3.600 kil¨®metros por comer chocolate (de comercio justo)
El ciclista alem¨¢n Guido Kunze recorre Colombia en bicicleta para promover un sistema solidario de venta de cacao entre las peque?as fincas del pa¨ªs latinoamericano y Europa
Guido Kunze est¨¢ tranquilamente sentado con su maillot verde, sin apuros, aunque hoy le toque pedalear de Madrid a Valencia. Y de ah¨ª a Francia, a M¨®naco, y luego a Suiza hasta llegar a su pueblo, M¨¹hlhausen, cerca de Erfurt, en el centro de Alemania. El recorrido que le espera casi es un paseo comparado con los 3.600 kil¨®metros que sus musculosas piernas han acumulado entre finales de marzo y principios de abril, cuando recorri¨® Colombia de norte a sur cargado con 40 kilos de granos de cacao. Esta vez, lo que le mov¨ªa no era un reto deportivo, sino seguir el rastro del ¡°largo camino del chocolate¡± para promover el comercio justo de un producto que define como ¡°cultivo de paz¡± desde las tierras de los peque?os campesinos hasta Europa. Con este objetivo bien claro, Kunze est¨¢ trabajando para que los granos de cacao pasen directamente del productor al consumidor, sin intermediarios.
Durante 13 d¨ªas el ciclista, que en su carrera ha marcado varios r¨¦cords mundiales, pedale¨® de Nilo a Popay¨¢n, Bogot¨¢, Villa de Leyva, el Ca?¨®n del Chicamocha y Cartagena de Indias para visitar fincas de cacao, conocer de primera mano el proceso de producci¨®n y hablar con los trabajadores de un sector que en Colombia da de comer a 38.000 familias.
La idea para realizar esta expedici¨®n surgi¨® entre las estanter¨ªas de un supermercado alem¨¢n. Estaba comprando con su hijo y les llam¨® la atenci¨®n ver una tableta de chocolate a la venta por apenas 39 c¨¦ntimos. ¡°?39 c¨¦ntimos? ?C¨®mo es posible? Empezamos a mirar los ingredientes y nos dimos cuenta de que por ese precio no pod¨ªa comprarse ni la materia prima¡±, explica desde la sede de Procolombia, la oficina comercial del Gobierno de Colombia en Madrid, donde ha llegado tras una primera etapa en Sevilla ¡ªlugar en el que se registr¨® por primera vez el nombre del cacao en 1585¡ª.
Lo que empez¨® como un juego entre el deportista y su hijo pronto se convirti¨® en algo m¨¢s. Kunze quer¨ªa llegar al origen. Pidi¨® ayuda a un amigo chocolatero y ambos partieron rumbo a Colombia en compa?¨ªa de un equipo de televisi¨®n que est¨¢ realizando un documental con fines educativos sobre el viaje. ¡°Los consumidores europeos est¨¢n cada vez m¨¢s concienciados con estos temas y tienen derecho a conocer mejor todo el proceso de producci¨®n¡±.
Colombia es el d¨¦cimo productor mundial de cacao, un grano considerado clave en la ¨¦poca posconflicto por su potencial para sustituir los cultivos il¨ªcitos. El pa¨ªs latinoamericano tiene todos los papeles para desempe?ar un papel central en el mercado mundial ante el aumento anual de la demanda (8%) y la escasez anunciada para 2020. ¡°El negocio del chocolate genera mucho dinero en todo el mundo. Sin embargo, el peque?o agricultor de la finca en Colombia solamente recibe un peque?o sueldo¡±, recalca el ciclista.
¡°Los campesinos que he conocido durante este viaje no piensan en sellos de calidad, ni en marketing. No saben c¨®mo funcionan las certificaciones, ni pueden pagar por ellas. Quer¨ªa darles voz, demostrar que el cacao es su vida y que puede ser un medio para alcanzar un futuro mejor¡±.
M¨¢s que la distancia en kil¨®metros, lo que fue m¨¢s dif¨ªcil de llevar a nivel f¨ªsico fue el desnivel. Pero, admite, el esfuerzo vali¨® la pena, no solo por las historias que tuvo la oportunidad de conocer, sino tambi¨¦n por la naturaleza. ¡°Sal¨ªa por debajo de las nubes y al final de la etapa se abr¨ªan ante m¨ª paisajes espectaculares, era mi recompensa. Me gustar¨ªa que mi viaje sirviera de inspiraci¨®n para que otras personas se animen a recorrer Colombia, que es un lugar seguro, contrariamente a lo que solemos imaginar los europeos. No me lo esperaba as¨ª¡±.
La sorpresa, en algunos casos, fue mutua. Algunas de las personas que cruz¨® por su paso en zonas rurales nunca hab¨ªan visto un alem¨¢n. ¡°Y menos con este aspecto¡±, bromea al indicar su atuendo ce?ido. ¡°La primera vez que intentamos enviar una muestra de cacao a Alemania, la gente nos miraba con estupor, no sab¨ªa ni que pod¨ªa hacerse a trav¨¦s de una oficina de correos¡±.
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