Presuntas palizas, heridas reales
Un informe de M¨¦dicos Sin Fronteras alerta de la desprotecci¨®n que viven los solicitantes de asilo que esperan a entrar en territorio europeo desde la frontera serbia
Los adverbios "presuntamente" y "supuestamente" siempre son obligatorios cuando se habla de un hecho que no ha sido al cien por cien demostrado. En un proceso judicial en el que se dirime la culpabilidad o inocencia de un delincuente, siempre son "presuntas" agresiones, "presunto" asesino, "supuesta" violaci¨®n... No podemos pillarnos los dedos con seg¨²n qu¨¦ cosas, no podemos condenar a nadie sin saber a ciencia cierta que esa persona es culpable.
As¨ª pues, cuando M¨¦dicos sin Fronteras env¨ªa un v¨ªdeo con unas im¨¢genes bastante desagradables de las heridas infligidas a unos hombres j¨®venes en la frontera entre Serbia y Hungr¨ªa, no sorprende leer que son presuntas palizas que han ocasionado presuntas heridas a varios solicitantes de asilo que han estado atendiendo durante los ¨²ltimos meses. Pero chirr¨ªa, la verdad.
Cardenales, brechas en la cabeza, raspones... El v¨ªdeo de MSF, y que acompa?a a este art¨ªculo, es duro y desagradable. No por ello hay que dejar de verlo. M¨¦dicos sin Fronteras acusa a las autoridades fronterizas h¨²ngaras de agredir f¨ªsicamente a los refugiados que intentan cruzar la frontera, y se basan en los propios testimonios de las v¨ªctimas, que describen con bastante detalle c¨®mo, d¨®nde y cu¨¢ndo sucedieron. El por qu¨¦, es otra historia.
No se queda MSF en la mera acusaci¨®n. Ellos han elaborado un informe titulado Juegos de Violencia con el que apoyan sus afirmaciones mediante datos recabados durante los primeros seis meses de 2017. Dicen que en este periodo, el 76% de todos los menores que sus servicios de salud mental atendieron en Serbia aseguraban haber sufrido violencia por parte de cuerpos policiales y autoridades fronterizas, y de ellos, el 92% se?al¨® a la polic¨ªa de Hungr¨ªa, Croacia y Bulgaria. El 8% restante de los pacientes se?al¨® a las mafias que controlan el tr¨¢fico de personas.
Las agresiones m¨¢s frecuentes, seg¨²n los testimonios recogidos por la ONG durante los dos ¨²ltimos a?os, son las mordeduras de perro, lesiones provocadas por esprays irritantes y golpes.
Adem¨¢s, un cuarto de todos estos menores presentaban s¨ªntomas de ansiedad, depresi¨®n y reacciones agudas provocadas por el estr¨¦s, todos ellos agravados por la precariedad en la que viven y la dureza del viaje.
A pesar de que la ruta de los Balcanes cerr¨® hace m¨¢s de un a?o y que el acuerdo UE-Turqu¨ªa ha reducido los flujos de migrantes, Serbia contin¨²a siendo un lugar de paso para afganos, paquistan¨ªes, sirios e iraqu¨ªes sobre todo. De hecho, se estima que en junio de 2017 entre 8.000 y 10.000 personas permanec¨ªan en campamentos informales en estas fronteras, esperando para cruzar a la Uni¨®n Europea, la mitad menores de edad.
Es muy dif¨ªcil saber qu¨¦ ocurre en las fronteras europeas o en los centros de refugiados. Son muchas personas y sabemos ¡ªporque lo hemos visto en fotograf¨ªas, v¨ªdeos, noticias, informes y comunicados de muchas ONG¡ª que no est¨¢n en las mejores condiciones. Pero a la hora de buscar responsables, nadie ha sido. En el caso de un Gobierno o un cuerpo policial, es bastante probable que alguien salga al paso desmintiendo que aquellos refugiados de la isla griega de Lesbos viven fatal o que los que vagan por la frontera serbo h¨²ngara reciben palizas. Pero m¨¢s all¨¢ de un comunicado, de unas letras sobre un papel, ?qu¨¦ m¨¢s hay? ?C¨®mo averiguar qu¨¦ est¨¢ pasando?
Yo no digo que el Gobierno del pa¨ªs de turno o la polic¨ªa de tal frontera sean culpables de nada. Todos son presuntos, supuestos e inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Yo lo que digo es que a mi correo electr¨®nico y a esta redacci¨®n llegan a diario im¨¢genes y v¨ªdeos de hombres y mujeres apaleados, abandonados, ahogados y muertos de fr¨ªo, de hambre, de calor, de pena... Y no hay respuesta, ni nadie se hace cargo. Pero no importa, porque lo importante, lo m¨¢s importante, es que quede claro que los responsables de estos ultrajes son y ser¨¢n presuntos y supuestos.
TESTIMONIOS DESDE LA FRONTERA
Testimonio de Noor Alam
Mi nombre es Noor Alam. Soy de Afganist¨¢n y tengo 24 a?os. Estuve fuera de mi pa¨ªs ocho meses, luego me entregu¨¦ y me detuvieron. Me dijeron que nos iban a enviar a todos a Bulgaria. Yo quer¨ªa solicitar asilo, pero despu¨¦s de tres meses me deportaron. All¨ª hab¨ªa muchos casos de infecci¨®n por sarna, peleas y todo eso. Despu¨¦s de cinco partidas a ¡°El Juego¡± llegu¨¦ aqu¨ª, a Serbia. En Bulgaria la situaci¨®n era realmente mala. No hay comida, los campamentos no son adecuados, no se puede dormir bien. Y la gente local no es nada buena; cuando salimos nos atacan con cuchillos. La polic¨ªa nos quita el dinero, nos lo quita a todos. ?A d¨®nde podemos ir?
Testimonio de un migrante an¨®nimo
He estado en Serbia durante 15 meses y me han deportado a Croacia en 15 ocasiones. Vivimos en el bosque, nos detienen y nos llevan a la frontera con Macedonia. La polic¨ªa nos recoge y nos lleva a Presevo o a la c¨¢rcel. Ser¨ªa bueno que Zagreb (Croacia) o Hungr¨ªa nos dieran asilo, pero nos golpean y roban nuestras pertenencias. Me han pegado much¨ªsimas veces y ya me han robado cinco m¨®viles.
Testimonio de Irfanullah
Mi nombre es Irfanullah. Soy del distrito de Chaparhar, en la provincia de Nangarhar, Afganist¨¢n. Sal¨ª de all¨ª hace 18 meses. Llevo en Serbia un a?o. Cuando la gente atraviesa Hungr¨ªa recibe muy malos tratos de la polic¨ªa: usan espray pimienta contra nosotros y nos echan a los perros para que nos muerdan. Yo lo intent¨¦ tres o cuatro veces hasta que lo consegu¨ª. Me qued¨¦ seis meses en Hungr¨ªa, pero finalmente me detuvieron y me obligaron a regresar a Bulgaria. Ahora llevo cuatro meses en el campamento de Sid (Serbia). Aqu¨ª, los problemas han aumentado para los refugiados. Las redadas policiales son cada vez m¨¢s frecuentes. En la ¨²ltima se llevaron a 170 personas al campo de Presevo.
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