Una ciudad japonesa, desbordada tras un error en un reportaje de una radio de EE UU: ¡°No necesitamos ninjas¡±
El Ayuntamiento de Iga, cuna de estos guerreros, desmiente que haya escasez de luchadores y pide que cese la avalancha mundial de peticiones
La oferta parece suculenta: sueldo de hasta 85.000 d¨®lares anuales (73.000 euros) por interpretar a un ninja en la ciudad japonesa de Iga. El lugar, que disputa con otras villas del pa¨ªs asi¨¢tico ser la cuna de estos afamados guerreros, sufre ¡°escasez de ninjas¡± ¡ªo de personas capaces de parecerlo¡ª para fomentar un turismo basado en la atracci¨®n por estos luchadores. O al menos es la noticia que ha transmitido un programa de radio estadounidense, con tal repercusi¨®n que ha saturado el Ayuntamiento de Iga con llamadas y mensajes de aspirantes procedentes de todo el mundo a suplir la falta de los antiguos mercenarios y agentes secretos japoneses. La ciudad ya ha desmentido la informaci¨®n: ¡°No hay escasez de ninjas¡±.
En un comunicado emitido este martes en cinco idiomas ¡ªentre ellos, en espa?ol, ingl¨¦s y portugu¨¦s¡ª, el Consistorio de Iga ha negado que haya ¡°falta de ninjas¡± en la ciudad y ha rechazado que est¨¦ ¡°reclutando¡± guerreros. Fuentes del Ayuntamiento aseguran que desde el pasado 16 de julio, cuando fue emitido el programa radiof¨®nico sobre los ninjas de Iga, han recibido 115 peticiones de informaci¨®n de 14 pa¨ªses diferentes, entre ellos Espa?a y Estados Unidos, seg¨²n ha publicado la agencia Kyodo.
El origen de la confusi¨®n se encuentra en el reportaje Escasez de ninjas en Jap¨®n que emiti¨® la emisora de radio estadounidense NPR el pasado 16 de julio. En el audio, que dura algo menos de 10 minutos, los locutores Vanek Smith y Sally Herships relacionan la despoblaci¨®n de las zonas rurales de Jap¨®n con los problemas de Iga (89.000 habitantes) para relanzar un turismo basado en la atracci¨®n por los ninjas. La urbe organiza entre finales de abril y hasta mediados de mayo un festival dedicado a estos guerreros japoneses.
¡°Iga es una peque?a ciudad en el centro de Jap¨®n, que pierde mil habitantes por a?o¡±, explica Herships, que asegura haber viajado hasta el municipio. Seg¨²n los locutores, la ciudad, que cuenta con un Museo del Ninja, planea construir un segundo museo que incluya ¡°experiencias virtuales¡±, una informaci¨®n que atribuyen al alcalde de Iga, Sakae Okamoto. ¡°Pero para hacerlo se necesita m¨¢s gente que viva y trabaje en la ciudad¡±, explica Herships. ¡°?C¨®mo vas a construir un museo y llenarlo de personal con pocos trabajadores?¡±, se pregunta el conductor del programa, que recuerda que el porcentaje de paro en Jap¨®n es muy bajo, con una tasa de un 2,5%, lo que dificulta a¨²n m¨¢s la b¨²squeda de empleados.
Y aqu¨ª llega la confusi¨®n: ¡°Hay escasez de ninjas en Iga¡±, afirma de forma taxativa Herships. Y su compa?era, Vanek Smith, a?ade: ¡°El alcalde Okamoto necesita personas que quieran trabajar en zonas rurales. Quiero decir, Iga est¨¢ a horas de Tokio. Pero este trabajo tiene mucho que ofrecer. El sueldo es muy competitivo. Hoy en d¨ªa, los actores ninja pueden ganar entre 23.000 y 85.000 d¨®lares¡±.
El reportaje, recogido en webs de todo el mundo, incluido el brit¨¢nico The Independent, cre¨® falsas esperanzas en m¨¢s de un centenar de aspirante a ninja de todo el mundo. Pero Iga no necesita m¨¢s luchadores, porque, seg¨²n afirman fuentes del Ayuntamiento, ¡°en cada rinc¨®n de la ciudad se puede sentir la respiraci¨®n de un ninja¡±.
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