Cada vez m¨¢s ciberactivistas africanos en lucha contra los dictadores
El movimiento Africtivistes se re¨²ne en Burkina Faso para ofrecer su cooperaci¨®n con la sociedad civil y las administraciones p¨²blicas y ofrecer propuestas para la mejora de la democracia
¡°Queremos demostrar que no somos simplemente opositores, que no solo luchamos contra los dictadores, sino que adem¨¢s proponemos soluciones. Nuestra labor tiene que ver con la contestaci¨®n responsable, con la observaci¨®n, con la vigilancia, pero, al mismo tiempo, tambi¨¦n con la proposici¨®n¡±. As¨ª resume el senegal¨¦s Cheikh Fall, uno de los principales impulsores de la organizaci¨®n de ciberactivistas africanos Africtivistes, el nuevo rumbo que busca tomar este movimiento panafricano. Despu¨¦s del debate y la definici¨®n interna, los miembros de esta amplia red pretenden buscar complicidades, tanto con las autoridades, cuando sea posible, como con otras organizaciones de la sociedad civil, sin hacer ninguna concesi¨®n a aquellos Gobiernos que no respetan los derechos humanos o ponen trabas a la democracia. Los d¨ªas 22 y 23 de junio terminar¨¢n de perfilar esta nueva estrategia en un encuentro que reunir¨¢ a cerca de dos centenares de participantes en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso. Alrededor de 150 ser¨¢n ciberactivistas llegados de una cuarentena de pa¨ªses africanos, los otros 50 son personas de diferentes sectores de la sociedad burkinesa invitadas acercarse.
Se trata de la segunda reuni¨®n de esta organizaci¨®n que se autodenomina ¡°liga de ciberactivistas africanos¡± y que se constituy¨® formalmente en Dakar en noviembre de 2015, a pesar de que los lazos que unen a algunos de sus miembros funcionaban extraoficialmente desde hac¨ªa a?os. Aquel primer encuentro celebrado en la capital senegalesa pretend¨ªa institucionalizar esos v¨ªnculos y dar a la amplia red de contactos una existencia m¨¢s consistente. Ese es el cambio fundamental en relaci¨®n con este segundo encuentro. Como explica Fall, la reuni¨®n de 2015 ten¨ªa un car¨¢cter m¨¢s interno. ¡°Esa primera cumbre era un encuentro entre nosotros mismos para reflexionar sobre c¨®mo trabajar y organizarnos, sobre lo que quer¨ªamos ser. No aceptamos a actores externos. Pero entre 2015 y 2018 han pasado muchas cosas y estamos en un proceso de co-construcci¨®n. Por eso ahora buscamos explicar lo que hacemos y encontrar la forma de relacionarnos con el resto de actores¡±.
Para Fall, la evoluci¨®n en estos dos a?os y medio tiene m¨¢s que ver con el proyecto que con la estructura. ¡°Seguimos siendo una red ramificada, una organizaci¨®n panafricana¡±, precisa. Sin embargo, durante este tiempo la organizaci¨®n se ha preocupado m¨¢s del refuerzo de capacidades en relaci¨®n con ¡°cuestiones relacionadas con los derechos, con la rendici¨®n de cuentas o con las reivindicaciones¡±, y paralelamente han puesto el acento en las cuestiones de ciberseguridad de los activistas y tambi¨¦n de la sensibilizaci¨®n en relaci¨®n con el compromiso pol¨ªtico en contextos de falta de derechos. A modo de ejemplo, el activista recuerda el compromiso de militantes vinculados a Africtivistes durante las ¨²ltimas elecciones en Gambia que desembocaron en la ca¨ªda del dictador Yahya Jammeh. ¡°Llev¨¢bamos a?os trabajando en Gambia. No se trata de decir que Jammeh ha desaparecido gracias a nosotros, pero nuestro trabajo ha sido una aportaci¨®n m¨¢s y ha recogido sus frutos¡±. La red se ha implicado, igualmente, en otros contextos complicados como Chad, Camer¨²n o Togo, adem¨¢s de otras iniciativas de formaci¨®n en pa¨ªses menos calientes de la regi¨®n.
