La sonda que fotografiar¨¢ las puestas de Sol de Marte empieza a trabajar
La sonda ExoMars TGO resolver¨¢ el misterio de la inesperada presencia de metano en el planeta, un gas que en la Tierra se asocia a procesos biol¨®gicos
La Tierra es un planeta poco dado a la nostalgia. Su actividad geol¨®gica no respeta ni los eventos m¨¢s traum¨¢ticos ni los m¨¢s gloriosos. Unos pocos millones de a?os y para identificar el cr¨¢ter de Chicxulub, el lugar donde se cree que impact¨® el gigantesco meteorito que acab¨® con los dinosaurios, fueron necesarios los an¨¢lisis de cient¨ªficos expertos. Los procesos geol¨®gicos pr¨¢cticamente lo hab¨ªan hecho desaparecer.
Marte es diferente. ¡°Es un planeta que se mantiene como hace 4.000 millones de a?os¡±, explicaba esta semana en la sede que tiene la Agencia Espacial Europea (ESA) en Villanueva de la Ca?ada, cerca de Madrid, Miguel ?ngel L¨®pez Valverde, un especialista en la atm¨®sfera marciana del Instituto Astrof¨ªsico de Andaluc¨ªa. ¡°Adem¨¢s, es, como la Tierra o Venus, un planeta terrestre y se form¨® en la misma regi¨®n¡±, a?ad¨ªa. ¡°Es un mundo que nos puede ense?ar m¨¢s sobre la Tierra primitiva que nuestro propio planeta¡±, resum¨ªa. Adem¨¢s, es el ¨²nico mundo fuera de la Tierra al que podr¨ªan viajar humanos en las pr¨®ximas d¨¦cadas y en el que se podr¨ªan encontrar indicios de vida presente o, al menos, pasada.
Esas caracter¨ªsticas justifican el desmesurado inter¨¦s que Marte despierta en los cient¨ªficos y la sofisticaci¨®n y el n¨²mero de misiones que han visitado aquel planeta. Esta semana, reunidos en Madrid, muchos de los cient¨ªficos que planean y extraen informaci¨®n de esas misiones hablaban de lo que se puede esperar de la ¨²ltima de ellas. ExoMars Trace Gas Orbiter lleg¨® a la ¨®rbita marciana en octubre de 2016, pero ha necesitado a?o y medio para ir frenando y llegar a su ¨®rbita definitiva, a unos 400 kil¨®metros de altitud. Desde all¨ª, rodear¨¢ el planeta una vez cada dos horas fotografiando puestas de Sol para buscar en el contraluz gases poco abundantes.
Marte nos puede ense?ar m¨¢s sobre la Tierra primitiva que nuestro propio planeta
Uno de esos gases es el metano, detectado de manera inesperada por otra sonda europea, Mars Express, que lleva ya 15 a?os all¨ª. Pero aquella misi¨®n no estaba dise?ada para observarlo y los datos que envi¨® no han permitido confirmar con certeza la presencia del gas. ¡°No tenemos una buena manera de explicar la presencia de metano. No deber¨ªa estar y queremos comprobar si realmente est¨¢ y en qu¨¦ cantidad¡±, se?ala Alejandro Cardes¨ªn, experto en misiones marcianas de la ESA.
El inter¨¦s de detectar trazas de gases muy poco abundantes como el metano se encuentra en que pueden revelar la existencia de procesos invisibles. El metano en la Tierra est¨¢ asociado a la actividad biol¨®gica y en Marte podr¨ªa estar vinculado al metabolismo de microbios que habiten en el subsuelo. L¨®pez Valverde aclara que la mayor¨ªa de los cient¨ªficos cree que ese origen es muy poco probable. Pero el metano tambi¨¦n podr¨ªa descubrir alg¨²n tipo de actividad geol¨®gica inesperada, igual que el azufre. ¡°Si se encontrase, podr¨ªa revelar criovulcanismo. Marte no estar¨ªa tan muerto como parece¡±, contin¨²a el cient¨ªfico del IAA y coinvestigador de ExoMars.
La nueva sonda, que empezar¨¢ su misi¨®n cient¨ªfica en abril, acumular¨¢ informaci¨®n a la recogida durante d¨¦cadas por sus predecesoras. La observaci¨®n continuada es tambi¨¦n una herramienta para conocer Marte en profundidad y la informaci¨®n de TGO se sumar¨¢ a la de otras que analizan ahora mismo la atm¨®sfera marciana, como la estadounidense MAVEN. Esos datos servir¨¢n para tratar de desentra?ar el misterio sobre lo sucedido con los oc¨¦anos que un d¨ªa ba?aron Marte.
Para profundizar en el planeta, literalmente, partir¨¢ dentro de dos a?os desde la Tierra la estrella del proyecto ExoMars, un robot explorador capaz de desplazarse y perforar el suelo marciano. Si finalmente hay metano en aquel planeta, esta m¨¢quina (si logra aterrizar sana y salva) podr¨¢ comprobar si en el subsuelo hay microbios produci¨¦ndolo.
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