1,5 millones de ni?os, en riesgo de quedar expuestos al fr¨ªo en Oriente Pr¨®ximo
Las organizaciones internacionales advierten de que tienen un d¨¦ficit de 50,6 millones de euros que pone en peligro la asistencia en Siria, Irak, Palestina y pa¨ªses vecinos a las puertas del invierno
La llegada del invierno pone a los ni?os de Oriente Pr¨®ximo frente a un nuevo desaf¨ªo. Aunque las organizaciones internacionales se est¨¢n preparando para entregar ropa de abrigo y mantas antes de que los term¨®metros sigan bajando, un d¨¦ficit de 60 millones de d¨®lares (50,6 millones de euros) pone en riesgo la intervenci¨®n en pa¨ªses como Siria, Irak, Palestina y zonas lim¨ªtrofes. Esta situaci¨®n se traduce en 1,5 millones de menores en riesgo de quedar expuestos al fr¨ªo, ha alertado este jueves Unicef.
En Siria, un pa¨ªs a punto en entrar en su s¨¦ptimo a?o de conflicto, alrededor de 5,7 millones de ni?os necesitan ayuda humanitaria. Entre ellos, se estima que 200.000 viven en zonas sitiadas y 1,7 millones en ¨¢reas de dif¨ªcil acceso. "Con la llegada de la temporada fr¨ªa, Unicef est¨¢ distribuyendo kits invernales, que incluyen mantas y abrigos, entre otros productos", explica Gianluca Buono, jefe de operaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en el pa¨ªs, que ha visitado el comit¨¦ espa?ol de la organizaci¨®n a finales de noviembre. Unicef tambi¨¦n ha puesto en marcha un sistema de canje de cupones en algunas tiendas, sobre todo en entornos urbanos, para que las familias puedan elegir los bienes que necesitan. "Al escoger lo que m¨¢s se acerca a sus gustos, sienten que recuperan en parte la dignidad", asegura Buono.
El desaf¨ªo en las zonas rurales es a¨²n mayor y la movilidad de los desplazados ¡ªalgunas personas llegan a moverse en poco tiempo varias veces, traslad¨¢ndose de una zona a otra que puede presentar condiciones clim¨¢ticas distintas¡ª complica la intervenci¨®n. A los 2,8 millones de ni?os desplazados dentro de Siria, se suman otros 2,5 millones que viven como refugiados en pa¨ªses vecinos.
"Hay demasiada inestabilidad para los m¨¢s peque?os, sobre todo si consideramos que antes del conflicto estas familias en su mayor¨ªa viv¨ªan una situaci¨®n muy tranquila", afirma Buono. "El nivel de resiliencia de la poblaci¨®n es muy alta y aguantan a pesar de todo. Sin embargo, no deber¨ªa ser as¨ª".
La labor de Unicef, tanto desde las cinco oficinas presentes en Siria como en las delegaciones de Jordania y Turqu¨ªa, se centra en entrega de ayuda humanitaria y en acciones para promover la resiliencia y peque?as rehabilitaciones de servicios. Aunque algunas zonas queden libres de violencia, el acceso a otras, como Al Raqa o Deir Ezzor, sigue muy limitado por razones de seguridad. "De momento, solo podemos entregar ayuda a los que huyen de estas ciudades, pero ya contamos con un plan de contingencia para cuando se levanten las restricciones y podamos entrar", se?ala Buono.
La semana pasada, Unicef logr¨® participar en un convoy a Guta Oriental, un enclave a solo unos pocos kil¨®metros de Damasco en manos de los rebeldes, que sufre la mayor tasa de desnutrici¨®n infantil que se ha registrado en el pa¨ªs desde el inicio de la guerra (el 11,9% de los menores de cinco a?os sufre desnutrici¨®n aguda). El reci¨¦n acordado alto el fuego con el Ej¨¦rcito sirio, de ser respetado, facilitar¨¢ la asistencia a las cerca de 400.000 personas ¡ªaproximadamente la mitad de ellas ni?os¡ª que est¨¢n atrapadas en la zona, seg¨²n el experto italiano.
El Fondo de Naciones Unidas estima que este a?o se necesitar¨¢n 1.400 millones de d¨®lares (alrededor de 1.200 millones de euros) para responder a la crisis de Siria y los pa¨ªses vecinos. Sin embargo, al cierre del pasado mes de octubre, a¨²n faltaba la mitad de los fondos.
Moria: 7.000 personas en un campo construido para 2.300
Mientras que la falta de dinero puede afectar a la asistencia que se presta sobre el terreno en Oriente Pr¨®ximo, los campos de refugiados tambi¨¦n acusan la falta de recursos. M¨¦dicos sin Fronteras hizo un llamamiento esta misma semana sobre las condiciones extremas en las que viven miles de personas en la isla de Lesbos. "Familias enteras que llegaron recientemente de pa¨ªses como Siria, Afganist¨¢n e Irak se amontonan en peque?as tiendas de verano, bajo la lluvia y las bajas temperaturas, luchando por mantenerse secos y calientes", explica Aria Danika, coordinadora del proyecto de MSF en Lesbos. Actualmente, hay m¨¢s de 7.000 personas en un campo construido para 2.300, con un promedio de 70 reci¨¦n llegados de Turqu¨ªa a Lesbos cada d¨ªa, la mayor¨ªa de los cuales son mujeres y menores. En el campo, no hay suficientes duchas e inodoros, poco acceso al agua y hay familias enteras que duermen en peque?as tiendas de verano para dos personas, expuestas a la lluvia y las bajas temperaturas. En Samos, 1.500 personas viven en un campo dise?ado para 700 personas, y cientos est¨¢n durmiendo bajo carpas sin calefacci¨®n y con malas condiciones de higiene, a?ade la organizaci¨®n. Las entidades que trabajan con los refugiados tratan de paliar las consecuencias de las malas condiciones, que se acent¨²an en invierno. MSF, por ejemplo ha abierto una cl¨ªnica m¨®vil en las afueras del campo de Moria y proporcionar¨¢ 8.000 mantas, 8.000 kits de higiene, 4.000 sacos de dormir y 4.000 colchones.
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