El misterio de la ca¨ªda de los abortos en Rusia tras la desaparici¨®n de la URSS
Un nuevo estudio presentado en el Congreso de Salud Global de Oxford contradice la teor¨ªa generalizada de que las interrupciones voluntarias del embarazo cayeron por el mayor uso de anticonceptivos
El aborto fue durante a?os el m¨¦todo de planificaci¨®n familiar en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Pionero en la aprobaci¨®n de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo en 1920, el pa¨ªs lider¨® durante a?os esta pr¨¢ctica en el mundo, mientras que los m¨¦todos contraceptivos eran casi inexistentes. Pero, tras la ca¨ªda de la URSS, los abortos comenzaron a bajar dr¨¢sticamente. Aunque se han dado varias explicaciones, ninguna aclara totalmente por qu¨¦ sucedi¨® esto.
La m¨¢s extendida es que el uso de los anticonceptivos ha subido y el aborto se hace innecesario en muchos casos. Y puede ser verdad para esta d¨¦cada, en la que la pr¨¢ctica ha seguido cayendo, pero no parece as¨ª para el periodo entre 1994 y 2010. Anastasia Klimova, investigadora de la Universidad Tecnol¨®gica de Sidney, present¨® un estudio en el Congreso de Salud Global ¡ªque se ha celebrado recientemente en Oxford¡ª desmintiendo esta asunci¨®n. Tras bucear en todos los estudios relacionados con el tema y en las encuestas a la poblaci¨®n, concluye que aunque en la prensa se relaciona sistem¨¢ticamente la bajada de abortos con el aumento de los anticonceptivos, esta afirmaci¨®n no se sustenta en los datos disponibles.
Los cambios sociodemogr¨¢ficos y el uso de estas medidas solo explica un 15% de la espectacular ca¨ªda de los abortos en Rusia hasta 2010, seg¨²n Klimova. Las cifras oficiales en las que se basa muestran que en 1995 hab¨ªa el doble de abortos que de nacimientos, mientras que tres lustros despu¨¦s, por cada 1.000 ni?os que se alumbraban, se interrump¨ªan 600 embarazos. Desde entonces, la cifra ha bajado 480, mientras que en la Uni¨®n Europea la ratio es de poco m¨¢s de 200.
Para desmentir la afirmaci¨®n de que la bajada de abortos se debe a la expansi¨®n de anticonceptivos, Klimova se basa en una recopilaci¨®n de encuestas sociol¨®gicas que se realizan en Rusia, las RLMS, por sus siglas en ingl¨¦s. En ellas, se preguntaba a las participantes, de m¨¢s de 4.000 hogares, si hab¨ªan tenido un aborto en los ¨²ltimos 12 meses y si hab¨ªan usado m¨¦todos para evitar el embarazo. Sorprendentemente, la evoluci¨®n de quienes no lo usaron hab¨ªa subido entre los a?os 1994 y 2010, de un 45% a un 55%. Y, paralelamente, los abortos bajaron, de un 5% de las consultadas, a un 2%. Aunque la natalidad en este mismo periodo experiment¨® un ligero incremento, los datos no parecen cuadrar.
En 1995 hab¨ªa el doble de abortos que de nacimientos, mientras que tres lustros despu¨¦s, por cada 1.000 ni?os que se alumbraban, se interrump¨ªan 600 embarazos
?C¨®mo se explica esto? Para la investigadora ¡°es un misterio¡±. Por un lado, contempla la posibilidad de que los abortos clandestinos subieran y no quedaran registrados, con lo que los datos no ser¨ªan del todo precisos. Sin embargo, el procedimiento es legal y gratuito en Rusia durante las 12 primeras semanas de embarazo, as¨ª que no cree que esto pueda ser determinante. La disminuci¨®n de la fertilidad en los hombres, debido a los problemas como el alcoholismo, es otra hip¨®tesis que se suma a la anterior. Klimova tambi¨¦n especula con el enorme choque emocional que se produjo tras la desaparici¨®n de la URSS. ¡°Esto pudo afectar de diferentes formas a la concepci¨®n, desde reducci¨®n por puro estr¨¦s hasta cambios de conductas sexuales¡±, relata. Pero esto no dejan de ser c¨¢balas para tratar de dar respuesta unas cifras dif¨ªciles de interpretar. ¡°Puede que de alguna forma sean err¨®neas¡±, dice.
En los ¨²ltimos a?os, la tendencia de ca¨ªda de abortos contin¨²a. ¡°Gracias a la aparici¨®n en consultas m¨¦dicas femeninas y hospitales de maternidad de 1.500 despachos y centros de ayuda psicol¨®gica y m¨¦dico-social a mujeres embarazadas en situaciones dif¨ªciles, solo en 2016 la cifra de abortos baj¨® en 58.000, o en un 8%", explicaba el a?o pasado Veronika Skvortsova, ministra de Sanidad del pa¨ªs, a la agencia de noticias Sputnik.
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