Atrapados en las redes sin querer
Centenares de miles de animales marinos mueren cada a?o tras ser pescados involuntariamente o quedar enganchados en las redes que quedan a la deriva en mares y oc¨¦anos
"La mayor¨ªa de los casos pasan desapercibidos. Si esto ocurriera en tierra, y miles de animales murieran cada d¨ªa en nuestra puerta, ser¨ªamos mucho m¨¢s dr¨¢sticos". Aimee Leslie, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en ingl¨¦s), cree que la falta de datos y visibilidad es lo que explica que no sea una prioridad pol¨ªtica acabar con la llamada "pesca incidental". Esas t¨¦cnicas que, m¨¢s all¨¢ de las especies que se quieren pescar, se llevan por delante otros muchos ejemplares: 600.000 mam¨ªferos y 700.000 p¨¢jaros marinos y millones de tiburones cada a?o, por ejemplo.
Se sabe que algunas t¨¦cnicas, como las redes de enmalle a la deriva, por ejemplo, est¨¢n entre las principales responsables. "Estas redes tienen un gran potencial para atrapar otras especies", seg¨²n Mart¨ªn Aranda del centro de investigaci¨®n marina Azti. Pese a las restricciones internacionales para su utilizaci¨®n, siguen us¨¢ndose de forma generalizada, por ejemplo en el oc¨¦ano ?ndico: con ellas se captura al menos un 35% del at¨²n en la zona.
Cada a?o se pierden o abandonan en el mar 640.000 toneladas de aparejos de pesca que act¨²an como ¡®redes fantasma¡¯ apresando animales marinos
Pero no son la ¨²nica amenaza, tambi¨¦n est¨¢n los FAD, estructuras para atraer a los peces. Y el principal problema es que las estad¨ªsticas son pocas y muy irregulares. Var¨ªan mucho seg¨²n los organismos de pesca y las regiones. "La falta de informaci¨®n por parte de las naciones cuyas flotas pescan con ellas invita a apoyarles para mejorar la recogida de datos", se?ala Aranda. En Pakist¨¢n, por ejemplo, no hab¨ªa datos de estas capturas involuntarias. Un estudio demostr¨® que se atrapaban sin querer al menos 12.000 delfines al a?o, seg¨²n Leslie.
Cada vez hay m¨¢s informaci¨®n, y los nuevos sistemas como la instalaci¨®n de c¨¢maras y la monitorizaci¨®n remota de las embarcaciones invita a las tripulaciones a registrar esas capturas en lugar de ocultarlas. En un evento del Comit¨¦ de Pesca de la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura) este jueves en Roma, Leslie resaltaba que desde que se instalaron en Australia los n¨²meros aumentaron un 700%. "Porque llevar observadores a bordo es muy caro", apuntaba por su parte Rebecca Lent, secretaria ejecutiva de la Comisi¨®n Ballenera Internacional.
T¨¦cnicas de pesca aparte, esa costumbre tan humana de descartar lo que ya no sirve agrava el problema de la pesca incidental. Los llamados "aparejos fantasma" ¡ªesas redes abandonadas o perdidas¡ª que quedan a la deriva pueden acabar con miles de animales marinos. Los datos de la FAO (que elabora una actualizaci¨®n de sus ¨²ltimas estimaciones) estimaron en 2009 que cada a?o acaban en el mar 640.000 toneladas de aparejos, que son responsables de entre el 5% y el 30% del deterioro de los bancos de peces pescables. Adem¨¢s, suponen un 58% de los macropl¨¢sticos del oc¨¦ano.
Capturas incidentales que merecen la pena
La pesca de gambas con arrastre es un buen negocio desde el punto de vista sociecon¨®mico: genera centenares de miles de empleo y grandes exportaciones. Pero tambi¨¦n tiene una parte fea: las capturas accidentales dan lugar a 500.000 toneladas anuales de pesca que se desecha, solo en Latinoam¨¦rica. De media, en la pesca tropical de gambas la relaci¨®n del resultado que aparece en las redes es que por cada tres gambas se atrapan 15 especies no deseadas.
"Lo f¨¢cil ser¨ªa prohibir la pesca por arrastre, pero no matas a la vaca para acabar con una pulga que la ha infectado", ilustraba este jueves Fabio Hazin, investigador de la Universidad Federal Rural de Pernambuco (Brasil) y ex alto cargo del Gobierno brasile?o. "Hay soluciones para minimizar esa pesca incidental y los descartes, y maximizar el uso de lo que se recoge".
Seg¨²n Hazin, entre 2,5 y 6 millones de mexicanos podr¨ªan cubrir sus necesidades de prote¨ªnas solo con lo que se descarta en este tipo de pesca. Y muchas comunidades pobres, insiste, ya lo hacen as¨ª. En un estudio en Sirinha¨¦m (Brasil), descubrieron que la comunidad dedicada a las gambas vend¨ªa estas mientras usaba la inmensa mayor¨ªa de la pesca accidental para su propia alimentaci¨®n y mejorar su nutrici¨®n. "Vimos que no se tiraba, las cosas no eran exactamente como hab¨ªamos pensado".
Ingrid Giskes, presidenta de la Iniciativa Global contra los Aparejos Fantasma, insist¨ªa en la necesidad de marcar las redes para poder depurar responsabilidades y tambi¨¦n animar a los pescadores a recuperarlas. "Hay que actuar: parece que todos estamos de acuerdo, as¨ª que me gustar¨ªa ver un programa global para combatir esto". Su organizaci¨®n ha colaborado con Indonesia y Vanuatu (una peque?a naci¨®n insular del Pac¨ªfico Sur) para demostrar la viabilidad de marcar las redes.
"Nos pregunt¨¢bamos si era posible hacerlo con peque?os pescadores", explicaba Fayakun Satria, investigador indonesio, un pa¨ªs donde el 28% de los aparejos son redes de enmalle. Probaron con materiales biodegradables pero intentando que fueran duraderos y, sobre todo, baratos. "Hacen falta incentivos para que los pescadores las marquen y que las recuperen cuando las redes valen poco", seg¨²n Satria.
Porque a veces puede costar m¨¢s rescatar los aparejos que dejarlos marchar. El experto abogaba por a?adir valor a estos instrumentos o establecer sistemas para reciclarlos. Seg¨²n los ponentes, es uno de los grandes retos para acabar con la pesca incidental: que los remedios sean asumibles y que cambiar de t¨¦cnicos no suponga un coste enorme. Pensando, sobre todo, en los pescadores de peque?a escala.?
Hay diferentes remedios para que los animales ¡ªespecialmente aquellos en peligro de extinci¨®n¡ª no queden atrapados. Porque en muchos casos, adem¨¢s, quedan heridos aunque luego se los devuelva al mar. Van desde soluciones ingeniosas como las del cient¨ªfico marino Per Berggren (reciclar botellas de pl¨¢stico o cristal junto a las redes para que los reflejos ahuyenten a las especies que no se quiere capturar) hasta otras m¨¢s sofisticadas, como los emisores de ultrasonidos.?
La inclusi¨®n de luces LED para hacer visibles las redes es una medida bastante popular. "Pero tenemos que buscar soluciones producidas localmente, medioambientalmente sostenibles porque las LED por ejemplo gastan muchas pilas, asumibles para los pescadores y f¨¢ciles de manejar", se?alaba Leslie. "Tampoco queremos que los aparejos parezcan ¨¢rboles de Navidad".
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