que el atuendo responda a las normas m¨ªnimas del decoro, detalladas al cent¨ªmetro en el caso de escotes y de la longitud de las minifaldas, algunos asistentes no tienen reparo en reconocer que su objetivo es fotografiar ropa interior y, con suerte, alg¨²n nip slip o la aparici¨®n accidental de un pez¨®n. ¡°Luego las podemos colgar en diferentes webs de modelos¡±, comenta uno.
Sin embargo, en las competiciones que se celebran frente a un p¨²blico entregado, que sigue las partidas a trav¨¦s de pantallas gigantescas, ellas brillan por su ausencia. ¡°He venido porque mi novio es un forofo de los videojuegos y no ten¨ªa mejor plan. Pero yo me aburro mucho con esto. Es un mundo de hombres¡±, comenta una joven apellidada Wu mientras su pareja se deja los dedos en los mandos de una videoconsola.
Pero no todas piensan como ella. De hecho, diferentes estudios afirman que las mujeres suponen casi ¡ªo sin casi, dependiendo del pa¨ªs¡ª la mitad de todas las personas que juegan en videoconsolas, ordenadores, o tel¨¦fonos m¨®viles. No obstante, seg¨²n una encuesta del Pew Research Center, solo un 9% de las estadounidenses con edad comprendida entre los 18 y los 29 a?os se considera gamer, el t¨¦rmino en ingl¨¦s utilizado para referirse a quienes se toman en serio los videojuegos. La percepci¨®n social es tambi¨¦n muy clara: el 60% cree que es una actividad masculina. Y a este ¨²ltimo respecto no hay grandes diferencias entre hombres y mujeres.
Desafortunadamente, esta creencia y el machismo prevalente desembocan en pol¨¦micos ataques contra las jugadoras que deciden participar en torneos de lo que se conoce como e-sports o juegos electr¨®nicos. Sucede en todo el mundo, pero quiz¨¢ en Asia esta lacra es todav¨ªa m¨¢s evidente. ¡°Cuando hablo con gamers occidentales siento una punzada de envidia, porque muchas de ellas cuentan con el apoyo de su familia y de sus amigos. Y la gente se pone de su parte cuando las critican en Internet. Aqu¨ª nadie nos entiende. Nuestros padres creen que perdemos el tiempo, que eso es cosa de chicos, y nuestras amigas tambi¨¦n lo ven raro¡±, comenta Zhou Lin, una joven de Hangzhou que ha sido de las pocas mujeres que han acudido a la ¨²ltima edici¨®n de China Joy para plantar cara a los hombres y no para hacerles babear.
En Hong Kong, un grupo de cinco j¨®venes de 19 y 20 a?os formaron el a?o pasado el primer equipo femenino profesional de e-sports de la excolonia brit¨¢nica. Se llaman PandaCute (PDQ) y juegan al League of Legends, un juego de estrategia b¨¦lica en internet que cuenta con m¨¢s de cien millones de jugadores activos al mes por todo el mundo. ¡°Creo que este es uno de los pocos deportes en los que hombres y mujeres pueden competir en igualdad de condiciones, porque la forma f¨ªsica es lo de menos¡±, comenta la capitana Chan Ka-ching, m¨¢s conocida por el sobrenombre de Deer.
Funcionamos como un grupo de deportistas de ¨¦lite
Momo, gamer
Pero cuando la noticia de su creaci¨®n corri¨® por el ciberespacio, la respuesta mayoritaria fue humillante y jocosa. Incluso otros jugadores varones las consideran inferiores. ¡°La personalidad y mayor velocidad en la toma de decisiones nos dan ventaja a los hombres sobre las jugadoras¡±, coment¨® al diario South China Morning Post uno de los miembros de Kowloon E-sports, Leung Tsz-ho. Sin embargo, despu¨¦s de haber salido victoriosas en numerosas competiciones, estas j¨®venes se han ganado el respeto que merec¨ªan desde el principio. Ya cuentan incluso con una legi¨®n de admiradores.
