Los problemas que nos traer¨¢ la mala salud del planeta
El ser humano ha alcanzado altas cotas de bienestar a costa de la degradaci¨®n de la Tierra. Esto ya se est¨¢ volviendo en su contra. Una nueva disciplina, salud planetaria, se ocupa de ello
La salud del ser humano ha alcanzado las cotas m¨¢s altas de la historia. El planeta donde vive, sin embargo, ha conocido ¨¦pocas mejores. El bienestar que hemos logrado en los ¨²ltimos siglos ha ido desgastando nuestro entorno hasta el punto de que todo lo conseguido puede derrumbarse. La sobreexplotaci¨®n de la Tierra ya nos est¨¢ pasando factura, y lo seguir¨¢ haciendo con m¨¢s fuerza si no se empieza a tomar en serio su cuidado. Para algunos cient¨ªficos, ya no tiene sentido abordar la salud del globo y de las personas de forma separada; por eso, hace unos a?os naci¨® una nueva disciplina que abarca ambas: la salud planetaria.
Un buen ejemplo para ilustrar esta paradoja es el de los ¨¦xitos de la Ciencia contra la malaria y el sida. La mortalidad de la primera enfermedad ha bajado un 60% desde el a?o 2000. La segunda ha pasado de ser una sentencia de muerte a una dolencia cr¨®nica para aquellas personas que consiguen acceso al tratamiento. Mientras suceden estos avances, la poluci¨®n ya causa casi cinco veces m¨¢s fallecimientos que las dos juntas.
La mortalidad materno infantil baja, la pobreza extrema cae, el hambre se est¨¢ mitigando (con un repunte el ¨²ltimo a?o) y todo esto lleva disparando la esperanza de vida durante pr¨¢cticamente un siglo. Pero las emisiones de carbono aumentan, el agua del mar cada vez es m¨¢s ¨¢cida, el bosque tropical va desapareciendo, las necesidades de agua se disparan, los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos son cada vez m¨¢s frecuentes.
M¨¢s all¨¢ de los da?os obvios que un desastre natural causa en una poblaci¨®n y las muertes que produce a su paso, la salud de las personas que lo sufren tambi¨¦n se resiente a la larga. Como explican Michael Myers y Doaa Abdel-Motaal, de la Rockefeller Foundation, una inundaci¨®n aumenta la tasa de mortalidad durante meses (en Nueva Orleans era un 47% superior a lo normal 10 meses despu¨¦s del Katrina) y aumenta las enfermedades cr¨®nicas durante a?os. Un incendio afecta al peso de los nacidos si la embarazada estuvo expuesta a sus gases. Y est¨¢ bien documentado c¨®mo cualquiera de estas tragedias afecta a la salud mental de quienes las han padecido. En el caso del hurac¨¢n Sandy, m¨¢s del 20% de los supervivientes reportaron casos de estr¨¦s postraum¨¢tico; el 33%, depresi¨®n y un 46%, ansiedad.
La Rockefeller Foundation, junto a la revista m¨¦dica The Lancet, formaron en 2015 una comisi¨®n de salud planetaria para investigar todos estos fen¨®menos y darles un corpus cient¨ªfico. En julio de ese a?o lanzaron sus primeras conclusiones: ¡°La degradaci¨®n de los sistemas naturales amenazan con revertir las mejoras que se han conseguido en el ¨²ltimo siglo. En resumen, hemos hipotecado la salud de las generaciones futuras para conseguir el crecimiento econ¨®mico y el desarrollo del presente¡±.
Hemos hipotecado la salud de las generaciones futuras para conseguir el crecimiento econ¨®mico y el desarrollo del presente
El concepto de ¡°equidad generacional¡± estuvo muy presente en el discurso que el epidemi¨®logo brit¨¢nico Andy Haines dio el pasado viernes 22 de septiembre en una mesa redonda sobre salud planetaria que se celebr¨® en el marco de la 72? Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Enumer¨® algunas de las cuantiosas letras de esta hipoteca que les estamos dejando a nuestros hijos y nietos: el cambio clim¨¢tico, su impacto en la agricultura y la seguridad alimentaria, la p¨¦rdida de insectos polinizadores¡ ¡°Las soluciones pasan por desarrollar una m¨¦tricas para medir la riqueza que vayan m¨¢s all¨¢ del producto interior bruto e incluyan al medio ambiente y la salud¡±, apuntaba.
