¡°Crear impacto positivo en el mundo es un regalo¡±

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Arancha Mart¨ªnez (Madrid, 1984) siempre estuvo vinculada al sector social como voluntaria en algunas ONG, pero el gran cambio en su vida no lleg¨® hasta 2008. Licenciada en Ciencias Empresariales y Relaciones Internacionales por ICADE, trabajadora en multinacionales como L?real y Est¨¦e Lauder y, en los ¨²ltimos tiempos, involucrada en el sector de la banca de inversiones dentro de la prestigiosa compa?¨ªa Merrill Lynch, cambi¨® el sueldo fijo y la vida acomodada en Dubl¨ªn por otra mucho m¨¢s incierta y ca¨®tica. "Decid¨ª hacer un par¨®n en mi carrera e irme a ayudar a India, en principio seis meses. Pero mi marido, ingeniero, me propuso algo muy generoso: venir conmigo, buscar trabajo all¨ª y darme la oportunidad de dedicarme a ayudar el tiempo que quisiera. Dos meses despu¨¦s est¨¢bamos en Nueva Delhi".

En Delhi pas¨® por varias ONG, y en seguida se dio de bruces con una realidad inesperada: "Ten¨ªan mucha ilusi¨®n, pero estaban atomizadas, trabajaban aisladas, descoordinadas y con estructuras poco eficientes. Sin embargo, me rode¨¦ de gente con pasi¨®n por su trabajo y ganas de ayudar", afirma. As¨ª, decidi¨® formarse en el sector y montar su propia organizaci¨®n. El resultado fue el nacimiento en enero de 2009 de ItWillBe, una ONG con esp¨ªritu de start-up pensada para trabajar en modelos m¨¢s colaborativos y eficientes para el sector social. "Nunca hemos querido ser una ONG m¨¢s, quer¨ªamos innovar para que el sector se adaptase a las nuevas tecnolog¨ªas", recuerda hoy.

Mart¨ªnez ve la tecnolog¨ªa como la mejor herramienta para escalar proyectos sociales. "Nos permite llegar a m¨¢s personas y de manera m¨¢s barata". Cinco a?os pas¨® en India, desde donde pudo seguir de cerca la realidad de los proyectos que le interesaban. "Est¨¢ muy bien innovar, pero en cooperaci¨®n no se puede perder de vista los usuarios, los factores culturales que pueden hacer un proyecto estupendo inviable, y un gran , etc.", sostiene.

Casi diez a?os despu¨¦s, ItWillBe cuenta con cuatro empleados en Espa?a y m¨¢s de 50 en proyectos en India, y acaban de lanzar su producto estrella: PPa - People's Protection App, una aplicaci¨®n para m¨®vil y tabletas que ayuda a recabar informaci¨®n veraz gracias a la biometr¨ªa.? Obtener datos fiables suele ser un problema en el mundo de la cooperaci¨®n, m¨¢xime cuando pertenecen a personas que no figuran en otros registros. Ni?os no acompa?ados, refugiados y desplazados en tr¨¢nsito, pueblos no contactados... Todas estas personas, generalmente en situaci¨®n de gran vulnerabilidad, se cuentan por miles o por millones. Al carecer de documentaci¨®n que acredite su identidad, quedan fuera de las redes de asistencia sanitaria, educativa y de ayuda, por lo que para las ONG es complicado realizar un seguimiento.? "Y cuando encuentras registros, muchas veces est¨¢n duplicados o los datos no se corresponden con la realidad", explica Mart¨ªnez.

PPA va ligada a un software de reconocimiento que permite identificar a una persona mediante la biometr¨ªa facial, su huella dactilar y su huella palmar, la m¨¢s fiable de las tres. En el caso de ni?os que viven en las calles, el reconocimiento facial (una foto) no sirve de gran cosa porque cambian mucho de aspecto cuando crecen. "Y la huella digital tampoco cuando hablamos de menores trabajadores que tienen las manos encallecidas, las l¨ªneas se modifican", describe la emprendedora. "La huella palmar registra el patr¨®n de las venas, esa no cambia".

