Cultivar peces: otra arma contra el hambre en ?frica

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En el lago Tanganica, esa enorme masa de agua que se reparten cuatro pa¨ªses africanos ¡ªTanzania, Zambia, Burundi y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo¡ª se ven algunas jaulas de cultivo para tilapias y siluros. Algunas comunidades locales empiezan a ver la acuicultura como una alternativa para los meses en los que no hay pesca en el lago. "Pero la actividad est¨¢ todav¨ªa en su infancia", observa Beatrice Marwa, asesora jefe de la Autoridad del lago Tanganica. La mayor¨ªa de quienes cr¨ªan peces en esta zona se tienen que intercambiar los alevines y recurren a piensos caseros de baja calidad.?

En ?frica subsahariana hay, al menos, 224 millones de hambrientos. Con una poblaci¨®n creciente, se prev¨¦ que la demanda de alimentos ¡ªy, en concreto, de prote¨ªnas¡ª se dispare en los pr¨®ximos a?os. Y en el continente se comen muy pocos animales marinos: 9,9 kilos por persona y a?o, frente a los 20,2 de la media global. Pero en ?frica subsahariana, sobre todo en el este, la cifra baja a¨²n m¨¢s. Son solo dos kilos per c¨¢pita en lugares como Etiop¨ªa o Lesoto, seg¨²n datos de la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura).

Si no mejoramos la producci¨®n, el consumo de pescado por persona seguir¨¢ cayendo

?Por qu¨¦ tan poco? En primer lugar, porque el n¨²mero de habitantes crece m¨¢s r¨¢pido que el suministro de pescado comestible. Pero tambi¨¦n porque las posibilidades de pescar m¨¢s est¨¢n limitadas: se han explotado muchos los recursos pesqueros de las costas africanas. Tambi¨¦n porque faltan infraestructuras para almacenar las capturas y que no se pudran (de media, se echa a perder entre el 20% y el 25% de lo producido, y en algunos lugares del continete el porcentaje se eleva a la mitad), y canales para venderlas o exportarla fuera de las comunidades que se dedican a ello. Y, por supuesto, por el poco desarrollo de la acuicultura. De hecho, ?frica importa cada a?o desde China toneladas de peces de cultivo como la tilapia.

"Si no mejoramos la producci¨®n, el consumo de pescado por persona seguir¨¢ cayendo", pronostica Manuel Barange, directivo de la FAO. "Por eso creemos que es necesario desarrollar la acuicultura. Y eso no es hacer un agujero, echar agua y meter cuatro peces", agrega. "Tenemos mucho potencial de expansi¨®n, porque tenemos grandes cuerpos de agua", opina Marwa. "Y un gran mercado en crecimiento", a?ade.

Pero los desaf¨ªos no son pocos. En primer lugar, indica Barange, tiene que existir toda esa infraestructura que permita desarrollar la actividad y hacerla viable comercialmente: carreteras, almacenes, cadenas de fr¨ªo, mercados... "Hace falta una decisi¨®n pol¨ªtica para fomentar la acuicultura, como hizo China hace unos 30 a?os". Hoy, con m¨¢s del 70% del total, el gigante asi¨¢tico es el mayor productor mundial de especies marinas cultivadas.

En ?frica tambi¨¦n hay ejemplos del estilo: en Nigeria, esa voluntad de las autoridades unida a importantes inversiones privadas ha hecho que el sector de la acuicultura se multiplique por 15 en 20 a?os: de 21.700 toneladas en 1999 a m¨¢s de 316.000 seg¨²n los ¨²ltimos datos del Gobierno. El resto de ?frica subsahariana junta (281.000 toneladas) no alcanza a la producci¨®n de pescado comestible nigeriana. Adem¨¢s del entorno adecuado, esa inversi¨®n ha conseguido responder a dos de los principales retos: la calidad del pienso y de las especies cultivadas.

