El coche en Madrid: ?hacia el fin de su hegemon¨ªa?
C¨®mo aprobar esta asignatura pendiente de forma que todos ganemos
Madrid cuenta con un sistema de transporte p¨²blico extenso y denso, una red combinada de trenes de cercan¨ªas, autobuses y Metro eficaz. No obstante, en 2016 se produjeron diariamente una media de 2,1 millones de desplazamientos en autom¨®vil, seg¨²n datos del ¨¢rea de estad¨ªstica del Ayuntamiento de Madrid. Estimando que se trate de movimientos pendulares diarios, alrededor de 1 mill¨®n de madrile?os se mover¨ªan en coche. Como apuntan los ge¨®grafos J.C. Garc¨ªa Palomares y J. Guti¨¦rrez Puebla, la mayor¨ªa de estos movimientos en transporte privado se realizan entre las diferentes coronas metropolitanas de la Regi¨®n de Madrid y no en la almendra central. ?Qu¨¦ les lleva a preferir este medio de transporte respecto a otros?
A pesar de que la mayor libertad personal, en el ¨¢mbito de la movilidad, ser¨ªa la independencia de cualquier sistema de transporte y, por tanto, poder caminar al trabajo o al colegio diariamente, se asume que el autom¨®vil privado es un elemento que proporciona ¡°libertad individual¡±. Cuando el equipo de gobierno actual del Ayuntamiento de Madrid lleva a cabo medidas para restringir el tr¨¢fico privado con el objetivo de reducir la contaminaci¨®n del aire, la oposici¨®n lo critica argumentando que ¡°Carmena atenta contra la libertad individual¡± (parecer¨ªa un mantra ideol¨®gico neoliberal). Como argumentan los ge¨®grafos citados, este uso masivo del coche se debe ya a pautas culturales, a pesar de lo perjudicial que puede ser para ellos mismos en cuanto a la ineficiencia y al conjunto de los vecinos de Madrid. Un estudio llevado a cabo por TomTom el a?o pasado revela que en 2015 un conductor madrile?o habitual consumi¨® 96 horas de m¨¢s en sus trayectos por las retenciones de tr¨¢fico. El coche no puede proporcionar ¡°libertad individual¡± si est¨¢ coartando la de su propio usuario y los dem¨¢s. Sin embargo, s¨ª es un elemento de Poder.
Los conductores tienen el Poder sobre los dem¨¢s usuarios del espacio p¨²blico, tal como se ha llevado a cabo la construcci¨®n del territorio metropolitano de Madrid, a base de articular una serie de autov¨ªas radiales y de circunvalaci¨®n ¡ªalgunas duplicadas y que ahora todos tenemos que 'rescatar'¡ª, que dan servicio a ¨¦stos y mientras, fragmentan el territorio encerrando a numerosos n¨²cleos de poblaci¨®n y alterando irreversiblemente el Medio. El modelo de crecimiento urbano implantado en Madrid ha sido el relacionado con el uso del autom¨®vil privado. Esto ha generado unos problemas de contaminaci¨®n del aire que el actual equipo de gobierno municipal se ve obligado a atajar por las amenazas recibidas desde la Uni¨®n Europea.
El objetivo del Plan A de Calidad de Aire que acaba de ser aprobado el 21 de septiembre es cumplir la normativa europea a partir de 2020 en cuanto al l¨ªmite de 200 micro-gramos de di¨®xido de nitr¨®geno por metro c¨²bico que lleva incumpli¨¦ndose sucesivamente desde 2010. Este plan incluye una medida t¨ªpica de restricci¨®n del tr¨¢fico en los centros de las ciudades: ampliar la zona de prioridad residencial. Se trata de animar a los ciudadanos a usar medios de transporte alternativos ya accesibles, pero para fomentar este cambio de comportamiento se deben mejorar las condiciones: no solamente que se mejore la oferta de transporte p¨²blico, tambi¨¦n este debe ser atractivo para que se elija en vez del hegem¨®nico coche, actuando tambi¨¦n en las coronas metropolitanas. En ello se deber¨ªan poner todos los esfuerzos ahora en tratar de conseguir un cambio social en positivo.
El coche no da libertad sino todo lo contrario, pero s¨ª da Poder, sobre el resto de usuarios de la v¨ªa, tal como ha sido dise?ada esta ciudad, solamente atractiva y amable para los peatones en su centro hist¨®rico. Da Poder porque todo se ha hecho en torno a ¨¦l. Ahora hay que revertir la balanza en favor de los medios de transporte que se merecen la prioridad en toda pol¨ªtica de movilidad que pretenda considerarse 'sostenible', en el siguiente orden: peat¨®n, bicicleta, transporte p¨²blico, de mercanc¨ªas y, en ¨²ltimo lugar, el autom¨®vil privado, como defienden los arquitectos Jonathan Barnett y Larry Beasley en su libro Ecodesign for Cities and Suburbs (Island Press, 2015). Es la ¨²nica manera de hacer justicia en un sistema de movilidad urbana desequilibrado. Por otro lado, habr¨ªa que reducir en todo lo posible la demanda de transporte en general, apostando por la proximidad y la mezcla de usos; que la ciudad deje de crecer y vuelva a ser cercana. Esto proporcionar¨ªa no solo mejor calidad del aire, sino de vida.
Todo esto se debe combinar con las pol¨ªticas que se van a llevar a cabo a partir del pr¨®ximo a?o para que se produzca paulatinamente esta necesaria modificaci¨®n de un comportamiento que ya es cultural. Este cambio de conducta repercutir¨¢ principalmente en la calidad del aire de Madrid y, por consiguiente, en la salud de sus vecinos. Cambiemos hacia una ciudad m¨¢s sostenible, sana y amable para todos.
I?aki Marqu¨ªnez Vidal (Santander, 1994) es Graduado en Geograf¨ªa y Ordenaci¨®n del Territorio por la Universidad de Cantabria, actualmente estudia el M¨¢ster en Planeamiento Urbano y Territorial - Estudios Urbanos en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid.?
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