La injusticia fiscal tiene cara de mujer

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Las organizaciones de mujeres en Am¨¦rica Latina y el Caribe pueden estar orgullosas de s¨ª mismas: gracias a sus luchas, se ha progresado significativamente en la adopci¨®n de marcos legales para avanzar en la igualdad de g¨¦nero. Hoy en d¨ªa, las mujeres tienen mayor acceso a ingresos propios, su participaci¨®n laboral aument¨® y disminuyeron las brechas en la calidad del empleo entre mujeres y hombres. Sin embargo, falta mucho.

Las remuneraciones por trabajo de igual valor siguen siendo desiguales, las mujeres se concentran en empleos informales y sin condiciones laborales dignas. Adem¨¢s, ellas siguen teniendo una responsabilidad desproporcionada en las tareas dom¨¦sticas y los cuidados no remunerados. Cuidar, asear y cocinar siguen siendo ¡°asuntos de mujeres¡±.

La Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal) calcula que las mujeres de la regi¨®n dedican m¨¢s del triple de tiempo al trabajo no remunerado que los hombres, lo cual limita sus oportunidades de educaci¨®n, capacitaci¨®n o empleo, e imposibilita su empoderamiento econ¨®mico. Esto explica en parte porque a pesar de los avances y de la reducci¨®n general de la pobreza que experiment¨® la regi¨®n, esta se feminiz¨® a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada.

Hoy Am¨¦rica Latina vive una encrucijada. El renovado compromiso con la igualdad de g¨¦nero y los derechos humanos, a trav¨¦s de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, choca con un marco econ¨®mico menos favorable. Los Gobiernos aplican pol¨ªticas de austeridad con consecuencias devastadoras para las poblaciones desprotegidas. Al mismo tiempo, la opini¨®n p¨²blica ve que muchas multinacionales pagan apenas una parte de los impuestos que les corresponden, como revel¨® nuevamente el esc¨¢ndalo de los Papeles del Para¨ªso.

Las mujeres de la regi¨®n dedican m¨¢s del triple de tiempo al trabajo no remunerado que los hombres

Lo m¨¢s sorprendente, para el ciudadano com¨²n, es entender que estos abusos tributarios son legales. Las reglas actuales permiten que las empresas, en vez de declarar sus beneficios en el pa¨ªs donde se generan, lo hagan en otro pa¨ªs con una tasa impositiva m¨¢s baja, a veces nula. Este sistema perpet¨²a la competencia tributaria, presionando a los pa¨ªses a adoptar impuestos cada vez m¨¢s bajos.

Desde la Comisi¨®n Independiente Para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en ingl¨¦s) creemos que seguir avanzando en la agenda de g¨¦nero de la regi¨®n requiere ampliar la mirada. La igualdad de g¨¦nero no se podr¨¢ conseguir sin una reforma de la tributaci¨®n a las multinacionales.

Las pol¨ªticas fiscales no son neutrales respecto a la igualdad de g¨¦nero: pueden promoverla u obstaculizarla. Debido a las posiciones diversas y desiguales que ocupan mujeres y hombres en la fuerza de trabajo, como consumidores, como productores, como propietarios de activos y como responsables de las actividades comprendidas en la ¡°econom¨ªa del cuidado¡±, las mujeres y los hombres experimentan de distinta manera el impacto de las pol¨ªticas tributarias.

Cuando las multinacionales no pagan los impuestos que les corresponden, esto significa que los Estados tienen menos recursos para invertir en servicios p¨²blicos como educaci¨®n, salud, guarder¨ªas, acceso a sistemas judiciales eficientes, y acceso a sistemas p¨²blicos de agua potable y saneamiento. Esta din¨¢mica exacerba la desigualdad de g¨¦nero, porque las mujeres est¨¢n sobrerrepresentadas entre los pobres y en la franja poblacional con empleos precarios o mal remunerados. Tambi¨¦n suelen asumir una mayor carga de trabajos de cuidados no remunerados cuando se recortan los servicios sociales. Una guarder¨ªa que cierra puede obligar una mujer a abandonar su empleo para cuidar de sus hijos.

Adem¨¢s, cuando los pa¨ªses ven disminuida su capacidad recaudatoria ¡ªlas multinacionales no pagando la parte justa que les corresponde¡ª, los Gobiernos tienden a compensar esta p¨¦rdida aumentando la presi¨®n tributaria que recae sobre las peque?as y medianas empresas o sobre los ciudadanos y familias (generalmente incrementando los impuestos al consumo, como el impuesto al valor agregado). Estas medidas tambi¨¦n tienen una dimensi¨®n de g¨¦nero, las mujeres est¨¢n sobrerrepresentadas en las peque?as y medianas empresas (que tienen menos posibilidad de eludir impuestos) y en los niveles salariales m¨¢s bajos. Y cuanto m¨¢s regresivo sea el sistema tributario, m¨¢s desproporcionadamente recaer¨¢ el esfuerzo del mantenimiento de las pol¨ªticas p¨²blicas sobre las mujeres.

Este 8 de marzo con ocasi¨®n del D¨ªa Internacional de la Mujer, cuando los Gobiernos de la regi¨®n reiteren sus compromisos en materia de igualdad de g¨¦nero y derechos de las mujeres, no estar¨ªa mal recordarles que sin pol¨ªticas tributarias progresivas no podremos avanzar en la igualdad de g¨¦nero ni asegurar los derechos de las mujeres.

Magdalena Sep¨²lveda es miembro de la Comisi¨®n Independiente Para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en ingl¨¦s). Antigua Relatora Especial de Naciones Unidas sobre Pobreza Extrema y Derechos Humanos.

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