Eso s¨ª, la mayor¨ªa son hombres que acuden a sus torneos con carteles llenos de mensajes amorosos. Sin duda, la est¨¦tica que han adoptado las PandaCute, y que nadie en Occidente asociar¨ªa con el feminismo, contribuye a que as¨ª sea. Todas explotan al m¨¢ximo su feminidad con un toque kawaii. Adem¨¢s de vestir uniformes especialmente ce?idos e ir siempre muy maquilladas, han ensayado a conciencia sus poses. Las ponen en pr¨¢ctica en servicios de emisi¨®n en directo como Facebook Live y en redes sociales.
¡°Si necesitamos reclutar una nueva jugadora no miramos lo guapa o fea que pueda ser. Pero no somos activistas, solo mujeres que reclaman su lugar en esta industria¡±, comenta Deer. Todas afirman que la est¨¦tica que han adoptado no es impuesta. ¡°En realidad somos as¨ª, es lo que nos gusta vestir¡±, asegura Mo Chi-ching, que juega con el seud¨®nimo de Momo. Pero a nadie se le escapa que el hecho de que encajen en el canon de belleza asi¨¢tico es positivo para el negocio.
Al fin y al cabo, las donaciones que sus seguidores hacen a trav¨¦s de Internet mientras ellas retransmiten en directo son una de las principales fuentes de ingresos del grupo, junto a los premios de los campeonatos que ganan y la creciente mercadotecnia que se comercializa con su imagen. El equipo ya cuenta hasta con una butaca para gamers con su propia marca. ¡°Hay pocas jugadoras profesionales. Creo que esa novedad es lo que nos hace atractivas para un p¨²blico que tiene curiosidad por vernos jugar¡±, afirma Deer.
Todo empez¨® casi por casualidad. ¡°Siempre me han gustado los videojuegos. En una ocasi¨®n vi que un cibercaf¨¦ hab¨ªa organizado una competici¨®n y decid¨ª apuntarme. As¨ª que empec¨¦ a buscar a chicas interesadas en Facebook para crear un equipo femenino¡±, cuenta Deer. Durante seis meses fueron aficionadas, pero su creciente ¨¦xito llam¨® la atenci¨®n de la empresa Global Esports, que vio la oportunidad y decidi¨® profesionalizar al grupo. Han firmado un contrato de tres a?os, y ambas partes parecen satisfechas.
Hay pocas jugadoras profesionales. Eso nos hace atractivas para un p¨²blico que tiene curiosidad por vernos jugar Deer, gamer
¡°Funcionamos como un grupo de deportistas de ¨¦lite. Entramos a las 10 de la ma?ana, empezamos a entrenar, y no paramos hasta la hora de la comida, hacia la una. Por la tarde nos dedicamos sobre todo a revisar partidas y preparar nuestra estrategia. Y no acabamos hasta las ocho de la tarde¡±, explica Momo. ¡°No creo que haya diferencia entre la forma en la que juegan chicos y chicas. El problema est¨¢ en que nosotras no solemos tener tiempo para practicar y ellos s¨ª¡±, a?ade Deer.
La m¨¢s joven del grupo, que aparenta unos cuantos a?os menos que el resto, reconoce que en un principio dud¨® si deb¨ªa abandonar sus estudios, algo a lo que su familia se opon¨ªa. ¡°Faltaban solo unos meses para la Selectividad cuando surgi¨® la posibilidad de entrenar en Taiw¨¢n. Al final me decant¨¦ por hacer realidad mi sue?o¡±, relata Momo. Curiosamente, solo una de las cinco integrantes de PandaCute, Lau Lai-fong ¡ªalias Rispy¡ª, habla ingl¨¦s a pesar de todas han crecido en una excolonia brit¨¢nica.
Pero a los hombres que critican en redes sociales cualquier informaci¨®n sobre ellas les preocupa m¨¢s aspectos como que ¡°no van a poder encontrar marido¡±, ¡°no saben ni cocinar ni hacer las labores dom¨¦sticas¡±, y "tendr¨¢n un futuro muy negro en cuanto dejen de jugar". Las j¨®venes reconocen que han tenido que sacrificar parte de sus estudios y que la carrera de los?gamers es corta. Aunque no menos que la de un deportista. Pero tambi¨¦n se?alan que los r¨¦ditos no son despreciables, y que, a diferencia de la mayor¨ªa de hongkoneses de su edad, ellas ya se ganan bien la vida. Adem¨¢s, el futuro m¨¢s inmediato se presenta prometedor: se espera que la industria de los e-sports mueva unos 1.370 millones de euros en 2020.
