C¨®mo arreglar el mundo en una semana
Organizaciones de la sociedad civil de 109 pa¨ªses se re¨²nen en Fiyi para compartir ideas y experiencias para salvar el planeta
Cambiar el curso de la Historia porque el actual no tiene un final feliz. Ese el objetivo de la Semana Internacional de la Sociedad Civil (ICSW, por sus siglas en ingl¨¦s) que celebra su decimoquinta edici¨®n en Fiyi. As¨ª lo dijo Dhananjayan Sriskandarajah, secretario general de Civicus, alianza global para la participaci¨®n ciudadana que apoya a organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo, durante el encuentro organizado en colaboraci¨®n con la Asociaci¨®n de ONG de las Islas del Pac¨ªfico (Piango). Los citados son m¨¢s de 600 representantes de la sociedad civil de 109 pa¨ªses, activistas que en su lucha por evitar la destrucci¨®n del planeta y frenar las violaciones de los derechos humanos enfrentan cada vez m¨¢s los ataques de quienes quieren mantener el rumbo.
Tal como indica su nombre, en una semana, los asistentes se re¨²nen en torno a sesiones tem¨¢ticas para abordar los grandes retos de la humanidad: el cambio clim¨¢tico, la crisis de la democracia y las instituciones, la desigualdad... "Pero no hemos venido solo para hablar y darnos palmaditas, sino para influenciar en las decisiones pol¨ªticas", dice Emele Duituturaga, directora ejecutiva de Piango.
Para Fiji, pa¨ªs que acoge esta gran reuni¨®n, es urgente que tal viraje en el curso de la Historia se produzca. Esta peque?a isla del Pac¨ªfico se hunde: la subida del nivel del mar por efecto del calentamiento global ahoga su tierra, forzando a las comunidades costeras a abandonar sus hogares perdiendo todo cuanto tienen. De ah¨ª la sed de liderazgo de este pa¨ªs insular en la arena internacional, que actualmente ostenta la presidencia de la COP23 y estos d¨ªas se enorgullece de ser el epicentro del activismo, pues su existencia depende de que su voz sea escuchada y su problema visible.
No hemos venido solo para hablar y darnos palmaditas, sino para influenciar en las decisiones pol¨ªticas Emele Duituturaga, directora ejecutiva de Piango
No son pocos, no obstante, los que en conversaciones de pasillo en la Universidad del Pac¨ªfico Sur, donde tiene lugar el encuentro, comentan y calculan la cantidad de emisiones de carbono emitidas en los vuelos realizados para llegar hasta Fiyi. Para compensar, aqu¨ª no se permite el papel. Nada de pilas de informes ni folletos informativos. Las sesiones y programas se anuncian v¨ªa aplicaci¨®n m¨®vil o en pizarras.
"No vamos a cambiar el curso de la Historia a menos que los movimientos sociales est¨¦n unidos", reclama Sriskandarajah. "Este es el momento de inspirarnos mutuamente. Defender la libertad y los derechos civiles es dif¨ªcil en muchas partes del mundo y es importante hablar de nuestra lucha y c¨®mo podemos proteger el espacio de la sociedad civil", a?ade. Pero encontrar esos puntos en com¨²n, a¨²n debajo del paraguas de la defensa de los derechos humanos, es complicado. Los distintos movimientos sociales tienen sus propias agendas, luchan por los mismos fondos y encaran un relevo generacional en la que los j¨®venes tienen el reto a?adido de hacerse escuchar en las discusiones.
"La gente joven tiene que tener la oportunidad de hablar y relacionarse con l¨ªderes de todas las generaciones", sostiene Sriskandarajah. Por eso, desde hace una d¨¦cada, Civicus celebra cada a?o y medio la Asamblea de la Juventud. En la que se ha celebrado en el marco de la ICSW 2017 ha participado Brianna Fruean, de 19 a?os. Con solo 11 fund¨® 350.Samoa, un movimiento juvenil contra el cambio clim¨¢tico, y actualmente es miembro de Guerreros por el Clima (Climate Warriors) en su pa¨ªs, Samoa, que enfrenta problemas similares a los de Fiyi. En su opini¨®n, "los mayores gu¨ªan, pero son los j¨®venes quienes dan impulso". Lejos de relegarles a una reuni¨®n monotem¨¢tica, los j¨®venes asamblearios participan tras su jornada en el resto de sesiones, para exponer su punto de vista y experiencia en las diferentes ¨¢reas, desde el uso de tecnolog¨ªas como herramienta para el activismo hasta la lucha contra la explotaci¨®n infantil.
