Las memorias que borran a la mujer m¨¢s poderosa del mundo

?C¨®mo reaccionar¨ªas si te dijeran que tu madre, la persona que t¨² consideras m¨¢s importante y poderosa, va a olvidar todos sus recuerdos y, antes de lo que esperas, ni siquiera ser¨¢ capaz de reconocerte? ?Qu¨¦ har¨ªas si el Alzheimer entrara de alguna manera en tu vida? No creo que nadie est¨¦ preparado para recibir este tipo de noticias, y tampoco creo que se le ocurra empezar a hablar con su madre, su padre o su ser querido sobre qu¨¦ arreglos se deben hacer desde una perspectiva no solo sanitaria sino tambi¨¦n legal, financiera o sentimental.

El Alzheimer no es simplemente olvidar de vez en cuando alg¨²n que otro detalle. Es una enfermedad que ataca el cerebro, causa problemas en la memoria y afecta el car¨¢cter y la forma de comportarse. Es una forma de demencia que ataca el pensamiento, la orientaci¨®n, la comprensi¨®n, el c¨¢lculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Aunque la conciencia no se ve afectada, altera de forma dram¨¢tica la vida cotidiana de quienes la padecen y de los que est¨¢n a su alrededor que, poco a poco, pasan a convertirse en cuidadores a jornada completa los 365 d¨ªas del a?o.

De acuerdo con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, para 2030 aumentar¨¢ la incidencia de esta enfermedad en Am¨¦rica Latina y el Caribe m¨¢s que en cualquier otra parte del mundo. Es decir, pasar¨¢ de 3,4 millones de personas afectadas en 2010 a 7,6 millones. Esta cifra supera la proyecci¨®n de personas que sufrir¨¢n de este trastorno en pa¨ªses como, por ejemplo, Estados Unidos y Canad¨¢ (7,1 millones).

Es necesario enfrentarse al Alzheimer con premura porque nunca se est¨¢ preparado para la noticia

Varias causas justifican el aumento de los casos de esta enfermedad en la regi¨®n, seg¨²n la publicaci¨®n de la Asociaci¨®n del Alzheimer. La primera es la mayor esperanza de vida, ya que a medida que se envejece aumenta el riesgo estad¨ªstico de sufrir alg¨²n tipo de demencia. En segundo lugar, no se trata tanto de un aumento en el n¨²mero de enfermos sino de que estamos mejor preparados para documentar y contar los casos de Alzheimer. Junto a ello est¨¢n los innegables factores sanitarios como el aumento de la obesidad, de la vida sedentaria y de la diabetes, que incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad.

Esta ¡°epidemia silenciosa¡± exige acciones inmediatas tanto institucionales como personales

La tendencia alcista afectar¨¢ tambi¨¦n a los cuidadores primarios. La OMS y el Banco Mundial estiman que para el a?o 2030 se necesitar¨¢n cubrir unos 40 millones de puestos de trabajo en el campo de la salud y ser¨¢n precisos unos 18 millones de trabajadores sanitarios, principalmente en pa¨ªses de bajos recursos, para dar una respuesta efectiva a las necesidades m¨¦dicas. Ante el avance imparable del Alzheimer, es fundamental que tengan la formaci¨®n apropiada en lo relativo a la demencia para ser capaces de prevenir, diagnosticar, tratar y cuidar a este tipo de pacientes.

En Am¨¦rica Latina y el Caribe es com¨²n que un familiar se convierta en el cuidador primario de los adultos mayores. Sin embargo, esta tendencia est¨¢ cambiando debido, principalmente, a motivos econ¨®micos. La urbanizaci¨®n de los pa¨ªses y la incorporaci¨®n de la mujer al trabajo no facilitan el cuidado de las personas en casa lo que, adem¨¢s, se complica cuando se diagnostica una enfermedad como el Alzheimer. En este caso la atenci¨®n es necesaria 24 horas al d¨ªa y, por la magnitud del trastorno, es altamente recomendable que, adem¨¢s del cuidador principal, exista una red de apoyo (psicol¨®gico, f¨ªsico, etc.) tanto para el paciente como para el cuidador. Por ello es urgente una acci¨®n de los Gobiernos para dar respuesta a las nuevas realidades lo que implica construir infraestructura, concienciar a la poblaci¨®n o formar a los cuidadores.

El Plan global de la Asociaci¨®n Panamericana de la Salud para las respuestas de la salud p¨²blica al problema de la demencia (2017-2025) marca varios puntos de acci¨®n que quieren incidir entre otras muchas cosas en el respeto de los derechos de los enfermos, la concienciaci¨®n e informaci¨®n de la poblaci¨®n o el diagn¨®stico, tratamiento, cuidado y apoyo a los cuidadores. Junto a ¨¦l, el X Congreso Iberoamericano sobre el Alzheimer que se celebrar¨¢ en el mes de octubre en la Rep¨²blica Dominicana, constituye un esfuerzo regional de crear un foro internacional y de encuentro entre las ciencias m¨¦dicas, sociales y culturales para dar una mejor atenci¨®n al cuidado de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.

Pero, desde el punto de vista de los enfermos o de los familiares, tambi¨¦n hay que estar preparado por si el Alzheimer llama a la puerta. Si se piensa que alguien cercano puede tener algunas se?ales de Alzheimer es fundamental consultar al m¨¦dico de cabecera quien puede ordenar una serie de pruebas y consultar con otros m¨¦dicos especialistas en la materia. Y si el doctor confirma el diagn¨®stico, es conveniente tratar con la persona enferma los pasos a seguir y las decisiones a tomar.

Estas medidas son fundamentales para hacer la situaci¨®n m¨¢s llevadera en t¨¦rminos emocionales y financieros. Emocionales porque el Alzheimer no solo afecta al paciente, sino al resto de la familia y es importante que los cuidadores sepan que est¨¢n cumpliendo la voluntad del enfermo y no ponerles en la dif¨ªcil tesitura de decidir por ¨¦l sin saber si est¨¢n haciendo lo adecuado. Esto incluye el plantearse si ser¨¢ atendido en su casa o vivir¨¢ en una casa de cuidados y c¨®mo afrontar esos gastos y cambios en las vidas de los afectados. Y financieras porque el tener los papeles arreglados para cuando sea necesario supone evitar gastos legales y de m¨¦dicos especialistas que elaboren los informes necesarios para una posible declaraci¨®n jur¨ªdica de incapacidad.

Tanto desde el punto de vista personal como desde el institucional es necesario enfrentarse a la situaci¨®n con premura porque aunque nunca se est¨¢ preparado para la noticia, s¨ª hay que estarlo para el futuro.

Mientras los cient¨ªficos del mundo se afanan en buscar una cura para el Alzheimer, yo solo puedo aspirar a darle una vida digna a mi madre, la mujer m¨¢s poderosa de mi peque?o mundo, porque s¨¦ que aunque los recuerdos se borren de su memoria el amor deja una huella indeleble que ninguna enfermedad puede eliminar.

Mildred Rivera es Especialista de Comunicaci¨®n de la Divisi¨®n de Manejo de las Comunicaciones en la Oficina de Relaciones Externas del BID. S¨ªguela en Twitter @MildredRriveraD

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