El primer profesor universitario en salud planetaria, el profesor de la universidad de Sydney Anthony Capon, asumi¨® que el ser humano ¡°es m¨¢s parte del problema que de la soluci¨®n¡±. Su campo, que mezcla la ecolog¨ªa y la epidemiolog¨ªa, es todav¨ªa muy te¨®rico. Capon propon¨ªa cuatro ejes para pasar a la acci¨®n:
Que la salud no sea solamente una disciplina m¨¦dica, sino que est¨¦ presente en otras.
Entender la salud de una forma eco sostenible que beneficie a esta generaci¨®n y a las siguientes.
Ser conscientes de que hay varias opciones de desarrollo, y que la que se escoja puede tener consecuencias no deseadas.
Demostrar c¨®mo estas ideas son relevantes a escala global, nacional y local.
Uno de los grandes problemas, seg¨²n se?alaba Abdel-Motaal, es que el ser humano est¨¢ siendo muy reactivo en este asunto, "solo hace algo cuando el problema ya est¨¢ ah¨ª" y, en ocasiones, es casi insalvable. Por eso propuso ¡°ser m¨¢s ambiciosos¡± en lo sucesivo. Un ejemplo es la construcci¨®n de las ciudades. Se sabe que en el a?o 2030 dos tercios de la humanidad vivir¨¢ en ellas y c¨®mo se construyan ser¨¢ clave para que el planeta sea sostenible. ¡°Solo se necesita un poco de planeamiento para construir espacios verdes que absorban los gases que las urbes generan, dise?ar espacios por los que la gente pueda andar¡±, reflexionaba.
Pero lo que pasa fuera de las ciudades tambi¨¦n tiene un impacto decisivo sobre la salud de toda la humanidad, tanto los que viven en ellas, como quienes no. La divulgadora Laurie Garrett hac¨ªa un repaso por diversos peligros que van desde la acidificaci¨®n y el calentamiento del oc¨¦ano, que termina con los corales y cambia los patrones de vida de los peces, hasta c¨®mo el zika se expande por culpa del cambio clim¨¢tico. Alertaba del vertido al mar de pl¨¢sticos que equivalen a 25 edificios como el Empire States o de antidepresivos que ¡°est¨¢n cambiando el comportamiento de algunos peces¡±. ¡°?Qu¨¦ pasar¨ªa si esto llega al extremo de que estas especies dejen de buscar la reproducci¨®n?¡±, se preguntaba.
Garret se?al¨® a la deforestaci¨®n de los bosques y la jungla como culpable del aumento de algunas dolencias. Es algo sobre lo que falta investigaci¨®n, pero, como se?ala el art¨ªculo Los bosques y la aparici¨®n de nuevas enfermedades infecciosas en los seres humanos, ¡°un n¨²mero cada vez mayor de estudios sobre las enfermedades infecciosas emergentes se?ala a las alteraciones producidas en la cubierta vegetal y en la utilizaci¨®n de la tierra, junto con la urbanizaci¨®n y el aumento de la actividad agr¨ªcola como principales factores contribuyentes a la aparici¨®n¡± de estas patolog¨ªas.
Todos estos problemas motivaron la creaci¨®n de la Alianza de Salud Planetaria, formada por instituciones cient¨ªficas y filantr¨®picas que tratan de luchar y concienciar sobre el asunto. Michael Myers, director ejecutivo de la Rockefeller Foundation, una de sus grandes impulsoras, explica que est¨¢n trabajando para tener estudios y datos que apoyen a los decisores de pol¨ªticas p¨²blicas a trabajar por un crecimiento econ¨®mico que tenga en cuenta este importante factor.
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Art¨ªculo publicado con ayuda de UN Foundation
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