Nunca hemos querido ser una ONG m¨¢s, quer¨ªamos innovar

La aplicaci¨®n permite recoger informaci¨®n fiable para elaborar bases de datos tan variadas como historiales cl¨ªnicos, recuento de grupos de desplazados, o de menores que viven en la calle y sus distintas problem¨¢ticas: est¨¢n solos, que no van a la escuela, que tienen VIH, que son posibles v¨ªctimas de trata... Tan solo es necesario introducir los datos de la persona registrada como el nombre, fecha de nacimiento, sexo, lugar de residencia... Y tomar la huella dactilar, palmar y la fotograf¨ªa. En cuanto el dispositivo se conecta a una red WiFi, la informaci¨®n se env¨ªa autom¨¢ticamente a la base de datos de la organizaci¨®n usuaria. Ya desde el ordenador se pueden ordenar, filtrar y a?adir hasta 50 campos extra sobre informaci¨®n m¨¢s concreta: si esas personas est¨¢n vacunadas, si han sido v¨ªctimas de abusos sexuales, si tienen alguna enfermedad. As¨ª no hay lugar a duplicidades o errores y es m¨¢s sencillo dise?ar estrategias de actuaci¨®n.

Un trabajo que es casi como una droga

"Tener la oportunidad de emplear mi conocimiento y experiencia para crear un impacto positivo en el mundo es un aut¨¦ntico regalo", explica esta emprendedora, para quien su motor en la vida son las personas para las que trabaja. Aunque ahora vive en Madrid, cada cuatro o cinco meses regresa a India para visitar a las personas con las que comenz¨® a trabajar en 2008 y ver c¨®mo aquellos a quienes conoci¨® en circunstancias muy adversas hoy llevan una vida digna que hace que se "reenamore" de su labor. "Cualquier trabajo genera bien en el mundo, pero este es muy tangible, y eso hace que no pierdas la motivaci¨®n ni en los momentos m¨¢s duros. Es casi como una droga".

En India fue donde a Arancha Mart¨ªnez tuvo su idea, y en India ser¨¢ donde se implementar¨¢ por primera vez PPA. Ser¨¢ a principios de octubre de la mano de la organizaci¨®n cat¨®lica Don Bosco, que cuenta con 81 centros de atenci¨®n a menores en un pa¨ªs con m¨¢s de diez millones de ni?os viviendo en las calles. El objetivo es crear una base de datos de los chicos y chicas que est¨¢n atendiendo para hacer m¨¢s eficiente el trabajo de intervenci¨®n. Previamente, se realiz¨® una prueba piloto en un colegio de Madrid con ¨¦xito: "Dio un porcentaje de error de 0% en el caso de la palmar y de 2% en los otros casos", indica Mart¨ªnez.

Desarrollar una herramienta que ha generado tanto inter¨¦s en el sector es un sue?o cumplido

Aunque existen varios hitos y proyectos que respaldan los atributos de ItWillBe como organizaci¨®n, Mart¨ªnez destaca algunos que le han ayudado a ser como son hoy. Por ejemplo, entrar en el programa Talento Solidario de la Fundaci¨®n Bot¨ªn en 2015, que les permiti¨® posicionarse como una ONG pionera en innovaci¨®n. Y, por supuesto, el lanzamiento de su app. "Para una ONG peque?a, haber sido capaces de dise?ar y desarrollar una herramienta que ha generado tanto inter¨¦s en el sector es un sue?o cumplido", dice Mart¨ªnez, que se reconoce muy ilusionada por las organizaciones que ya se han interesado en utilizar el software. Su idea, de hecho, ha ganado reconocimientos tan importantes como el?Premio del Seguro 2016 de HoganLovells, ser una de las 20 entidades seleccionadas por BBVA para el programa Momentum de emprendimiento social y tambi¨¦n el Premio de Innovaci¨®n Connecting for Good en la categor¨ªa de Mejor Tic Social de la Fundaci¨®n Vodafone, que les ha valido para presentar PPA en el pr¨®ximo Mobile World Congress 2018 de Barcelona.?

Tras casi 10 a?os involucrada de lleno en esta aventura que hoy es su vida, Mart¨ªnez quiere pensar que es para siempre, aunque tambi¨¦n es consciente de los cambios son buenos. "Es sano cambiar a los l¨ªderes en cualquier organizaci¨®n, con lo cual no descarto trabajar desde otra posici¨®n, y, por qu¨¦ no, desde otra organizaci¨®n donde pudiera ser ¨²til". Desde donde est¨¦, ella seguir¨¢ persiguiendo el objetivo de mejorar el sector social para acabar con problemas que le preocupan, principalmente la falta de oportunidades y la trata de ni?os. Pero de momento, tiene cuerda para rato, avisa: "Mi sitio est¨¢ en ItWillBe y no puedo ser m¨¢s feliz".

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