Ser activista no es necesariamente ser un disidente que rechaza el di¨¢logo o el debate. En estos d¨ªas queremos presentar a las administraciones lo que hacemos y lo que somos, para que no nos tomen por adversarios Cheikh Fall,? Africtivistes
Ante este segundo cap¨ªtulo llega el momento de hacer balance de las tareas que se propusieron durante su reuni¨®n fundacional. En 2015, estos apasionados de la tecnolog¨ªa se plantearon como objetivo ¡°construir una red din¨¢mica de actores comprometidos alrededor de un ideal de consolidaci¨®n de la democracia¡±. ¡°Voil¨¤¡±, dice Fall de manera simb¨®lica y con mucha satisfacci¨®n. Un segundo objetivo hab¨ªa sido que Africtivistes se convirtiese en uno de los principales actores de influencia en ?frica. A pesar de lo extenso (y lo ambiguo) de este segundo objetivo, algunos de los resultados obtenidos en sus campa?as les hacen darse por satisfechos. Tambi¨¦n consideran que han cumplido el tercer objetivo, que consist¨ªa en ampliar la red a comunidades de otros pa¨ªses. ¡°En esta edici¨®n tendremos asistentes de pa¨ªses que no estuvieron presentes en nuestra primera reuni¨®n como Guinea-Bissau, Mozambique, Malaui o Seychelles, y de otro que comparte valores africanos pero que no est¨¢ en el continente, como Hait¨ª¡±, comenta Fall. Pero dentro del balance tambi¨¦n hay tiempo para la autocr¨ªtica. ¡°Nos propusimos alcanzar la condici¨®n de observadores de la Uni¨®n Africana, pero no lo hemos conseguido, aunque s¨ª que somos sus colaboradores en algunas actividades¡±, se?ala el activista senegal¨¦s.
Durante estos dos d¨ªas, los activistas tienen el compromiso de debatir sobre diferentes cuestiones relacionadas con el tri¨¢ngulo formado por la democracia, la ciudadan¨ªa y la tecnolog¨ªa. Con el tel¨®n de fondo de la democracia digital, el encuentro pretende buscar las f¨®rmulas de colaboraci¨®n entre sociedad civil, ciberactivistas y actores pol¨ªticos. En el programa hay espacio para la participaci¨®n social y pol¨ªtica, el papel de la sociedad civil, el uso de las herramientas digitales y de los medios sociales para construir una nueva ciudadan¨ªa y espacios de mayor democracia, las particularidades de la sociedad de la informaci¨®n en ?frica, la protecci¨®n de quienes denuncian irregularidades o violaciones de los derechos humanos, el papel de las mujeres en este contexto innovador y de transformaci¨®n social, adem¨¢s de la exploraci¨®n de realidades como el Open Data, la Civic Tech o herramientas digitales concretas. Y de la misma manera est¨¢n muy presentes los debates entre diferentes actores para explorar las f¨®rmulas de relaci¨®n tanto con las autoridades como con otras organizaciones de la sociedad civil. En todo caso, el punto de partida es la existencia de contextos bien diferentes entre los participantes: ¡°En pa¨ªses como Burkina Faso o Senegal, hay proyectos impulsados por el Estado que implican a activistas, pero tambi¨¦n hay otros pa¨ªses donde se desarrollan conjuntamente entre la administraci¨®n y la sociedad civil iniciativas de gobierno abierto. En todo caso, hay situaciones en las que la sociedad civil lanza proyectos que el Estado desconoce y otros en los que el Estado no cuenta con la sociedad civil. Por eso es importante intentar establecer un espacio de intercambio¡±.
Fall se plantea algunos retos: ¡°Hay que fomentar un activismo responsable, pero las autoridades tienen que aceptar nuestro compromiso¡±. Es consciente de la dificultad para ¡°imponer¡± un compromiso con la democracia a Gobiernos que no respetan los derechos fundamentales, pero eso no le hace desistir. Parece que la realidad le muestra la necesidad de mantener esta l¨ªnea de trabajo y tiene un recuerdo para la reciente muerte en circunstancias sospechosas de Luc Nkulula, uno de los fundadores del movimiento congole?o Lutte pour le Changement (Luche). En esa misma l¨ªnea, reclama ¡°la fuerza de choque de Africtivistes¡±, pero no en un tono belicoso, sino tratando de ser constructivo: ¡°Es una red que impulsa causas diversas en favor de la democracia en ?frica¡±.
Este encuentro pretende poner de manifiesto una forma de funcionar muy particular que tiene que ver con esa voluntad de transformaci¨®n desde posiciones de colaboraci¨®n, pero sin olvidar cu¨¢les son los l¨ªmites de esta actitud conciliadora. ¡°Ser activista no es necesariamente ser un disidente que rechaza el di¨¢logo o el debate. En estos d¨ªas queremos presentar a las administraciones lo que hacemos y lo que somos, para que no nos tomen por adversarios. Tienen que entender que es esta juventud la que tendr¨¢ en sus manos el destino y las decisiones del continente dentro de una d¨¦cada¡±, se?ala el fundador de la red de ciberactivistas. Sin embargo, a partir de la experiencia de todos estos militantes, la organizaci¨®n no puede perder de vista las situaciones de violaciones de los derechos m¨¢s b¨¢sicos. ¡°Vamos a llamar la atenci¨®n sobre todos esos enemigos de la libertad de expresi¨®n, sobre todos esos presidentes que combaten a los activistas, que les meten en la c¨¢rcel o les asesinan, que bloquean las redes sociales o censuran la comunicaci¨®n. Queremos hacer entender que esa no es la soluci¨®n, pero tambi¨¦n que no nos rendiremos, ni dejaremos de combatirlos, que comprendan que no si contin¨²an as¨ª nos van a tener delante¡±.
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