Mejorar la salud de un pa¨ªs donde el 90% prefiere ir al curandero
Nazira Abdula, ministra de Sanidad de Mozambique, cuenta c¨®mo se enfrenta el reto de reducir las elevadas tasas de malaria, tuberculosis y sida en su pa¨ªs sin apenas recursos propios
D¨¦cadas de investigaci¨®n cient¨ªfica han conseguido que el VIH-sida sea hoy una enfermedad cr¨®nica con una pastilla al d¨ªa o que la tuberculosis se cure (en la mayor¨ªa de los casos) cuando se trata. Otras dolencias son incluso prevenibles gracias a las vacunas y algunas tan solo con buenos h¨¢bitos de higiene. Sin embargo, en Mozambique, "el 90% de la poblaci¨®n va antes a un practicante de medicina tradicional, a curanderos, que a un hospital" en caso de necesitar atenci¨®n. Lo dice Nazira Abdula, ministra de Sanidad del pa¨ªs africano, durante una entrevista en Madrid, donde ha sido invitada a celebrar el d¨¦cimo aniversario del programa de vacunaci¨®n infantil de la Fundaci¨®n Bancaria la Caixa, Gavi (Alianza Global para las Inmunizaciones) y la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates, del que Mozambique es beneficiario.
Conscientes de que no pod¨ªan ganar a este enemigo de la salud, se unieron a ¨¦l. Por eso, en el ministerio que dirige Abdula hay una Direcci¨®n General de Medicina Tradicional. "Les reconocemos y trabajamos con ellos. Les formamos y les decimos que pueden existir dolencias espirituales, pero que la tuberculosis, la malaria o el VIH son enfermedades que ellos no tratan; y les damos los conocimientos b¨¢sicos para que sean capaces de identificarlas y mandar a los pacientes al hospital", explica. "La gente cree en ellos, la ¨²nica forma de garantizar que la poblaci¨®n reciba tratamiento es a trav¨¦s de los curanderos", a?ade.
Esta es solo una de las estrategias que desarrolla el ministerio de Salud para afrontar los grandes retos que existen en Mozambique respecto a las enfermedades transmisibles. La malaria es, sin duda, uno de sus desaf¨ªos. Seg¨²n el Informe Mundial de la Malaria 2017 de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, en este pa¨ªs de 28,8 millones de personas, hubo 8,5 millones de casos confirmados de paludismo (29,5% de la poblaci¨®n) en 2016. De ellas, 1.685 murieron por su causa ese mismo a?o, aunque el organismo calcula que pudieron ser muchas m¨¢s (14.300). Algunas de estas cifras, aunque desoladoras, tambi¨¦n son un motivo de esperanza si se tiene en cuenta que en 2010 el n¨²mero de muertes era el m¨¢s del doble.?
Adem¨¢s de ser un pa¨ªs con el 100% de su poblaci¨®n en riesgo de contraer la enfermedad, Mozambique se afana por ser parte de la soluci¨®n. "Nosotros, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Manhi?a, que es un centro de investigaci¨®n para la salud, hemos contribuido a desarrollar la primera vacuna contra el paludismo. Est¨¢ en fase experimental en algunos pa¨ªses y, si da buenos resultados, sin duda podremos considerar que formamos parte de esa soluci¨®n", defiende Abdula.
El 100% de la poblaci¨®n de Mozambique est¨¢ en alto riesgo de contraer malaria
La fundaci¨®n a la que se refiere la ministra fue impulsada hace m¨¢s de dos d¨¦cadas por la cooperaci¨®n espa?ola y, a¨²n hoy, depende de la ayuda internacional para continuar su actividad investigadora. En general, el sistema sanitario del pa¨ªs necesita de apoyo externo. "El Gobierno da prioridad al sector de la salud en el presupuesto ¡ªtenemos cerca del 11% del presupuesto¡ª, pero no es suficiente para atender todas las necesidades, sobre todo para las tres enfermedades que suponen la mayor carga de morbilidad: la malaria, la tuberculosis y el VIH-sida", reconoce la ministra.
"Para combatirlas, recibimos un enorme apoyo internacional, a trav¨¦s del Fondo Global de la OMS, de Onusida y de otros asociados como las ONG, que son capaces de conseguir fondos", expone Abdula. De momento, asegura, no est¨¢n preparados para romper la dependencia de la ayuda que llega de estas organizaciones, pero planean ir reduci¨¦ndola poco a poco. "Mozambique es un pa¨ªs con muchos recursos: tenemos gas, creemos que tenemos petr¨®leo ¨Caunque todav¨ªa no lo hemos localizado¨C, recursos minerales como el carb¨®n y mucha tierra para la producci¨®n agr¨ªcola. Pero estamos todav¨ªa en una fase en la que acabamos de empezar a invertir y no hemos obtenido a¨²n retorno; en el momento en el que tengamos rentabilidad, podremos ir reduciendo el n¨²mero de asociados", avanza.