¡°Al principio, cuando entablamos contacto con Deer, nosotros est¨¢bamos buscando a influencers para una plataforma surcoreana. Nos pareci¨® que su perfil pod¨ªa encajar, pero nos dijo que ella quer¨ªa ser jugadora profesional de videojuegos. Hice un estudio de mercado y me pareci¨® una interesante oportunidad empresarial, as¨ª que creamos una empresa para ellas¡±, recuerda Man Kin Fung, consejero delegado de Global Esports. ¡°Lo primero fue encontrarles un entrenador y buscarles competiciones tanto en Hong Kong como en el resto de China¡±. Actualmente, Estados Unidos, Corea del Sur y China son sus principales mercados, y en 2022 podr¨ªa incluso ser una modalidad dentro de los Juegos Asi¨¢ticos.
Es evidente que si las integrantes son guapas atraer¨¢n m¨¢s p¨²blico masculino Man Kin Fung, consejero delegado de Global Esports
Man admite que el modelo de PandaCute es muy similar al del K-pop coreano, en el que la apariencia f¨ªsica s¨ª que es determinante en el ¨¦xito de grupos musicales que muchas veces son criticados por la explotaci¨®n que hacen de la mujer. ¡°Las jugadoras de PandaCute tienen que sentir pasi¨®n por los e-sports y dar una imagen no de adicci¨®n a los videojuegos sino de profesionales del sector. Pero tambi¨¦n tienen que crear sus propias historias y retransmitir su vida diaria para convertirse en modelos sociales que encajen en el papel de j¨®venes que han hecho realidad sus sue?os¡±, a?ade el directivo.
Finalmente, la tercera vez que se le pregunta por ello, Man reconoce que la apariencia f¨ªsica tambi¨¦n resulta relevante en este caso. ¡°Es evidente que si las integrantes son guapas atraer¨¢n m¨¢s p¨²blico masculino. El negocio incluye los torneos de videojuegos, pero tambi¨¦n redes sociales y entretenimiento¡±. Es m¨¢s, curiosamente Man incluso afirma que los jugadores masculinos de e-sports tienen m¨¢s talento. ¡°Son m¨¢s r¨¢pidos y agresivos a la hora de tomar decisiones, y tienen mayor destreza. Quiz¨¢ porque ellas tienen que prestar m¨¢s atenci¨®n a su apariencia y a su papel en las plataformas de retransmisi¨®n en directo¡±.
Sin duda, este modelo provoca algunas dudas razonables. ¡°Por un lado, me parece magn¨ªfico que las mujeres hagan lo que les apetezca sin que les importe lo que digan de ellas. Pero, por otro, temo que grupos como PandaCute caigan en los estereotipos y los c¨¢nones impuestos por los hombres para abrirse camino y hacer negocio¡±, comenta Zhou Lin en China Joy. ¡°De lo que s¨ª estoy convencida es de que no se las puede juzgar seg¨²n los par¨¢metros occidentales, porque China tiene los suyos propios. En mi opini¨®n, son muy valientes¡±.
El ejemplo de PandaCute es el que se va imponiendo. Las cinco j¨®venes kawaii se han convertido en una inspiraci¨®n para muchas otras. En Hong Kong ya han surgido otros grupos no profesionales que copian su est¨¦tica y que aspiran a profesionalizarse. Y en China el n¨²mero de gamers femeninas contin¨²a creciendo imparable. Por ejemplo, este a?o ellas ya han superado a ellos entre quienes juegan al Honour of Kings, del gigante de Internet Tencent: suman 108 millones, un 54% del total. ¡°Es solo cuesti¨®n de tiempo que nos vayamos profesionalizando y que hagamos callar con hechos a quienes se r¨ªen de nosotras¡±, sentencia Zhou, que ha batido sin despeinarse al hombre con el que estaba echando una partida.
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