Liderar la lucha contra la obesidad
M¨¦xico es pionero en algunas medidas contra el sobrepeso y la diabetes, pero al pa¨ªs le queda todav¨ªa camino por avanzar
El mundo observa a M¨¦xico para saber c¨®mo enfrentar la obesidad, ?pero deber¨ªamos ser tomados como modelo? Posiblemente s¨ª, ya que fuimos uno de los primeros pa¨ªses en introducir un impuesto integral a las bebidas azucaradas, ayudando a impulsar a otros pa¨ªses a hacer lo mismo, incluido el Reino Unido, India, Sud¨¢frica y Filipinas.
Sin embargo, dicho liderazgo global no se debe dar por sentado. Vale recordar que nuestro impuesto a las bebidas azucaradas solo se implement¨® a la mitad del nivel aconsejado y los ingresos no se destinaron a gastos de salud, como recomendaban los expertos. Incluso con un cambio en el Gobierno, es poco probable que esto cambie, ya que nuestros pol¨ªticos no han expresado una postura firme respecto al incremento de este impuesto.
El Gobierno mexicano hizo lo correcto al tomar la decisi¨®n sin precedentes de declarar una alerta epidemiol¨®gica por la crisis de obesidad y diabetes. Pero del dicho al hecho hay un gran trecho, pues el presupuesto en Sanidad sufre importantes recortes. No se puede resolver una crisis de salud solo con palabras; tanto el tratamiento como la prevenci¨®n efectiva requieren atenci¨®n continua.
Un ejemplo de lo que puede hacerse para reforzar el combate a la obesidad es mejorar el etiquetado frontal de alimentos que est¨¢ vigente actualmente en M¨¦xico. Este sistema, creado en su origen por la industria de alimentos y bebidas, no ayuda a los mexicanos a tomar decisiones saludables sobre los productos que consumen. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrici¨®n de Medio Camino de 2016 (Ensanut MC) solo el 13,8% de las personas entienden bien el sistema de etiquetado actual de comidas y bebidas. A modo de comparaci¨®n, conforme a los resultados preliminares de una encuesta de evaluaci¨®n del etiquetado frontal, el 83% comprende un sistema propuesto basado en im¨¢genes con se?ales de alerta, como el adoptado en Chile.
Solo el 13,8% de los mexicanos entienden bien el sistema de etiquetado actual de comidas y bebidas
Por esto es muy importante que se preste atenci¨®n urgentemente a adoptar un sistema de etiquetado en el que no haya interferencia de la industria de alimentos y bebidas. El Instituto Nacional de Salud P¨²blica de M¨¦xico, con el respaldo de expertos nacionales e internacionales, ha propuesto que se implemente un etiquetado de alerta y que se adopten las recomendaciones sobre los perfiles nutricionales de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (esto es, sobre la composici¨®n de los alimentos). Idealmente, implementar esta acci¨®n ahora permitir¨¢ que el pr¨®ximo Gobierno la mantenga vigente.
La clase pol¨ªtica y nuestros candidatos no deber¨ªan considerar como una carga a las medidas de control y prevenci¨®n de la obesidad, como los impuestos a las bebidas azucaradas, las advertencias en el etiquetado de alimentos y las restricciones a la publicidad de productos comestibles y bebidas poco saludables para los ni?os. La ciudadan¨ªa quiere contar con pol¨ªticas que protejan su bienestar y con representantes que trabajen insistentemente para asegurar la salud de sus poblaciones. Este tipo de propuestas siempre ser¨¢n bien recibidas por el electorado.
De manera adicional, debe seguirse sensibilizando a la opini¨®n p¨²blica sobre la importancia de tomar la obesidad en serio. Por ejemplo, debemos vencer la tendencia a fomentar o aplaudir el sobrepeso en los ni?os. En vez de ello, debe ser de conocimiento p¨²blico que un ¨ªndice de masa corporal (IMC) alto a una edad temprana implica un mayor riesgo de padecer enfermedades cr¨®nicas en el futuro. Como la diabetes, que ya afecta a m¨¢s del 14% de los adultos mexicanos e impone una gran carga sobre nuestro sistema de salud.
Resistiendo la presi¨®n de las grandes compa?¨ªas de bebidas azucaradas y comida basura para priorizar el bienestar de su poblaci¨®n mediante pol¨ªticas y educaci¨®n, M¨¦xico podr¨ªa dar un ejemplo en todo el mundo.
Otro punto en el que es muy importante que M¨¦xico manifieste su liderazgo es ante el intento del equipo estadounidense de usar las negociaciones comerciales del TLCAN para socavar la habilidad de los tres pa¨ªses que lo conforman (Canad¨¢, Estados Unidos y M¨¦xico) y regular la publicidad y el etiquetado de la comida chatarra. Esta propuesta no debe prosperar. La salud de la poblaci¨®n no puede discutirse en un foro comercial, ni las implicaciones de las negociaciones comerciales pueden afectar la salud de las poblaciones.
La clase pol¨ªtica, y nuestros candidatos, no deber¨ªan considerar como una carga a las medidas de control y prevenci¨®n de la obesidad, como los impuestos a las bebidas azucaradas
Este a?o hay otras grandes oportunidades para que M¨¦xico siga encabezando los esfuerzos en el combate a la obesidad, el sobrepeso y las enfermedades no transmisibles (ENT). La Reuni¨®n de Alto Nivel (RAN) sobre las Enfermedades No Transmisibles (ENT), que se realizar¨¢ bajo el auspicio de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, ser¨¢ de particular inter¨¦s para los que enfrentan a la obesidad.
M¨¢s all¨¢ de las definiciones que el pa¨ªs tome en las elecciones del 1 de julio, esta debe ser una prioridad nacional, y se debe asegurar la participaci¨®n del M¨¦xico al m¨¢s alto nivel. Contamos con el apoyo de aliados estrat¨¦gicos, como la Federaci¨®n Mundial de Obesidad, que recientemente organiz¨® en nuestro pa¨ªs una reuni¨®n de trabajo para difundir buenas experiencias, y coordinar el apoyo para los retos del futuro en la lucha contra las ENT en foros como la RAN. No debemos dejar pasar ninguna oportunidad de impulsar todas las estrategias necesarias para hacer frente a esta epidemia, que tambi¨¦n es global.
El mundo mira a M¨¦xico para inspirarse en la lucha contra la obesidad. Lleg¨® el momento de aceptar el reto.
Sim¨®n Barquera es director del Centro de Investigaci¨®n en Nutrici¨®n y Salud del Instituto Nacional de Salud P¨²blica (INSP) de M¨¦xico.
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