Las alianzas p¨²blico-privadas son imprescindibles para la alimentaci¨®n

El 16 de octubre se celebra el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n, una fecha pensada para promover la sensibilizaci¨®n para acabar con el hambre, garantizar la seguridad alimentaria y conseguir una dieta nutritiva y equilibrada para todos.

Estos objetivos son m¨¢s relevantes que nunca, despu¨¦s de que hayamos conocido que el hambre ha aumentado por primera vez en casi tres lustros. Ya son 815 millones de personas en todo el mundo las que viven sin alimento suficiente. Y a ellas hay que a?adir los 1.900 millones de adultos que sufren sobrepeso y obesidad, o los 2.000 millones de personas con carencias de micronutrientes. En Espa?a, uno de cada tres ni?os sufre malnutrici¨®n y la prevalencia de la obesidad en adultos ha crecido cinco puntos en solo nueve a?os.

La inquietud por el incremento de la malnutrici¨®n en todas sus formas se encuentra en la ra¨ªz de la decisi¨®n de las Naciones Unidas de declarar 2016¨C2025 como el Decenio de acci¨®n sobre la nutrici¨®n bajo el liderazgo de la FAO (Agencia de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura) y la OMS (Organizaci¨®n Mundial de la Salud). Sin duda, esta resoluci¨®n sit¨²a a la nutrici¨®n en el centro del desarrollo sostenible y reconoce que la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n es esencial para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que desde 2016 son la agenda para el futuro del planeta, para todos los pa¨ªses, para todas las personas.

En este sentido, la agroalimentaci¨®n tiene en Espa?a un papel protagonista, pues es el primer sector industrial, que factura m¨¢s de 20 millones de euros al a?o, mantiene unos 440.000 puestos de trabajo y est¨¢ constituido, en un 96% de los casos, por empresas peque?as y medianas.

Estos datos y otros muchos nos llevan a trabajar para que, desde las alianzas p¨²blico-privadas, en las que las empresas adquieren un papel relevante, se ponga soluci¨®n a los retos del desarrollo, nacionales e internacionales, que pasan por el consumo, el empleo, el medioambiente o la erradicaci¨®n del hambre.

Los ODS pretenden poner fin al hambre y la malnutrici¨®n con cuatro l¨ªneas: asegurando el acceso de todas las personas a una alimentaci¨®n sana, nutritiva y suficiente; favoreciendo la sostenibilidad de los sistemas de producci¨®n de alimentos; mejorando la productividad, la resiliencia y la calidad del empleo agr¨ªcola y fortaleciendo los mercados agropecuarios y de productos b¨¢sicos alimentarios a nivel mundial.

Los grandes retos de nuestro tiempo, entre los cuales la garant¨ªa de la alimentaci¨®n para todos y la seguridad alimentaria figuran en primer lugar, solo podr¨¢n conseguirse a trav¨¦s del trabajo en alianzas. Y estas deben incluir a organismos p¨²blicos, del ¨¢mbito de las Naciones Unidas, a entidades sociales o del tercer sector, a organizaciones sectoriales y, por supuesto, empresas privadas, cuya contribuci¨®n al desarrollo ha cobrado relevancia con los ODS.

La agroalimentaci¨®n tiene en Espa?a un papel protagonista, pues es el primer sector industrial

En Espa?a se ha constituido un grupo sectorial de la agroalimentaci¨®n para contribuir a estos objetivos. Est¨¢ impulsado por el Pacto Mundial de Naciones Unidas, junto a un total de 29 organizaciones, y cuenta con el acompa?amiento de la FAO.Trabajar el desarrollo sostenible desde la agroalimentaci¨®n nos permite impactar positivamente en tres subsectores clave para nuestro pa¨ªs: la agricultura, la producci¨®n y la distribuci¨®n.

Un amplio abanico de acciones relacionadas con el consumo responsable, el desperdicio alimentario y la erradicaci¨®n del hambre y la malnutrici¨®n, as¨ª como otros conectados con la salud y las condiciones laborales se perfilan como los retos m¨¢s se?alados. Entre los primeros destacan: la gesti¨®n agraria eficiente de los recursos naturales; la promoci¨®n de pr¨¢cticas de cultivo sostenible; el impulso de la econom¨ªa circular; la lucha contra la malnutrici¨®n, garantizar el derecho a la alimentaci¨®n y asegurar la transparencia en la informaci¨®n nutricional de los etiquetados. Aunque los resultados definitivos, as¨ª como pautas pr¨¢cticas, ser¨¢n dados a conocer a principios del a?o que viene.

Pero las organizaciones del sector en nuestro pa¨ªs ya est¨¢n tomando medidas para mejorar la industria, sin perjudicar la alimentaci¨®n de las personas al tiempo que se protegen los ecosistemas. Entre ¨¦stas se encuentran la gesti¨®n sostenible de los residuos, la reducci¨®n del desperdicio alimentario, medidas contra la discriminaci¨®n laboral y el establecimiento de alianzas multinivel.

Las organizaciones de Naciones Unidas perseguimos compartir esfuerzos, metas, recursos y experiencias para trazar alianzas entre diversos actores con las que afrontar estos desaf¨ªos, lo que repercutir¨¢ en mejorar las condiciones de vida de las personas, pero tambi¨¦n del planeta y de las econom¨ªas. Garantizar la alimentaci¨®n en algunos lugares del planeta; mejorar la nutrici¨®n en otros y convertir el desarrollo en seguridad alimentaria son necesidades comunes cuyas soluciones se nos acercar¨¢n, seg¨²n mejoremos en nuestro trabajo colaborativo.

Isabel Garro es directora general de la Red Espa?ola Pacto Mundial.

Ignacio Trueba es representante especial de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) en Espa?a.

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