"En este momento, el programa contra el VIH-sida est¨¢ consumiendo una gran parte de los recursos de la ayuda internacional; todo para tratar de revertir la situaci¨®n actual, pues tenemos una tasa de prevalencia del 13%", contin¨²a. Para reducirla, Abdula ha tomado una de las decisiones "m¨¢s dif¨ªciles" desde que asumi¨® la cartera: comprometerse a cumplir la estrategia 90-90-90 de Onusida. "Significa que el 90% de nuestra poblaci¨®n tiene que conocer cu¨¢l es su estado serol¨®gico. El 90% de los positivos tienen que estar en tratamiento y, de ellos, el 90% tienen que tener una carga viral indetectable, de manera que no puedan transmitir la enfermedad", detalla despacio para que se entienda la magnitud del reto para su pa¨ªs.
"Para Mozambique, que el 90% sepa su estado serol¨®gico requiere de recursos humanos, disponer de los test y que, una vez que una persona sabe que es seropositiva, haya una respuesta por nuestra parte, un equipo m¨¦dico que realice el seguimiento. Adem¨¢s, el paciente tiene que iniciar un tratamiento que es caro. Tenemos que garantizar que haya disponibilidad de los medicamentos", enumera. Asumir este compromiso supone, seg¨²n Abdula, que van a depender m¨¢s de la ayuda internacional pues, sin ella, ser¨ªan incapaces de adquirir los f¨¢rmacos.?
"Otra estrategia que hemos adoptado y que ha tenido muy buenos resultados es hacer pruebas de diagn¨®stico y tratar a las embarazadas. Hemos conseguido llegar al 95% de las mujeres encinta. A las que dan positivo, las ponemos en tratamiento y conseguimos que el beb¨¦ nazca sano, libre de la enfermedad", apostilla con una sonrisa quien antes de dedicarse a la pol¨ªtica estudi¨® y ejerci¨® la pediatr¨ªa.
Subraya este dato de cobertura la ministra porque es muy alto en un pa¨ªs en el que el 70% de la poblaci¨®n vive en zonas rurales y con dif¨ªcil acceso al sistema sanitario. Por eso, reactivaron en 2010 el programa de agentes comunitarios que, a?os atr¨¢s, hab¨ªan suspendido por carencia de fondos para sostenerlo. "Ahora tenemos cerca de 3.500. Hacen las pruebas de diagn¨®stico de VIH, de malaria, tratan la neumon¨ªa, la diarrea... Y recientemente hemos introducido la distribuci¨®n de pastillas para la planificaci¨®n familiar". Hace un inciso en su discurso para explicar la importancia de esta medida. "La tasa de fertilidad es muy alta. En el ¨²ltimo censo (2007) ¨¦ramos 24 millones y hab¨ªa la proyecci¨®n de que ser¨ªamos 26 millones en 2017; y en el que se realiz¨® el a?o pasado sale que somos 28 millones". Abre mucho los ojos y a?ade: "Es una explosi¨®n demogr¨¢fica".
La extensi¨®n de la red de salud es otra de sus apuestas para mejorar la salud de los mozambique?os. "En los ¨²ltimos tres a?os, hemos construido cerca de 120 centros de atenci¨®n primaria, pero no son suficientes; en los pr¨®ximos 10 a?os, incluso continuando a este ritmo, vamos a necesitar de agentes comunitarios polivalentes", asegura. Unos y otros son fundamentales para que los pacientes con VIH reciban con facilidad su medicaci¨®n y sean sometidos a seguimiento. "La tasa de adherencia al tratamiento es baja, est¨¢ en torno al 60%, hay alguna resistencia", lamenta.
Las otras amenazas: el cambio clim¨¢tico y el agua
El estado de salud de los mozambique?os no solo depende de las decisiones de Abdula. Otros factores, como el cambio clim¨¢tico y el acceso a agua potable y sistemas de saneamiento, tienen mucho que ver. Y no est¨¢ en manos de esta mujer de hablar pausado, mitigar los efectos del primero, ni construir las infraestructuras necesarias para garantizar los otros. Dice trabajar, no obstante, mano a mano con los responsables de las carteras de las que ambos asuntos dependen: Agricultura y Fomento.
"Mozambique tiene la desventaja de estar en una regi¨®n susceptible de desastres. Todos los a?os tenemos sequ¨ªa o inundaciones. Ahora, encima, con el cambio clim¨¢tico es peor. El a?o pasado, no llovi¨® en la regi¨®n del sur. Hubo grandes zonas donde hubo inseguridad alimentaria, recibimos ayuda internacional, es verdad, pero no llega todo a todo el mundo. Todav¨ªa no hemos hecho ninguna evaluaci¨®n, pero creemos que las tasas de desnutrici¨®n en esa regi¨®n, sin duda, van a haber aumentado", analiza. Esto, sumado a la falta de agua y saneamiento, es mortal para los peque?os. La falta de nutrientes, sumada a las diarreas provocadas por la ingesta de agua contaminada, es una combinaci¨®n fatal para los ni?os. "La cobertura de acceso a agua potable es del 60% en Mozambique. El 40% consume agua insegura. Y tenemos el problema del saneamiento: no hay letrinas adecuadas", alerta. Reconoce, no obstante, que a veces, a¨²n habiendo, la costumbre de no usarlas prevalece. Otro reto.
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