Nace la primera aplicaci¨®n de ¡°co-peatonaje¡±
Mon chaperon pone en contacto a personas que hacen el mismo trayecto a pie o en transporte p¨²blico
?Cu¨¢ntas veces has vuelto a casa tarde despu¨¦s del trabajo y habr¨ªas agradecido que otras personas hicieran al menos un trecho del camino contigo? Caminar solo a seg¨²n qu¨¦ horas y seg¨²n por d¨®nde no hace mucha gracia. Para encontrar una soluci¨®n, naci¨® Mon chaperon, una app que te pone en contacto con otras personas que van a hacer el mismo trayecto a pie o en transporte p¨²blico.
Mon chaperon ¡ªque se traduce al espa?ol por ¡°mi carabina¡±¡ª se cre¨® en 2016 en el sur de Francia, en Montpellier, y est¨¢ disponible en Google Play y App Store. Tras descargar la aplicaci¨®n y activar la geolocalizaci¨®n, el programa propone personas cerca de ti que pueden convertirse en carabina por una noche. El sistema se sustenta en un sistema de puntuaci¨®n del acompa?ante y del acompa?ado, como sucede con las app para compartir coche, por lo que cuando escoges a tu carabina cuentas con una cierta informaci¨®n sobre la persona.
Quien se propone como carabina tiene que proporcionar un n¨²mero de tel¨¦fono, una direcci¨®n de correo electr¨®nico, una cuenta de Facebook y una foto donde sea f¨¢cilmente reconocible. Algunos solicitan una remuneraci¨®n por acompa?ar al co-peat¨®n. Fabien Boyaval, el creador de Mon chaperon, cuenta que no se trata sin embargo de un servicio de seguridad, sino de un sistema de ayuda mutua. Boyaval se decidi¨® a crear esta app despu¨¦s de que una amiga suya fuera agredida en el ¨¢rea de Montpellier, ya que las personas que andan en grupo son menos susceptibles de ser atacadas que quien camina solo.
En la actualidad, hay unos 8.000 co-peatones en toda Francia que utilizan la aplicaci¨®n, que es gratuita. Los co-peatones tienen una media de 30 a?os. A estos hay que a?adir unos cuantos miles m¨¢s que se sirven de la aplicaci¨®n en la versi¨®n profesional, ya que la aplicaci¨®n puede ser comprada por una empresa o un grupo de ellas, que la ponen a disposici¨®n de sus trabajadores. Es lo que ha pasado en Marsella: 250 compa?¨ªas (que suman un total de 15.000 trabajadores) se han agrupado para comprar la aplicaci¨®n.
La idea es no solo, como en el caso individual, conseguir que el trayecto sea m¨¢s seguro, por el hecho de estar acompa?ado, sino tambi¨¦n m¨¢s agradable y simp¨¢tico por compartirlo con un compa?ero de trabajo. Seg¨²n se lee en la web de Mon chaperon, las relaciones entre los colegas de trabajo son el principal criterio que define la calidad de la vida laboral y el 28% de los empleados se siente aislado en su empresa.
La aplicaci¨®n permite, por lo tanto, reducir el estr¨¦s entre trabajadores, alimentar la integraci¨®n, las relaciones sociales y el intercambio, todo lo cual repercutir¨¢ en mejorar la productividad de la empresa. Y eso sin contar el aspecto ¡°ecol¨®gico¡± de promocionar el uso del transporte p¨²blico para los trayectos de ida y vuelta del trabajo.
Las personas que andan en grupo son menos susceptibles de ser atacadas que quien camina solo
Seg¨²n cuenta Boyaval, algunas personas hab¨ªan abandonado el transporte p¨²blico no solo por el sentimiento de inseguridad, sino tambi¨¦n por el aburrimiento de hacer siempre el mismo trayecto de casa al trabajo, por el hecho de que se trata de una larga distancia, por el calor, los olores¡ Sin embargo, si ese mismo trayecto se hace con una persona o en grupo, uno olvida los inconvenientes y disfruta del trayecto por el mero hecho de compartirlo con alguien.
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