¡°Ni?as y ni?os tienen que saber que viven en una sociedad patriarcal que favorece a la parte masculina¡±
La autora de 'Educar en feminismo', Iria Mara?¨®n, alega que no existe una educaci¨®n en igualdad real y que los mensajes dirigidos a la infancia mantienen los estereotipos
Iria Mara?¨®n, fil¨®loga, editora y autora del blog feminista Comecuentos Makers, acaba de publicar Educar en feminismo, un libro en el que incide en luchar para acabar con los estereotipos de g¨¦nero y as¨ª abrirnos los ojos ante una realidad: que no estamos educando a nuestros hijos e hijas en una igualdad ¡°real¡±: ¡°No nos damos cuenta de que si no permitimos ni fomentamos que un ni?o pueda jugar con mu?ecos y casas de mu?ecas, el d¨ªa de ma?ana no va a ser un padre implicado y no va a asumir los cuidados y la corresponsabilidad en el hogar como propia. Y si nuestras ni?as no juegan a ser superheroinas, no creer¨¢n que tienen la capacidad de cambiar el mundo¡±, afirma Mara?¨®n. Nos adentramos en los entresijos de su libro.
PREGUNTA. El t¨ªtulo de tu libro es potente: Educar en el feminismo, ?qu¨¦ quieres transmitir con este mensaje?
RESPUESTA. Quiero transmitir que es necesario empezar a resolver el problema del sexismo y el machismo desde la educaci¨®n, en el momento en el que nacen. Necesitamos educar en justicia, libertad e igualdad para que nuestra sociedad mejore; eliminar la violencia machista, las diferencias sociales y los estereotipos, para que sean libres de expresarse como prefieran; educar en la diversidad, para que vean que hay muchas maneras de ser una ni?a o un ni?o.
P. ?C¨®mo defines el feminismo?
R. El feminismo es un movimiento que pide justicia y libertad para las mujeres. Vivimos en un sistema patriarcal que oprime a las mujeres, que son las que sufren mayoritariamente la pobreza, la brecha salarial, la violencia machista, la infrarrepresentaci¨®n, la invisibilidad. Es necesario corregir todas las desigualdades para que nuestra sociedad sea m¨¢s justa y m¨¢s libre. Para esto, es necesario el feminismo, un movimiento con siglos de historia y que es vanguardia porque reclama derechos para las mujeres cuando ni ellas mismas saben que necesitan esos derechos. Y que adem¨¢s beneficia a los varones, porque les libera de la presi¨®n de mantener su posici¨®n en el sistema patriarcal.
P. El libro llega tras un 2017 que ha sido importante para el movimiento feminista, con m¨²ltiples acontecimientos que lo han potenciado. ?Es hoy m¨¢s f¨¢cil educar en el feminismo?
R. Hoy hay m¨¢s conciencia social. Creo que estamos m¨¢s abiertos a o¨ªr hablar de feminismo y de c¨®mo educar a nuestras ni?as y ni?os en esta l¨ªnea. Incluso hay libros, pel¨ªculas y referentes que antes no ten¨ªamos para poder llenar nuestro entorno de referentes positivos y diversos. Sin embargo, todav¨ªa no es f¨¢cil, porque muchos est¨ªmulos que reciben fuera de casa siguen siendo los mismos, no han variado. Queda mucho trabajo por hacer.
P. ?A qu¨¦ edad son los ni?os conscientes de la diferencia entre g¨¦neros?
R. En cuanto toman conciencia de s¨ª mismos. Seg¨²n un estudio publicado en 2017, las ni?as a partir de los 6 a?os se sienten menos inteligentes que los ni?os. Esto es as¨ª porque, desde que nacen, la sociedad les lanza mensajes que les dicen qu¨¦ lugar ocupan en la sociedad. Y ese lugar est¨¢ cuidando beb¨¦s, haciendo comiditas y maquill¨¢ndose. Les decimos ¡°p¨®rtate como una se?orita¡± o ¡°las ni?as buenas no son mandonas¡±, por lo que ellas mismas sabr¨¢n cu¨¢l es su papel en la sociedad desde muy pronto.
Mientras tanto, los ni?os juegan con superh¨¦roes y tortugas ninja que les transmiten que son capaces de cambiar el mundo, o pistolas y espadas donde se sienten poderosos y fomentan su agresividad. Adem¨¢s, les decimos que ¡°los ni?os no lloran¡± y ¡°p¨®rtate como un hombre¡±. Desde que son muy peque?os van a ser conscientes de que cada uno ocupa un lugar diferente. Y el gran problema es que ese lugar diferente, genera muchas desproporciones.
