Nuevo plan para la investigaci¨®n en malaria
Identifica prioridades en innovaci¨®n y llama a adaptar las estrategias de lucha a cada contexto local. Liderado por ISGlobal, es fruto de un proceso consultivo con m¨¢s de 180 expertos
La lucha global contra la malaria se ha estancado. ?Y ahora qu¨¦? Esta es la pregunta que se propone responder la nueva agenda de investigaci¨®n y desarrollo para la eliminaci¨®n de la enfermedad (malERA Refresh), que se publica este jueves en PLOS Medicine y actualiza una primera hoja de ruta alumbrada en 2011. Se trata de una colecci¨®n de siete art¨ªculos coordinados por la Alianza Cient¨ªfica para la Erradicaci¨®n de la Malaria (MESA), con sede en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Este documento es importante porque orientar¨¢ la labor de grandes actores de la lucha contra el paludismo: desde la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) hasta los donantes internacionales, pasando por los investigadores b¨¢sicos y los coordinadores de programas sobre el terreno. Entre los principales mensajes que se desprenden de malERA se cuentan la necesidad de innovar a todos los niveles y de adaptar las estrategias de lucha a cada contexto local.
¡°Emoci¨®n y urgencia. Esto es lo que intentan transmitir los art¨ªculos¡±, explica la directora de MESA y de la iniciativa para la Eliminaci¨®n de la Malaria de ISGlobal, Regina Rabinovich. ¡°Emoci¨®n porque, por ejemplo, ahora podemos utilizar herramientas gen¨®micas que hace solo cinco a?os se consideraban demasiado costosas; urgencia, no solo por el potencial de resistencias [a f¨¢rmacos e insecticidas], sino porque las inversiones en investigaci¨®n y desarrollo son cr¨ªticas para avanzar¡±.
Tal y como recuerda malERA, tanto los mosquitos como los par¨¢sitos causantes de la malaria evolucionan constantemente, lo que genera nuevos retos en el ¨¢mbito de la investigaci¨®n y de implementaci¨®n: cuando se gana terreno a los mosquitos que pican en interiores, estos adaptan su comportamiento y empiezan a picar al aire libre; mientras se prueba una vacuna para una de las cinco especies de par¨¢sitos causantes de la malaria (P.falciparum), aumentan las infecciones por otras (como P.knowlesi).
Luego, est¨¢n las ¨¢reas olvidadas: todo lo que tiene que ver con el control de vectores (los mosquitos Anopheles), incluyendo la escasez de entom¨®logos y personal especializado, y la lucha contra especies de par¨¢sitos como P.Vivax. Este ¨²ltimo causa la variante de malaria m¨¢s extendida geogr¨¢ficamente y es responsable de 13,8 millones de casos al a?o, seg¨²n el documento. ¡°Se esconde en el h¨ªgado, y si no logramos medicamentos que eliminen las formas latentes en este ¨®rgano, dif¨ªcilmente incidiremos en las zonas de alta transmisi¨®n¡±, explica Rabinovich, que tambi¨¦n est¨¢ afiliada a Facultad T.H.C Chan de Salud P¨²blica de Harvard.
Urge abordar la eliminaci¨®n en zonas de baja incidencia, prevenir la reintroducci¨®n de la enfermedad y tratar a las comunidades de m¨¢s dif¨ªcil acceso
Combinar herramientas
Aunque la ciencia ha avanzado desde la primera edici¨®n de malERA en 2011, el documento identifica lagunas de conocimiento que urge cerrar. Por ejemplo, c¨®mo abordar la transmisi¨®n residual del par¨¢sito para lograr su eliminaci¨®n en zonas de baja incidencia; c¨®mo prevenir la reintroducci¨®n de la enfermedad, y c¨®mo llegar y tratar a las comunidades de m¨¢s dif¨ªcil acceso. ¡°Estamos estancados y la innovaci¨®n es lo que nos ayudar¨¢ a avanzar, especialmente en zonas de alta transmisi¨®n como Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y Mozambique¡±, reitera Rabinovich.
Innovar significa desarrollar nuevos productos y procesos; mejorar los que ya est¨¢n disponibles, e idear estrategias para lograr que los programas de lucha contra la malaria tengan el m¨¢ximo impacto sobre el terreno. Tal y como recuerda malERA, no existe una soluci¨®n m¨¢gica para eliminar esta enfermedad en los diversos pa¨ªses, pero ¡°herramientas imperfectas aplicadas de forma imperfecta pueden lograr un impacto notable¡±. Por ello, el documento enfatiza la importancia de contar con un abanico de soluciones que los pa¨ªses puedan integrar y adaptar a su contexto social y de salud.
Rabinovich lo explica as¨ª: ¡°dependiendo de d¨®nde se encuentra una comunidad afectada, de los niveles de transmisi¨®n del par¨¢sito y de las resistencias, se trata de ver c¨®mo integramos las diversas facetas del abordaje para responder de forma m¨¢s precisa a las necesidades de cada lugar¡±. Esta es una de las prioridades identificadas por malERA, junto con la necesidad de mejorar los actuales f¨¢rmacos y m¨¦todos de control de mosquitos; generar nuevos instrumentos y herramientas para frenar la capacidad de transmisi¨®n de los par¨¢sitos.
La agenda malERA Refresh es fruto de un proceso consultivo con m¨¢s de 180 expertos ¨Ccient¨ªficos, coordinadores de programa y responsables de pol¨ªticas¡ª, y su grupo coordinador incluye el director del Programa Global de Malaria de la ONU, Pedro Alonso.
Estamos estancados y la innovaci¨®n es lo que nos ayudar¨¢ a avanzar, especialmente en zonas de alta transmisi¨®n?
Regina Rabinovich, ISGlobal
Lejos de tratarse de una publicaci¨®n sobre ciencia b¨¢sica, malERA abarca tambi¨¦n la ciencia aplicada, el desarrollo de productos y la mejora en el dise?o de operaciones. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ del potencial de innovaci¨®n en los diversos campos, est¨¢ la cuesti¨®n de c¨®mo aplicar los avances a escala masiva para que tengan un impacto real.
¡°Cuando hace 15 a?os alguien me dijo que las mosquiteras se pod¨ªan aplicar a gran escala, le pregunt¨¦ si estaba de broma ?con lo grandes que eran!¡±, recuerda Rabinovich. ¡°Pues bien, hace dos a?os distribuimos 200 millones de mosquiteras en Nigeria, y esto no es algo que simplemente puedas cargar en cami¨®n¡±. En su opini¨®n, uno de los grandes retos es mejorar la forma de desplegar los tratamientos y los m¨¦todos de control de vectores para llegar m¨¢s y mejor a quienes lo necesitan.
Para hacerlo posible, tambi¨¦n har¨¢ falta que los pa¨ªses y los diversos donantes internacionales aporten las inversiones necesarias. ¡°La malaria es m¨¢s compleja que otras enfermedades, en el sentido de que debemos abordar simult¨¢neamente tres componentes: par¨¢sitos, mosquitos y el factor humano. Sin embargo, tambi¨¦n responde muy r¨¢pido a la presi¨®n¡±, subraya Ravinovich. ¡°Podemos tratarla y prevenirla, y a nivel global podr¨ªamos hacerlo mejor, pero para lograrlo necesitaremos nuevas herramientas¡±.
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