Este es el momento para que los Gobiernos inviertan en educaci¨®n

El a?o pasado acud¨ª a un centro escolar para ver c¨®mo un grupo de alumnos de diez a?os trabajaban la propuesta did¨¢ctica que cada a?o planteamos desde la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n (CME), un movimiento de la sociedad civil presente en m¨¢s de 120 pa¨ªses y que desde el a?o 2000 re¨²ne a organizaciones y coaliciones nacionales de muy diverso signo en defensa del derecho a la educaci¨®n, a trav¨¦s tanto de actividades de sensibilizaci¨®n y movilizaci¨®n con las comunidades educativas como de acciones de incidencia pol¨ªtica a nivel regional, nacional e internacional.

Para realizar la actividad de ese d¨ªa, los ni?os y ni?as se dividieron por equipos, cada uno de los cuales representaba a un pa¨ªs: Siria, Per¨², Espa?a, Islandia y Etiop¨ªa. El docente planteaba una serie de preguntas sobre cada uno de los pa¨ªses ¨Csi viv¨ªan en un contexto de paz, si contaban con infraestructuras y profesorado suficiente, si las ni?as iban a la escuela¨C y, en funci¨®n de las respuestas, el equipo pod¨ªa (o no) ir avanzando por el tablero de juego. Fue fascinante observar c¨®mo el alumnado iba d¨¢ndose cuenta de las diferencias entre unos y otros, y haci¨¦ndose conscientes de que algo tan aleatorio como el pa¨ªs en el que te haya tocado nacer o vivir determina en gran medida no solo tu situaci¨®n presente, sino tus oportunidades de futuro. Al acabar la actividad, todos terminaron verbalizando la suerte que ten¨ªan de poder ir al colegio y de aprender, a pesar de las carencias y las dificultades que tambi¨¦n afectan al sistema educativo espa?ol.

Siempre es as¨ª con la educaci¨®n. Pocos temas suscitan un acuerdo tan un¨¢nime: a quien quiera que le preguntes ¡ªclase pol¨ªtica, sector privado, ni?os y ni?as¡ª el conjunto de la ciudadan¨ªa es un¨¢nime en su defensa de la necesidad de garantizar una educaci¨®n de calidad para todas las personas, tanto en nuestro pa¨ªs como, sobre todo, en otros donde el contexto es m¨¢s complicado.

Sin embargo, cuando llega el momento de que este discurso tan ampliamente aceptado ¡ªel de que contar con una educaci¨®n de calidad es esencial para garantizar la igualdad de oportunidades y construir sociedades m¨¢s equitativas, igualitarias y pr¨®speras¡ª se materialice en compromisos reales, todo este consenso parece diluirse entre las diversas prioridades de la agenda pol¨ªtica y la coyuntura econ¨®mica. En definitiva, siempre parece haber algo m¨¢s urgente en lo que invertir nuestros recursos.

El problema es que la falta de acceso a una educaci¨®n de calidad no es un juego, y que los m¨¢s de 263 millones de ni?os, ni?as y adolescentes de todo el mundo que actualmente no van a la escuela no pueden esperar. Y ahora se nos presenta la oportunidad de que no tengan que hacerlo. Los d¨ªas 1 y 2 de febrero se est¨¢ celebrando en Dakar (Senegal) la Cumbre de la Alianza Mundial por la Educaci¨®n (AME), el principal fondo multilateral que re¨²ne a pa¨ªses del Sur, donantes, sector privado y sociedad civil con una meta com¨²n: movilizar fondos que permitan mejorar la calidad y el acceso a la educaci¨®n en 89 pa¨ªses en desarrollo. El ¨¦xito de este encuentro depende del compromiso de todos los actores implicados y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, de todos y cada uno de nosotros.

El problema es que la falta de acceso a una educaci¨®n de calidad no es un juego. Los m¨¢s de 264 millones de ni?os, ni?as y adolescentes de todo el mundo que actualmente no van a la escuela no pueden esperar

Espa?a forma parte de la Alianza Mundial por la Educaci¨®n desde 2006 y ha sido uno de sus principales donantes. Pero su ¨²ltima aportaci¨®n al fondo se remonta al 2011

Desde la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n, instamos al Gobierno espa?ol a que no espere para demostrar con algo m¨¢s que palabras su apoyo a la educaci¨®n

Por un lado, se trata de que los Gobiernos de los pa¨ªses en desarrollo se comprometan a adoptar las medidas necesarias para lograr que, en 2020, el 20% de sus presupuestos se destine a financiar el fortalecimiento de sus sistemas educativos. Estos recursos deben destinarse a ¨¢mbitos que, como la inversi¨®n en una mejor remuneraci¨®n del profesorado, pueden no resultar del todo atractivos para los Ministerios de Hacienda de dichos pa¨ªses e incluso para la propia comunidad internacional, pero que son absolutamente imprescindibles para lograr verdaderos avances en el ¨¢mbito educativo. Sin embargo, a¨²n en ese escenario, ser¨ªan necesarios 39.000 millones de d¨®lares adicionales para garantizar que todos los ni?os y ni?as del mundo puedan recibir una educaci¨®n infantil, primaria y secundaria inclusiva y de calidad. Ah¨ª entra en juego el papel de los pa¨ªses donantes, entre los que se encuentra Espa?a, que para cubrir ese d¨¦ficit deber¨ªan aportar a la AME un total de 3.100 millones de d¨®lares entre 2018 y 2020. De tal manera que, para el a?o 2020, la AME reciba unas aportaciones totales de 2.000 millones de d¨®lares anuales.

La sociedad civil internacional se ha volcado con este evento, que ya ha recibido el apoyo de figuras tan destacadas como la Premio Nobel de la Paz, Malala o el Papa Francisco, y pa¨ªses como Francia (que organiza la Cumbre junto al Gobierno de Senegal) ya han manifestado su compromiso, no solo moral, con la causa educativa. Espa?a tambi¨¦n debe dar un paso adelante. Nuestro pa¨ªs forma parte de la AME desde el a?o 2006 y ha sido uno de sus principales donantes, aunque su ¨²ltima aportaci¨®n al fondo se remonta al a?o 2011. En este sentido, esta pr¨®xima Cumbre de Dakar constituye una oportunidad hist¨®rica para que Espa?a recupere su papel como donante en el sector educativo, especialmente de cara al cumplimiento de los objetivos que plantea el nuevo marco internacional que supone la Agenda 2030. Por eso, desde la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n (liderada en Espa?a por Ayuda en Acci¨®n, EDUCO y Entreculturas) y con el apoyo de Plan International Espa?a, instamos al Gobierno espa?ol a que no espere para demostrar con algo m¨¢s que palabras su apoyo a la educaci¨®n y que, en el marco de esta Cumbre, realice un compromiso de financiaci¨®n firme y ambicioso de, al menos, dos millones de euros.

Ese es el mensaje que me gustar¨ªa transmitir en mis pr¨®ximas visitas a los centros educativos espa?oles: que para sus representantes pol¨ªticos, la educaci¨®n no es un juego, y que se toman en serio no solo su futuro, sino tambi¨¦n el de los millones de ni?os, ni?as y j¨®venes de todo el mundo que no comparten su suerte. No les hagamos esperar. El momento es ahora.

Cristina ?lvarez es la coordinadora de la Campa?a Mundial por la Educaci¨®n en Espa?a.

Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.