P. ?Es posible huir de estos estereotipos?
R. Debemos intentar suavizarlos. Nuestros ni?os volver¨¢n a casa diciendo que el ¡°rosa es de ni?as¡± o que las ¡°ni?as no pueden ser futbolistas¡± por los mensajes que reciben de la sociedad y en el colegio. Pero debemos insistir en la igualdad y cuando vayan creciendo entender¨¢n las injusticias que este tipo de prejuicios genera.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa tu principal consejo para que los padres eduquen hacia la igualdad?
R. El ejemplo se debe dar en casa. Tienen que ver que hay corresponsabilidad real, donde ambos asumen las tareas del cuidado y del hogar equitativamente. Debemos ense?arles que la violencia no se puede usar para solucionar nada y que tienen que aprender a resolver sus conflictos de forma pac¨ªfica gracias a la negociaci¨®n. Adem¨¢s, tenemos que proponerles referentes femeninos diversos para que vean que las mujeres somos capaces de conseguir cualquier logro. En casa, deber¨ªamos hablar con un lenguaje inclusivo que las nombre tambi¨¦n a ellas, romper los estereotipos con los juegos y juguetes y evitar decir expresiones que les limiten desarrollarse plenamente. Tenemos que ense?arles a ser cr¨ªticos con cualquier manifestaci¨®n machista o sexista que se presente en el cine, los libros, la televisi¨®n, o en el colegio. Y darles libertad para que expresen su feminidad y masculinidad como prefieran.
En casa, deber¨ªamos hablar con un lenguaje inclusivo que las nombre tambi¨¦n a ellas, romper los estereotipos con los juegos y juguetes y evitar decir expresiones que les limiten desarrollarse plenamente
P. Entonces, ?c¨®mo podemos ayudar a los ni?os a que entiendan el feminismo?
R. Los ni?os tienen que aprender a solucionar cualquier conflicto sin violencia. Debemos fomentar en ellos la sensibilidad y la comunicaci¨®n para que aprendan a gestionar correctamente sus emociones. Tienen que aprender empat¨ªa, para poder ponerse en el lugar del otro. Adem¨¢s, es fundamental la autonom¨ªa, que todos sean capaces de cuidarse y responsabilizarse de sus propias cosas. Hay que insistir en que se comprometan con los cuidados y las tareas del hogar y fomentar que sean generosos y que respeten y escuchen a las ni?as y mujeres. Hay que hacerlos cr¨ªticos. Ni?as y ni?os tienen que saber que vivimos en una sociedad patriarcal que favorece a la parte masculina, tienen que saber qu¨¦ es un estereotipo y c¨®mo romperlo. Y deben aprender a vivir con las gafas violetas puestas, un filtro que resalta cuando est¨¢n siendo testigos de una actitud, comportamiento o lenguaje sexista, machista o mis¨®gino. O cuando ellos mismos, o incluso nosotros, estamos perpetuando ese comportamiento.
P. ?Y cu¨¢les ser¨ªan las pautas a seguir con las ni?as?
R. Nuestras ni?as tienen que aprender asertividad para ser capaces de decir lo que sienten y defender sus derechos sin agredir y con respeto. Tienen que aprender a negarse a hacer algo que no les apetece hacer, ya que nos educan para ser complacientes y cuando somos adultas, nos cuesta decir que ¡°no¡±. Debemos fomentarles la autoestima para que se sientan seguras de s¨ª mismas, el esp¨ªritu de lucha para que sepan que son capaces de conseguir cualquier cosa, la valent¨ªa para tomar decisiones y el liderazgo, para que sean capaces de romper techos de cristal y abrir camino, que sepan que pueden conseguir lo que se propongan.
P. Desde tu punto de vista como madre de dos hijas, ?c¨®mo has llevado esa dualidad que contrapone lo que t¨² les ense?as y lo que les transmite la sociedad?
Por nuestra parte tenemos que se?alar el machismo y el sexismo all¨ª donde lo veamos, y que nuestras ni?as y ni?os aprendan a identificarlo
R. Hay que ser flexibles y muchas veces dejar que ellas mismas se den cuenta de las cosas. Hay una edad en la que por mucho que t¨² les digas que el estereotipo de princesa sumisa, complaciente y rescatada por un pr¨ªncipe no es positivo, ellas quieren disfrazarse de Blancanieves, y jugar a la Cenicienta pese a quien pese. Por nuestra parte tenemos que se?alar el machismo y el sexismo all¨ª donde lo veamos, y que nuestras ni?as y ni?os aprendan a identificarlo. No es algo que se consiga en un d¨ªa, es una carrera de fondo. Yo misma aprendo cada d¨ªa sobre igualdad.