Para Fruean es fundamental "involucrar y formar a los j¨®venes para crear una generaci¨®n de agitadores y activistas" en las distintas luchas, especialmente contra el cambio clim¨¢tico. Solo as¨ª se lograr¨¢ alcanzar un mundo m¨¢s justo y sostenible, el que se pretende conseguir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030. La agenda internacional aprobada en 2015 en la ONU sirve de marco de acci¨®n a los Gobiernos, pero tambi¨¦n a las empresas, las ONG y organizaciones de la sociedad civil. Son estas ¨²ltimas las que, seg¨²n la directora de Piango, "pueden insuflar de energ¨ªa" para conseguir un el futuro proyectado en los papeles. Y hace falta mucha, pues son necesarios "cambios a todo los niveles: en la ciudadan¨ªa, las empresas y la pol¨ªtica", apunta Duituturaga. "Necesitamos historias positivas e inspiradoras", a?ade.
La gente j¨®ven tiene que tener la oportunidad de hablar y relacionarse con l¨ªderes de todas las generaciones Dhananjayan Sriskandarajah, secretario general de Civicus
Tales experiencias de ¨¦xito son las que comparten los participantes dentro y fuera de las conferencias, pero tambi¨¦n sus dificultades. "Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos es la falta de respeto por parte de los l¨ªderes del mundo hacia el marco legal internacional del que nos dotamos tras la II Guerra Mundial. Y ahora es m¨¢s importante que nunca. Necesitamos reconstruirlo y pensar en el futuro de la humanidad", se?ala Mandeep Tiwana, responsable de programas de Civicus. Tanto es as¨ª que no hay apenas un corrillo o charla en el que alguien no mencione a Donald Trump como exponente de mandatario contra cuyas pol¨ªticas en cuanto al cambio clim¨¢tico o las migraciones hay que levantarse y protestar. "Le tendr¨ªamos que haber invitado", sugieren muchos entre risas.
"Dar voz a todos en todas partes"
La cuesti¨®n a resolver es c¨®mo defender los derechos humanos y civiles en un contexto cada vez m¨¢s hostil. Las detenciones y asesinatos de activistas son el pan de cada d¨ªa. Solo en 2016, 281 fueron v¨ªctimas de homicidio por su labor, seg¨²n datos de Front Line Defenders. Y se cuentan por millones las detenciones y hostigamientos. "En todo el mundo observamos tendencias similares, de un modo u otro, se trata de coartar la libertad de expresi¨®n", apunta?Nic Mackay, coordinador de la campa?a Speak! (?Habla!), creada en 2013 "para dar voz a todos y en todas partes".?
Para Mackay, el primer derecho que hay que proteger es el de la libertad de expresi¨®n, pues sin ¨¦l no se pueden defender todos los dem¨¢s. Pero hablar no es suficiente. Hay que hacerlo, dice, de modo que el mensaje llegue de forma masiva a la ciudadan¨ªa. "Los temas que vemos que le interesan a la sociedad civil son el acceso al agua, la seguridad, los derechos humanos de manera extensa y especialmente los de los ni?os, las mujeres y las minor¨ªas. Y en este tipo de eventos, quienes asisten suelen estar ya sensibilizados respecto a estos problemas, pero hay que llegar a quienes todav¨ªa no les preocupan", afirma. "Por eso, cuando apoyamos a los movimientos para organizar eventos, les decimos que tienen que invitar y llegar a personas que no necesariamente est¨¢n interesadas en el tema a tratar, sobre todo los j¨®venes que no pertenecen a ninguna organizaci¨®n", abunda.
El primer derecho que hay que proteger es el de la libertad de expresi¨®n, pues sin ¨¦l no se pueden defender todos los dem¨¢s
En la b¨²squeda de p¨²blico que se una a las causas que promueves, los activistas tambi¨¦n deben cambiar su manera de comunicar, en opini¨®n de Mackay. "Hay que dejar de hablar a la cabeza y hablarle al coraz¨®n. A veces ignoramos que la gente no ha vivido el mismo proceso que nosotros para involucrarse en los temas que nos emocionan. No hablamos su idioma", explica. Algo que s¨ª han conseguido, contin¨²a, los l¨ªderes populistas. "Tenemos que aprender de ellos, aunque su mensaje nos parezca equivocado", afirma. "Su poder es dividir y nuestra oportunidad es comunicar para unir", matiza.
Con el prop¨®sito de conseguirlo, la campa?a Speak! promovida por Civicus apoya a movimientos sociales a amplificar su mensaje, sobre todo all¨ª donde los ciudadanos no tienen el conocimiento y las herramientas para hacerlo. Les asesoran para organizar eventos y protestas, y ponen a su disposici¨®n su p¨¢gina web para anunciarlos y difundir sus mensajes. Pero, ?qu¨¦ pasar¨ªa si una organizaci¨®n racista, machista u hom¨®foba solicitara su ayuda? "No hemos tenido el caso, no s¨¦ c¨®mo lo encajar¨ªamos. Creo que ser¨ªan bienvenidos porque usar¨ªan sus voces con respeto y para compartir sus ideas", reflexiona. "Un buen ejemplo es lo que est¨¢ pasando aqu¨ª en Fiji, hay mucha gente que piensa distinto, pero est¨¢n aqu¨ª construyendo algo juntos aunque no cambien su propia opini¨®n", zanja.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.