"Los pa¨ªses no invierten lo suficiente", reitera Marwa. "En el lago Tanganica la gente tiene que crear sus propios piensos. Algunos pueden comprarlo a dos f¨¢bricas que han abierto en Zambia, pero es demasiado caro para la mayor¨ªa". Y eso que el pescado cultivado es "la prote¨ªna animal m¨¢s eficiente del planeta", seg¨²n Melanie Siggs, directora de la Alianza Global de la Acuicultura (GAA, por sus siglas en ingl¨¦s). Siggs sostiene que para generar un kilo de masa corporal, una vaca necesita ingerir m¨¢s de 6,8 de alimento. Un cerdo 2,9, un pollo 1,7 y un pez de granja, de media, 1,1.

La gente tiene que crear sus propios piensos. Algunos pueden comprarlo a dos f¨¢bricas, pero es demasiado caro para la mayor¨ªa

Tradicionalmente, la harina y el aceite de pescado han sido el alimento predominante en la acuicultura. "Pero no somos capaces de producir suficiente y es muy caro", reflexiona Niels Alsted, de la Federaci¨®n Europea de Fabricantes de Alimentaci¨®n Animal, Fefac. Alsted apuesta por explorar los ingredientes alternativos que permitan hacer m¨¢s sostenible la acuicultura al tiempo que aseguran un buen crecimiento de los ejemplares cultivados. "Estamos experimentando y aprendiendo, por ejemplo con ingredientes vegetales u otros".

En el lago Tanganica algunos usan aceite de palma o ma¨ªz, explica Marwa. "Pero nos faltan expertos en el continente", a?ade. De hecho, investigadores como Trygve Berg, de la multinacional de alimentos para la acuicultura Skretting, alertan de la necesidad de estudiar a fondo las necesidades nutricionales de cada especie y, en concreto, las de aquellas menos exploradas, como son las end¨¦micas africanas.

El pez gato o siluro es la especie estrella en Nigeria, y un protagonista importante del sector en todo ?frica subsahariana, donde la actividad se realiza casi siempre tierra adentro, en cuerpos de agua continentales (1,9 millones de toneladas en 2016). La costera supone apenas 28.000. Y la continental se dedica en su totalidad a los peces con aleta ¡ªno se cultivan crust¨¢ceos ni moluscos¡ª como el propio pez gato, que se cultiva tambi¨¦n en el lago Tanganica. "Tambi¨¦n vemos mucha tilapia e incluso trucha en algunos pa¨ªses", observa Marwa. "Pero la calidad de las variedades es mala".

"La cr¨ªa y selecci¨®n de alevines es un problema, porque falta mucha calidad y luego su tasa de crecimiento no es buena", insiste la asesora. "Pero tenemos especies ind¨ªgenas que, con medios, podr¨ªan ser mejoradas si se establecen centros para cuidarlas", a?ade. Hace a?os que llegaron a Malawi o Ghana variedades de tilapia hasta un 30% m¨¢s productivas.

Pero en ocasiones, la l¨®gica econ¨®mica lleva a los acuicultores de la regi¨®n a elegir las variedades m¨¢s grandes, que tienen precios m¨¢s altos. Pero precisamente el hecho de que sean m¨¢s caras hace que muchas veces no encuentren compradores dados los bajos ingresos y las tasas de pobreza que sufren muchos de estos pa¨ªses. En Burundi, por ejemplo, casi ocho de cada 10 personas son oficialmente pobres.

La oportunidad est¨¢ ah¨ª, pero tambi¨¦n los retos y los riesgos. "Hay que tener cuidado con hacer un uso excesivo de agua", advierte Barange. O con contaminar el lago en el que muchos otros pescan para salir adelante, alerta Marwa. El cambio clim¨¢tico y las cada vez m¨¢s err¨¢ticas lluvias que recibe el continente condicionan la producci¨®n agr¨ªcola, pero tambi¨¦n afectan a la disponibilidad de agua para cultivar peces y algas. "Los pa¨ªses dudan y el tiempo sigue pasando", dice Marwa. "Pero la necesidad es grande".

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