P. ?Podr¨ªa evitarse este cambio tan evidente de percepci¨®n y de comportamiento con una coeducaci¨®n verdadera, tanto en casa como en las aulas?
R. S¨ª. Es fundamental educar en igualdad para que nuestras ni?as y ni?os sientan que pueden ser capaces de las mismas cosas. Y coeducar no significa educar ni?as y ni?os, sino educar en igualdad. Con los mismos referentes, rompiendo los estereotipos, forzando un cambio.
P. Cuando llega la adolescencia parece que los valores est¨¢n m¨¢s asentados, ?resulta m¨¢s dif¨ªcil reorganizar su cerebro o comportamiento hacia la igualdad?
R. S¨ª, porque ya llevan en la mochila muchos a?os de un sistema patriarcal que ha calado hondo y que tienen completamente normalizado, por lo que es m¨¢s f¨¢cil hacerle ver el sexismo durante la infancia que a un adolescente, que ya ha desarrollado el pensamiento cr¨ªtico y da por sentadas determinadas cosas. Sin embargo, tenemos que seguir insistiendo y es fundamental trabajar con ellos, porque son los que van a mantener los comportamientos sexistas y es en ese momento en el que van a empezar a ejercer de forma m¨¢s evidente su poder.
P. Algunos adolescentes siguen perpetuando actitudes machistas, incluso con mayor intensidad que generaciones anteriores. ?Qu¨¦ estamos haciendo mal?
R. No existe una educaci¨®n en igualdad real. Los mensajes dirigidos a la infancia mantienen los estereotipos. Seguimos usando un lenguaje no inclusivo, repetimos din¨¢micas, frases y comportamientos que les mandan el mensaje de que los hombres tienen el poder, deben esconder sus emociones y las mujeres deben ser sumisas y complacientes. El germen perfecto para que nuestros adolescentes ejerzan control y violencia machista.
R. ?Es tiempo de utop¨ªas y revoluciones feministas? ?C¨®mo comenzamos?
De hecho, creo que es el mejor momento. Hace 150 a?os parec¨ªa ut¨®pico que las mujeres pudieran votar, algo que hoy damos por sentado. Hoy, la coeducaci¨®n es antisistema porque el sistema que prevalece sigue siendo sexista, y hay que cambiar el sistema entero. Si educamos a las ni?as y ni?os de hoy en el feminismo, es posible que las futuras generaciones vivan en una sociedad mucho m¨¢s justa. Por eso tenemos que ser optimistas. Podemos comenzar despertando conciencias a trav¨¦s de leyes que corrijan la desigualdad: cuotas, bajas maternales y paternales iguales e intransferibles, perspectiva de g¨¦nero en los curr¨ªculos educativos de forma interdisciplinar, asignaturas espec¨ªficas de igualdad y que eduquen a nuestros adolescentes sobre relaciones afectivo¨Csexuales, leyes que condenen la apolog¨ªa del sexismo o del machismo en medios, publicidad, etc. Si en casa coeducamos, pero ni el resto de la ciudadan¨ªa ni el colegio lo hacen, vamos a estar haciendo palanca constantemente con la sociedad: por mucho que le digamos a un ni?o que el rosa es para ni?os y ni?as, volver¨¢ del colegio diciendo que no se pone un jersey rosa porque ¡°es de ni?as¡±. Por lo tanto, la sociedad deber¨ªa estar concienciada, los propios adultos deber¨ªamos ser los primeros en deshacernos de los prejuicios, abrir nuestra mente a nuevos referentes, nuevas masculinidades y feminidades, eliminar el dualismo de g¨¦nero ni?a-ni?o, tener presente siempre la perspectiva de g¨¦nero. As¨ª crearemos cultura igualitaria, y nuestras ni?as y ni?os podr¨¢n ver series y pel¨ªculas no sexistas, publicidad y literatura diversa, hablaremos con un lenguaje inclusivo, y educaremos a nuestras criaturas en igualdad real.
P. ?Hay algo que te gustar¨ªa a?adir?
R. Yo hablo de empoderar a las ni?as, de educarlas para que sean capaces de romper techos de cristal, pero soy muy consciente de que lo hago desde mi posici¨®n de mujer privilegiada. En este tema, hay unas ra¨ªces mucho m¨¢s profundas, porque las mujeres que sienten la opresi¨®n de forma m¨¢s acuciante no pueden pensar en empoderar a sus hijas y ni se plantean romper techos de cristal, porque sencillamente solo piensan en sobrevivir cada d¨ªa. Para solucionar esto, debemos repensar el sistema econ¨®mico y financiero actual, los sistemas de poder, y profundizar m¨¢s para encontrar las soluciones a un problema muy grave que genera grandes desigualdades sociales.
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