¡®Asesinato en el Orient Express¡¯ | Minipasajeros al tren
Amigos de Renfe, os doy una idea por viajes gratis: si hay un vag¨®n del silencio para 8 pasajeros, montemos otro para padres con ni?os
Para m¨ª, una de las im¨¢genes de lujo y vidorra siempre ha sido el vag¨®n restaurante de un tren de ¨¦poca. Pero ahora que viajamos en AVE con la ni?a de dos a?os, el tren nunca volver¨¢ a ser un espacio de paz y lectura.
Al elegir los billetes, mi cabeza de primerizo calcula las necesidades horarias de adultos y peque?a, la posible siesta de la ni?a y el odio de los viajeros que desear¨¢n mi asesinato en el Ave Express. Y no hay resultados poco estresantes.
Porque el AVE no es tren para ni?os, sino para ejecutivos con Excel y se?oras mayores con maletas a¨²n mayores.
Hasta los 4 a?os, el ni?o no paga (porque no tiene derecho a asiento) y por lo tanto no existe.
Para encontrar el lavabo con cambiador tendr¨¢s que explorar todo el tren y si en tu b¨²squeda ves que en alg¨²n vag¨®n hay un espacio m¨¢s amplio para los pasajeros en silla de ruedas y te animas a dejar el carrito abierto con la criatura durmiendo, tambi¨¦n descubrir¨¢s un cartel que lo proh¨ªbe.
Por r¨¢pido que vaya el tren, jam¨¢s entra en el hiperespacio. Y un Barcelona-Madrid veloz, de 2 horas y media, por ejemplo, puede volverse eterno si la criatura est¨¢ hiperactiva o simplemente es criatura.
Un rato puede dibujar, mirar un libro/video, comer o dormitar, pero tarde o temprano querr¨¢ libertad en plan Braveheart. Eso incluir¨¢ cantar, correr o protestar, con varios adultos gir¨¢ndose para soltar la mirada de reprobaci¨®n. (Aunque para ser justos, en todos mis viajes sin ni?a tambi¨¦n he tenido que soportar a adultos que estrenaban m¨®vil nuevo sin que les soltaran miraditas, excepto Elvira Lindo.)
El ¨²nico indicio de la m¨ªnima preocupaci¨®n infantil de Renfe es el paquete diversi¨®n anunciado en el vag¨®n-cafeter¨ªa. Por 7 euros, te dan una caja con zumo, galletas, chocolate, l¨¢pices, un rompecabezas y una hoja de actividades. No s¨¦ si es muy Montessori, pero sirve como parche.
Ese vag¨®n es el sitio menos molesto para pasar el rato si el cr¨ªo necesita jugar. Siempre hay grupos con cervecitas y risas fuertes que eclipsar¨¢n la energ¨ªa infantil. Aunque no esper¨¦is ni mesa ni sillas para darles la comida. Lo ¨²nico que les sirve a los ni?os son las ventanas m¨¢s bajas, a su altura, para mirar el paisaje.
Al cruzar todo el tren con la ni?a para que pasee siempre vemos padres con beb¨¦s que nos miran con el gesto secreto de ¡°ya queda poco para llegar, aguanta¡±. Por lo menos hay un par por vag¨®n.
As¨ª que, amigos de Renfe, os cambio una idea por viajes gratis: si hay un vag¨®n del silencio para 8 pasajeros, montemos otro para padres con ni?os. No necesitamos un chikiparc sobre ruedas, pero as¨ª nos ahorrar¨ªamos tener que montar el circo en las plataformas entre vagones. Y los otros pasajeros podr¨ªan hablar fuerte por el m¨®vil, tan tranquilos.
(Para ampliar informaci¨®n, pasajeros al link: http://www.renfe.com/viajeros/viajarenfamilia/)
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